DESDE LA FE
Por José Tomás Martínez (*)
Desde el año 1738 todo católico que se inicia en la masonería queda excomulgado (Bula In Eminenti, Papa Clemente XII). Esta condena nunca ha sido levantada por ningún pontífice hasta nuestros días, al contrario, varios Papas han ratificado esa excomunión en sus respectivos pontificados.
En el año 1983, la masonería lanzó la desinformación de que la Iglesia había levantado la excomunión, por esa razón la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió una declaración doctrinal sobre la incompatibilidad de la fe cristiana y la masonería (Quaesitum Est).
En este documento la Iglesia ratifica la excomunión a los católicos masones: “Los fieles que se inscriben en asociaciones masónicas están en estado de pecado grave y no pueden recibir la Santa Comunión”.
La masonería paraguaya con su habilidad para desinformar afirma que solo los obispos paraguayos no les aceptan, sin embargo, esta declaración que proviene de la Congregación más importante de Roma en materia doctrinal dice, que ninguna autoridad eclesial local tiene competencia en impartir un juicio sobre la naturaleza de las asociaciones masónicas que implicase una derogación de lo que se ha decidido. En palabras sencillas, ningún obispo en el mundo tiene poder para derogar esta condena que pesa sobre la masonería, solo el obispo de Roma, el Papa.
Hasta hoy día, ningún Papa ha derogado esta excomunión; y si hubiese un Papa masón como también dicen los masones, por lógica ese Papa hubiese levantado la pena tan dura contra la masonería. La intención de la Iglesia es que los católicos que se han iniciado en la masonería conozcan el error grave que significa pertenecer a dicha asociación y vuelvan al seno de la Iglesia de Cristo.
La desinformación y la mentira, armas poderosas de la masonería, han logrado captar muchos católicos, pocos instruidos en materia religiosa, y ha logrado copar los tres poderes del Estado, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, en un país de mayoría católica. Los masones son los administradores del Estado, solo en el parlamento existen 25 masones, en el Poder Judicial hace tiempo que son quienes imparten “justicia”, en el Poder Ejecutivo tenemos varios ministros y el presidente de la República está rodeado de masones quienes marcan la hoja de ruta.
A veces el común de los profanos (así llaman los masones a quienes no pertenecemos a su asociación) se pregunta por qué nuestro querido país está tan mal y mi respuesta es: porque el laicismo y el relativismo implantado por la masonería está logrando expulsar al Dios de los cristianos de la vida pública y reina el dios deísta de la masonería, el arquitecto del universo.
Si fuese verdad la propaganda masónica, de que, en el seno de dicha asociación se forman los más grandes hombres de la historia, nuestro país no sería uno de los países más corruptos de Latinoamérica, no habría tanta corrupción en las oficinas públicas, ni tendríamos tantas licitaciones amañadas.
La masonería paraguaya se jacta diciendo que muchos presidentes han sido masones, y eso sí es verdad, todos los primeros presidentes paraguayos después de la Guerra de la Triple Alianza, de 1870 a 1936, fueron masones (excepto José P. Guggiari). Ellos fueron quienes han pactado con el enemigo de nuestro pueblo, sobre el cadáver de nuestros compatriotas, todo por las ansias de poder que siempre les han caracterizado a los miembros de esta asociación secreta.
Termino con la advertencia que hizo el Papa León XIII, refiriéndose a la masonería: “exhortad a los padres, a los directores espirituales, a los párrocos para que insistan, al enseñar la doctrina cristiana, en avisar oportunamente a sus hijos y alumnos, de la perversidad de estas sociedades, y que aprendan pronto a precaverse de las fraudulentas y variadas artimañas que suelen emplear sus propagadores para enredar a los hombres” (Humanum Genus).
* Laico. Ex coordinador nacional de la Renovación Carismática Católica. Ex secretario ejecutivo de laicos de la CEP. Conferencista internacional.
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A través del prisma de la masonería
La autora de este artículo analiza algunos de los símbolos masónicos que aparecen en famosos monumentos del mundo, en especial en Francia, y ofrece una reseña de la compleja relación histórica entre esta orden y la religión.
- Por María Victoria Benítez Martínez*
- Fotos AFP
Un exfrancmasón en Francia declaró: “En la masonería se habla mucho de fraternidad, pero me di cuenta de que detrás de esa apariencia de fraternidad los arreglos mezquinos y las luchas de poder son bien reales. ¿Fuerte al exterior, dividido por dentro? Finalmente comprendí que el catolicismo y la masonería son incompatibles”.
De acuerdo a la posición de la Iglesia católica, los masones no siempre están en “olor de santidad” con el Vaticano. La Iglesia de Roma no está especialmente contenta con la masonería, se opone a los juramentos solemnes de secreto y cree que la masonería “tiende a socavar la fe del cristianismo católico sustituyéndola por lo que se asemeja a una religión basada en principios deístas o naturalistas”.
LOS GRADOS Y SU EVOLUCIÓN
En el primer nivel, cada masón participa en un proceso iniciático y sigue un método llamado rito. Un rito se compone de varias etapas llamadas grados, de los cuales los tres primeros, comunes a toda la masonería, son los grados de aprendiz, compañero (compagnon) y maestro. El rito escocés antiguo y aceptado codificó en 1804 los ritos de 33 grados, o para ser más precisos, de 3 + 30 grados, ya que la masonería tradicional solo cuenta los tres primeros grados, los siguientes se denominan grados suplementarios que se remontan a la Antigüedad, a la Edad Media o a la época de las luces (Ilustrados).
