Hombre con síndrome de Down fue brutalmente agredido por supuesto adicto
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Un hombre con síndrome de Down fue brutalmente agredido en la ciudad de Santiago, en el departamento de Misiones. El presunto autor sería un adolescente adicto a la drogas y el caso quedó registrado en imágenes de circuito cerrado, viralizadas en las redes sociales.
La víctima es un hombre de 32 años de edad y el hecho habría ocurrido durante la noche del pasado lunes en la vía pública. El sujeto fue golpeado en varias ocasiones por el adolescente de 15 años de edad. El Ministerio Público ya está investigando el caso.
“Un adolescente le pegó mucho a mi hijo, le golpeó todo y le pegó con cinto. Le echó y luego le pateó todo, no sabemos por qué le agredió. Mi hijo no le hizo nada, no se opuso y tampoco es violento, él es muy bueno”, relató la madre del joven agredido en una entrevista con Telefuturo.
De acuerdo a la versión de los familiares del agredido, conocido como “Pepo”, el autor del hecho también es oriundo de la ciudad de Santiago y piden que el caso no quede impune. Aparentemente, la víctima suele salir de la casa por su discapacidad sin el permiso de la madre, pero no es agresivo.
Los vecinos dieron aviso de lo ocurrido a los familiares de la víctima y posteriormente fue auxiliado hasta un centro asistencial de la zona. También presentaron la denuncia ante la Comisaria Octava de la ciudad de Santiago, en Misiones.
Los pobladores del barrio San Juan de la mencionada localidad piden a las autoridades tomar medidas, ya que no sería la primera vez que el adolescente de 15 años actúa de esta manera, e incluso ya habría ingresado a varias viviendas de la zona para robar pertenencias.
En el Hospital de Presidente Franco fue atendido el adolescente que fue macheteado en la vía pública, en circunstancias aún desconocidas. Foto. Gentileza
Un adolescente de 13 años fue víctima de una agresión con machete que lo dejó con una herida cortante en el muslo derecho. Fue auxiliado hasta el Hospital Distrital de Presidente Franco, donde se encuentra en observación. Se desconoce aún las circunstancias del hecho, y el agresor huyó del sitio.
Es lo que informó el personal policial de la subcomisaría 56 de la citada ciudad. Ocurrió hoy viernes a las 14:00 aproximadamente en la vía pública del Km 9 Monday, en inmediaciones del asentamiento “Libertad”.
El herido reside en el mencionado asentamiento. Fue un transeúnte quien dio aviso a los policías de una patrullera a cargo del suboficial inspector Julio Medina. El personal acudió al hospital dónde se constató que el menor fue herido, pero está fuera de un peligro mayor.
El caso fue comunicado al agente fiscal de turno de la Unidad N° 1 de Presidencia Franco, abogado Edgar Delgado. Está siendo buscado el autor de la agresión.
El subjefe de la subcomisaría 56, suboficial superior Nicolás Cabañas, dijo a La Nación/Nación Media, que aparentemente, el adolescente se encontraba con otros amigos de su edad juntando coco de predios vecinos, pero habría ocurrido un problema y fue herido con un machete.
“Son chicos que recogen limones, coco, y otras frutas de los alrededores para luego revenderlos; a raíz de eso, habría habido alguien que se enojó y se produjo la agresión, no sabemos si fue un adulto o alguien de los que estaban con ellos”, manifestó el subjefe policial.
Los pobladores, así como los hijos del artista plástico coinciden en que esta edición fue gracias a que Koki Ruiz lo dejó todo encaminado. Foto: Jorge Jara
En medio de la tristeza y la nostalgia que invade a cada habitante de San Ignacio Guazú, departamento de Misiones, por la partida de Delfín Roque Ruiz, más conocido como Koki Ruiz, ayer como cada Viernes Santo se desarrolló Tañarandy y como todos los años fue un momento inolvidable.
Este año congregó a más personas y los pobladores, así como los hijos del artista plástico, coinciden en que esta edición fue gracias a que el artista lo dejó todo encaminado y sus enseñanzas se convirtieron en un legado invaluable para el Paraguay.
En la querida ciudad de Koki Ruiz todos lo recuerdan y aseguran que sienten su presencia especialmente en las semanas próximas a la Semana Santa, la festividad religiosa que él impuso en su comunidad desde niño junto con su madre Rosa.
“Mi padre nos dejó la vara muy alta, pero es muy esperanzador porque como la gente fue sumándose fue muy natural y esa es su herencia, toda esta tradición y la gente apoyó muchísimo a que todo continúe de la manera que Koki lo hacía. Para nosotros fue como un consuelo muy grande poder hacer que todo esto continuara y no sentir la ausencia de un Viernes Santo”, dijo Almudena Ruiz, hija del artista, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Resaltó que están muy felices con el legado que dejó su padre en su comunidad y para cada paraguayo, porque se trata de uno de los eventos religiosos más grandes. “No han pasado ni cuatro meses de su partida y para nosotros es muy importante poder seguir con Tañarandy. El aporte de cada persona, de su equipo y su familia hizo posible esto, porque cada uno guardaba alguna información o una partecita de cómo hacer las cosas y todo eso hizo que saliera de esta manera”, apuntó.
Este vez la coordinación estuvo a cargo de Almudena Ruiz, hija de Koki Ruiz. Foto: Jorge Jara
Cuadros vivientes
Una vez que los peregrinos llegaron hasta la barraca comenzó la puesta de los cuadros vivientes, otra de las grandes obras del artista plástico, en el que se pudo apreciar la última cena y una de ellas fue representada por sus hijas y las 12 personas que trabajaban para él. También se exhibieron la imagen de Chiquitunga, San Francisco y el San Ignacio, todas originales del retablo.
