• Jorge Zárate
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  • Fotos: Archivo

“Una voz independiente para un nuevo Paraguay”, fue el titular que inauguró este viaje que hoy cumple tres décadas. Nació con la consigna de abordar el país en completo: “Es de todos”, decía su eslogan. Con un edificio funcional, tecnología de punta y un plantel de profesionales que aunó experiencia y juventud, salió a la calle un 25 de mayo de 1995. Cerca de celebrar las 11.000 ediciones, aquí un repaso de su derrotero y las opiniones de periodistas que están y estuvieron a su cargo.

En este itinerario de tres décadas, La Nación transitó junto con la sociedad paraguaya acontecimientos que mar­caron la historia nacional y el sentir colectivo como las sucesivas crisis políticas, el Marzo Paraguayo, el 11-S, la tragedia del Ycuá Bolaños, el Bicentenario, la triste masa­cre de Curuguaty, la visita del papa Francisco, la pan­demia, entre otros hechos.

“La Nación es una voz dife­rente con rigor y sentido crí­tico. La Nación expone una perspectiva noticiosa y de análisis consistente. Lo ha sido desde el primer día”, apunta Richard Moreira, gerente periodístico de Nación Media.

“Obviamente, como cual­quier medio de comuni­cación, defiende una línea editorial y se posiciona respaldando fundamen­tos como la vida o la fami­lia; patrocina valores como la democracia, la libertad en general (de prensa, de expresión, de creencia) o de la justicia social. En ese sentido, es un medio cohe­rente con todo lo que ha venido pergeñando durante 30 años”, indica.

“Desde que nació como una voz independiente ha ofrecido y ofrece equili­brio, profundidad, fiabili­dad, es decir, una forma de ver y entender al Paraguay”, refuerza.

Richard Moreira, gerente periodístico de Nación Media

–Te incorporaste a LN apenas arrancaba y hoy te toca conducir sus des­tinos. ¿Qué sensaciones te deja?, ¿cuál te parece debe ser el rumbo de un medio ya afianzado en el país?

–Ahora la responsabili­dad es mayor, puesto que la gerencia periodística abarca los demás medios de Nación Media. En par­ticular, en La Nación, al igual que hace 30 años, existe el respaldo de un equipo humano muy pro­fesional, que no solo pone el talento diario, sino que se fue adaptando a los nue­vos tiempos de esta profe­sión. Es en ese equipo que recae la responsabilidad colectiva y ese respaldo rinde sus frutos cada día. En lo que atañe a la trayec­toria del medio, no cabe duda de que tres décadas ininterrumpidas de labor, de constituirse en una voz diferente –con rigor y sen­tido crítico–, representa un enorme capital. Ese rumbo, que hoy se expresa a través de diversas plata­formas, no pierde de vista sus valores originales: la búsqueda de la verdad y atestiguar los hechos de la manera más fiel posible.

FIDELIDAD

–LN fue una voz central en esta era democrática. ¿Qué pensás que carac­terizó al diario en estos 30 años?

–Más allá de tener una voz propia, era más bien una voz independiente. Si vale la expresión, una “tercera vía” informativa en un ámbito que era bastante competitivo, pues el obje­tivo era llegar a la fuente de información y ofre­cerla lo más fiel posible. Y creo que esa ha sido su principal característica, ceñirse a la fidelidad de los hechos, evitando caer en discursos y opiniones tendenciosas.

–Fueron años con turbu­lencias políticas, econó­micas, sociales. ¿Cómo ves hoy el cuadro de situa­ción y qué rol te parece juega la prensa en el pre­sente nacional?

–Es verdad. En las últimas tres décadas el diario fue testigo de hechos de enorme trascendencia en una etapa difícil y compleja: la tran­sición democrática. Fue testigo del asesinato de un vicepresidente, el Marzo Paraguayo, la intentona golpista de 2000, el histó­rico triunfo electoral de la oposición, la visita del primer papa latinoameri­cano o una pandemia que

dejó mucho luto y dolor en el mundo. En todos estos acontecimientos, La Nación ha mostrado su voz y su visión, reflejando cómo se produjeron y qué represen­taban estos eventos para la ciudadanía.

DISCERNIMIENTO

–¿Qué te parece que ha cambiado del oficio y qué permanece?

–Creo que en esencia esa función o ese papel de la prensa no ha cambiado. Por­que la prensa, los medios en general, deben constituirse en un ancla de credibi­lidad y de contexto, en medio del ruido de las redes socia­les, que muchas veces es inme­diatez, pero también es “ruido”. Hoy esa tarea de di scerni ­miento, de análisis o de profun­didad se vuelve esencial atendiendo a la gran cantidad de des­información existente; es decir, asume también como un filtro, un cedazo para ofrecer calidad.

