Ante la necesidad en los hospitales una familia empezó donando 30 platos de comida para la cena en el Ineram, hoy gracias al apoyo de otros corazones nobles, entregan 2.000 porciones de desayuno, almuerzo y merienda. Foto: Eduardo Velázquez.
Solidaridad en pandemia: Nacho Masulli celebra que de 30 platos por día, hoy llevan 2.000 a 20 hospitales
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Una familia solidaria en marzo pasado, al ver la necesidad en los hospitales a consecuencia de la pandemia, inició la tarea de preparar, trasladar y entregar 30 porciones de guisos para la cena de familiares de pacientes con COVID-19 en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram).
Gracias a este gran gesto solidario, cientos de personas se sumaron y hoy de 30 platos se multiplicaron a 2.000 porciones al día y ya no solo son para la cena, también entregan desayuno, almuerzo y merienda, celebró el generoso joven Nacho Masulli, en redes sociales.
“Esto empezó el 3 de marzo con 30 platos de comida al Ineram, hoy se entregan 2.000 platos diariamente a 20 hospitales más y se cubre la mayor cantidad de necesidades posibles. Ese día estábamos viendo el noticiero en casa y mostraban la triste realidad que vivían los familiares de los internados por COVID-19 afuera del Ineram, fue ahí cuando mi mamá Mónica Masulli tuvo la gran idea de empezar a cocinar guisos para que al menos en la cena no tengan que gastar”, escribió Masulli en redes sociales en modo de actualización y reporte de este gesto solidario que creció gracias a corazones nobles.
Relató que luego de dos semanas de entregar diariamente los platos de comida se percataron de que la necesidad aumentaba así como la cantidad de personas internadas y familiares que necesitaban ayuda y tenía el deseo de ayudar en algo a estas personas por lo que pidieron ayuda a la ciudadanía a través de redes sociales y mucha gente no dudo en sumarse a esta noble causa.
Estas personas solidarias empezaron a donar insumos, algunos se ofrecían a cocinar mientras otros a transportar lo que sea necesario. Entonces se organizaron en equipos de una red solidaria con tres pilares fundamentales que hacen posible la entrega de alimentos: donantes de insumos, cocineros y equipo de transporte.
“Poco a poco fue aumentando la cantidad de voluntarios y donaciones, por ende la cantidad de hospitales a los que ayudamos diariamente, y ya no solo con cena, sino que también con desayuno, almuerzo y merienda. Si bien el foco es entregar platos de comida, ya cubrimos un montón de otras necesidades básicas como: pisos de pallet, carpas, toldos, electrodomésticos, colchones, almohadas, mantas, contención psicológica de profesionales, internet, agua, luz, entre otras”, indicó Masulli.
Los hospitales en donde llevan alimentos son: Central de IPS, Ingavi IPS, Ineram, Clínicas, Calle’i, Barrio Obrero, Lambaré, Luque, San Pablo, San Jorge, Ñemby, Villa Elisa, Mariano Roque Alonso y Loma Pyta. Así como entregan también en Limpio, Itauguá, Capiatá, Caacupé y Presidente Hayes.
Nacho Masulli junta firmas para adoptar una mascota en una universidad de EEUU
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Nacho Masulli es un joven deportista paraguayo que estudia en la Missouri Southern State University en Estados Unidos. El compatriota es conocido en redes no solo por compartir su vida como estudiante y jugador de fútbol en el extranjero, sino por su gran labor solidaria durante la pandemia. Además, tiene más de 36 mil seguidores en Tiktok y es una figura muy popular en internet. Es por eso que Nacho les pidió a sus seguidores ayuda para tener permiso de adoptar una mascota en el campus donde reside.
El joven pidió a sus seguidores firmar la petición virtual para que el centro de estudiantes permita la adopción de una mascota. “Estamos juntando firmas entre la gente que vive en la residencia en la que yo vivo en la universidad y es para que nos dejen tener un perrito, porque está prohibido tener perritos acá en el campus, pero vivimos más de 100 personas acá y queremos tener un perrito y cuidarlo entre todos. Estamos juntando firmas para pedirle al presidente de la universidad que nos deje tener el perrito”, dijo Nacho en una historia vía Instagram.
Nacho es un amante de las mascotas, específicamente de los perros. En un pasado video compartió lo difícil de vivir fuera del país y confiesa cómo extraña a su familia, pero intensamente a sus perritas. “Esto puede sonar un poco loco, pero para mí lo difícil de todo esto es haberles dejado a mis perritas”, dijo emocionado.
