Vecinos del barrio San Francisco alertaron a la Policía sobre un olor nauseabundo que emanaba de uno de los departamentos del complejo habitacional.FOTO:ARCHIVO/ILUSTRATIVA
Un cuerpo sin vida en estado de descomposición fue hallado ayer domingo en el barrio San Francisco de Zeballos Cué. Ciertos detalles hacen presumir que se pudo haber tratado de un homicidio, señala hoy.com/Nación Media.
El hallazgo del cadáver de un hombre en uno de los departamentos que forman parte del complejo habitacional San Francisco se produjo en horas de la tarde de ayer domingo.
La persona fallecida fue identificada como Julio César Riquelme, de 53 años, quien se encontraba tendido en el suelo sin signos de vida.
El suboficial Saúl Solís manifestó a NPY que acudieron a la vivienda tras la denuncia de vecinos que alertaron sobre un olor nauseabundo que emanaba del lugar.
Si bien a simple vista no encontraron rastros de violencia, hay ciertos detalles que llamaron la atención, como la presencia de sangre cerca del cuerpo, el hecho de que la puerta de la habitación estaba llaveada por fuera y con la llave puesta por el cerrojo.
Estos detalles hacen presumir a los pobladores y allegados que pudo haberse tratado de un presunto homicidio, aunque la autopsia a la que será sometido finalmente determinará cuál fue la causa real de la muerte.
Teniendo en cuenta el avanzado estado de descomposición que presentaba el occiso, se presume que Riquelme –de profesión chef– llevaba muerto varios días. El mismo vivía solo en la casa.
Lidia Ortega, su concuñada, dijo sospechar que Riquelme pudo haber sido asesinado, teniendo en cuenta que debía cobrar algo de dinero por su jubilación y además que ya había sido visitado anteriormente por adictos que le robaron objetos de valor. Se dispuso el traslado del cadáver a la morgue para realizar la autopsia y así poder determinar las circunstancias de la muerte.
LÍDER INDÍGENA
Un grupo de nativos informó que un líder indígena falleció sin recibir asistencia médica en el interior del cuartel donde funciona el Instituto Paraguayo del Indígena (Indo), ubicado sobre la avenida Artigas en la ciudad de Asunción. El deceso se produjo durante la madrugada de ayer domingo.
El nativo fue identificado como Inocencio Duarte, de 43 años, de la comunidad Tapairihua de Paso Yobai, departamento de Guairá. Su cuerpo fue retirado de las instalaciones de la institución y trasladado a la morgue para realizar la autopsia, informó la periodista Fátima Rodríguez.
El lamentable hecho ocurrió este domingo en el predio del ente que debe velar por los derechos de los pueblos indígenas. La víctima no pudo acceder a asistencia médica. Desde hace meses, diversas comunidades indígenas se encuentran apostadas frente al Indi en reclamo de alimentos y tierras.
Cinco años de “Cuadernos de barrio” versión escrita
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Este domingo, Toni Roberto celebra cinco años de publicaciones ininterrumpidas en el Gran Domingo de La Nación rememorando sus inicios como cronista de la ciudad de Asunción y con Bea Bosio como invitada, quien homenajea con emotivas palabras a este enamorado y gran conocedor de las historias de nuestra ciudad capital.
Allá por 1984 empezaba a interesarme formalmente por el registro de las historias de la ciudad a partir de los artículos de Manolo Prieto, tal vez el primer “asuncenólogo”, que escribía en el viejo y recordado Correo Semanal. Todos los sábados de mediados de aquella década esperaba ansioso “La ciudad en que vivimos” en la tradicional contratapa.
A partir de ahí comencé a ensayar las memorias que traía desde mi barrio, de mi bisabuela con la que caminaba por el centro. Luego de la lamentable partida de Prieto en el año 2006, empecé a tomar la posta, invitado por mi dilecto amigo Antonio V. Pecci, quien dirigía aquel suplemento del diario de la calle Benjamín Constant, llegando a graficar hasta artículos de Mario Vargas Llosa que se publicaban en aquel semanario.
Así empezó todo. A partir de ahí, al leer todos los sábados mis artículos, me llamó Gloria Rubin, quien me convocó para comentar en radio mis publicaciones de los sábados; ahí nació el nombre de estas páginas de radio, televisión y diario.
Con el tiempo y después de muchos años de sacrificio, de hacer madrugadas, después noches y el tradicional programa “Casa abierta” de los sábados en la vieja radio de la avenida Choferes del Chaco, llego al entonces Grupo Nación, en el último año de la segunda década del siglo XXI.