–¿Cómo ves a futuro el rol de los periódicos?, ¿se dificulta establecer agendas en tiempos de dispersión informativa alentada por las redes?

–En cierta medida el aluvión de contenidos es un desafío, pero también una ventaja. En tiempos de necesidad o de urgencia informativa, los consumidores vuelven su mirada a los medios creí­bles. Una marca tradicional (identificada con noticias, con datos veraces) siem­pre tendrá ventaja sobre los nuevos sitios. Aunque hoy la forma de consumir noti­cias ha mutado (la audien­cia apela a noticias más concisas e inmediatas), el reto pasa no solo en hacer frente a las redes sociales que fragmentan o dispersan la agenda, sino en ofrecer algo distinto. En muchos casos, las plataformas solo bus­can captar la atención de la audiencia con noticias super­ficiales y es allí donde medios que fueron evolucionando su oferta deben reforzar lo que les distingue, su valor dife­rencial. Aquí la clave sería armonizar lo inmediato con la hondura del análisis, priorizando el periodismo de calidad sobre el click fácil. No es rivalizar o prescindir de las redes sociales, que son una vía fantástica (y necesa­ria) de divulgación, sino que se conviertan en un comple­mento, en un aliado.

Un punto de inflexión en el periodismo nacional

La aparición del diario La Nación marcó uno de los puntos de inflexión en la historia del periodismo moderno paraguayo.

Era ese un año de los primeros de la era de transición democrática que trajo la caída de la dictadura stronista en 1989. Entre euforia y cautela, paso a paso se auscultaba qué tan reales eran las libertades que el fin de las más de tres décadas de autocracia extrema podría otorgar a la sociedad paraguaya.

En ese ámbito, el grupo empresarial liderado por Osvaldo Domínguez Dibb decidió ingre­sar al mundo de la prensa.

Fue contratado un equipo editorial de pri­mer nivel de Buenos Aires, encabezado por Marcos Cytrynblum y Rubén Tizziani, figuras señeras del periodismo argentino, quienes introdujeron una nueva manera de buscar, obtener, redactar, editar y publicar las noti­cias, acompañadas de un diseño de alto y ela­borado impacto visual, con una cuidada edi­ción fotográfica e infográfica.

La Nación innovó en el periodismo paraguayo con tal impacto que creó una escuela de perio­dismo que influyó fuertemente en los demás medios escritos. A lo largo de los años los profesionales formados en su redacción eran requeridos por los diarios de la competencia, trasladando de esa manera ese estilo nuevo de hacer periodismo que introdujo La Nación.

Miguel Ortiz, exjefe de Redacción de La Nación

La fuerte inversión que fue efectuada incluyó unos niveles salariales impensados para el ambiente periodístico de entonces, influ­yendo de manera directa e indirecta en la recategorización de los ingresos de los profe­sionales del sector.

El primer plantel de redacción reclutado por La Nación se formó con una pensada mixtura de periodistas con experiencia, jóvenes que despuntaban en la profesión y novatos que cursaban los últimos años de la carrera de Comunicación en las por entonces dos facul­tades de periodismo del país.

En aquel momento, La Nación exploró, bajo la dirección de Alejandro Domínguez Wil­son-Smith, varios conceptos y visiones perio­dísticas, junto con la radio La 970, que tam­bién está de aniversario este 25 de mayo, acompañando a la sociedad paraguaya en los intrincados momentos de su transición democrática.

Esta búsqueda ciudadana de la libertad más amplia posible sigue siendo parte del día a día de los que habitan esta tierra paraguaya. La Nación, desde hace ya tres décadas, acom­pañó y acompaña este proceso.

Tiene el mérito de haberse mantenido fiel a su camino

Si se busca una característica que atraviese los 30 años, imagino que tiene que ver con la búsqueda de su propio espacio, porque no le tocó comen­zar siendo líder del mercado ni algo parecido. Tuvo que bregar, luchar por encontrar su audiencia, por encontrar su voz, por encontrar su espacio, por construirlo y ese es un empeño en el que estuvi­mos todos los que en algún momento pasamos por La Nación.

Ese fue el empeño, encontrar un espacio den­tro del gran debate nacional para nuestro diario. Hubo ahí un esfuerzo constante de sus periodistas y de todos sus trabajadores por hallar un diferen­cial, por construir un diario distinto, que no emu­lara a los demás diarios o “ganarles” en su campo.

