Por Viviana Orrego (viviana.orrego@nacionmedia.com)

Andrés Lugo es una persona con discapacidad física, reside en Capiatá y entusiasmado ayer miércoles recibió a los censistas, esperando que a través de este proceso el Estado ponga mayor atención a la población de personas con discapacidad. Él sueña con una sociedad más inclusiva, con posibilidades de que pueda estudiar en la universidad y trabajar como cualquier otro ser humano, sin trabas a la hora de competir por algún puesto tanto en el sector público como privado.

Lugo, sentado en su silla de ruedas frente a una mesa que facilitó al censista, rodeado de su familia y su pareja María Lourdes Benítez, respondió a todo el cuestionario. La familia Lugo, como otras personas acató el día feriado, se quedó en su casa para recibir al censista, fue una de las privilegiadas en ser visitada por los voluntarios, dijeron entre risas, ya cerca del cierre de la jornada.

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De niño fue diagnosticado con el virus de la poliomielitis, infección que le produjo una parálisis irreversible en las piernas. El año pasado, debido a una infección, se le tuvo que amputar una de sus piernas y la otra va camino a lo mismo, por lo que se moviliza en su silla de ruedas, pero debido a la inaccesibilidad de calles, veredas, buses e infraestructuras públicas y privadas, es una verdadera lucha diaria movilizarse.

Ni su discapacidad o los problemas de salud que tuvo lo detuvieron para luchar por salir adelante. Él concursó en varios llamados a concurso público, pero en ninguno logró calificar, aun así, nunca se detuvo. Desde su casa se dedica a realizar trabajos por computadora, es asesor de tesis o trabajos prácticos para estudiantes secundarios y universitarios, por lo que pide una oportunidad a la sociedad porque su mayor sueño es llegar a formarse en la universidad.

Lugo, sentado en su silla de ruedas frente a una mesa que facilitó al censista, rodeado de su familia y su pareja, María Lourdes Benítez, respondió a todo el cuestionario del censo. Foto: Eduardo Velázquez.

“Mi sueño de toda la vida es estudiar en la universidad y hasta ahora no pude lograrlo. Me gusta la informática y la contabilidad, optaría por alguna de esas carreras. Tengo en casa una computadora con el que me dedico a realizar trabajos prácticos y tesis, a través de las redes sociales y conocidos promocionar mi trabajo, pero tras la pandemia bajaron mucho los pedidos, por lo que siempre estoy atento a los concursos”, destacó Lugo en conversación con La Nación/Nación Media.

Andrés cree que es muy importante el Censo Nacional de Población y Viviendas para las personas con discapacidad física como él, porque hay mucha gente que no está registrada o no tiene, por ejemplo, un certificado de discapacidad que proporciona la Secretaría Nacional de Derechos de las Personas con Discapacidad (Sinadis).

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“Yo tengo un certificado de discapacidad desde hace dos años recién, que había solicitado para completar como documento que me habían solicitado para un trabajo. Concursé para trabajar acá en el Hospital Materno Infantil de Capiatá, pero no quedé, creo que no fui recomendado por políticos o algo así. Falta mayor oportunidad laboral para nuestra población, somos excluidos también de esa forma”, indicó.

El joven, que por su dedicación a trabajos a computadora, su pasión por la contabilidad, aspira a ocupar un puesto en áreas como secretaría, administrativo o auxiliar contable que le servirán para generar ingresos y pagarse la universidad y en un futuro, tener mayor conocimiento y aspirar a cargos de mayor relevancia en su área de interés. “Estoy esperanzado de que con el censo, nos pongan en el foco”, concluyó.

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