La historiadora Ana Barreto Valinotti cuestionó ayer las palabras del vicepresidente Hugo Velázquez, quien entre sus lujos de oratoria prometió que en su gobierno se volverá a “vivir bien” en el campo, como en la era Stroessner. “Lo que dice Hugo Velázquez es una contradicción enorme. En la época de Stroessner no se vivía bien en el campo, las condiciones eran de absoluta pobreza, los campesinos perdieron tierras. La represión a las Ligas Agrarias fue de una brutalidad terrible”, recordó.
“Es preocupante que actores políticos en sus discursos estén reivindicando lo que fue Stroessner. Es un coqueo político bastante fuerte con dictaduras y autoritarismo”, agregó. “Siempre se escucha que Stroessner a fin de año entregaba títulos a campesinos, pero vuelvo a repetir, el campo pasó mal porque los campesinos eran violentados y perseguidos”, concluyó.
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Una pobreza menor es buena, pero aún es dolorosa, triste, inhumana
“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
“La macro paraguaya es extraordinaria, ellos tienen todo ordenado, no tienen inflación, el Banco Central funciona como un reloj. Ahora, el 5 % de la población concentra la riqueza, el resto es todo pobre, masivamente pobre, y siempre está la Argentina. Argentina debe dejar de hacerse cargo del ajuste social de sus países vecinos. Hay que dejar de ser estúpidos”. El infame DIPUTADO NACIONAL ARGENTINO MIGUEL ÁNGEL PICHETTO (*LAS MALVINAS SON ARGENTINAS, COMO NUESTRAS FUERON LAS ACTUALES PROVINCIAS DE FORMOSA Y MISIONES).
Este artículo, que tiene un toque mío con escritura rabiosa, está dedicado al diputado nacional argentino Miguel Ángel Pichetto (con fuerte pasado peronista, justicialista), todavía viviendo en los tiempos bárbaros de la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), vomitando racismo: odio al Paraguay y al paraguayo. Como Bartolomé Mitre, y Domingo Faustino Sarmiento, el que luego se rectificara totalmente de sus atroces insultos y horrendos calificativos a nuestra paraguayidad, y muriera en paz entre nosotros (como buscó y encontró), en la Asunción del 11 de setiembre de 1888, a los 77 años; mejorando durante su corta estadía la educación en Paraguay, y con el pedido personal de tres banderas sobre su ataúd: la argentina, la chilena, la paraguaya; rodeado de escolares, estudiantes y maestros, con todos los honores de rigor, y el respeto de las autoridades oficiales (presidente Patricio Escobar, héroe del 70, sobreviviente del 1.º de marzo de 1870). Un pueblo “bárbaro” se comportó civilizadamente.
¿Quién le salvó la vida al derrocado por un sangriento golpe militar, el expresidente Juan Domingo Perón, el 20 de setiembre de 1955, gracias a la cañonera Paraguay fondeada en puerto nuevo de Buenos Aires, en la que se refugió con miedo y desesperación, y con humildes marineros paraguayos dispuestos a dar la vida en lo que parecía un inminente ataque de represalia, e incluso para asesinarlo? Seguro estoy de que las Malvinas son argentinas, como está escrito en documentos de verdad verdadera que eran nuestras las hoy provincia de Formosa y Misiones. Como probable es que no hubiéramos ganado la guerra del Chaco (1932-35) sin la generosa ayuda de los argentinos (Gobierno y pueblo). Dos países hermanos no pueden tratar sus lógicos problemas de convivencia con infames como Pichetto. “Por lo que dice y el cómo lo dice, pareciera ser más nazi que cualquiera que realmente lo es”, lo caracterizó un compatriota suyo. Seamos serios, generosos, humanos. Somos hermanos. No enemigos. “La fuerza es el derecho de las bestias” (Perón). Vayamos al tema principal.
