Una triste postal es la que se vio esta mañana bien temprano en la capital de la fe espiritual del país, donde hoy se conmemora la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Lejos de la imagen con una multitudinaria cantidad de fieles que copaban la plaza en otros años, esta vez un vacío estremecedor es lo que se veía antes de arrancar la tradicional misa de Caacupé.
Con el báculo en mano, su traje de gala y un nuevo accesorio, el tapabocas puesto, el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, se apostó como todos los años en la cabecera de la plaza, frente a la Basílica, para iniciar la tradicional procesión hacia el templo, acto que marca el inicio de la celebración eucarística.
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Su lento andar por el camino hacia al altar estuvo marcado por la soledad, pues respetando el protocolo y dando el ejemplo, los sacerdotes y demás acólitos no lo acompañaron.
Tampoco se tuvo la imagen de la Virgen, que tradicionalmente hace esa procesión entre los fieles, que año a año se congregan en los alrededores del templo para ver el paso solemne de la madre espiritual. No obstante, a su paso el obispo levantó la mano y bendijo.
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Tras llegar a la explanada del santuario, el obispo permaneció un momento mirando la plaza vacía, una imagen completamente distinta a la que se vivía en estas fechas en años anteriores. De fondo se escuchaba el coro cantando “Una madre no se cansa de esperar”.
Posteriormente, ya al son del “Ave María”, el obispo de Caacupé fue hacia la entrada principal del templo y tocó al Cristo Crucificado para luego abrir las puertas de la Basílica e ingresar al interior, donde actualmente se oficia la solemne misa en honor a la Inmaculada Concepción.
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El Estado debe cuidar los fondos de los aportantes, dice obispo en carta abierta
Previo a la culminación de la misa central, el obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, dio lectura a la tradicional carta de la iglesia católica al pueblo paraguayo, en este caso no solo brindó un mensaje de esperanza y ánimo a la sociedad en general, sino también se hizo eco del reclamo ciudadano y lo extendió a las autoridades que asistieron a la mayor festividad religiosa del país.
“Ojalá sea el Estado el que cuide y vigile esos fondos reservados pensando en un futuro seguro y mejor de los ciudadanos que han aportado”, manifestó. Las expresiones del obispo de Caacupé se dan en medio del debate sobre el proyecto de creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, el cual busca establecer un marco de control a las distintas cajas, tanto públicas como privadas.
En su extensa carta el monseñor hizo mención a la problemática de las distintas cajas de jubilaciones y pensiones y pidió a las autoridades que resguarden los recursos de los aportantes quienes tras tantos años de trabajo, buscan acogerse a este beneficio y disfrutar del fruto de su esfuerzo en su etapa de vejez.
“Necesitamos que nuestras autoridades se enfoquen en la búsqueda de soluciones y dejen de lado las rencillas internas, encontrar el centro de gravedad y concentrar toda la fuerza para dar el golpe certero. En nuestro caso la guerra es contra la pobreza, la inseguridad, la corrupción y la impunidad, lo que se exige a las autoridades es determinar la meta que se desea alcanzar”, expuso Valenzuela.
Ante la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, la primera dama Leticia Ocampos, el vicepresidente Pedro Alliana, la jefa de gabinete Lea Giménez y varios ministros como el de Justicia, Ángel Barchini; de Educación Luis Ramírez; del Interior, Enrique Riera; de Salud María Teresa Barán; de Defensa Óscar González, entre otros, el obispo pidió el fortalecimiento de las instituciones del Estado.
“Si no hay una decisión política seria en materia de seguridad crecerá la delincuencia cotidiana que se ha convertido en la zozobra nuestra de cada día. Así también, si no se pone en marcha una política económica razonable la injusta pobreza crecerá”, manifestó y animó a las autoridades a no sucumbir en la lucha contra la delincuencia, el crimen organizado y la violencia.
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Corrupción
La corrupción y la impunidad continúan siendo “lacras” que carcomen los cimientos de la nación, afirmó el obispo de Caacupé, quien lamentó que este haya penetrado tanto a la sociedad que nos hemos acostumbrado a ver estos hechos sin que nos genere sobresaltos. Instó a no dejar de exigir castigo para quienes cometen estos delitos.
“En todo ese tiempo no supimos frenar la sangría de la corrupción que está volviendo anémica al país. Es hora de acabar con esto, se necesita patriotismo y coraje para que nuestro país alcance, un sitial destacado en el concierto de las naciones”, remarcó.
Valenzuela no olvidó mencionar el problema educativo y los generados a partir de las denuncias de títulos universitarios falsos. Advirtió sobre el peligro que esto genera puesto que se tiene a personas sin la capacidad necesaria, asumiendo cargos de suma trascendencia en diferentes ámbitos como la salud, la justicia, entre otros.