Ricardo Benítez, exjefe de Redacción

El diario nació en un momento de consolidación de la democracia. Se vivía un ambiente de intenso debate, muy plural, muy diverso en torno a las pro­blemáticas políticas, sociales y económicas. Luego de un largo período en que la libre opinión o el intercambio de ideas estaba restringido, La Nación vino a sumarse al debate en un momento en que se abrieron las compuertas a las opiniones, a las ideas, en un ambiente yo diría muy fértil, muy inte­resante, un tiempo en el que había mucha espe­ranza, mucho optimismo.

Habían emergido en esos años con mucha fuerza todos los conflictos sociales que habían estado soterrados u ocultos bajo la dictadura.

El diario experimentó muchos cambios, como todos los medios de prensa y la sociedad en gene­ral. Pasó de ser un diario generalista, quizás con énfasis en lo político, a ser un diario con énfasis en los negocios, en la actividad del sector privado y desde hace unos años recuperó la senda de plan­tearse como un diario nuevamente generalista.

Nuestro trabajo cotidiano siempre fue buscar entre todos construir un diario diferente. Uno que no fuera el espejo de los demás diarios, sino un esfuerzo colectivo que ofrezca una perspectiva singular con relación a la situación del país y sus posibles soluciones.

“La fundación de un oasis”

El exdirector general periodístico de Nación Media Augusto dos Santos señaló que el diario La Nación fue un emprendi­miento que llegó a constituirse en “cuna y escuela” de una generación de periodis­tas que han vivido el ejercicio de la tarea periodística desde sus inicios sobre la calle Zavala Cue, en la ciudad de Fer­nando de la Mora.

Dos Santos realizó un homenaje especial recordando a todos los compañeros que han dejado una marca muy fuerte entre todos los que pasaron y continúan colaborando en este medio.

“Quiero hacer un homenaje a todos los compañeros que ya no están, fundamentalmente en la memoria de Marycruz Najle, que nos dejó hace muy poco tiempo; y en ella recordar a todos los que ya no están”, expresó.

Augusto dos Santos, exdirector general periodístico de LN

Dos Santos resaltó que una de las mayores satisfacciones que ha tenido como directivo en el tiempo que le tocó estar en el conglomerado de medios y, en especial, en La Nación, fue la fundación de los especiales cul­turales de los fines de semana.

“Ha sido la fundación de un oasis, donde abreva cada domingo lo mejor de la cultura y de las personas que bus­can la cultura y el arte, como es El Gran Domingo. Desde toda esa experiencia, quiero expresar mis saludos, mi abrazo, las sinceras congratulaciones al diario La Nación y fundamentalmente a las personas que hacen el Gran Diario del Domingo”, indicó.

IN MEMORIAM

VICENTE PÁEZ

Se fue en octubre de 2016

Defendió siempre la verdad y la ética en el oficio de prensa y su pluma no se torció ante dádivas ni amenazas, prácticas tan corrientes en estos tiempos veloces y fugaces. Honesto en sus relatos, prefirió siempre contar historias de la gente común, de sus luchas y dignidades, antes que la entrevista pasajera a protagonistas de moda.

Fue parte del staff periodístico de La Nación desde sus inicios y tuvo a su cargo el Suplemento Pymes, donde escribió asiduamente. Hombre de vida austera, casi franciscana, no dudaba un segundo en compartir sus pocas posesiones con la gente humilde, con quien él se sentía más cómodo, más identificado.

MARIO RUBÉN VELÁZQUEZ

Se fue en junio de 2021

Periodista de raza, en La Nación exhibió su calidad de entrevistador, la capacidad de llegar al centro de la intención de hombres de peso y silencio.

El rock era su forma de vida. Por eso se recordará siempre su última serie de reportajes sobre el género en el país publicados en el Gran Domingo de este diario. Allí contó historias de los solistas y agru­paciones en el difícil nacimiento del rock paraguayo en plena dictadura stronista. Vale decir que muchas fueron jornadas que acompañó personalmente con el coraje de aquella cofradía que supo poner en valor.

ANTONIO LÓPEZ

Se fue en julio de 2017

Hizo redacción, fue columnista y hasta incursionó como reportero grá­fico. En La Nación se destacó en las secciones Judiciales, País y Política. Hombre de trayectoria en los medios escritos pasó por las redaccio­nes de Hoy (donde fue fotógrafo), El Día (como editor), Noticias y Cró­nica.