Ellos son: Talleres de perfeccionamiento: 4.° grado, Maestro Secreto; 5.° Maestro Perfecto; 6.° Secretario Íntimo; 7.° Preboste y Juez; 8.° Administrador de los edificios; 9.° Maestro elegido de los nueve; 10.° Ilustre elegido de los quince; 11.° Sublime caballero elegido; 12.° Gran Maestro Arquitecto; 13.° Arco Real; 14.° Gran elegido, perfecto y sublime masón. Capítulos: 15.° Caballero de Oriente y de la Espada; 16.° Príncipe de Jerusalén; 17.° Caballero de Oriente y Occidente; 18.° Caballero Rosacruz. Areópago: 19.° Gran Pontífice; 20.° Venerable Gran Maestre de las Logias Regulares; 21.° Caballero Noachita (Noájico – Noaquita) o Prusiano; 22.° Hacha Real; 23.° Jefe del Tabernáculo; 24.° Príncipe del Tabernáculo; 25.° Caballero de la Serpiente de airain (bastón de Moisés); 26.° Escocés Trinitario o Principe de Mercy (de la misericordia); 27.° Comandante Soberano del Templo. Títulos administrativos: 28.° Caballero del Sol; 29.° Gran Escocés de San Andrés; 30.° Caballero de Kadosch/Kadosh; 31.° Gran Inspector comandante Inquisidor; 32.° Príncipe Sublime del Secreto Real; 33.° Gran Inspector General Soberano.
Existen ritos que van más allá de los 33 citados. Marconis creó el rito Menfis, con 95 grados (Menfis es una antigua ciudad egipcia situada en la punta del delta del Nilo) y el rito de Misraïm, que tiene 90 grados. En 1908, los dos ritos se fusionaron. Cuando se constituyó bajo el Gran Maestrazgo de Giuseppe Garibaldi, el rito Menfis-Misraïm recibió una escala fija de 95 grados. En la actualidad cuenta con 99 grados.
LOS SÍMBOLOS MASÓNICOS EN PARÍS
En París los símbolos masónicos se atribuyen a ciertos lugares y monumentos, aunque algunos no fueron edificados en ese espíritu.
Del Louvre a la Torre Eiffel, pasando por el Panteón y el Gran Arco de la Defensa. El monumento del Campo de Marte (Champ de Mars) muestra los ornamentos egipcios y los símbolos esotéricos que lo adornan. El Gran Arco (Grande Arche de la Défense) cierra el eje del Louvre hacia el oeste: “un cubo abierto, una ventana al mundo”, según su arquitecto O.Von Spreckelsen. Como en la Antigüedad, es la puerta de entrada al mundo de los muertos. En la parte superior están los doce signos del zodiaco, un homenaje a la bóveda celeste, que se encuentra en las naves de los templos masónicos.
El diseño general del Louvre recuerda a los tres espacios de un templo: el patio de entrada, alrededor del Carrusel, es la entrada profana; la Cour Napoléon la nave sagrada (patio Napoleón). La Cour Carrée (patio cuadrado), su espacio secreto, situado al este. En sus fachadas se encuentran escuadras, compases y la letra H, que recuerda a Hiram, el arquitecto del templo de Salomón.
La pirámide invertida que se hunde en el sótano parece llamar a una búsqueda interior, que los antiguos alquimistas resumían con la fórmula: “Visita interiora terrae rectificando invenies occultum lapidem” (V.I.T.R.I.O.L.) [Visita el interior de la Tierra y, rectificando, encontrarás la piedra oculta]. Un lema masónico. Es decir, inspeccionando tu naturaleza interior, rectificando tus defectos y desterrando lo superfluo, habiendo aprendido a dominar tus vicios y pasiones y perseverando en tu camino, entonces podrás encontrar la piedra oculta de los sabios o piedra filosofal con la que construirás tu templo interior. Desciende a las entrañas de la tierra (en lo más profundo de ti mismo) y encuentra el núcleo sobre el que puedes construir otra personalidad, un hombre/mujer, nuevo/nueva (sin adoración al ego: el yoísmo).
En otras palabras, “Busca y encontrarás” (del Evangelio Mateo 7-7) en la masonería se trata de ir a buscar y encontrar dentro de uno mismo. Cuando la masonería habla de “Luz” habla de “Conocimiento”, de conocimiento esotérico, hermético y oculto. Mientras que en la cristiandad la “Luz” hace referencia al amor de Dios.
El Panteón, diseñado en forma de cruz griega, la iglesia neoclásica del arquitecto masón J.G. Soufflot; La Estatua de la Libertad, una réplica de la Estatua de Nueva York, diseñada por el masón A. Bartholdi. Instalada en la isla de los Cisnes, es un homenaje a los ideales masónicos de la libertad de los padres de la Revolución Americana (Franklin, Washington). La placa que conmemora el centenario de la fundación está decorada con un compás y una escuadra.
La plaza de la Concordia y el eje histórico, “la vía triunfal”, que va del Louvre hasta la Defensa, representa el camino de la vida, del nacimiento a la muerte, el camino del sol, de este a oeste. Esta línea está marcada, en su punto equinoccio, por el obelisco de Luxor (tótem del poder del dios Ra), que simboliza el camino perfecto del equilibrio. La presencia de los dos templos: la pacífica, Asamblea Nacional al sur, y el antiguo templo (bélico) del Gran Ejército (la Grande Armée), hoy iglesia de la Madeleine, al norte, completa según algunos expertos el dispositivo esotérico, oponiendo el bien y el mal, la luz del mediodía a la noche de la estrella polar. El frontón de la Asamblea Nacional esculpido (1838-1841) por J.P. Cortot, dos mujeres, una llevando una escuadra y la otra un compás. La estatua de la plaza de la Nación: el gigantesco bronce El triunfo de la República (le Triomphe de la République) representa las virtudes republicanas (el Genio de la Libertad, el Trabajo, la Paz, la Justicia, la Abundancia). A los pies de Mariana de pie sobre su carro se ve la escuadra y la acacia. Protegido por un herrero con delantal, un niño sostiene en sus brazos un libro, un compás y una regla. Los frescos del Palacio de Iena, obra de los escultores Royne y Guardici, representan alegorías claramente masónicas, como la piedra tallada, la bóveda estrellada, la pirámide, los tres primeros grados de la vida de los iniciados y la “cadena de unión fraternal”.