Así, el 21 de abril de 2019 empezaba a escribir en estas páginas. Un día nos llama a Bea Bosio y a mí Augusto Dos Santos para iniciar el cambio de la mirada del diario de los domingos con temas que no fueran los tradicionales en un diario. Así empezamos en aquel momento en el novel Gran Diario del Domingo, por supuesto bajo la atenta supervisión de nuestra gran editora Marycruz Najle, que hoy sigue guiando estas páginas desde alguna estrella, quien nos dejó de herencia al joven editor Paulo López.
En parte, todo lo que voy hablando tiene una “cuestión de fe”, que tenemos tanto Bea como yo. Por eso le pedí unas palabras que, talvez, serían las mismas que le pediría a mi gran editora que hoy ya no está y que escribió cuanto sigue:
UNA CARTA DE BEA BOSIO
“¿Qué sería de los pueblos sin un hilo conductor de esas historias que le van imprimiendo su dimensión humana?
¿Qué sería de nuestros barrios si no hubiera algún relator de quienes fueron las personas que le dieron alma?
¿Qué sería de nuestras calles, de nuestras costumbres, nuestras familias, sin un cronista que nos acerque el pequeño anecdotario en donde se fueron enhebrando los días en horas y vidas pasadas?
Son cinco años de domingos enriquecidos con las historias del gran amigo y artista Toni, que en su rol de cronista urbano cumple la gran misión de revisar el baúl de los recuerdos de nuestra Asunción de antaño y, a partir de esos viajes al pasado, nos devuelve la memoria de quienes fuimos, de dónde venimos, develándonos ciertos rasgos indiscutibles de nuestra identidad.
Quien lo conoce personalmente sabe que caminar las calles con él es un lujo, porque conoce los recovecos de cada esquina y observa y reflexiona en cada paso que da. Lo mismo sucede con sus crónicas: porque detrás de cada casa hay historias de vida y detrás de cada historia voces que van formando el relato vivo de nuestra ciudad.
Toni es un experto en conversar con la gente, en formular preguntas justas para lograr abrir los portales del pasado. Le gusta charlar con las personas mayores, interesarse, preguntar y conmoverse con los tesoros que va encontrando en ese anecdotario, de donde brota el caudal insondable de nuevas crónicas que conforman su foja narrativa; ¡y que hoy cumplen cinco años! en el Gran Domingo de La Nación.
En su camino nos ha contado de todo: como si con los rasgos de su trazo prodigioso nos hubiera regalado un collage de microhistorias, o un cuadro en versión puntillista, con múltiples colores de nuestra capital. De cerca, tal vez no exista cronología en particular en los temas que elige narrar, porque los va escribiendo a medida que llegan a su alma de cronista. Pero como un buen cuadro puntillista, al tomar distancia y ver el corpus de sus historias como un todo, lo que se aprecia es una imagen certera y entrañable de quiénes somos como miembros de una identidad viva que nos define como comunidad.
¡Felicidades y gracias, amigo, por el entusiasmo en tus letras, por el alma en cada línea y por tu amor inconmensurable a nuestra ciudad!”.
RECUERDOS VIVOS
Al final, después de leer estas emocionantes palabras de mi amiga y colega Bea Bosio, hojeo la interminable cantidad de artículos de estos cinco años y me pregunto, parafraseando a Mercedes Jané, cuando, desde lejos, escribió “Navidad del Paraguay”, ¿fui yo el que escribió todo esto? Tal vez fue la mano de Dios que me guió en todos estos años para tratar de congelar en estos miles de renglones aquellos recuerdos de muchos que hoy ya no están y que quedarán para siempre vivos en estas humildes líneas de domingo escritas desde la ciudad en que nací.
¡Una mujer intentó usar el cadáver de su tío para sacar un préstamo!
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La ciudadana brasilera Érika de Souza Vieira Nunes llevó el cadáver de un tío suyo a una entidad financiera en Río de Janeiro, Brasil, para sacar un crédito de 17.000 reales. La mujer puso al hombre sin vida en una silla de ruedas y durante la firma del préstamo, los empleados del banco llamaron a las autoridades, quienes constataron la presencia de un muerto en el lugar.
El fallecido llamado Paulo Roberto Braga ya tenía el préstamo aprobado, solo faltaba la firma, por lo mismo, la mujer, quien era sobrina del occiso, lo llevó hasta el ente financiero. El momento de la firma del préstamo fue grabado por los empleados del lugar, clip que se viralizó en línea. En el material se puede ver cómo el fallecido ya no tenía estabilidad y en estas condiciones era sostenido por Érika de Souza.
