Llamativamente, cayó el sistema informático Sigor (Sistema de Gestión de Oficinas Regionales) durante los días del escándalo de la carne. Informe preliminar de auditoría en el Senacsa, durante la gestión de Hugo Idoyaga, revela que funcionarios modificaban números de ganado de algunos establecimientos sin consentimiento de sus propietarios para luego fraguar actas de traslado de animales a fin de justificar la cantidad de carne faenada, que en realidad ingresaba de contrabando. La asesoría jurídica del Senacsa presenta hoy una denuncia por manipulación del sistema informático y producción de documentos públicos de contenido falso ante la Fiscalía.
Resultados preliminares de la auditoría, que en estos momentos se lleva adelante en el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), durante la administración de Hugo Idoyaga, arrojaron resultados sorprendentes acerca del modus operandi instalado en la institución para fraguar actas de traslado de animales de un establecimiento a otro, con el aparente fin de justificar el ingreso masivo de carne de contrabando y otras pretensiones, en abierto contubernio entre algunos dueños de frigoríficos, ganaderos y el titular de turno de la institución.
Por ejemplo, se hallaron dos denuncias formales ante el propio Senacsa, que nunca fueron investigadas, por parte de dueños de establecimientos ganaderos, quienes recurrieron al Sistema de Gestión de Oficinas Regionales (Sigor), que es un sistema informático de trazabilidad en el que se encuentra toda la información relacionada al ganado, y se encontraron con la sorpresa de que registraron movimientos de ganado, cuando en realidad nunca lo hicieron. Es decir, funcionarios del área de informática ingresaron al Sigor para hacer figurar que el dueño de un establecimiento registró un movimiento de ganado y de esa manera lograban quitar las actas que autorizaban los traslados de animales, pero la presunción que se tiene es que hacían esto para justificar el ingreso de carne de contrabando.
Pese a que se hicieron las denuncias, desde la administración de Idoyaga nunca se investigó nada ni se abrieron sumarios administrativos para determinar la gravedad del hecho. Este modus operandi se venía implementando desde el 2012 y los funcionarios que “movían” animales pero desde el registro informático, una vez formalizada el acta de traslado, volvían a cargar la información de la cantidad real de animales que había en cada establecimiento.
Los ganaderos difícilmente se percataban de lo ocurrido con sus números de animales en el sistema informático porque solo requerían información actualizada del Sigor cuando debían realizar alguna vacunación para registrar la cantidad exacta de animales vacunados.
Estos ganaderos que denunciaron el hecho se percataron de lo ocurrido porque justo cuando solicitaron la información del Sigor, sus establecimientos estaban siendo objeto de la manipulación informática. Por ejemplo, debían tener 500 cabezas de ganado, pero solo figuraba en ese momento en el sistema que tenían 100.
ADULTERABAN NÚMERO DE GANADO
Otro hecho irregular detectado a partir de la confesión de algunos funcionarios del Senacsa es que algunos ganaderos, aprovechando el contacto que tenían con Idoyaga y sus funcionarios del área de informática, lograron modificar la cantidad real de animales que poseían en sus establecimientos para así poder obtener mayores beneficios de las entidades financieras. Por ejemplo, en la práctica tenían 1.500 cabezas de ganado que estaban registradas en el Sigor, pero hacían figurar que tenían 5.000, para obtener con eso garantías en los préstamos que solicitaban en algunos bancos.
Otro hecho llamativo fue lo ocurrido durante los primeros días que saltaron las denuncias del caso Frigorífico Concepción y todo el escándalo de la carne, justo en estos días el Sigor cayó; es decir, dejó de operar. A juzgar por los antecedentes de modificaciones de datos y adulteraciones, se presume que en esos días los mismos funcionarios del área de informática hicieron caer el sistema para actualizar los datos manipulados. Desde la actual administración del Senacsa confirmaron que hoy, a través de la asesoría jurídica de la institución, remitirán estos antecedentes y formularán una denuncia ante el Ministerio Público por la adulteración del sistema informático, además por la producción de documentos públicos de contenido falso.