“Yo soy una persona que ama los animales, tengo tres perritas y las amo, no sé cómo explicarle, no tengo palabras, para mí no hay diferencia entre ellas y un ser humano, son parte de mi familia, las amo con todo mi corazón y sufro más por eso, porque yo puedo hacer una videollamada con mi familia, con mis amigos, puedo estar en contacto con ellos y entienden que estoy persiguiendo mis sueños, pero pienso que mis perritas no tienen idea de por qué no me ven más a mí, eso es difícil, me rompe el corazón”, confesó conmovido.
De esta manera, queda en evidencia que el compatriota tiene mucho cariño por las mascotas, por lo que tomó la posta para juntar votos para lograr el permiso de tener un perrito en el campus, que si bien será del colectivo de estudiantes, el joven compartirá tiempo con el can.
La invitada de Poderosas con Marilé Unger es una madre que ayudó a miles de familias en los momentos más duros de la pandemia. En un programa muy emocionante, se rememoró cómo encendió una luz de esperanza en la sociedad paraguaya.
Mónica cuenta que la idea de ayudar comenzó mirando las noticias y escuchando los testimonios, no sólo de madres sino también de hijos y de familiares con personas internadas a causa del Covid-19. Recuerda que en ese momento lo que más resonaba en los medios eran los altos costos de los medicamentos diarios.
“Recuerdo muy bien el caso de un joven que tenía a su mamá y papá internados al mismo tiempo. Él decía: ‘yo no tengo recursos, no puedo generar los recursos’. Esto nos golpeó a todos. A nadie nos preparó. Viendo el noticiero me agarró una angustia: ‘si no hago algo no voy a poder dormir tranquila, no importa lo que haga, pero algo tengo que hacer para ayudar’“.
Habló con su hijo Nacho y su pareja, y juntos prepararon 30 platos de guiso. Monica comenta que fue la primera comida que se le ocurrió por ser fácil de preparar y servirse calentito, además porque es un menú que recuerda a estar en casa.
Si bien, este fue el arranque de la iniciativa solidaria y fue llevado con mucho esfuerzo y amor, no fue el verdadero comienzo. Mónica detalla que ya venía aportando un granito de arena hacía un año, organizada con un grupo de amigas. Todos los sábados cocinaban guiso para repartir a las personas que se habían quedado sin trabajo y sin la posibilidad de generar recursos.
“Creo que de ahí nace la idea de hacer guisos. Era solo los sábados, cada una se comprometía, retiraba los tupers y llevaba al lugar acordado para entregarlos. De ahí nace realmente el porqué del guiso y también porque ya tenía esa familiaridad de cocinar un poco más grande. Nosotros somos tres, imaginate, por más que me encante cocinar, no tenes ni olla grande, tuve que conseguir prestado”, rememora.
Durante esos meses de trabajo no se trató solo de cumplir con llevar viandas para ayudar a la gente, sino de brindar ese abrazo al alma que físicamente no se podía dar. Cada detalle fue cuidado, a pesar de no tener los recursos gastronómicos, la manera de cocinar los alimentos y de presentarlos con un mensaje alentador. Mónica lo describe como: “que sea siempre el mismo sabor que a mi me gustaría que me lleven de comida, la misma comida que vos pondrías un plato más en la mesa y se sentaría a comer alguien contigo”.
Vocación de madre
Hay algo que la entrevistada siempre quiso y afirmó con convicción: sus ganas de ser mamá. “Fue mi primera vocación, de lo único que yo estaba segura que quería en el futuro, era ser mamá. No tenía ni la menor duda. Cuando yo era chiquitita y me preguntaban ¿qué vas a ser cuando seas grande? Yo respondía ‘voy a ser mamá’“.
A sus 24 años nació Nacho, su hijo. Al hablar de él, lo hace con amor y orgullo. Durante esos meses de arduo trabajo, la colaboración de su hijo fue fundamental: él se encargó de moderar las redes sociales y movilizaba todo lo que estuviera a su alcance para ayudar a las personas.
“Realmente pienso en eso y me emociona. En ese momento también me dio mucho orgullo como mamá que Nacho se inyecte de tanta fuerza. Para él no fue fácil, porque llegó un volumen tan alto y hubo momentos donde a él también le costaba manejar los pedidos que recibíamos”, recuerda.
Nacho era el encargado de publicar cada noche un informe en las redes sociales de lo que se estaba haciendo, de demostrar que cada aporte y donación de las personas y empresas se estaba destinando correctamente. Mónica explica que este aspecto era innegociable para ellos porque la sociedad está más acostumbrada a que la estafen que a que se hagan las cosas bien.
Moni y su hijo Nacho.
Foto: captura
“De lunes a lunes, todos los días nos asegurábamos que lleguen los platos de comida, de escuchar las necesidades que tenía la gente, de conseguir carpas, que pongan luz, que puedan enchufar sus teléfonos para recibir los mensajes de los médicos que atendían a sus familiares. Y realmente, a la distancia recién uno ve y dimensiona, porque cuando estás en la vorágine diaria solamente sabés que tenés que hacerlo, tenés que conseguir los recursos, tenés que poder”, agrega.