Tuvimos 22,7 % de pobres en Paraguay el año pasado (25,5 % en 2022 y 57,7 % en 2002). El porcentaje del 22,7 % en sí ya es preocupante, y lo es aún más en números concretos: 1.330.892 habitantes sobre una población total de 5.825.541 personas. Dentro de dicho global de pobreza tenemos 289.641 en la “pobreza extrema” (4,9 % después del 6,1 % en 2022, y del 16,2 % en 2002). Así lo indica el Instituto Nacional de Estadística (INE) del Paraguay, en su habitual informe anual sobre pobreza global y pobreza extrema (indigentes o indigencia, en un lenguaje menos doliente, miserables o miseria en una calificación o categoría dura y una mirada descarnada). Pongámonos en el lugar (la vida) de nuestros 1.330.892 compatriotas pobres, y en particular enfoquemos nuestras miradas en los 289.641 pobres extremos. Duele. Duele y mucho. ¿Hay algo peor que vivir en la pobreza o en la miseria? Sí. En la opinión de un querido profesor yankee (leo mis apuntes): no tener empleo, no tener un trabajo con el cual vivir o sobrevivir o “sentirse útil, capaz y dueño, aunque en lo mínimo, de su destino y el de los suyos”. Cualquier disminución de la pobreza es positiva. No se la debe minimizar ni ser objeto de burla. Se puede discutir seriamente sobre la calidad de la medición de la pobreza. Contamos con la monetaria: cantidad de dinero en sus manos para poder comprar o no una canasta básica o una exclusiva de alimentos. ¿Son correctos y realistas los montos? El no ser pobre ¿implica un “buen” vivir? Porque también está la pobreza estructural o multidimensional, que va más allá de lo exclusivamente monetario. Calidad de la vivienda, acceso a los servicios públicos básicos, nivel de educación, cobertura médica, subsidios, etc. Se puede discutir.
Pero, no debe ser fuente de discusión la menor pobreza en el 2023, con el nivel más bajo en la serie histórica que se inicia en 1997/98, y que disminuyó -2,9 puntos porcentuales p.p. (-157.344 personas), en la ciudad -1,6 p.p., y en el campo -5 p.p. (-104.573 personas). El comportamiento en cuanto a la pobreza extrema fue también positivo, pero menos favorable: -1,2 p.p. en el país (-65.666 personas), -0,6 p.p. en la ciudad y -2,1 p.p. en el campo (-45.027 personas). ¿Por qué el 2023 fue un año de descenso? Simple, claro y contundente: De crecer 0,2 % (2022) pasamos a crecer 4,7 % (el mayor avance desde el 2016: 4,3 %); con grandiosa y estupenda siembra y cosecha de soja (+125 % y buenos precios, con un valor de mercado de 5.140 millones de dólares), después de la sequía en la temporada anterior (-54 %); la inflación se desaceleró (promedio anual del 9,8 % al 4,6 %), de la mano de un dólar cuyo precio estuvo estable (+4,4 % en promedio), para posibilitar subas menos dolorosas en el precio de los combustibles (se fueron para las nubes en 2022: +27,5 %) e incluso con reducciones posteriores (-12,4 % al cierre de 2023); los programas sociales no se debilitaron (Tekoporã, adultos mayores) y ello permitió que cerca de 156.000 personas no cayeran en la pobreza total o 2,7 %, y que en dicho total 110.000 personas no pasaran al terreno de la pobreza extrema o 1,9 %, siendo el campo el de mejores resultados; los sectores industriales y de servicios concluyeron el año mejor parados, por menor contrabando (sigue fuerte); y un cambio de gobierno que barrió la pálida (desánimo) abdista y con sus correligionarios de la oposición devenidos en estronistas. ¿Se puede aplaudir? Sí. Pero con mesura. Un festejo calmo, con contemplativa moderación. Reflexionando: ¿Cómo asegurar la continuidad de la tendencia a menos pobres, incluso acelerar y profundizar? Y atendamos la pobreza completa. Cantidad, calidad. Y no copiemos a la Argentina como modelo económico, que está pichettoado. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQD.