¿Qué es y para qué sirve el Sigor?
El sistema es utilizado en varios zonas del país y es administrado por Senacsa.
Entre los sistemas informáticos de trazabilidad implementados por Paraguay para el control obligatorio del ganado (con carácter de uso oficial obligatorio), es el Sistema de Gestión de Oficinas Regionales (Sigor). Este sistema informático está administrado por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), cuenta con módulos en varias zonas del país.
El Sigor registra datos relevantes como el nombre de los propietarios, el establecimiento de origen y de destino del ganado, número, clase, tipo y marca de los animales, altas/bajas (nacimientos, mortandad, consumo interno, abigeato, inscribe las vacunaciones y el control del movimiento de las vacunas), entre otra información clave a la que se puede acceder de forma rápida en casos de algún evento sanitario.
El Sistema Informático de Gestión de Oficinas Regionales (actualmente llamadas unidades zonales), controla la situación y movilidad del ganado en los establecimientos ganaderos de las unidades zonales, en los puestos de control que tiene Senacsa, en ferias ganaderas, frigoríficos y otras plantas de elaboración y/o procesamiento de productos y subproductos de origen animal habilitados en el país, ayuda en el control de las recaudaciones por la emisión de las guías de traslado y transferencia de ganado, entre otras acciones.
Asimismo, el Sigor autoriza todo movimiento de animales mediante la autorización del certificado sanitario llamado COTA (Certificado Oficial de Tránsito de Animales), que es emitido una vez que se hayan cumplido todas las normas establecidas para el efecto.
Ministro denunció pago de sobresueldos
Luis Gneiting afirmó que Idoyaga también estaba involucrado en un monopolio de vacunas antiaftosa.
Los funcionarios del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) pertenecientes al servicio de Inspección Veterinaria Oficial (IVO) reciben entre 5 millones y G. 10 millones en concepto de sobresueldo de parte de los dueños de los frigoríficos, según denuncia realizada por el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Gneiting.
“Se les paga 10 millones de guaraníes a los jefes y 5 millones a los subjefes, es un sobresueldo que pagan los frigoríficos. No sé si es coima, tengo que verificar si eso es un procedimiento o cómo se hace. Estamos teniendo acceso a todo, hay denuncias, un montón de cosas que no se llevaron adelante, hay muchas cosas”, expresó en contacto con radio Monumental. De acuerdo a lo señalado por el secretario de Estado, el presidente de la institución, Hugo Idoyaga, estaba en conocimiento de esa situación, pero que nunca intervino para evitar esa práctica.
“Hay gente que sabía y no hizo nada. Los pagos crearon los grandes genios, ellos hicieron eso y tienen que rendir cuentas y ¿vos crees que las autoridades superiores saben algo al respecto? Dicen que el ministro de Agricultura no se tiene que meter, porque no es parte del asunto, porque Senacsa es autónoma y autárquica”, expresó.
MONOPOLIO DE VACUNAS
El secretario de Estado también reveló un esquema montado por el ex titular del Senacsa, Hugo Idoyaga, que favorece a una fundación manejada por ganaderos, para la implementación del sistema de vacunación antiaftosa que al año mueve cerca de 30 millones de dólares. El titular de la fundación es Carlos Trapani y el proveedor de la vacuna es Fernando Serrati, afirmó. “El presidente de esta fundación era Trapani. Se unió Idoyaga, que era encargado de la institución fiscalizadora (Senacsa), mientras que Serrati era el proveedor de vacunas”, reveló el ministro de Agricultura.
Ambas acusaciones surgieron tras una denuncia presentada en contra del titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Gustavo Leite, sobre un supuesto pedido de coima de 500.000 dólares al dueño del frigorífico Concepción. La denuncia fue presentada por el ex titular de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Carlos Trapani, quien afirmó que la solicitud fue realizada por Gneiting para levantar la sanción impuesta a la mencionada firma exportadora por el ingreso irregular de carne desde el Brasil.