Señalan que analgésicos o los antiinflamatorios no esteroideos de venta libre como el ibuprofeno, ketorolac, diclofenac, pueden generar afectación renal.

La Dra. Carolina Vázquez, nefróloga del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA, habló sobre el cuidado de los riñones, la automedicación y la vacunación contra el COVID-19 en pacientes renales. Aseguró que se debe tener cuidado con la ingesta de analgésicos y antiinflamatorios de venta libre puesto que la automedicación con estos puede generar daño en los riñones a corto o largo plazo.

Recordó que como siempre insisten, no hay que automedicarse. “El consumo de los analgésicos o los antiinflamatorios no esteroideos de venta libre como el ibuprofeno, ketorolac, diclofenac debe ser limitado. Sabemos que el medio de venta es libre, no controlado. Pero cuando estas medicaciones son indicadas por un profesional por cierto periodo de tiempo y el paciente no tiene afectación renal, no tendría por qué dar problemas, pero un consumo sostenido de estos analgésicos puede llegar a desarrollar problemas renales, y en aquellos pacientes que ya tienen un problema renal, pueden empeorar el cuadro, hay que tener muy en cuenta en eso”, remarcó.

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Consideraciones para épocas frías

Sobre el cuidado de los riñones en general, la especialista advirtió sobre el consumo de agua que tiende a disminuir en épocas frías.

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“En invierno puede que sudemos un poco menos, que eliminemos un poco menos líquido, pero el consumo de agua debe mantenerse igual a épocas de calor. Lo recomendable en invierno es que se mantenga un consumo de líquido entre 1,5 litros a 2 litros de agua por día y aquellas personas que tengan antecedentes de litiasis renal, es decir calculo o piedra deben consumir igual entre 1,5 litros a 2 litros de agua al día para evitar la formación de nuevos cálculos”, enfatizó la profesional.

En cuanto al consumo de alcohol y tabaco, Vázquez explicó que el consumo de alcohol tiene que ser limitado en todos los casos. “El alto contenido en alcohol que se mantenga permanente en sangre puede llevar a una deshidratación. El consumo en exceso de alcohol nunca es bueno. Sobre los fumadores, por lo general se busca fumar con más constancia en invierno y el tabaco tiene, así como en otros órganos, un alto nivel de afectación, entonces evitar el tabaco en lo posible”, afirmó.

En invierno, un gran aliado para el cuidado de los riñones es hacer ejercicios regularmente, por lo menos 30 minutos al día, cinco veces por semana. “Eso sería lo mínimo, acorde a las patologías que uno tiene debe consultar al médico cuáles son los tipos de actividades físicas recomendadas para cada persona”, sostuvo la nefróloga.

En invierno el consumo de agua debe mantenerse igual a épocas de calor. Lo recomendable es que se mantenga un consumo de líquido entre 1,5 litros a 2 litros de agua por día. Foto: Gentileza.

Alimentos con bajo contenido de sal, bajo en hidrato de carbonos, siempre es lo ideal. “Hacer una alimentación sana, rica en frutas y verduras y evitar alimentos que aportan muchas calorías y que no son sanos, sobre todo para pacientes con enfermedades renales y que sean hipertenso, diabéticos o con cardiopatías”, apuntó.

Vacunas y pacientes renales

En cuanto a las consultas recibidas en el departamento de Nefrología sobre los pacientes renales y la vacuna contra el COVID-19, aseguró que es necesario aclarar que no hay contraindicación para la vacunación contra el coronavirus en pacientes renales.

“Al contrario, son una población muy susceptible y el riesgo de padecer eventos adversos por una vacunación es menor que un riesgo de padecer COVID en este momento. Nosotros alentamos a la población renal a que se vacunen. Los pacientes que se dializan pueden recibir la vacuna contra el COVID, no hay contra indicación”, expresó la especialista.

Sobre la vacuna de la influenza y el periodo de espera entre una vacuna y otra, la nefróloga manifestó que 15 días después de haber recibido la vacuna contra la influenza, una persona puede recibir la vacuna del COVID. Y si uno se vacunó primero para el COVID, entonces se espera la segunda dosis y luego otros 15 días para la vacuna de la influenza.

“Una excepción sería la vacuna de la AstraZeneca que como el periodo entre la primera y la segunda aplicación es prolongado, entonces 3 semanas después de la primera dosis de la AstraZeneca ya podría recibir la vacuna para la influenza”, manifestó.

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Vacunación en trasplantados

La nefróloga dijo con relación a los pacientes trasplantados renales que también son aptos para recibir la vacuna. “No hay contra indicación actual si bien no hay estudios realizados en pacientes trasplantados también consideramos que el riesgo de padecer COVID es mayor en este momento que el riesgo de presentar un evento adverso. Sí recomendamos comentarlo siempre con el nefrólogo tratante porque sabemos que los pacientes trasplantados a veces tienen situaciones especiales y cada persona es un mundo aparte, siempre es bueno comunicar al médico tratante que se va vacunar”, mencionó.

Vázquez puntualizó que en todos los casos, el riesgo de padecer COVID-19 es mayor en este momento que el riesgo de presentar un evento adverso por la vacuna.

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