El ingeniero agrónomo Édgar Frutos, especialista en pro­ducción de tomate y pimiento bajo invernadero del Minis­terio de Agricultura y Gana­dería (MAG), explicó acerca de los beneficios de utilizar esta tecnología innovadora que ayuda a proteger los bro­tes, aumentando los rendi­mientos y la calidad del fruto. Dijo que incluso puede bene­ficiar a pequeños productores a rentabilizar producción que tiene el potencial de pasar de 3 kilogramos a 6 kilogramos por cada planta.

En conver­sación con La Nación/Nación Media, el profesional refirió que para incursionar en este ámbito es preciso capacitarse bien en la técnica, pues si no se aplican las especificacio­nes, el manejo resulta más tecnificado y su costo resulta elevado, por lo tanto, si uno aplica la tecnología sin cono­cimientos, sube la inversión, y no redituará en mayores ganancias.

“Estamos capacitando en eso para que ellos puedan enten­der, analizar la factibilidad y la puedan aplicar en su finca dentro de sus posibilidades para tener un mayor rinde, mejor calidad y una cose­cha continua en todo el año”, señaló. Además, remarcó que los modelos aplicados corres­ponden generalmente a los europeos, que tienen modi­ficaciones para la aireación.

Sostuvo que para una empresa agrícola promedio es muy conveniente aplicar estas instalaciones, pues cuentan con la característica de aerodinámica para sopor­tar tormentas, sujeción y anclaje al suelo, el costo apro­ximado es de USD 3,2 millo­nes y abarca unas 20.000 plantas. En tanto, para los pequeños productores se utilizan materiales galvani­zados para imitar las estruc­turas y brindarle seguridad con tensores, entre otros, y el monto aproximado es de G. 35 millones.

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