Ayer miércoles, una mujer que se dedica a la venta de chipa en la zona de la ciudad de Eusebio Ayala (Barrero Grande) falleció tras ser embestida por un vehículo cuando intentaba cruzar los bloques de cemento que dividen la ruta PY02. El siniestro dejó 9 huérfanos, hijos de la mujer de 54 años quien murió en el percance.
Pero este no es el primer incidente que ocurre desde que se colocó la divisoria, por lo que vecinos y trabajadores de la zona se manifestaron esta mañana para exigir que se retiren los bloques de cemento, considerando que se trata del tercer arrollamiento a causa de la falta de un cruce peatonal.
El siniestro vial de ayer ocurrió cerca de las 18:00 del miércoles, cuando Zoraida Cañete, de 54 años, falleció al ser arrollada por un vehículo que se desplazaba a gran velocidad y no la vio luego de que cruzó el muro con su canasta de chipa. “Nos sentimos muy tristes, porque todos los días debemos cruzar el muro, porque vivimos de la venta de chipas”, manifestó Leticia Benítez.
Afirmó que debido a la falta de un cruce peatonal en la zona, Zoraida intentaba cruzar la ruta y para ello pasó el bloque de cemento para poder subir a colectivo que volvía de Asunción. Además de vender, quería ir a su casa, pero se encontró con la muerte. “Nosotros pedimos se abra el paseo central. Que se quite el muro en cada chipería porque este es nuestro trabajo y nos exponemos al tener que cruzar para ganarnos el pan de cada día”, confirmó.
Resaltó que es muy difícil tener que pasar ese muro todos los días para poder vender algo y que en la zona abundan las chiperías por lo que son varios los trabajadores que se exponen a pasar por lo mismo. “Demasiado fuerte venía el vehículo, y por este lugar no tienen que andar muy rápido los vehículos. Tienen que tener conciencia los conductores por los trabajadores”, manifestó.
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Por su parte Mílder Pereira apuntó que se trata de la tercera persona que fallece en el lugar y todo por culpa del paseo central. Se trata de un muro muy elevado que cuesta cruzar para poder tener contacto de lado a lado. “Este caso de la Zoraida fue muy impactante porque ella estaba trabajando, tratando de llevar pan a sus 9 hijos. Es realmente triste”, expuso.
Debido a que no existe un cruce peatonal y menos una señalización para bajar la velocidad, el vehículo que la chocó venía a tan alta velocidad que quedó totalmente destrozado, explicó. Además, la arrastró por al menos 100 metros del lugar donde ocurrió el impacto. A todo esto, se suma que las autoridades tardaron horas para levantar el cuerpo que quedó en una cuneta.
Confirmó que ya solicitaron a todas las autoridades, desde la Municipalidad hasta al Congreso, para que se retiren los bloques de cemento, pero que nadie responde al pedido. “Hemos agotado todas las instancias por lo que el 21 de junio hicimos nuestra denuncia formal ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso Nacional. Luego de hablar con el intendente, la Junta Municipal, el MOPC y hasta la Defensoría del Pueblo”, concluyó.