La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, señaló este domingo que están trabajando para una flexibilización de las visitas en las cárceles, que se implementaría en la segunda fase de la cuarentena inteligente.

“Las visitas familiares se pueden pactar con la ausencia de contacto físico, que es el punto clave para evitar el contagio, pero en el caso de las visitas íntimas no, entonces el riesgo es mayor y más complicado”, dijo Pérez en comunicación con Universo 970 AM.

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Sostuvo que hay muchas cuestiones a ser analizadas, como la recomendación del Ministerio de Salud para evitar un contagio del COVID-19 en las penitenciarías, que hasta el momento no registran casos positivos, y la capacidad de los penales, especialmente en lo referente a las estructuras edilicias.

Indicó que por disposición de la cartera sanitaria se deben evitar aglomeraciones y la capacidad de los reclusorios es clave ya que no todos cumplen con los requisitos, como un locutorio, que son los lugares especiales para dialogar porque están preparados exclusivamente.

“Una de las cuestiones que hemos discutido es la necesidad de que la persona que reciba la visita íntima, tenga después que entrar en cuarentena. Eso implica buscar espacios separados de la población en los cuales tengan que estar 14 días”, agregó la ministra.

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Las visitas en las cárceles quedaron suspendidas desde la implementación de la cuarentena obligatoria por el COVID-19, lo que en los últimos días generó una serie de protestas de los reclusos que piden que se activen nuevamente los horarios estipulados para recibir a sus familiares.