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Solo el capitalismo de libre mercado reduce la pobreza
- Por Víctor Pavón
El viceministro de Economía, Javier Charotti, dijo días atrás que los factores que posibilitan disminuir la pobreza en el país están el crecimiento económico, la creación de empleos y el control de la inflación. El viceministro tiene razón.
Sin embargo, los tres factores deben ser profundizados para no tener que caer en el error de considerar que para bajar la pobreza se requiere del intervencionismo estatal. La realidad es que la intervención estatal termina por mantener a la gente en un círculo vicioso de miseria y dependencia política.
El economista Max Roser, un estudioso de la materia, dice que la pobreza a nivel mundial se encuentra en los niveles más bajos de la historia con una clara tendencia a la baja. Así, por ejemplo, en la década de 1980 el 44 % de la población mundial vivía con menos de 1,9 dólares por día y en estos últimos años se redujo al 10 %.
Más importante aún, para comprender a este antídoto contra la pobreza llamado libre mercado es necesario hurgar en la ciencia económica y la filosofía política. Hay dos maneras de asignar los siempre escasos recursos con los que el ser humano se ha debatido desde el inicio de la civilización. La primera forma es utilizando la coerción, esto es, la fuerza que se impone mediante la legislación que proviene del intervencionismo estatal.
La segunda manera y la correcta, consiste en permitir que las personas puedan colaborar entre sí mediante acuerdos voluntarios para producir y comercializar los bienes y servicios necesarios para mejorar las condiciones de vida.
Resulta más justo y eficiente para todos que cada quien se organice junto con otros para colaborar, comerciar, vender, comprar y producir y así enseñar a pescar. Esto es predicar con el ejemplo. El ser humano no está destinado a ser pobre toda la vida o predestinado a serlo por algún embrujo o designio del más allá.
Enseñar a pescar se convierte en una poderosa herramienta de conocimiento y motivación. La persona que trabaja aunque sea en la más humilde actividad es capaz de valorarse elevando su autoestima.
De este modo el individuo se vuelve productivo para sí mismo y su familia, aunque ello signifique contar con una pequeña ganancia. Una persona que acepta su realidad y no le culpa a los demás de su situación para no convertirse en un resentido, pronto se percata de que no hay mejor conducta que la del trabajo diario, el estudio y la disciplina. Nada es gratis. Es tener la actitud de saber que todo puede cambiar para bien en la medida que nosotros primero cambiamos.
Aquella actitud se encuentra relacionada con la educación. Pero, para ello la educación empieza primeramente en el hogar y luego en la escuela. La educación a la que me refiero es la de la libertad y no la simple instrucción. La educación de la libertad promueve valores de convivencia respetuosa y para el trabajo.
El capitalismo de libre mercado mediante el orden social de la cooperación y la división del trabajo logró elevar las tasas de ahorro e inversión, crear bienes y servicios a bajos precios y calidad como nunca antes en la historia. De esto no hace más de trescientos años, aunque sus primeros pasos se dieron desde la Edad Media y el Renacimiento.
Fue así que el ser humano fue escapando de las hambrunas, la miseria y las injusticias que lo azotaban desde tiempos inmemoriales.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la república”.
El economista Max Roser, un estudioso de la materia, dice que la pobreza a nivel mundial se encuentra en los niveles más bajos de la historia con una clara tendencia a la baja.
Resulta más justo y eficiente para todos que cada quien se organice junto con otros para colaborar, comerciar, vender, comprar y producir y así enseñar a pescar. Esto es predicar con el ejemplo. El ser humano no está destinado a ser pobre toda la vida o predestinado a serlo por algún embrujo o designio del más allá.
