Ante la inminente llegada de la festividad mariana más importante de todo el país, el de la Virgen de Caacupé, las autoridades nacionales se vieron obligadas a crear una serie de normativas que deberían ser aplicadas por todos los visitantes que ingresan a la capital religiosa.
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Al igual que las nuevas medidas creadas por la pandemia,también fueron impuestas otras reglas: todos los menores de 12 años, adultos mayores de 60 años, las mujeres embarazadas y todas aquellas personas que cuenten con una patología de base o enfermedad crónica, forman parte del grupo de riesgo, por lo tanto, deberían evitar trasladarse hasta Caacupé. También se pide evitar las aglomeraciones en la explanada y del control de esto se encargará la Policía Nacional.
El obispo de la diócesis, monseñor Ricardo Valenzuela, instó a todos los feligreses a vivir las celebraciones de manera virtual, desde sus hogares. Aseguró que por este año, todas las promesas a la Virgen están pagadas. Todo esto para evitar la propagación masiva del virus.
Pero al parecer las indicaciones no han sido suficientes, pues a diario se ven a cientos de personas que peregrinan hacia la Villa Serrana, y los fines de semana, pese a las medidas restrictivas, la caravana no tiene fin. Por eso consultamos con los lectores: A pesar de las recomendaciones, peregrinos en edad de riesgo siguen yendo a Caacupé. ¿Qué medidas habría que tomar? El 47% cree que es necesario “Restringir el acceso a la ciudad”, el 39% señaló que “Ninguna, cada uno es responsable de su salud” y el 15% indicó que se deben “Establecer multas económicas”.
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Además de las autoridades sanitarias, el Ministerio de la Niñez instó a través de los medios de comunicación a cuidar a los niños de la exposición de las altas temperaturas, además de evitar otros tipos de incidentes.
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En Caacupé invitan a recuperar a la familia, que es atacada por el poder político e ideológico
Tras dos años de encierro y con menos peregrinos comparados con anteriores a la pandemia, la basílica de Caacupé celebró de manera multitudinaria este año la festividad de la Inmaculada Concepción de María, que es celebrada cada 8 de diciembre. Aunque se notó menos presencia de peregrinos, estos llegaron con la fe y la devoción intacta para honrar su promesa a la Virgen.
El tema de la celebración de la misa de esta fecha es “La Virgen María convoca a los laicos para encarar la palabra”, y fue oficiada por el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela. “La Virgen se preparó para recibirles”, dijo monseñor Valenzuela, al iniciar el sermón y pidió aplausos a toda la concurrencia. Se refirió al tema y dijo que eso significa que “encarar la palabra” significa que se las debe poner en práctica.
Monseñor Valenzuela pidió no solo escuchar la palabra, sino además, practicarla, “que estemos unidos, encontrando a Cristo y a la Iglesia, teniendo siempre presente la palabra de Cristo”. Indicó que eso significa en la comunidad llevar la carga del otro, ayudarse mutuamente, ya sean entre religiosos o como laicos, para que haya comunión y se pueda compartir.
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Monseñor Valenzuela basó su mensaje en la familia, de la que dijo que está herida, fracturada y es atacada tanto por el poder político como por ideologías. “Es cierto que desde fuera están atacando a la familia como institución básica, con el poder político, con el poder financiero, con las ideologías”, lamentó.
Al iniciar el sermón dijo que la primera parte en que se debe formar la comunidad es la parroquia e invitó, así como el papa Francisco, a una iglesia de salida, a una iglesia que llegue a los que más necesitan. “La Iglesia ofrece la palabra de Dios e invita a los laicos a salir a las calles, llegar a los límites de la ciudad, a los que sufren, sin juzgarlos, sino acompañarlos”, dijo.
Recordó que en los próximos años se recordarán fechas importantes como los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe y los 2000 años de la resurrección de Cristo, para lo cual se estará preparando mediante sínodos. Indicó que mediante la escucha se estará buscando una nueva forma de llegar a la gente.
Al hablar del sínodo se refirió a la importancia de la familia, dijo que es la base de todo. Seguidamente, dijo que la familia paraguaya tiene un problema antropológico y se puede volcar en la moral lo “que no entendemos que somos nosotros”. En ese sentido, dijo que se debe redescubrir quiénes somos para dar desde allí muestras de esa dignidad a través de los valores, mirarse por dentro, “revisar su realidad, sus valores y sus límites, sin miedo, porque el miedo paraliza y no nos permite avanzar en el camino”.
