Con la premisa de “querer es poder” y con la convicción de que “rendirse no es una opción en la vida”, Jennifer Rodríguez Basualdo es una emprendedora madre de tres hijos, dos de ellos con discapacidad, luchadora y soñadora, que batalla diariamente con su Kiosquito del Amor, en Luque; y, por si fuera poco, es atleta de la selección paraguaya desde hace 33 años en natación, hándbol de playa y waterpolo, y su último logro fue convertirse en la figura de un partido de los Juegos Odesur.

En medio de dificultades económicas, problemas de salud y su rol de madre, esposa e hija, Rodríguez logró destacarse en los Juegos de Odesur ASU 2022, en octubre pasado, como portera suplente del equipo paraguayo de waterpolo, realizó los mejores bloqueos y tapadas a las competitivas waterpolistas argentinas y eso es realmente un verdadero logro.

Su testimonio de vida, fe, amor y humildad fue conocido a través de una entrevista realizada por la página de Instagram de Kuña Sports y rápidamente fue viralizada, su historia conmovió y caló hondo en los corazones de miles de personas.

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Al conocer su historia, el ministro de la Secretaría Nacional de Deportes, Diego Galeano Harrison se acercó a ella a su Kiosquito del Amor, como se llama su emprendimiento, ubicado en la ciudad de Luque, a expresarle su admiración y le hizo entrega de un lote de los peluches Tiríka para comercializarlos en su miniemprendimiento familiar y de esta manera ayudarla a generar ingresos. Allí vende medialunas y empanadas caseras que ella misma elabora.

Rodríguez Basualdo lleva 33 años de trayectoria en tres disciplinas olímpicas, en natación cuenta con 596 medallas, fue la primera mujer paraguaya en nadar aguas abiertas en donde conquistó la medalla de oro para Paraguay. Además, obtuvo ocho medallas en hándbol de playa, disciplina con la que alcanzó ser mundialista porque clasificó al Mundial de Rusia 2018, pero conforme a toda su experiencia de recorrer países y obtener medallas, en un acto de amor y empatía, cedió su lugar a una joven atleta que injustamente había quedado fuera.

Dejó todo por sus hijos

El tercer deporte con el que representa a Paraguay es el waterpolo, una disciplina nueva para el país. Según Rodríguez, es una mezcla de ser handbolista y nadadora, que es su caso. Lastimosamente, hace tres años, cuando empezó a practicar este deporte, le diagnosticaron la existencia de 16 tumores en sus riñones.

Asimismo, previo al Campeonato Sudamericano de 2021, su hijo de 11 años, con discapacidad cognitiva, fue víctima de un desafío de TikTok, en donde otros niños de su edad lo rociaron con alcohol en la plaza, resultando con quemaduras. Luego, su pequeña de dos años fue diagnosticada con autismo, ambos de por sí necesitaban todo su cuidado y amor, que en ningún momento les faltó, porque dejó a un lado su profesión, creó su kiosco y se dedicó a cuidarlos.

“Yo veía muy lejos estos Juegos Odesur porque esto es muy sacrificado para que un atleta llegue, hasta que pedí el apoyo de mi esposo y mis hijos, tengo tres hijos, una hija de 19, un hijo de 12 y una niña de 2 años que prendió el autismo después del accidente con mi hijo. Ella no habla, no se da con nadie. Entonces, iba a ser difícil, complicado, tenía que estar diario cinco horas fuera de mi hogar, lejos de ellos, son tres horas de entrenamiento más dos horas de traslado”, relató Rodríguez a Kuña Sports.

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Desde su emprendimiento el Kiosquito del Amor, nombre que combina muy bien con su dedicación y entrega a su familia, luchó incansablemente para cumplir sus sueños, uno de ellos participar en el Odesur en donde era sede su país, y tras mucha batalla que dio, finalmente lo cumplió y alcanzó la satisfacción como atleta.

Había días en que no alcanzaban los G. 22.000 para cubrir el combustible y redoblaba sus esfuerzos para continuar yendo a las prácticas. Llevaba sus empanadas y medialunas caseras a las prácticas y sus demás compañeros atletas, que conocían su realidad, no dejaban de comprarle sus mercaderías. Destacó el apoyo que tuvo por parte de los demás atletas y compañeros suyos.

“Fue un trayecto difícil porque a mitad de los entrenamientos aparece un nuevo tumor, llegué a tener una descompensación total, casi prendí leucemia porque tenía ocho de hemoglobina porque es un deporte que exige demasiado esfuerzo físico. Los médicos no querían que jugara, pero Dios me hizo mi último milagro, porque es mi última competencia y él me dio la oportunidad porque pudo sanarme”, destacó con emoción y lágrimas.

Jennifer Rodríguez Basualdo logró competir en polo acuático en los Juegos Odesur Asu 2022. Foto: Nadia Monges.

Figura del partido

Seis semanas antes de los Juegos ASU 2022, su hemoglobina subió a 13.8 y pudo presentarse en la competencia, ya como suplente por decisión de su entrenador, quien decidió cuidar de su salud, le quitó la titularidad, cosa que no la desmotivó, sino siguió insistiendo y apoyando a sus compañeros, ya que algo le decía que ella iba a ser parte de esa historia y así fue.

En el partido contra Argentina, en donde Paraguay ya estaba perdiendo 30 a 0, por una decisión inesperada de su entrenador la envío en la portería donde pudo bloquear nueve pelotas y desviar seis de las mejores jugadoras waterpolo del mundo, atletas olímpicas, que ella soñaba conocer. Al término del partido quedó como la figura del partido y aunque no alcanzaron las medallas, ella obtuvo una medalla por convertirse en la figura del encuentro.

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Rodríguez Basualdo no solo fue la figura de ese partido, hoy es la figura de lucha para miles de mujeres y madres paraguayas que se ven identificadas en ella por su amor y dedicación, o bien será inspiración para otras, quienes con su lección aprenden a nunca bajar los brazos ante las adversidades porque los sueños están para ser cumplidos.

Quienes quieran conocer a esta admirable mujer, madre, atleta y emprendedora paraguaya, pueden acercarse al Kiosquito del Amor en Luque, ubicado a inmediaciones del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, donde podrán degustar de medialunas y empanadas caseras y de paso llevarse al querido Tiríka de peluche.

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