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Cifarma celebra pago total de deuda con proveedoras
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció esta semana que el Gobierno logró cancelar la deuda con las proveedoras del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), a fin de seguir garantizando medicamentos en los hospitales.
Al respecto, la Cámara de la Industria Farmacéutica del Paraguay (Cifarma) emitió un comunicado agradeciendo las gestiones del ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, y al Gobierno por haber cumplido con este compromiso. “Agradecemos las gestiones del ministro de Economía y de los viceministros que han desarrollado herramientas financieras e hicieron posible honrar las deudas atrasadas del Ministerio de Salud Pública”, reza uno de los puntos del escrito.
“Los laboratorios que forman parte de Cifarma celebran que el Gobierno haya cumplido con lo acordado con los proveedores”, sigue. Reafirmaron que con esto se asegura la provisión de medicamentos al sistema de salud, tal como lo expresaron al ministro Fernández y a la ministra de Salud, María Teresa Barán.
En el comunicado realizaron un recuento de cómo empezaron a negociar el pago de deuda desde setiembre de 2023, cuando se reconoció la existencia de una deuda considerable. En octubre se presentó un plan de pago para los atrasos.
Desde ese momento, el Ministerio de Salud realizó desembolsos a proveedores de equipos, insumos, reactivos, medicamentos, descartables, demostrando un progreso en la liquidación de las obligaciones pendientes. “Con el pago reciente, el Gobierno cumplió con el compromiso asumido públicamente y presentado a todas las cámaras de proveedores”, destacaron.
SE CUBRIRÁN LOS COMPROMISOS
Respecto a los insumos y medicamentos recibidos por el Ministerio de Salud, de octubre a febrero de 2024, el presupuesto aprobado por el Congreso Nacional para Salud contempla un aumento de recursos asignado a la cartera, que permitirá cubrir los compromisos asumidos.
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“Hambre cero”: no se descarta aplicarlo este año en departamentos más vulnerables
Existe la intención de que el proyecto “Hambre cero” pueda ser aplicado en una primera fase en algunos departamentos del país en este 2024, así lo confirmó el titular del Ministerio de Desarrollo Social (MDS), Tadeo Rojas, quien manifestó que están expectantes al tratamiento que se le da a la iniciativa en el Congreso.
“Si nos da el tiempo y las condiciones están dadas, hay intenciones de empezar focalizadamente en las zonas de mayor franja de pobreza para la aplicación de esta ley en lo que va de este año. No se descarta que podamos llevar adelante esto en Caazapá, San Pedro o Caaguazú y ya iniciar con los primeros pasos”, expresó ante la 650 AM.
El secretario de Estado señaló que la intención es que el Congreso y el Ejecutivo puedan sancionar y promulgar respectivamente el proyecto con la mayor celeridad posible, de modo a que pueda ser incorporado en el plan de gastos del 2025, cuyo diseño inicia en junio.
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“Debemos priorizar a los que están en situación crítica. Los indicadores de pobreza nos muestran que ahí debemos atacar, porque esto además de la importancia nutricional y que los niños estén bien alimentados para que tengan un buen proceso de aprendizaje, también tiene un componente sumamente importante, que es la reducción de los índices de pobreza”, sostuvo.
Rojas manifestó que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) será el encargado de proveerles la información respecto al universo de beneficiarios que tendrá el programa, dado que es la institución que tiene un relacionamiento directo con padres de familias, cooperadoras escolares, docentes y supervisores. Asimismo, se definirá el mecanismo por el cual los padres darán su conformidad para la incorporación de sus hijos al plan.
“Una vez sancionado, tenemos que hacer el decreto reglamentario, cerrar todos los requisitos establecidos en cuanto a pliego de bases y condiciones. Se está trabajando muy bien con el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (Inan) para que pueda preverse todo lo que podría ser propuestas de menú tanto para familias indígenas y no indígenas, es un trabajo gigantesco que se viene llevando adelante”, detalló el ministro.