“La pérdida del sentido ético y del bien común, los distintos ámbitos de corrupción aún imperantes, la dinámica de la droga y su tráfico, las situaciones de extrema necesidad de los campesinos y obreros, los atentados contra la vida de tantas personas inocentes e indefensas, claman por la liberación integral del hombre paraguayo”, indicó en su homilía.
Agregó que debemos redoblar el llamado para asumir posturas para erradicar esos males, ser valientes para asumir que esa institución fundamental de la sociedad y del Estado que es la familia está fracturada y se debe revisar los valores y los límites, que además, no tiene raíces profundas de fe y golpeados en los valores.
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“La familia está fracturada porque tenemos volteados nuestros valores y prioridades… Es cierto que Dios quiere que sus hijos vivan bien, pero ese vivir bien no se puede medir solo desde lo material, también requiere desarrollarnos como personas, como comunidad, en la dimensión espiritual y social”, aseguró.
Aseguró que hoy la familia se pierde en el modelo materialista que se tiene y está fracturada, está herida porque no inculcamos a nuestros hijos el amor de Dios, huimos a las palabras sencillas y la austeridad, “porque criamos a los hijos orgullosos y soberbios y les robamos la capacidad de aceptar la frustración. Le creemos más a las promesas del mundo que a Dios.
“La familia está herida porque no inculcamos a nuestros hijos el amor a Dios y al prójimo, porque no aceptamos que nuestros hijos sean personas con defectos y necesitados de corrección. Porque no toleramos que se les llame la atención, y nos comportamos como fieras cuando alguien los llama al orden. (...) creemos que tenemos el derecho de ser servidos, pero no nos gusta servir. Porque criamos hijos orgullosos y soberbios al haberles puesto el mundo en bandeja y les robamos la capacidad de aceptar la frustración y la dificultad”, aseveró el religioso.
En otro momento, dijo que ya no sabemos hablar sin herir al otro y vemos a los hijos como mera voluntad y no como un don precioso, porque se ha sacado a Dios de los corazones, normalizamos la infidelidad, humillamos a los demás, por lo que aseguró que es tiempo de reconocer nuestros errores y dar lo mejor de nosotros mismos, no juzgar por la apariencia.
“La familia está herida porque no sabemos perdonar, le creemos más a la enseñanza del mundo que a las promesas de Dios que ha creado todo con orden y belleza. Y al perder la armonía con el creador se nos pierde la capacidad de perdonar, ya no sabemos hablar sin herir al otro, porque le pedimos a los nuestros una perfección que no tenemos. Porque caímos en la trampa de considerar el matrimonio algo desechable y a los hijos como frutos de nuestra mera voluntad, no como dones preciosos de Dios. La familia está herida, porque sacamos a Dios de nuestro corazón, porque relativizamos la verdad, porque nunca hay tiempo para orar, porque aceptamos y normalizamos la infidelidad, el maltrato verbal y físico, porque humillamos a nuestra esposa o esposo delante de nuestros hijos o nuestros amigos. Porque guardamos silencio ante el pecado y la maldad”, lamentó el religioso.
Asimismo, instó a ser mejores familias, a reflexionar sobre qué significa ser familia, reconociendo humildemente los errores, a dar lo mejor de nosotros mismos, dedicarles tiempo a nuestros hijos, decirles “aquí estoy”, de enseñarles más que con palabras con obras, que aunque la vida sea dura, siempre podrán contar con nuestra ayuda, indicó.
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“Si nosotros fortalecemos a diario nuestro hogar y le pedimos a Dios que sane nuestras heridas familiares, y buscamos la reconciliación, volveremos a fortalecernos como paraguayos y no podrán con nuestra nación, no podrán destruir la obra de Dios en nuestra familia”, manifestó. Seguidamente, dijo que del futuro depende de la familia; su papel fundamental es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz.
A diferencia de años anteriores, si bien hubo mucha gente, en esta oportunidad sí se podía caminar tranquilamente entre los peregrinos, cosa que en años anteriores de la pandemia era prácticamente imposible, debido a la gran cantidad de fieles que acudían hasta la basílica.
Una de las razones por la que hubo menos gente puede ser el inicio de una nueva ola de COVID-19, o también que los fieles hayan llegado con antelación hasta la Virgen para dar gracias por los favores, gracias y milagros recibidos.