OBEDIENCIAS
La Gran Logia Nacional Francesa (G.L.N.F.) es la única obediencia francesa que es regular a los ojos de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Exige a sus miembros que crean en Dios, sea cual sea el Dios y la religión que practiquen. Así, los agnósticos y los ateos no son admitidos en esta obediencia. Otras obediencias son más flexibles en estas cuestiones de creencia. Por ejemplo, en la Gran Logia de Francia (G.L.F.) a los miembros se les pide simplemente que acepten la existencia de un principio creativo. En el Gran Oriente de Francia (G.O.D.F.) no se requiere ninguna forma de creencia en Dios, ni siquiera en un principio creador.
Otras logias en Francia: Gran Logia Tradicional y Simbólica Ópera (G.L.T.S.O.); Logia Nacional Francesa (L.N.F.); Gran Logia Femenina de Memphis-Misraïm (G.L.F.M.M.) (las “hermanas” llevan vestidos blancos con adornos turquesa ribeteados de morado). Obediencias mixtas: Federación Francesa de Derecho Humano (D.H.); Gran Logia Mixta de Francia (G.L.M.F.); Orden Internacional del Arte Real (O.I.T.A.R.); Gran Logia Mixta Universal; Gran Logia Independiente y Soberana de los Ritos Unidos; Gran Logia Simbólica de Francia y el Instituto Masónico de Francia.
LA DESCONFIANZA CONTINÚA
El hecho de que el Dr. Joseph Guillotin, que creó la máquina (la guillotina) que decapitó a tantos franceses (la reina Maria Antonieta y el rey Louis XVI), fuera masón no ayudó a dar buena fama a la masonería. El lema Libertad, Igualdad, Fraternidad (Liberté, Égalité, Fraternité) nació en las logias masónicas francesas.
La ley del 13 de agosto de 1940, decretada por el mariscal Pétain, prohibió todas las “asociaciones secretas”, que las logias masónicas fueron disueltas y a los dignatarios de las obediencias (maestro, oficiales) se les prohibió ejercer cargos públicos. En cuanto a los funcionarios, debían firmar un documento oficial en el que declaraban que nunca habían pertenecido a la masonería.
A nivel internacional, la masonería ha intentado reaparecer en las antiguas repúblicas soviéticas. La Gran Logia de Rusia se creó en 1995, pero solo cuenta con una docena de logias. El gobierno y el público siguen viéndolos con recelo. En Ucrania, un diputado ucraniano ha propuesto no hace mucho una serie de enmiendas al código penal ucraniano, que prevén penas de prisión de hasta quince años para quienes sean declarados culpables de ser masones, reservando penas más largas para los miembros de la administración.
La explicación de la masonería sobre la “iniciación del masón” es hacer al hombre mejor, sin dictarle el modo de mejorarse. En cualquier caso, el núcleo de la cuestión masónica sigue siendo un secreto hermético.
*PhD Historia – Relaciones Internacionales Université Paris Cité - Francia
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La sombra de la duda: el poder de la masonería
María Victoria Benítez Martínez* - Fotos: AFP
Los orígenes de la masonería siguen siendo oscuros y se prestan a muchas interpretaciones. ¿Sirve la masonería a todos o solo a sus miembros y a la élite?
La Gran Logia de Londres (1717) nació en suelo protestante, pero su terminología deriva de cultos católico, anglicano, calvinista, luterano, celta, monástico, caballeresco y rosacruz. La llamada Asociación Esotérica que profesa la fraternidad entre sus miembros se organiza en logias y se reconoce por los signos y emblemas simbólicos utilizados en la Edad Media por los “albañiles” profesionales, constructores de edificios religiosos y civiles.
¿QUÉ SIGNIFICA SER MASÓN?
Hay personas que se unen a la masonería por curiosidad, en busca de lo espiritual o para dominar una institución. Aquí es donde entra el poder de la masonería. Nunca se ha visto a un gobierno hacer la guerra en nombre del Gran Oriente, según el diplomático G. de Lestrange.
Para ingresar a la masonería, es importante decidir si se desea ingresar en una logia de carácter esencialmente deísta o adogmático. Los masones de las logias adogmáticas reconocen su deber de defender la República. Se oponen a la monopolización del poder político por parte de un grupo o por dinastías para que los asuntos públicos se administren en interés de todos y no para la satisfacción de una categoría particular de ciudadanos. El interés general debe prevalecer sobre los intereses particulares.
APERTURA
Durante el siglo XVIII, las grandes logias de todo el mundo decidieron no reclutar solo a cristianos, sino abrir sus logias a hombres de todas las religiones. En el siglo XIX (1877), el Gran Oriente de Francia suprimió la obligación para sus miembros de referirse a la existencia de Dios y a la inmortalidad del alma. Esto dio lugar a la masonería liberal o adogmática que acoge tanto a creyentes como a no creyentes. La masonería adogmática favorece el laicismo. En este contexto, la Iglesia católica manifiesta que en Paraguay debido a la injerencia de los masones se han eliminado los feriados religiosos (Ascensión de Jesús y Pentecostés). Aunque la masonería está muy presente en Francia, estos feriados religiosos persisten, al igual que el 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen María, es feriado en Francia y en varios países europeos. Es bien sabido que la religión católica es la dominante en los países iberoamericanos. Los jesuitas fueron los primeros en desempeñar un papel fundamental en la evangelización de los habitantes de estas tierras, y les siguieron otras congregaciones religiosas, los franciscanos y los oblatos en la región del Chaco.