Mónica destaca que gracias a la ayuda de Nacho, muchas personas que estaban acampando fuera de los hospitales pudieron recibir contención psicológica. “Esto fue idea y acción de él. Organizó con varios psicólogos grupos de contención en cada una de las carpas. Hablaban del duelo, de lo que necesitaban, de soltar, de cómo sobrevivir a esto, cómo seguir sin poder ver, cómo no sentirse culpables por dejar otras cosas de lado mientras vivís esto. No eran solo una ayuda para el cuerpo, también para el alma. Nunca fue solo comida”.
Trabajo y colaboración
Lo que empezó como un pequeño acto de solidaridad fue creciendo exponencialmente con el paso del tiempo, miles de personas se sumaron a la causa y Mónica no puede dejar de recordar esto sin agradecerlo: gracias a la nobleza de aquellos que se sumaron al proyecto pudieron continuar y destaca que entre todos se ayudaron a no flaquear cuando parecía que las fuerzas se acababan.
“En algún momento costaba. No se veía un final cercano y era muy desafiante seguir el día a día. Fue algo impresionante, no me quiero olvidar de nadie, porque fueron demasiadas personas, empresas, gente que confió a ciegas, que venía y nos dejaba sin dudar lo que tenían. Y no hablamos de abundancia, nada sobraba, sino de esa solidaridad auténtica y de dar de lo que tenés. Eso tuvo demasiado valor y demasiado impacto para todos”.
Así como hubo etapas de mucha abundancia con las donaciones y tenían que hacer malabares para que no se echaran a perder los alimentos, también hubo momentos difíciles y de escasez. “Pensábamos que en algún momento íbamos a tener que salir a decir: ‘bueno, hasta acá llegamos, ya no tenemos los recursos para poder continuar’. Y cada vez que parecía que ese momento llegaba, alguna empresa, persona o lo que sea, nos cubría eso que estaba faltando”.
Entre esas semanas de esfuerzo y de hacer lo que sea necesario para cubrir con los mandados del día llegó el final. “Gracias a todo el compromiso de la gente, nosotros pudimos parar esta actividad porque entregamos el ultimo plato de comida a la última familia que se quedó en una carpa. Al día siguiente nos avisaron que ya no iban a estar y que podíamos dejar de enviar”, relata Mónica.
Y agrega: “En ese momento ni nosotros sabíamos que iba a pasar mañana. Todo esto ya era una rutina y para todos cambió, porque enseguida empezó a reactivarse todo. Había casos pero dejó de existir esa emergencia sanitaria que nos golpeaba tanto. Empezaba otra dinámica y sentimos que fue la mejor manera de terminar ese ciclo”.
Su inspiración y un mensaje parar las mamás
Sobre quiénes la inspiran, Mónica señaló que son muchas mujeres y de diferentes rubros, pero que entre todas elige su mamá. “Ella es la que me enseñó que en momentos de dolor o de adversidad una puede continuar adelante, y que la vida se encarga de darte esa oportunidad que parece que muchas veces no quiere llegar”.
“Considero que todo lo que soy se lo debo a ella. A todo el empuje que ella tiene, a no rendirse jamás, a saber que siempre va haber una oportunidad más, pero que nadie te regale nada y que finalmente vos sos la persona que va a conseguir lo que querés si crees en eso”.
Finalmente Mónica concluye: “El mensaje que le quiero dar a otras mamás, hayan o no estado involucradas en esto, es que se perdonen. Que no piensen que tenían que hacer todo perfecto porque eso no existe, que se animen a limar esas asperezas que a veces quedan, sobre todo con la gente más cercana a uno, que es lo más importante. Tenemos que aprovechar todos los momentos en este trayecto que nos toca y que realmente nos dejemos acompañar, bajemos la barrera y dejemos que las personas se acerquen, perdonemos y también aceptemos que nos perdonen en las cosas que no nos salieron bien”.
Premios Héroes: ilusionan a galardonados para seguir en carrera
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La noche de los premios Héroes que se llevó a cabo el 1 de marzo permitió conmemorar a quienes apuestan en su día a día con valores, talento e inteligencia. Entre las siete figuras destacadas en diferentes rubros, el factor común de este reconocimiento es la oportunidad de recargar las energías para continuar.
La intención de Nación Media fue visibilizar la entrega, la dedicación y la solidaridad de un país en la edición de los premios en el 2022. Aprovechando esta fecha especial, el 1 de marzo, Día Nacional de los Héroes, ofrecieron la gala del Festival Héroes 2022 bajo el eslogan “Los verdaderos héroes están entre nosotros”.