Este llamativo caso ocurrió este martes último, cuando la mujer ingresó al banco con el fallecido y se inició el proceso del crédito, a pesar de las condiciones del hombre. Fue a la hora de firmar cuando se descubrió a la mujer. El hombre ya no sostenía la cabeza y los empleados preguntaron por qué ocurría esto, a lo que la mujer respondió “que era algo normal” en él y que no se debían preocupar.
Los empleados bancarios advirtieron que el hombre no estaba bien y que debían llamar a los paramédicos; sin embargo, su sobrina se negaba y trataba de completar el préstamo. Eso no duró mucho, pues una vez que alarmaron a la policía, los agentes inspeccionaron el cuerpo inerte y detuvieron a la mujer.
“Tal vez falleció en el momento de firmar”, “Todos tenemos algún familiar que pensó en eso”, “No tiene corazón esa mujer”, “Cómo va a hacer eso, esta mujer no tiene vergüenza, él ya falleció, no tiene corazón, la señora no tiene sentimientos”, son algunos de los comentarios que se leen en línea sobre este suceso.
Este domingo, a una semana de cumplir cinco años de ininterrumpidas publicaciones, Toni Roberto rinde un homenaje a María Raquel Prono, gran campeona de natación de los años 70 y 80, a partir del obsequio de todos sus viejos recortes periodísticos y, además, recuerda a la legión de amigos de barrio que le ofrendaran historias desde hace más de veinte años. El artículo termina con pasajes de una emocionante carta enviada al director del Diario Hoy en julio de 1979 por una compañera de María Raquel del Colegio Inmaculado Corazón de María.
A veces cuando uno cumple años va mirando el pasado, los recuerdos y agradeciendo los saludos. Hoy, en este caso, los obsequios que me acercaran oyentes desde hace años, en el transcurso de las dos últimas décadas, que coinciden con mi incursión en los medios. Reina de Jara Casco me regaló su colección de Selecciones que atesoraba desde 1952 con su marido, el Dr. Ranulfo Jara Casco, en su casa de la calle 15 de Agosto; “la legión de amigos de barrios” que me ofrendaran sus viejas guías telefónicas para la creación del Museo de las Guías Telefónicas o la actriz Cristina Gómez Sanjurjo, que un día toca el timbre y me deja de regalo un valioso catálogo de chalets porteños de la década del 30 e importantes revistas de decoración de esa misma época.
Sentado en el teatro el martes de noche, en el preludio de mi onomástico, en la sala Tom Jobim de la Embajada del Brasil escucho una de mis piezas musicales preferidas, “Se todos fossem iguais a vocé”, de Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim. Creo que ahí decidí dedicarle este domingo a todas aquellas personas que fueron bondadosas conmigo en este difícil pero reconfortante camino que tomé en la vida. En ese viaje, también aprendí que las personas que piensan diferente a mí son de mi total respeto.
Entrega Premios Mario Luis de Finis. M. Raquel Prono, deportista del año. Asunción c. 1974
EL ORIGEN DE ESTE ARTÍCULO
Cuando empecé a recorrer lugares para conseguir imágenes inéditas del barrio Sajonia en primer lugar recurrí a mi querido compañero e hijo jesuita, David Prono, a quien le debo parte de los pasajes de las historias no tan recientes de ese barrio. Por el camino me acerqué a su hermana, María Raquel Prono, gran nadadora de los años 70 y 80, siempre representando al Club Deportivo de Puerto Sajonia, miembro de una familia que llevó este deporte a las más altas glorias internacionales natatorias, quienes habían empezado en el pontón del río Paraguay, ahí en la ribera con vistas al legendario islote denominado antiguamente Rancho 13.
Un día le llamo a María Raquel, que hoy vive en Villa Morra, siendo numeraria del Opus Dei, y le digo: “Tengo que devolverte todo lo que me prestaste para la realización de mi libro “Un viaje a Sajonia”, a lo que ella me responde: “No, Toni. No quiero que me devuelvas ni las fotos ni los documentos antiguos. Quiero entregarte además de eso todo mi archivo y unas medallas”.
En ese momento sentí tanta emoción al darme cuenta de que todavía los humanos podemos emocionarnos con los gestos de otros humanos ante un acto tan hermoso, de bondad y de entrega, confiando a alguien todo su archivo de la natación paraguaya de aquellas décadas.