El Gran Oriente de Francia (G.O.D.F.) es la obediencia masónica más antigua y más grande de Europa continental. Fue fundada en 1728 como la primera logia de Francia y adoptó su regla y nombre en 1773. Es una obediencia atea. Cada obediencia adopta una constitución y un reglamento general. El Gran Oriente de Francia dominó la escena masónica francesa durante toda la Tercera República (1870-1940). La mayoría de los políticos de la época eran masones. Esto condujo a la separación de la Iglesia y el Estado en 1905. Se promulgaron leyes en las logias para restringir las actividades de las congregaciones religiosas en Francia. Esto llevó a muchas congregaciones a trasladarse a otros países y también se establecieron en Paraguay. Los padres de Betharram (sacerdotes del colegio San José) no se libraron de estas leyes.
La Gran Logia de Francia (G.L.F.) (1894) practica casi exclusivamente el rito escocés antiguo y aceptado, el rito masónico más practicado en el mundo. Este rito no se originó en Escocia, sino en los Estados Unidos de América. Y la Gran Logia Nacional Francesa (G.L.N.F.) (1913) una obediencia reconocida por la masonería anglosajona. Las tres obediencias son autónomas en torno a reglas específicas. La Gran Logia femenina de Francia (G.L.F.F.), la mayor obediencia femenina del mundo, cuenta con más de 350 logias y de 11.500 miembros. Durante su rito están obligadas a vestir de negro y una medalla que ilustra la insignia de la logia.
EXPANSIÓN
América Latina y el Caribe es la segunda región masónica del mundo después de Estados Unidos. De un total mundial de 3 a 4 millones de masones, no menos de un millón son latinoamericanos y caribeños. La masonería está presente en casi todos los países de Sudamérica. Brasil cuenta con unas 110 obediencias y unos 355.000 miembros. El segundo grupo masónico más grande, México, cuenta con 250.000 miembros. Bolivia tiene una logia reconocida en el movimiento de Londres desde 1929. Los países con mayor número de logias son Argentina (75), Brasil (más de 500), Chile (151), Perú (138) y Venezuela (91). Según A. de Keghel, el panorama de la masonería latinoamericana aparece como un mosaico complejo y rico en diversidades que son potenciales obstáculos para la concertación y la verdadera coherencia continental.
Para comprender la importancia de la masonería en Brasil, un despacho del consulado francés afirma que en ningún otro lugar la masonería adquirió la influencia y el poder real que tiene en los países portugueses. El espíritu de confraternidad y asociación estaba muy extendido en Portugal.
La masonería se estableció en Brasil en los primeros años del siglo XIX. En 1802 se fundó una logia de masones franceses y en 1804 otra de masones lisboetas (Lisboa). Pero debido a los problemas de 1817 y 1818, un decreto real prescribió la disolución de la sociedad. Se disolvió, pero en 1821, “aprovechando la marcha de la Corte a Europa”, se reorganizó sobre una base más sólida. Una de las circunstancias importantes de la masonería en este país es por el papel que desempeñó en el movimiento que llevó a la independencia (de Brasil). La logia de Río de Janeiro, “Comercio y Artes”, se dedicó entonces a la política. El gran maestre Bonifacio de Andrade, presidente del Consejo general de la Provincia de Sao Paulo, fue el primero en votar a favor de la separación de la madre patria (Portugal). Desde entonces, la masonería se ha convertido en un verdadero Estado dentro del Estado. La masonería está presente al más alto nivel en Brasil. El Senado, el Consejo de Estado, la Cámara de Diputados y los tribunales están llenos de masones. El presidente del Consejo de Ministros, el vizconde de Río Branco (José Maria da Silva Paranhos), consiguió que se le nombrara gran maestre.
A NIVEL LOCAL
En Paraguay se da cuenta de la presencia de masones a principios del siglo XX a través de una publicación del Gran Oriente del Paraguay, los Estatutos civiles, el Código y Reglamento Masónico, 1906, y 1923. “Institutas de la Confederación Masónica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado”. Firmas: Enrique Pinho, vice grand maestro; Luis Navarro, secretario; gran comandante ad-vitam, Francisco Sapena Pastor; el secretario general, José Caballero. La masonería crea el vínculo entre los líderes, un medio para ganar popularidad, reconocimiento para las carreras públicas y un medio de promoción y ascenso. En una palabra, “es el distribuidor anónimo de todos los favores oficiales”, manifiesta un diplomático francés en Asunción.
VESTIMENTA E INSTRUMENTOS SIMBÓLICOS
El masón se somete a un rito que jura respetar. Según las reglas de la logia, la Biblia se toma no como un libro religioso, sino como símbolo de conocimiento vivo, que se transmite de generación en generación y construye así la humanidad a la que pertenecemos. La Biblia se abre en el prólogo del Evangelio de San Juan (Capítulo 1): “En el principio era el Verbo […]”. Sin embargo, según las creencias, los juramentos masónicos pueden pronunciarse sobre un libro que no sea la Biblia o sobre un libro con páginas en blanco. La vestimenta ritual consiste en el delantal, la antigua ropa de trabajo de los albañiles. El color, la decoración y la forma de llevar el delantal varían según el rango: la del maestro está ribeteado de rojo en el rito escocés, de azul en los demás ritos y decorado con atributos simbólicos. Las ramas de la acacia, símbolo de la incorruptibilidad. Los guantes blancos indican al masón que sus manos deben permanecer limpias de cualquier acto condenable y su conciencia debe permanecer pura de todo sentimiento vil. La escuadra es el símbolo de la rectitud; el compás, la moralidad y fraternidad.
El “conocimiento” que buscan los masones está simbolizado por la “G” (del griego gnôsis), un conocimiento oculto reservado a los iniciados. Los masones tienen métodos secretos para reconocerse entre sí, como apretones de manos, signos y contraseñas. El simbolismo de la masonería y su culto al secreto despiertan tanto miedo como curiosidad.