Como es el caso de Gonzalo Melgarejo, de la dupla masculina de vóley playa que recibieron el premio Héroe Deportivo, por marcar la historia al ganar la medalla de oro, y pese a todas las adversidades que se presentan en su día a día están inspirados en seguir entrenando.
Gonzalo Melgarejo y Roger Battilana, miembros del equipo de Beach Volley, Héroe Deportivo. Foto: Jorge Jara.
“La verdad que muy emocionante, un placer está acá, es nuestra primera gala o una presentación, agradecidos por el espacio”, expresó durante el evento que le permitió posicionarse entre las personalidades de esta edición de Héroes.
Confesó que poder ganar la medalla se dio gracias a un trabajo de muchos años, “se dio el fruto de un trabajo de varios años, muy agradecidos por los que apoyaron”, sostuvo a La Nación.
La convocatoria y la nominación les vino de sorpresa, impactando en su rutina deportiva. “En realidad fue todo rápido, nos agarró de sorpresa, mucha gente no creyó y se impactó por el oro que recibimos, pero ya estamos preparados mentalmente”, indicó.
Héroe de la Amistad: Embajada de EEUU, por su ayuda durante la pandemia donando dos millones de dosis de vacunas que salvaron la vida de nuestros compatriotas. Foto: Jorge Jara.
La fortaleza por seguir al frente de batalla también se transmitió a través de los bomberos voluntarios, quienes con su incansable labor se posicionaron como Héroe Popular, por el trabajo realizado a lo largo de los años y más en estos últimos tiempos con los incendios forestales.
El comandante nacional, capitán principal Eduardo Méndez, se expresó en nombre de todo el cuerpo, se mostró sorprendido y agradecido por el hecho de ser reconocidos. “En realidad, es una sorpresa ser convocados para recibir, un honor en recibir este galardón en nombre de todos los compañeros que están al frente de batalla”, destacó.
Teniendo en cuenta que no solo se destacaron en incendios forestales sino que en todos los servicios, “esto llena de orgullo, es una de las pocas cosas que cargan batería para seguir”, confesó.
Nacho Masulli, ganador del premio Héroe Joven, con Araceli Adorno. Foto: Jorge Jara.
Para Nacho Masulli, el joven destacado en su momento por la red solidaria que lideró para la administración de alimentos durante la pandemia del COVID-19, siempre es un honor que el trabajo de miles de voluntarios represente un emblema de la solidaridad.
“Es un honor el reconocimiento porque estoy al frente de algo que se hizo entre millones de personas, feliz de que se reconozca, pero siempre con mucho agradecimiento a todos los que fueron parte”, añadió.
En ese mismo sentido, recuerda que nunca lo hizo para recibir premios o agradecimientos, pero celebra que este premio logre sacar a la luz las pequeñas acciones que inspiran, motivan y muestran lo lindo que pasó.
LN Live: Nacho Masulli, la insignia de la solidaridad durante la pandemia
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Sara Ayala
sara.ayala@gruponacion.com.py
La solidaridad fue uno de los valores que se destacaron durante la pandemia, y uno de los rostros jóvenes que marcó esa inspiración fue Nacho Masulli. Un joven que logró revolucionar las redes sociales a través de la voluntad de miles de ciudadanos.
Las necesidades en los hospitales y el pesar de los familiares de aquellos enfermos por COVID-19 fueron motivos suficientes para encender la llama de la solidaridad en el joven de 19 años, que en contacto con LN Live contó esa experiencia gratificante.
Pero la campaña que instaló no paró desde aquel tuit en el que pedía colaboración para iniciar la entrega de platos de comidas en los hospitales. La movilización fue tan grande que ni él esperaba lograr una red de más de 1.000 voluntarios que lograron entregar más de 300.000 platos de comida en 6 meses.
Mientras la pandemia agudizaba los números de contagios, la necesidad de hacer algo no se frenó, lo que impulsó que esta red voluntaria no pare, según expresó Nacho. Recordó incluso en un momento dado que llevar tanta responsabilidad sobre la espalda a tan corta edad le parecía demasiado, y pensó en varias oportunidades en dejar de lado todo y descansar.
Pero la adrenalina y las emociones que se generaban en los hospitales fueron sus pilares para seguir al frente, además de contar con la ayuda de su familia, su madre Mónica Masulli y Víctor Acuña, pareja de la misma. Con ellos logró gestionar y organizar logísticamente todos los recursos que conseguía.
La voluntad superó las barreras y el Twitter logró convertir al joven Nacho en una insignia durante las fases más duras de la pandemia. Lo que también le valió para que la Junta Municipal quiera distinguirlo con la medalla municipal al mérito Domingo Martínez de Irala y también a su familia.