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Caacupé, un camino marcado por el calor, la perseverancia, el cansancio y la fe
Cuando llega la hora de caminar se buscan los zapatos más cómodos. Para los más pudientes serán los calzados deportivos, mientras que para aquellas personas son menos recursos es la zapatilla, aunque bastante endeble, ayuda a que el caliente pavimento no saque ampollas en la planta de los pies.
Los peregrinos se preparan con cierta antelación. Algunos tienen listo sus equipos de termo de tereré, otros solo llevan agua. Un sombrero, kepis, alguna ropa de mangas largas quizás formen parte del atuendo que se se usará ese día. No es necesario que sea elegante, es preciso que sea cómodo.
Todos los años un importante número de fieles católicos se vuelcan a la capital de la fe, Caacupé. Desde finales de noviembre los promeseros se organizan para cumplir con su cita con la Virgen de los Milagros, la que en algún momento les concedió una gracia o un milagro, escuchando así la súplica de los devotos.
Los que han peregrinado saben que este acto de fe no es meramente una caminata. Aunque se trata de tan solo unos kilómetros desde Ypacarai hasta la basílica, ese andar no siempre es fácil, ya sea por las condiciones climáticas o por el peso mismo de la promesa. La mayoría de los peregrinos van acompañados de familiares, amigos, o compañeros de trabajo. Algunos se aventuran a llevar niños, aunque no está recomendado, así como tampoco está recomendado que vayan los adultos mayores, aunque estos son los más fieles a la hora de cumplir sus promesas.
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Subir el cerro de Caacupé es una de las travesías más difíciles, más en días tan calurosos como estos. Es por eso que se recomienda que el peregrinar se haga de noche o madrugada, pues de día puede pagar una promesa, puede terminar en tragedia. Luego del cerro, los que han caminado desde Ypacarai lamentan que el eucaliptal ya no esté. La larga fila de árboles solía ser un alivio para los peregrinos que podían descansar bajo su sombra para seguir el camino.
Aunque parece que el altar está cada vez más cerca, realmente queda al menos una hora de caminata, el cuerpo empieza a sentir el cansancio, y el andar se vuelve más lento. Al llegar a la zona de las chiperías, muchos recargan fuerzas comiendo algo. En este trayecto el andar se vuelve más lento, pues los pies van pesando un poco más.
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Cuando al fin se llega hasta Descanso del Peregrino, el último kilómetro para llegar hasta la Virgen, aunque parece acelerarse los pasos no se puede andar mucho debido a la cantidad de peregrinos que se aglutinan en esta parte de la ciudad. Llegar a la Plaza Tte. Fariña es un alivio para los peregrinos, pues saben que efectivamente estamos la meta está solo a unos pasos.
Al cumplir la promesa de llegar hasta el altar, muchos van hacia los lugares donde se puede bendecir los objetos de piedad, otros prenden velas, en tanto que los más devotos hacen fila para entrar al camerino de la Virgen y allí tener un encuentro íntimo con la Madre celestial.
Tras participar de la misa, descansar en algún rincón donde se encuentre lugar, comer algo, muchos se dirigen al Tupasy Ycua, para llevar un poco del agua milagrosa. Otros apuntan a distraerse yendo al otro lado, hacia donde está la romería y el mercado, para comer, beber y divertirse tras las horas de caminata.
Pero ir hacia un lado u otro ya no importa, pues el principal objetivo, el de pagar la promesa a la Virgen ya se hizo. Tras esto los promeseros pueden volver tranquilos, livianos a sus casas, pues han dejado el mayor peso a los pies de la Virgen y le han encargado sus pesares, sus penas, angustias y piden para que el año que inicia sea de prosperidad, abundancia, salud y que nuevamente se pueda llegar junto a ella para dar gracias por que ella siempre está allí, como una madre que no olvida de sus hijos.