REFERENCIAS
Dépêche de la Légation de France à Rio de Janeiro, Question religieuse au Brésil, E. de Vorges, 29 octobre 1873; Dépêche du consulat de France à Asunción, G. de Lestrange, 18 décembre 1970, Archives diplomatiques, Quai d’Orsay, Paris; A. de Keghel et/al “L’Amérique latine et la Caraïbe des Lumières, ouvrage collectif, 2017 ; E. Pierrat, “Les Francs-maçons et le Pouvoir”, 2017 ; Museo y Biblioteca de la Masonería, París, Francia.
* Ph.D Historia – Relaciones Internacionales Université Paris Cité – Francia
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Gran Logia Simbólica del Paraguay celebra 100 años de independencia
Este sábado la Gran Logia Simbólica del Paraguay festeja sus 100 años de independencia y a la celebración se sumó la sexta edición del “Encuentro Masónico Paz del Chaco” en la que participó la Gran Logia de Bolivia. Ayer viernes hicieron una ofrenda de floral en el Cuartel de la Victoria y esta noche se desarrollará una cena donde espera a 2.000 invitados nacionales e internacionales.
La ofrenda floral en el emblemático Cuartel de la Victoria reunió a representantes de la logia de Paraguay y Bolivia para recordar la firma del Tratado de Paz del 12 de junio de 1935, luego de tres años de conflicto bélico. “Ambas potencias masónicas rindieron un homenaje a los excombatientes de ambos países hermanos y conmemoraron el tratado de paz entre nuestros pueblos”, expresaron desde la logia simbólica del país.
Resaltaron que para hoy sábado desde las 21:00 está prevista la cena de gala en el Club Centenario, donde esperan recibir a más de 2.000 participantes, entre ellos grandes maestros de Bolivia, Argentina Chile y Paraguay, como también a varios dignatarios. Este año la celebración es bajo el lema “154 años de tradición (desde 1869) – 100 años de independencia (desde 1923) – 18 años de autonomía (desde 2005)”.
“La Gran Logia Simbólica del Paraguay celebra estos 100 años de individualidad e independencia administrativa, al mismo tiempo que fueron consolidados en el 2005 con la plena autonomía de las escuelas capitulares a través del multirritualismo”, puntualizaron.
La masonería paraguaya inició en 1869 con la fundación de las primeras Logia FE y Unión Paraguaya; y recibió la carta patente de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay el 3 de enero de 1896. Hace 100 años, el 13 de mayo 1923, el “Serenísimo Gran Oriente del Paraguay” fue diluido y sustituido para pasar a ser la Gran Logia Simbólica del Paraguay.
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Historia de la masonería en Paraguay: derribando mitos y prejuicios
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por el canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a los historiadores Fabián Chamorro (FC) y Saúl Zaputovich (SZ), autores del libro “Masonería paraguaya - Recopilación histórica”, una investigación que busca esclarecer la influencia de esta logia en sucesos destacados de nuestra historia y combatir algunos mitos y prejuicios muy arraigados en la sociedad.
Fotos Nadia Monges
–ADS: ¿Hubo masones en la independencia paraguaya?
–FC: No, no hubo masones en la independencia paraguaya. El único vínculo masónico con la independencia fue cuando ocurrió la batalla del Tacuarí y gana el Ejército paraguayo realista contra el porteño y ahí el comandante porteño, que era Manuel Belgrano, quien sí era masón, tiene una charla larga con los líderes del Ejército paraguayo y después él tiene correspondencia con algunos de ellos. Ese fue el único vínculo masónico que de alguna manera nos une con las otras independencias, pero nada más.
–¿En los otros procesos independentistas sí hubo presencia masónica?
–FC: Sí. De hecho, las primeras logias que se crean en Europa, de las que vienen patriotas a independizar territorios específicos de Latinoamérica, se formaron en algunos casos para eso. San Martín y Bolívar fueron masones.
–¿Mariscal López fue masón?
–FC: No, definitivamente tampoco. De hecho, durante los procesos de San Fernando muchos fueron ajusticiados por el simple hecho de haber sido señalados como masones y otros torturados también. De hecho, en una parte del libro nosotros ponemos una imagen donde se está torturando a un masón norteamericano, que fue salvado por el gobierno norteamericano, pero muchos terminaron fusilados por la cuestión de que eran masones o ante la duda.
–SZ: Justamente nosotros empezamos explicando en el libro, porque siempre corría el mito, la fantasía de que López era masón, que la masonería ya se había iniciado alrededor de 1845, en época de don Carlos, y empezamos explicando a la gente que no hay documentación que pueda aseverar eso. Lo que sí podemos decir fehacientemente es que la masonería en sí empieza en la República del Paraguay en 1869 con la invasión de las tropas aliadas a Asunción.
–Hubo gestos de muchísima humanidad en la posguerra por parte de los primeros núcleos, ¿no?
–FC: Sí, para la masonería la beneficencia es uno de sus pilares. Y así, a partir de masones se crea La primera Sociedad de Socorros Mutuos, de Italia, de Alemania, de España, todos comienzan con masones. Siempre apoyaron a instituciones benéficas. Hay que recordar que en Paraguay hasta el año 1914, 1915, todo lo que hoy conocemos como Hospital de Clínicas, el Leprocomio, el Neuropsiquiátrico y eso dependían de sociedad de mujeres que se encargaban de juntar la plata y sostener esas instituciones. Después nomás vino a depender del Estado. Pero hasta 1915 los masones ayudaron mucho a sostener esas instituciones.
–SZ: El asilo que creó la Logia Fe también en 1869, en la posguerra, atendió a gran parte de la población cuando el Paraguay no tenía prácticamente nada, el paraguayo no se alimentaba normalmente.
–FC: En Asunción, fallecían por día desde agosto de 1869 hasta principios de 1970 un promedio de 50 personas por inanición. Justamente la Logia Fe le llega a atender a 2.000 paraguayos de una población de 10.000. Es un número gigantesco.
