Favorecen a todas y pueden ayudar a iluminar la piel y resaltar las facciones. Se adaptan a los tonos sutiles, para las más discretas, o en colores llamativos para quienes se atreven a un look con mayor protagonismo.

La mayoría de las tendencias antiguas que vuelven se reinventan, pero algunas siguen su línea original. Esto sucede con las mechas “face framing” que triunfaron en los 90s y volvieron con todo.

Un tinte completo, mechas en todo el cabello, babylights, balayage o aclarar dos mechones del frente. Se podría decir que el “face framing” es la combinación justa de los estilos anteriormente nombrados. En esta técnica, los mechones delanteros se enfatizan y se les da una tonalidad un poco más clara que al resto del cabello. La finalidad es que resalte las facciones e ilumine el rostro.

¿Qué tiene de particular este estilo de color?

No requiere de un mantenimiento mensual -como sí sucede con otras técnicas-, son universalmente favorecedoras y dotan al rostro de vitalidad, brillo y un toque juvenil. Pero sus ventajas no terminan ahí.

- Natural: Sí, esta técnica dota de naturalidad y es porque la tonalidad del cabello es distribuida con mucho cuidado y precisión. Cuando las realiza un especialista, decolora el cabello de un modo que no quedan mechas marcadas, sino como “un brillo” que le da movimiento a la melena.

- Universal: Favorece y se adapta a todas. No importa el tono de piel, cabello o si está corto, largo o rizado, podrás optar por este estilo y tener el mejor de los resultados -siempre y cuando acudas con un especialista-.

- Adaptables: Le brinda mucho volumen al cabello suelto, pero cuando se recoge y se dejan los mechones del frente sueltos siguen favoreciendo las facciones. El juego de tonalidades hace que cualquier peinado quede bien y no sea desapercibido.

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