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De “votá por Marly” a “Fuerza, Carlos”
- Por Aníbal Saucedo Rodas
- Periodista
- docente y político
Por largos años había abandonado el estilo pretendidamente sarcástico a la hora de escribir. No siempre se consigue. Un estilo que fui alternando con el también pretendido análisis de la situación socio-política de ese entonces, en el diario (Última Hora) en el que empecé a garabatear hace más de cuatro décadas. Luego lo transporté clandestinamente al semanario El Pueblo, como Çayetano Cañete, Ada Líber o Macedonio Mancuello, en aquellos tiempos memorables que compartía espacios con el inimitable “Gordo” Benítez (Víctor), Helio Vera, Tito Saucedo y ese caricaturista extraordinario, Walter Direnna (uruguayo, creo), quien eternizó las imágenes del tiranosaurio, mbeju rova, ñandejára taxi, el ínclito don Mario y jagua buldó, entre otros ejemplares de la fauna estronista. Hasta que nos clausuraron. Los amigos y compañeros de La Nación/Nación Media me tentaron para tratar de redescubrir que, a veces, la sátira puede ser rigurosamente seria para describir una trágica realidad.
Aclarando que los músculos ya no son los de antes, probemos: Para una persona que es incapaz de diferenciar doctrinariamente lo público de lo privado es entendible que tampoco sepa distinguir entre gobierno y política partidista. Ni le mencionamos el concepto del Estado, porque tal cosa se encuentra fuera de su órbita lexicográfica. Si, como dicen, la universidad no acorta las orejas, no es menos real que el poder evidencia la ignorancia, las limitaciones y el desconocimiento más básico de lo que hay que hacer en función al cargo que le toca desempeñar. Y no estamos hablando de cualquier cargo, sino de la Presidencia de la República. En su ensalada rusa mental (menú prohibido durante la dictadura), para Mario Abdo Benítez todo es lícito. Incluyendo lo ilícito. Así que, cuando asiste para inaugurar cualquier menudencia, salta por los micrófonos para lanzar imprecaciones e improperios en contra de sus adversarios políticos, en especial en contra del líder del movimiento Honor Colorado, Horacio Cartes. Enamorado de los flashes y enfermo de incontinencia verbal, le espera el mismo destino que un ex presidente de la República, quien durante la llanura a la que envió a su propio partido, abría la heladera y ante el parpadeo de sus luces interiores empezaba a hablar solo. Así decían.
Lo penoso es que Marito cree que todos formamos parte de la legión de idiotas a la que siempre aludía el maestro Umberto Eco, que carecemos de facultades de discernimiento y lectura comprensiva y correcta de los hechos. Que no podemos discriminar entre la falsedad, la mentira y el engaño, por un lado, y la irrefutable certeza de la realidad, por el otro. Porque justamente es el hombre que está bastardeando todas las entidades y organismos del Estado, y aquellos que se consideran fuera del Estado, como Itaipú y Yacyretá, buscando instalar, en desesperados manotazos, la percepción de que su precandidato Arnoldo Wiens tiene chances de ganar, para así “preservar las instituciones republicanas”. Y lo dice, reiteramos, el que las está prostituyendo para la satisfacción de sus consabidas, aunque no confesadas apetencias mundanas. Pero él es un lector empedernido de la Biblia. Y repetidor memorístico de la Palabra de Dios. Es que tiene un buen maestro: uno que fuera pastor y numen creador del acto de sacudir las arcas públicas “a toda máquina”.
Las afirmaciones precisan de ejemplos. O de pruebas. Siempre hemos tratado de cumplir con ese cometido. Días atrás, el presidente de la República grabó un vídeo donde informa sobre “buenas noticia (sic) para el departamento de Misiones. Otro compromiso que estamos cumpliendo con el departamento: la ruta del progreso que va de San Juan (Misiones) hasta el cruce Yvyraty (la vieja ruta cuarta). Hoy se abrieron los sobres. Son tres lotes y dentro de poco vamos a estar adjudicando esta obra para el desarrollo de mi querido departamento de Misiones”. Hasta ahí, una legítima propaganda gubernamental. Aunque sospechamos fuertemente, porque ya se hizo hábito que así sea, que el asfalto a ser utilizado para dicha ruta será proveído por la empresa Aldia SA, propiedad del mandatario. Empresa a la que hizo crecer aceleradamente el que fuera ministro de Obras Públicas y Comunicaciones Arnoldo Wiens, cuya marca indeleble de su desastrosa y desprolija gestión quedará perpetuada en la “pasarela de la vergüenza”. Pero vayamos ahora a la otra parte. A la propaganda oficial, añadió, sin ningún corte comercial, la propaganda partidaria: “Fuerza, Carlos (Arrechea, actual gobernador y candidato a diputado), fuerza Richard (Ramírez, actual concejal municipal y candidato a gobernador), lista 3 (y muestra los tres dedos al estilo olimpista), el 18 de diciembre para seguir trabajando por nuestro querido Paraguay”. Naturalmente, no querrá dejar su “trabajo” de seguir facturando a costa del Estado, mientras cada vez más familias descienden hacia los niveles de la pobreza extrema.