–Está el tema de la fraternidad, que parece que no funcionó muy bien en el caso paraguayo, porque la no fraternidad provocó incluso el nacimiento de partidos políticos.
–FC: Lo que pasa es que siempre los intereses personales van a prevalecer. Y es tan raro porque la Logia Aurora del Paraguay se fundó seis días antes de los hechos de Villarrica, que desencadenan la fundación de los dos partidos políticos tradicionales. Es más, Antonio Taboada y Bernardino Caballero compartieron esa apertura de esa primera logia y después terminaron siendo presidentes de los dos partidos políticos tradicionales. O sea, evidentemente la cuestión personal primó sobre la hermandad.
PELEA
–¿Qué pasó en Villarrica?
–FC: El 12 de junio del año 1887 hubo una elección en Villarrica, donde hay una pelea entre los caballeristas y los taboadistas. Se pelean en el lugar electoral. Cuando eso Bernardino Caballero estaba con el poder porque estaba con el presidente Patricio Escobar. Todos los opositores son puestos en un tren y vienen presos a Asunción. La mayoría fue apresada. Llegan a Asunción y a partir de que ellos salen libres comienzan a organizar lo que es el Centro Democrático, que sería luego Partido Liberal. ¿Y qué es el Partido Colorado? Es una reacción a esa fundación. Entonces ahí el Partido Colorado se funda también en el mismo año. Y la Logia Aurora se había fundado el 6 de junio, o sea, seis días antes nomás de la pelea de Villarrica.
–Hay una historia encomiable de esfuerzos que se hicieron desde Paraguay con las fraternidades de Brasil y Argentina para intentar pelear la ruinosa deuda de la guerra.
–FC: En el año 1912 se hizo el primer intento de condonar la deuda a través de los masones. Los masones habían tenido ya una vinculación a través de Ovidio Rebaudi, un paraguayo que residió mucho tiempo en Argentina, que tenía vinculaciones con la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Argentina. Y a través de ellos se hacen las gestiones y se logra. Es más, el presidente Roque Sáenz Peña era masón y dijo “mientras yo sea presidente nadie va a reclamar esa deuda”. No sabemos qué pasó ahí, pero Eduardo Schaerer, que era masón también, no se animó a solicitar. Yo calculo que tuvo miedo de que se generara un tipo de crispación con Brasil y para evitar eso entonces no se metió en la cuestión. Pero sí, los masones fueron los que hacen ese primer reclamo y muchos años después también a Brasil le hacen el reclamo de los trofeos y eso sí se logra, porque viene la espada del mariscal, viene el archivo que tenía Río Branco y otras reivindicaciones que se lograron también.
–Lo último sucedió ya hacia fines de la última década de la dictadura.
–FC: Sí, 1981 es la última devolución. Y Stroessner se acerca y agradece personalmente a quienes él conocía que eran masones, porque hay que decir también que durante la hegemonía de Alfredo Stroessner le dejó a los masones libres, o sea, no hubo una persecución como con otros gobiernos porque había muchos veteranos de la Guerra del Chaco, a los que él tenía respeto porque él había sido veterano de la Guerra del Chaco.
–SZ: También con Uruguay los masones tuvieron mucha relación con la condonación de la deuda de guerra porque Máximo Santos era presidente de Uruguay en 1885, Bernardino Caballero presidente de Paraguay y José Segundo Decoud parte del gabinete de Bernardino Caballero, y los tres masones hacen posible que se devuelvan los trofeos de guerra y se condona la deuda.
–¿Quiénes son 10 personajes famosos solamente de ese tiempo que fueron masones?
–SZ: Bernardino Caballero se inició en el Brasil en 1870 y a partir de ahí todos los presidentes hasta 1912 más o menos todos fueron masones. Y parte del gabinete, el 90 a 95% de todos los presidentes también fueron masones.
–FC: El primer presidente constitucional de la posguerra, Cirilo Antonio Rivarola, luego Juan Bautista Gil, Cándido Barreiro, Bernardino Caballero, Patricio Escobar, Juan Gualberto González, Juan Bautista de Egusquiza, todos masones. También Emilio Aceval y Eduardo Schaerer, que fue el último presidente de ese periodo que fue masón.
–¿Había más masones en el Partido Colorado o en el Partido Liberal?
–FC: Los ideólogos de ambos partidos, José Segundo Decoud y Juan Crisóstomo Centurión, del Partido Colorado, y Cecilio Báez y Zacarías Caminos, del Partido Liberal, fueron masones también. O sea, todas las cabezas cuando empiezan los dos partidos eran todos masones.
DISPUTA
–Hubo y persiste una mala relación entre la masonería y la Iglesia.
–FC: La masonería y la Iglesia venían con una disputa ya desde mediados del siglo XIX, cuando el papa León XIII saca una encíclica que se llamó “Humanum genus”. Todos los mitos sobre la masonería ya van a encontrar que están escritos en “Humanum genus”. Y a partir de ahí empieza una disputa importante en todo el mundo, pero en Paraguay no. ¿Por qué? Porque la guerra de la Triple Alianza había diezmado también el clero. Y tardó en reorganizarse la Iglesia paraguaya y recién comienza su periodo de consolidación con Juan Sinforiano Bogarín. Y ya por el año 1895 él saca su carta pastoral, que es sobre la francmasonería, donde le ataca brutalmente a la masonería. Y a partir de ahí empieza una guerra sin cuartel entre masones e Iglesia católica, que tuvo diferentes etapas también. Porque allá por 1910 los librepensadores de la región tenían tanta fuerza que habían logrado justamente los Estados laicos, matrimonio civil, divorcio, menos acá. Eso hace que la disputa parecía que iba a ganar la masonería como ocurrió en Uruguay, por ejemplo.
–¿Con qué capítulo en particular en Uruguay?