Mensaje de optimismo
“De ninguna manera el sentido crítico expuesto en esta carta debe interpretarse como una expresión de pesimismo y derrota frente a los problemas que afronta el país. Hemos señalado situaciones de nuestra realidad cotidiana, muchas de ellas circunstancias difíciles; no obstante, Dios promete edificarnos a través de esos padecimientos”, alentó el obispo de Caacupé.
El optimismo es multiplicador de fuerzas, expuso e insistió a la ciudadanía a que no se deje llevar por el mal humor social que se da especialmente en redes sociales y que tiene escaso resultado, hizo énfasis Valenzuela. “Tenemos la convicción de que vendrán tiempos mejores y que nuestras autoridades comprenderán la necesidad de servir al semejante para que todos lleguemos a buen puerto”, concluyó.
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Caacupé: obispo pide atención a la educación y acciones contra la violencia hacia la mujer
La tradicional misa por el día de la Virgen de los Milagros de Caacupé tuvo al obispo de la diócesis Ricardo Valenzuela como el encargado de dar la homilía ante una explanada repleta de feligreses en la basílica y también con la presencia del presidente y vicepresidente de la República, Santiago Peña y Pedro Alliana, además de otros integrantes del gabinete.
Las palabras del obispo de Caacupé estuvieron centradas en la necesidad de orar y recuperar la conexión con Dios. Valenzuela pidió orar por las familias, por los gobernantes, por la educación, por las mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencia, para que estas sean escuchadas y protegidas por la sociedad y la justicia.
“Debemos orar por los gobernantes y por la paz, muchos gobernantes están sufriendo el acoso por parte de poderosos organismos internacionales de forma sistemática, y ciertamente ellos no están exentos de las flaquezas humanas por lo que necesitan del auxilio del Espíritu Santo para ser fieles cada día”, expresó
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Monseñor pidió a toda la comunidad católica rezar por los gobernantes como establecen las escrituras de modo a que sean iluminados con sabiduría y discernimiento, convirtiéndose en instrumentos para promover la dignidad humana, la libertad, la justicia, la paz y el bien común.
“Cuando predominan los justos la gente se alegra, cuando los malvados gobiernan, la gente sufre”, señaló Valenzuela y fue aplaudido por todos los feligreses. También levantó su voz y pidió orar por la educación que ha sido históricamente postergada y lastimosamente un nuevo estudio revela el bajo nivel de comprensión lectora de los estudiantes. Las reformas planteadas para la educación superior tampoco fueron ignoradas y pidieron el debate sobre un tema sensible como este.
Los testimonios de las mujeres víctimas de violencia no deben ser ignorados, exhortó monseñor y pidió rezar para que estas sean protegidas por la sociedad y la justicia de modo que se pueda dar fin a su sufrimiento. De la misma manera pidió orar para dar fin a la violencia contra las niñas y adolescentes.
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“Urge rezar contra la violencia hacia la mujer, sigue habiendo mujeres que sufren violencia psicológica, verbal, física y sexual, es impresionante el número de mujeres golpeadas, ofendidas y violadas. Hace días sucedió otro feminicidio, ya son como 40 este año, las distintas formas de malos tratos que sufren las mujeres son una degradación para toda la humanidad”, lamentó.
Valenzuela solicitó retomar las oraciones en familia y rezar por la unidad de estas, de modo que recuperen la autoridad sobre sus hijos, la que se ha ido diluyendo y actualmente los hechos de rebeldía y falta de respeto hacia los padres y los profesores en las escuelas, que han ido en aumento. “No vamos a ceder al cansancio, vamos a intensificar esfuerzo por unidad de todos los paraguayos”, sostuvo.
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Caacupé: Santiago Peña acudirá este viernes a la capital espiritual del Paraguay
Desde la dirección de comunicaciones de la Presidencia informaron que el mandatario Santiago Peña, en compañía de la primera dama, Leticia Ocampos, y sus principales colaboradores de su gabinete, acudirán mañana viernes a presenciar la homilía por las festividades de la Virgen de Caacupé.
Será su primera misa central como jefe de Estado tras su contundente victoria en las pasadas elecciones generales del 30 de abril. El gobierno del economista mantiene un fuerte vínculo con la Iglesia católica. La prédica se encuentra fijada para las 6:00 y será presidida por el monseñor Ricardo Valenzuela.
El tema central de la homilía, que será dirigido a los fieles marianos, será “Unidos en oración en compañía de la Virgen María y los santos”. En el transcurso del encuentro religioso se prevé dar lectura a lo que se denomina “Carta al pueblo paraguayo” donde se realiza una evaluación sobre la situación social, política y judicial del país.