Como cierre en una de las escenas aparecieron sus dos hijas y todos los que trabajaron con él para la puesta de la última cena, pero el espacio del centro estaba libre, este pertenecía a Koki Ruiz, en ese lugar solo yacía solo la copa de vino junto al pedazo de pan. En el camino antes de llegar a la barraca se podían apreciar unos cosecheros que representaban sus cuadros.
Este fue el primer año sin Koki Ruiz en la comunidad. Todos lo recuerdan como una persona muy alegre y que estaba siempre en cada paso de lo que era Tañarandy y que no se le pasaba ningún detalle. Aseguraron que él salía a recorrer la barraca pasado el mediodía del Viernes Santo y que recibía a las personas con una sonrisa, con mucho orgullo les invitaba a que no se pierdan del evento.
“Este año nos tocó un poco más pesado, porque esta mañana no vino Koki a traerme a la Virgen de la Dolorosa y fue un poco diferente, muy fuerte. En todos los espacios le vemos a Koki indiscutiblemente se está haciendo todo como él siempre quiso, eso cumplimos, todos los detalles que él quería con el respeto que se le da”, detalló a La Nación Gloria Acosta, quien desde hace 12 años viste a la imagen de la Dolorosa.
Los cuadros vivientes de la última cena. Foto: Jorge Jara
Con su madre en silla de ruedas, renuevan sus votos espirituales en Tañarandy
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Por sexto año consecutivo, una familia con raíces polacas y paraguayas renueva su compromiso espiritual en Semana Santa, honrando la memoria de Koki Ruiz y acompañando a Josefa Lorenza Krujowski, una mujer de 87 años que, a pesar de las dificultades y estar en silla de ruedas, no pierde la devoción por esta tradición en Tañarandy.
Graciela Ruiz Díaz viaja desde Asunción hasta el departamento de Misiones con su madre en silla de ruedas para acompañar a la Virgen Dolorosa, casi un kilómetro por los senderos de la localidad. “Venimos para aislarno del ruido, concentrarnos en lo espiritual y ofrecer nuestros sacrificios”, explicó.
Para la familia, esta experiencia no solo es un acto de fe, sino también una promesa: “Es por mis hijos, por mi familia y por la conversión de todos”, relató doña Graciela. Este año la ausencia de Koki Ruiz, el artista cuyo arte se inmortalizó en este evento, les dejó un sabor amargo. “Siempre fue alegre, nos reconocía y hablaba con nosotros. Extrañamos su presencia”, mencionó.
Josefa, nacida en Polonia, llegó a Paraguay hace 56 años como parte de la ola migratoria posterior a la Segunda Guerra Mundial. Aunque hoy habla poco, su historia sigue viva y el vínculo con Ruiz era especial.
Como cada Semana Santa, la comunidad de Tañarandy se convierte en el corazón espiritual de la Semana Santa paraguaya, y este Viernes Santo no es la excepción. Una gran cantidad de personas ya se han congregado en el lugar para vivir una de las manifestaciones culturales y religiosas más conmovedoras del país.
Museo Jesuita de Santa María permanecerá abierto hasta el Domingo de Pascua
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En Santa María, Misiones, a unos 233 kilómetros de Asunción, se encuentra el Museo Diocesano de Arte Jesuítico, que preserva imágenes talladas en madera por indígenas instruidos por los jesuitas. En estos días santos, el sitio ya ha recibido a cientos de personas y abrirá con normalidad hasta el domingo a la espera de visitantes. Cada pieza que se encuentra en el lugar es única y digna de ser admirada.
Al ingresar por la puerta principal, uno se traslada a la época de los jesuitas; el olor a madera impregna el sitio, y las anchas paredes hacen que la frescura permanezca en el interior. En el lugar, uno es recibido por Irma Ramírez, quien brinda instrucciones para el ingreso, y luego son guiados por Lelis Martínez, historiadora, que va explicando cada pieza a los visitantes.
Una de las piezas más importantes del museo es el Cristo crucificado, que se encuentra junto a las tres Marías y San Juan. En este lugar se albergan casi 60 piezas, todas talladas en madera por manos indígenas. Además, se preservan algunos pedazos, muebles y atributos, llegando a 70 piezas en total.
El museo esta ubicado a unos 233 kilómetros de Asunción. Foto: Jorge Jara
“Este año recibimos menor cantidad de personas; por ejemplo, el año pasado recibimos a grupos de entre 30 a 40 personas y este año se redujo entre 10 a 15. Tenemos disponible a tres guías que acompañan a los grupos. Creemos que la población ya no está interesada en visitar los museos como antes”, detalló Ramírez, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Por su parte, Lelis explicó que todo el espacio data de mediados del siglo XVII y las esculturas son íntegramente de indígenas guaraníes. “Desde hoy comenzaron a venir personas, y la verdad es que no hay mucha participación comparando con años anteriores; es un número muy disminuido. La parte religiosa se va dejando de lado y se inclinan más por lo turístico”, puntualizó.
Entre las obras destacan la del fundador de la compañía, San Ignacio de Loyola; María Magdalena; San Sebastián; la Virgen de los Dolores; San Estanislao de Kostka; San Luis Gonzaga y San Pedro. Cada pieza tallada contiene, al pie, la descripción de la historia del santo. Para ingresar al museo se debe abonar G. 20.000.
Todas las obras son talladas en madera. Foto: Jorge Jara