–FC: El general Máximo Santos había sacado una ley de conventos en la que prohibía la instalación de conventos por un tiempo. Entonces eso ya había ocurrido faltando 20 años para que termine el siglo XIX allá en Uruguay.
–¿Se trata de la confrontación entre dogma y libertad?
–FC: Sí, así mismo. Es la disputa de la masonería con todas las religiones. Porque no es solamente con la Iglesia católica y eso deriva en esa confrontación que te va a explicar mejor un villarriqueño.
–¿Qué pasó en tu valle?
–SZ: Estaban en boga los librepensadores que le llamaban en esa época. Entonces un librepensador chileno vino a hacer una gira por Paraguay y le llevan también a Villarrica, que era una de las ciudades más importantes, y anuncian su presencia con diferentes temas en el club Porvenir Guaireño. Cuando se entera el párroco, justamente Juan Sinforiano Bogarín estaba de gira y estaba en Caazapá. Entonces le hace llamar al párroco y le dice que esa conferencia se tiene que suspender a cualquier costo. Entonces el cura párroco no tiene mejor idea que armarle una emboscada. Hay incluso fotos de la época en las que se ve que literalmente le parten la cabeza.
–FC: Nosotros encontramos los nombres de las personas que participaron de los actos a favor del librepensador. Así pudimos encontrar que Manuel Ortiz Guerrero era masón. Nosotros no sabíamos y con los documentos de Villarrica comenzamos a ver y encontramos una carta que revela efectivamente que Manú era masón.
–¿Cuáles son las disciplinas que están más pobladas históricamente por la masonería?
–FC: Desde que comienza hasta que la masonería tiene que volver a su logia definitivamente eran comerciantes. La mitad por lo menos eran comerciantes importantes. Después había por supuesto políticos, había cuando eso muy pocos abogados. Había muchísimos militares como José Félix Estigarribia.
DIÁLOGO
–¿Nunca hubo un diálogo Iglesia-masonería?
–FC: Sí, hubo diálogos. De hecho, en el canon que saca Juan Pablo II ya no usa el término masonería dentro de las sociedades prohibidas. Pero después salió Ratzinger, que era de la doctrina de la fe, dijo “no, los masones siguen siendo nuestros enemigos”. De hecho, Francisco le echó hace dos o tres años a un sacerdote que descubrió que era masón también. Hay todavía esa disputa, pero siendo sincero, ya no tiene la importancia y la relevancia que sí tenía hace 100 años, donde eso afectaba a todo el Estado. Hoy en día esta disputa es de la argelería más que otra cosa porque ya estamos para pensar en otros términos.
–Desde la Constituyente del 70 hubo vestigios monumentales de las logias en Paraguay.
–SZ: Sí, de hecho uno de los monumentos más antiguos de la República, el que está frente a la Comandancia de la Policía y fue inaugurado en 1873, tiene alegoría masónica, con las columnas, con disposición hacia el Oriente, y cuyos gastos también fueron solventados prácticamente en su totalidad por la masonería. Todos o gran parte de los constituyentes eran masones.
–Después vamos a llegar a la guerra del Chaco, donde de este lado y de la otra orilla los dos comandantes eran masones.
–FC: La mayoría de los comandantes paraguayos que fueron a la guerra se iniciaron mucho tiempo antes de la guerra. Estigarribia se inició en 1915 e inclusive era muy activo en la masonería hasta que toda la cuestión del Chaco explota en 1927 con la muerte de Adolfo Rojas Silva y a él le envían y le meten en el Chaco. Entonces él se termina alejando de la cuestión masónica. Él llegó hasta el grado 18, que era muy alto, y después tuvimos el comandante de la aviación Daponte, de los arsenales, el capitán Mozano, el de los zapadores, o sea, varios comandantes importantes de la guerra del Chaco fueron masones.
–¿En algún momento los comandantes habrán hablado en tono de masones, de fraternos?, ¿habrá existido algún tipo de negociación?
–FC: Negociación no. Termina la guerra y ahí recién ellos se ven. Evidentemente fueron muy fraternos ambos porque se comienzan a regalar cosas. Cada vez que se veían se regalaban una pistola, un reloj, etc. Pero antes de que termine la guerra no tuvieron ningún tipo de encuentro.
–¿Quién prohibió citar a la masonería?
–FC: No es que se prohibió. La Iglesia católica le gana a la masonería luego de la Revolución de 1922, que es fundamental para entender la cuestión masónica. En 1922, quienes logran la paz de alguna manera son los de la Iglesia católica y años antes había ocurrido un hecho que cambió el mundo, que fue la victoria de los bolcheviques en Rusia, el comunismo. Colorados y liberales, que eran liberales ambos, pero que comenzaron a volverse más conservadores, dijeron “acá tenemos un enemigo”. Hay que decir que los dos son partidos cúpula, oligárquicos ambos. Entonces, el comunismo es más peligroso. Entonces volvieron a juntarse más con la Iglesia porque la Iglesia tenía la misma intensa agenda anticomunista.
NACIONALISMO
–¿Hubo un nacionalismo masón?
–FC: Sí, pero posterior a la guerra del Chaco. Y eso también fue uno de los pilares que aprovechó la Iglesia. Aunque la Iglesia tampoco adhirió completamente al discurso nacionalista, porque había sectores de la Iglesia que estaban todavía un poco alejados de la figura del mariscal López. Los masones no porque había muchos que habían sido legionarios. Cecilio Báez, por ejemplo, fue uno de los que más peleó en contra de ese discurso cuando nació.
–¿La masonería se metió en esa guerra lopizta-antilopizta?
–FC: Directamente como institución no. Hay referentes de ambos sectores. Está Manuel Domínguez, que era masón y que era nacionalista. Está Pablo Max Insfrán, que también fue un nacionalista muy importante. Y después estaban José Segundo Decoud y Cecilio Báez, quienes eran anti. Y había demasiados extranjeros que no veían con buenos ojos tampoco el discurso nacionalista paraguayo.
