Vecinos del barrio San Rafael de Lambaré se encuentran sufriendo una situación desagradable hace casi 8 años, en razón de que en el lugar se utiliza una plaza pública como predio privado para la realización de masivos torneos de fútbol. Estos eventos deportivos generan incesante y desesperante polución sonora, ingesta de bebidas alcohólicas, violación de los derechos de libre circulación, perturbación de la paz pública, contaminación con residuos, entre otros hechos.

Se trata de la plaza San Juan, situada en las inmediaciones de las calles 29 de Setiembre y Mbocayaty del barrio San Rafael de la citada ciudad, según denunció una de las vecinas en entrevista con La Nación. El predio público cuenta con dos resoluciones municipales, una del 2016 y otra del 2020, para la suspensión de actividades. Sin embargo, esto nunca se cumplió, ni por parte de la Policía ni otras autoridades.

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La Municipalidad, bajo la intendencia de Armando Gómez, ya dispuso en su momento la suspensión de las actividades recreativas de gran envergadura, deportivas o sociales en la plaza San Juan que carezcan de la autorización municipal correspondiente sin afectar aquellas paras las cuales fue habilitado dicho espacio público.

La plaza desde el 2013 comenzó a ser utilizada como predio privado para alquilar la cancha para juegos de fútbol y organizar torneos, los cuales se desarrollan durante todos los días y a cualquier hora. Los denunciantes solicitaron la intervención municipal por la polución sonora, la ingesta de bebidas alcohólicas, la violación sistemática de los derechos de libre circulación y el derecho de no perturbación de la paz pública.

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Pasaron los años y las situación continuó como tal. Nuevamente en el 2020, en plena pandemia, el jefe de Gestión Ambiental de la comuna lambareña se constituyó en la plaza y constató la polución ambiental sonora, consumo de bebidas alcohólicas dentro del espacio público y que el lugar no cuenta con permiso municipal para ser utilizado como una cancha de fútbol ni para otro uso.

Se corroboró además que en el torneo participan personas de otros barrios y se paga por derecho de cada partido G. 100.000 que perciben los miembros de la comisión vecinal que organiza el certamen. Participan 20 equipos por jornada y duran de 3 a 4 meses; por equipo se abona G. 2.600.000 por cada liguilla, lo que indica que en cada liguilla con 20 equipos se tiene un ingreso multimillonario.

Tras esto, se dispuso nuevamente desde la comuna que se suspendan inmediatamente las actividades de fútbol, venta y consumición de bebidas alcohólicas, debiéndose incluso retirar los arcos de la cancha y los vallados. Además, se ordenó que se proceda a arborizar el lugar de la cancha y toda la plaza.

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A pesar de haberse emitido dos resoluciones municipales legítimas, nunca se procedió a ejecutar ningún tipo de intervención en el lugar, dejando a los usurpadores del espacio público continuar con la caótica situación. Si bien durante el 2020, por la pandemia y otras cuestiones, mermó un poco la asistencia de personas, este año nuevamente están comenzando a retornar como antes.

Los vecinos se encuentran temerosos porque no pueden ni caminar por la calle por la existencia de borrachos violentos y hasta acosadores, según señalan. Después de las farras hasta alta horas de la madrugada, la plaza queda como un vertedero. La Policía se acerca a veces hasta el lugar, pero no realiza nada al respecto. Exigen asistencia de las autoridades para dar fin a la pesadilla que está cerca de cumplir una década a fin de devolver la tranquilidad en el barrio.

Resoluciones municipales emitidas en el 2016 y 2020, respectivamente, que nunca tuvieron cumplimiento efectivo por parte de las autoridades ni las personas que usurpan el espacio público. Foto: Gentileza.

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