Pero Marito es así. Siempre fue así. Y por una “simple” investidura presidencial no va a cambiar su forma de ser. A lo sumo, puede empeorar. Aunque es bien conocido el refrán de que “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece”, sinceramente, creo que no nos merecemos a este nefasto personaje que agrandó los bolsones de pobreza mientras se incrementaba su riqueza patrimonial y la de sus obsecuentes esbirros. Nunca entendió ni su papel como senador de la República ni como precandidato presidencial. No tuvo problemas en grabar aquel otro muy recordado video: “Apreciados amigos, les pido que les apoyemos a Marly para que llegue a la final de ‘Baila Conmigo Paraguay’. Marquemos 44424, Marly, para llevar a nuestra querida amiga a la final del ‘Baila Conmigo’”. La alusión a la tal Marly solo es circunstancial. Pudo ser Zunilda, Desirée o Silvana. El punto es en qué gastaba su tiempo un parlamentario que nunca legisló. ¿Algo más que agregar? No quedan palabras, su señoría.
Pero Marito es así. Siempre fue así. Y por una “simple” investidura presidencial no va a cambiar su forma de ser. A lo sumo, puede empeorar.
Lo penoso es que Marito cree que todos formamos parte de la legión de idiotas a la que siempre aludía el maestro Umberto Eco, que carecemos de facultades de discernimiento y lectura comprensiva y correcta de los hechos.
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Estados Unidos vota en medio de un descontento por la economía
- Por Sara Valenzuela
- sara.valenzuela@nacionmedia.com
Hoy martes se llevarán a cabo las elecciones de mitad de período en los Estados Unidos, donde se decidirá el control del Congreso y los gobiernos de varios estados; hasta el momento los republicanos esperan una victoria indiscutible, mientas que los demócratas tratarán de defender su escasa y frágil mayoría en el Congreso.
Estas elecciones se desarrollan en medio del descontento general en torno a la economía, la delincuencia y el liderazgo del presidente Joe Biden, según expresan las encuestas llevadas a cabo. El consultor político norteamericano Roberto Izurieta, en conversación con La Nación/ NaciónMedia, mencionó que uno de los factores más fuertes al menos para los demócratas es el factor Trump.
“La Cámara Baja es mucho más diversa y, por lo tanto, muy difícil de predecir qué pasará, pero el gran juego político está en el Senado, en el 30% de sillas (escaños) que están para las elecciones, los demócratas tienen más sillas que defender, esto va a ser más difícil de mantener para la frágil o pequeña mayoría que tienen”, destacó Roberto Izurieta.
Dentro de su análisis, Roberto Izurieta destacó la fuerte historia democrática con la que cuenta los Estados Unidos con partidos sólidos y procesos electorales que permiten un amplio debate. “Las elecciones de este martes son de muchos niveles, Senado, Congreso, gobernaciones, algunas medidas de propuestas de ley, yo pienso que son sumamente interesantes e impor tantes porque tiene por sobre todo una elección en el Senado con solamente más o menos un 30% y tiene ese 100% de la Cámara Baja”, remarcó.
Por otro lado, el analista político indicó que las encuestas revelan que la gente siente y piensa, y en primer lugar se encuentra el factor Trump, que sigue siendo algo muy importante, sobre todo dentro del Partido Republicano. “Trump en su gobierno y en su política es una definición, más de personalidad de Trump de lo que significaban aquellos principios republicanos; esta es la vieja división entre republicanos y demócratas”, manifestó.
Dentro de las encuestas también se encuentra otro punto bastante relevante que es motivo de queja de los norteamericanos: la inflación.
“Lo irónico es que la inflación como la estamos viviendo en el mundo no tiene tanta incidencia directa en las acciones legislativas, la inflación si fuera solo en los Estados Unidos podría explicarse por medidas legislativas, pero la inflación en el mundo está ligada a la pandemia y pospandemia”, destacó Izurieta.
Respecto a estas grandes problemáticas, el analista político resalta que prácticamente es nula la injerencia que podría tener el Congreso, ya que son problemas externos que no solamente afectan a Norteamérica, pero que eso no exime a que la ciudadanía siga exigiendo mejoras al gobierno.