El pasado viernes 27 de noviembre, el jefe de Estado mantuvo un en el Vaticano un encuentro con el papa Francisco durante su visita oficial a Roma (Italia). En la ocasión ambos líderes destacaron las buenas relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Paraguay, las expectativas del Gobierno en la lucha contra la pobreza y el compromiso por la paz entre las naciones.
Otros temas abordados fueron la protección del medioambiente y la situación de los países de la región. Semanas atrás, Peña también mantuvo reuniones con obispos paraguayos, quienes le solicitaron que su gobierno impulse un fuerte combate contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y la pobreza que actualmente van destruyendo el tejido social del Paraguay.
Peña se encuentra actualmente en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil para participar de la edición número 63 de la Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur y Estados Asociados, edición en la cual está prevista la conclusión de la presidencia pro tempore del vecino país y su traspaso a Paraguay, con el sabor amargo de no haber cerrado sus negociaciones con la Unión Europea (UE).
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Tradición de 100 años: familia peregrina junto a sus carretas para agradecer a la Virgen de Caacupé
Llegar hasta el altar de la Virgen de Caacupé para dar gracias o pagar una promesa es una de las tradiciones más arraigadas en el Paraguay. Al inicio de esta tradición, cuando los medios de transporte no eran tantos como ahora, para llegar se empleaban los medios que se tenían, caballo, carretas o a pie. A fin de acompañar el largo peregrinaje y poder llevar a los niños y niñas, sin que estos sufran los rigores de la caminata, muchas familias comenzaron a peregrinar en carretas. Esa tradición continúa.
Se trata de la familia Vázquez, que desde hace unos 100 años tiene presente la tradición de peregrinar al lado de sus carretas estiradas por bueyes. Lo hacen desde su querida ciudad, Valenzuela, en el departamento de Cordillera, para agradecer a la Virgen de Caacupé. La familia utiliza a los bueyes solo para el traslado de sus pertenencias y la caminata lo hacen exclusivamente por la tarde y la noche para salvaguardar la integridad de los mismos.
Hace unas horas, la familia integrada por los Vázquez, un grupo de agricultores, partieron a desde la compañía General Díaz de Valenzuela, distante a unos 50 kilómetros de la basílica de Caacupé, con la intención de llegar junto a la Virgen de los Milagros para agradecer por los favores recibidos, y especialmente, para no romper esta tradición impulsada por una noble mujer hace casi un centenario.
“Esta tradición la heredamos de mis bisabuelos, hace unos 100 años, mi abuela Ursulina Vázquez hizo lo mismo y mi padre don Rubén, que falleció hace dos años, también nos inculcó lo mismo. Creo que yo comencé a acompañar la peregrinación desde que nací. Ahora voy con mi madre, Valencia, primos, tíos y hermanos, somos más de 30 personas”, explicó Maribel, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Paradas y descanso
Resaltó que los bueyes solo estiran las carretas y que las únicas personas que son trasladadas en las mismas son los conductores. “Las carretas solo llevan sus conductores y los productos esenciales para lo que dura el viaje, como los elementos para acampar, alimentos no perecederos para almuerzos, desayunos, un poco de ropa para cambiarnos, agua y alimentos para los bueyes. El resto de las personas peregrinamos”, refirió.
Detalló que salieron con cinco carretas estiradas por dos bueyes cada una y que lo hicieron en horas de la tarde de hoy, lunes 4, porque en este horario el calor ya no es tan agobiante. “Salimos a la tarde y caminamos toda la noche, hacemos paradas para descansar y que los animales tomen agua, coman algo y se toman su descanso. Cuando hace mucho calor, las paradas son más”, relató.
Maribel indicó que para mañana martes, antes del mediodía, tienen previsto llegar hasta una posada en el camino, donde acampan y descansan por un día, para luego volver a retomar la peregrinación el miércoles 6, a las 17:00. “Durante nuestro peregrinar rezamos el rosario y cada familia da una oración. La idea es llegar hasta la Virgen de Caacupé el 7 de diciembre, para agradecerle por todo lo que nos dio durante este año”, puntualizó.
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Pedido especial
Expresó que cada miembro de la familia tiene un pedido especial a la Virgen y quien siempre cumple, pero que el pedido especial en nombre de la familia Vázquez, desde hace 100 años, es por la salud de cada uno. Los preparativos empiezan dos meses antes de la fecha prevista, en ese tiempo empiezan a ver la lista de las cosas esenciales para el viaje que les lleva cuatro días.
“La verdad que si la peregrinación lo hacés con amor no te duele absolutamente nada, llegamos hasta ella (la Virgen) como si nada. Instamos a las familias a seguir sus tradiciones y este peregrinar es una tradición bien paraguaya, que la hacemos por amor. Algunos no tenemos promesa, pero la fe es la que nos mueve y lo que nos inculcaron en nuestras familias”, remarcó.