Escudriñando en los documentos entregados por María Raquel, siguiendo la tradición familiar de la natación, fue la ganadora de la categoría damas y primera en juvenil, en el ya legendario “Cruce del lago Ypacaraí de 1975″, organizado por el Club Náutico San Bernardino, donde marcó récord para este deporte, según las crónicas deportivas de la época de esa hazaña que el próximo año, 2025, cumple medio siglo.
Raquel Prono y sus padres. Recepción en el Club Deportivo de Puerto Sajonia. Asunción c. 1975
MARÍA RAQUEL Y EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
En una emocionante carta enviada al director del Diario Hoy en julio de 1979, su compañera, Rose Marie Maciel, del Colegio Inmaculado Corazón de María, expone cuanto sigue: “En el año 1966 surgía una estrella, con un buen entrenamiento, un cuidado rígido y aquellas clases tomadas únicamente a la mañana, más tarde, a todas horas. Comenzaba ganando las primeras medallas que serían fruto de su esfuerzo. Y les había tomado el gusto y esas medallas se hicieron trofeos, y llegó a ocupar lugares importantes para luego asistir a inolvidables sudamericanos”, nos dice Maciel, que también enfatiza en la misiva los esfuerzos y sacrificio de María Raquel Prono, cuando no había piletas climatizadas y mucho menos techadas, pasando frío en épicos entrenamientos de invierno.
Premios Mario Luis de Finis. Asunción, c. 1976. Archivo María Raquel Prono
Sigue diciendo Maciel: “1973 y 1974 fueron años inolvidables, en los cuales consagraba campeón consecutivo al colegio que la había formado, el Inmaculado Corazón de María. En otro párrafo dice con una notable emoción: “Les cuento, porque me tocó ser amiga, compañera de curso y asiento de esa chica humilde, sencilla, pero con el orgullo de ser. Y que no solo nos deja con recuerdos, sino que nos invita a que compartamos todos sus trofeos y victorias en general”.
“Para que aquel nombre de María Raquel Prono quede como ejemplo. Y ahora nos enseña otra virtud de saber ser. Porque María Raquel nos colocó entre los primeros colegios en la natación desde su nueva victoria”, termina diciendo Rose Marie Maciel en aquella vibrante carta del último año de la década del 70.
A veces la vida nos da lecciones. María Raquel Prono Toñánez, del Opus Dei, decide entregarle o regalarle todo lo que fue guardando a través de las décadas a alguien que tiene otra manera de pensar, lo que me hizo recordar a aquellas cartas que se enviaban Umberto Eco y el cardenal Carlo María Martini. En este caso, salvando las distancias, de barrio a barrio en Asunción del Paraguay, un inolvidable obsequio que quedará marcado en mí, para siempre, en todos los cumpleaños que me queden por vivir.
María Raquel Prono Toñánez. As. c.1975María Raquel Prono y Hugo Alborno. As. 1975. Archivo M. R. PronoRevista de la Federación Paraguaya de Natación. As. 1977. Archivo, María Raquel Prono
Según el reporte policial el cuerpo estaba flotando y pasó por debajo del puente Mboi Ka’e, llegando hasta la zona de la Costanera del barrio San Pedro en el departamento de Itapúa.FOTO: GENTILEZA
Pobladores del barrio San Pedro de la ciudad de Encarnación reportaron el hallazgo de cuerpo sin vida de una persona en aguas del río Paraná.
El cadáver estaba flotando y fue rescatado con ayuda de la Prefectura Naval, así como de los bomberos voluntarios de la zona.
Según el reporte policial el cuerpo estaba flotando y pasó por debajo del puente Mboi Ka’e, llegando hasta la zona de la Costanera del barrio San Pedro en el departamento de Itapúa.
Se trata de una persona de sexo masculino y que pudo ser rescatado a 100 metros de la costa.
Los intervinientes indicaron que hasta el momento se desconoce la identidad del hombre y que presentaba pérdida de piel en manos como en el rostro.
“El cuerpo presenta en el rostro, cuello y ambas manos carcomidos por los peces. En el estado que se encuentra llevaría entre 24 a 48 horas de su fallecimiento”, explicó el doctor Aldo Von Knobloch, médico forense que inspeccionó el cuerpo.
Explicó que el cuerpo estaba a unos 100 metros de la costa y que la policía convocó a personal de la Prefectura Naval a cargo del teniente Juan Rolón así como a los bomberos, para ayudar con el rescate.
En tanto que personal policial del Departamento de Criminalística se encargará de las investigaciones en la zona y tratará de levantar todo tipo de evidencias.