Era un tipo leal, de buenos sentimientos, honesto, bromista, con el corazón olimpista rayado de blanco y negro, como su amor eterno, la prensa escrita. De opiniones firmes, Antonio no temía sentar postura. “Enviar al cuartel a un joven para ‘enderezarlo’ es un error que cometen solo quienes no se preocupan por los jóvenes y su educa­ción”, escribió en contra del intento de reinstalación del servicio militar obligatorio.

MARYCRUZ NAJLE

Se fue en noviembre de 2023

Profesionalidad, don de gente, empatía, estilo, risas compartidas la destacaron en vida. María Isabel Najle de Alé decían sus documen­tos, pero era, para todos, Marycruz, a secas. Era una gran compañera y tenía un gigantesco oficio construido en el trabajo.

Señora periodista, fue editora de alma, podía diseñar una publi­cación que después se esforzaba en concretar con inteligencia y persuasión. Escritora, fue “El olor del mundo”, su libro de cuentos de 2018, el que le permitió mostrar al mundo su fina literatura, su profunda exploración en el dolor, en los vaivenes que hacen a la humanidad.

Figuras de la comunicación, la cultura y el mundo empresarial brindan sus saludos y visión en este trigésimo aniversario

CARLOS MARTINI

Presentador de noticias de Canal Trece

“Le digo a La Nación, desde el corazón, desde el alma o algún rincón emocional, donde tuve una experiencia muy buena (...); ya estoy viejo, no me pre­gunten la edad; habrá sido allá por el 2005. Fue de lo mejor que me pudo pasar, porque a partir de esa colaboración cultural me decidí a escribir mi primera novela y así nació ‘Dónde está mi primavera’. Chicos y chicas de La Nación, un beso".

JUAN CARLOS MANEGLIA

Director de cine

“¡Feliz cumple, diario La Nación! En verdad muchísi­mas gracias por apoyarnos en estos 30 años al cine, a los audiovisuales paraguayos. Gracias porque a través de ustedes llegamos a la gente. También gracias por la mirada cons­tructiva que nos permitió crecer. Mucha fuerza y por muchos años más”.

BERNARDO NERI FARINA

Periodista y escritor

“El diario La Nación está entre mis afectos más pro­fundos por todo lo que sig­nifica en la labor cultural. Celebremos esta fecha en homenaje al periodismo, en homenaje a la comunicación y en homenaje al servicio que presta el periodismo al público en general”.

MIGUEL NOTO

Periodista

“En este aniversario quiero saludar especial­mente a quienes fueron mis compañeros en los ini­cios de La Nación y a quie­nes hoy hacen el diario. A ellos, y a todos los que se dedican a la difícil y cada vez más imprescindible vocación de hacer periodismo, de comunicar, de buscar la verdad, los animo a no decaer en ese esfuerzo por construir un Paraguay mejor”.

CARINA DAHER

Empresaria

“Su aporte ha sido esencial para mantener informada a la población, promover la pluralidad de voces y apo­yar con responsabilidad temas fundamentales para el desarrollo del país, como la economía, la industria, la inversión y la innovación. Reconocemos especialmente su apertura para dar visibilidad a sectores estratégicos como el régimen de maquila, y su contribución a instalar debates que fortalecen la institucionalidad y la integra­ción regional”.

ENRIQUE DUARTE

Unión Industrial Paraguaya (UIP)

“Gracias por acompañar los desafíos y logros de quienes apostamos por el trabajo, la inversión, la innovación y un Paraguay que crece con su indus­tria. Que sigan informando con responsabilidad, defen­diendo la libertad de prensa y siendo una voz que refleja el pulso del Paraguay. Muchas felicidades, diario La Nación, y que vengan muchos años más de compromiso con el desarrollo”.

LAURA RODRÍGUEZ

Influencer y abogada

“¡Mis amores!, por este medio quiero hacerles llegar mis más sinceras felicita­ciones al diario La Nación. Gracias por ser un pilar del periodismo local y por man­tenernos informados día a día a todos. Así como por contribuir a que seamos una sociedad más participativa. Muchas felicidades y que sigan los éxitos”.

CRISTÓBAL LÓPEZ

Cardenal hispano-paraguayo

“Felicito a La Nación y a la Radio Universo, y a quienes trabajan en dichos medios, por sus 30 y 26 años de vigencia, respecti­vamente. Al mismo tiempo, los animo a hacer de la comunicación un servicio a la ciudadanía y a la verdad, promoviendo y estimulando el espíritu crítico de las personas. Para ello tenemos que servir a la verdad y no servirnos de la comuni­cación para nuestros intereses particulares, personales o de grupo”.

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