–¿El liderazgo deportivo estuvo marcado o no por la masonería?
–FC: Enrique L. Pinho fue mucho tiempo presidente de lo que hoy es la Asociación Paraguaya de Fútbol. Y él termina construyendo el Defensores del Chaco. Desde el arquitecto pasando por el intendente municipal hasta el presidente de la República todos eran masones. ¿Por qué digo el presidente de la República? Porque Schaerer es el que termina donando parte del predio para la construcción del estadio.
–SZ: William Paats (fundador del Club Olimpia).
–¿Los presidentes masones siguieron en el tiempo o se discontinuó después?
–FC: Sí, se discontinuó con Schaerer. Termina ahí. Buscamos mucho si Eligio Ayala era masón. No sabemos. ¿Eusebio Ayala era masón? Se dice, pero no sabemos.
–SZ: Documentación fehaciente no encontramos. El último fue Tomás Romero Pereira, antes de Stroessner.
MUJERES
–Un tema que siempre se plantea es el de la mujer y la masonería. ¿Qué se dice al respecto?
Lo que pasa es que la Gran Logia Simbólica del Paraguay tiene su cabeza en Inglaterra, depende de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Y allá no permiten todavía. Es una cuestión de regularidad. O sea, vos cumplís las reglas que te pone la institución madre y esa institución madre todavía no acepta mujeres, aunque lo vienen estudiando ya hace un tiempo. Lo que sí hay es logias masónicas de mujeres acá.
–SZ: Lo que pasa es que históricamente los masones eran constructores. Estos eran los constructores de las grandes catedrales, que ellos tenían los conocimientos en esa época para construir ese tipo de obras, ya que no existía facultad de ingeniería o de arquitectura. Entonces todo el simbolismo masónico se basa en construcciones. Y las construcciones antiguamente eran realizadas solamente por hombres. Entonces históricamente viene esa rama.
–FC: Pero hay logias en Paraguay solamente de mujeres y logias mixtas, con las cuales la Gran Logia tiene las mejores relaciones.
–¿Cuánto de realidad hay en que cualquier aspirante a la burocracia, especialmente en el Poder Judicial, tiene que enrolarse a la masonería?
–SZ: Hasta donde yo sé, la masonería es una institución filosófica, filantrópica, progresista. Entonces trata de elevar al hombre desde otro punto de vista. Hay nomás, en cuanto a la masonería, mucho mito. Entonces puede también pertenecer a uno u otro partido, pero hay que salvar también la institución de los individuos.
–FC: Nos dimos cuenta con el tema del libro que hay mucha estigmatización con la masonería. Entonces hay todavía mucho que tiene que ver con esa disputa de la que hablamos con la Iglesia, que instaló muchos mitos hacia la masonería. Y quiero aclarar ya de que este no es un libro anticlerical. Lo que nosotros hicimos es contar lo que fue pasando. Contamos también las cosas que los masones le hacían a la Iglesia católica. ¿Por qué lo hicieron ambos? Le condenaban moralmente al otro simplemente por ser parte de una institución diferente. Y lo hicieron los masones también. De hecho, los masones querían que se prohibiera que entren sacerdotes a Paraguay. Una locura. Paladines de la libertad pidiendo que no ingrese alguien por pertenecer a otra institución. Entonces, queremos lo más claro de eso porque la gente nos dice “ah, no, estos van a venir a hablar mal de la Iglesia”.
APERTURA
–¿Qué desafíos tiene de futuro la masonería a propósito de aggiornarse a los nuevos tiempos?
–SZ: Yo creo que este libro es un primer paso para que la masonería se vuelva a abrir a la sociedad, así como era en 1900. Entonces y justamente la señal que recibimos desde el lanzamiento del libro, con la participación de la gente, con las diferentes opiniones, yo creo que fue altamente positiva de abrir nuevamente lo que es la curiosidad de la masonería, a contar y desmitificar muchas cosas y abrir definitivamente, repito, como era en un principio.
–FC: De hecho, la sociedad servía de contralor de esos masones. Al ser públicos, servía también la sociedad de contralora. Hoy en día, el masón trata de ocultar su condición; la mayoría, no todos. Tratan de ocultar su condición porque justamente hay un estigma. El material nace con la idea de abrirse a la sociedad y de hecho se va a preparar un museo ahora en función al libro y después se van a abrir los templos. O sea, los templos de la Gran Logia, donde se va a hablar de masonería, historia para el público en general que quiera participar. Hay una idea de mostrar más apertura y lo que hacen los masones todavía por la sociedad paraguaya. La idea es matar los mitos y tratar de generar también puentes con instituciones como la Iglesia católica, con la que sigue habiendo esa pelea, que ya me parece intrascendente.
–No se puede explicar la evolución de la historia política paraguaya sin la masonería como no se puede explicar la historia paraguaya sin la Iglesia.
–SZ: Justamente veníamos comentando días atrás que si bien el libro tiene el nombre de “Masonería paraguaya - Recopilación histórica”, es un libro de historia paraguaya. Al que le guste la historia paraguaya, al que quiera conocer la historia paraguaya, muchas cosas va a comprender leyendo este libro.
Saúl Zaputovich: “Si bien el libro tiene el nombre de “Masonería paraguaya - Recopilación histórica”, es un libro de historia paraguaya. Al que le guste la historia paraguaya, al que quiera conocer la historia paraguaya, muchas cosas va a comprender leyendo este libro”.
Fabián Chamorro: “Hay una idea de mostrar más apertura y lo que hacen los masones todavía por la sociedad paraguaya. La idea es matar los mitos y tratar de generar también puentes con instituciones como la Iglesia católica, con la que sigue habiendo esa pelea, que ya me parece intrascendente.