Esta es la vitamina que sirve para ganar fuerza muscular y generalmente se ignora
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Además del fin estético, mantener los músculos en buen estado ofrece numerosos beneficios para la salud. Para lograr este objetivo, una vitamina aún poco apreciada puede ser de gran ayuda: se trata de la vitamina D, un compuesto ideal para ganar fuerza en los músculos.
La pérdida de masa muscular es sinónimo de debilidad, además de ser responsable de acelerar el envejecimiento y favorecer el aumento de peso debido a que el músculo es el tejido metabólicamente más activo. Si se busca fortalecer los músculos, no basta con llevar una dieta sana y hacer ejercicio, también es fundamental mantener los niveles adecuados de vitamina D.
Según un estudio del University College London (UCL) en el Reino Unido, los suplementos de vitamina D reducen el riesgo de la pérdida de fuerza muscular hasta en un 78%. De ahí la importancia de mantener niveles idóneos de vitamina D para conservar la musculatura. Este nutriente actúa directamente en los huesos, los músculos y el sistema nervioso.
La deficiencia o la insuficiencia de vitamina D pueden conducir a la pérdida de la densidad mineral ósea, así como a una reducción de la masa muscular, la fuerza y la función. Por este motivo, su deficiencia causa alteraciones musculares de algún tipo. La exposición al sol, ciertos alimentos en la dieta y algunos suplementos pueden ayudar a obtener este nutriente, aunque estos complementos solo pueden ser indicados por un profesional médico.
Entre los alimentos, los pescados grasos y la yema del huevo se encuentran entre las mejores fuentes naturales de vitamina D. Ciertos lácteos como el queso también contienen cantidades pequeñas de este nutriente.
La vitamina para cuidar la salud intestinal y prevenir problemas en los huesos
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La vitamina D tiene un papel fundamental en la salud debido a que cumple funciones vitales y tiene un fuerte impacto en los huesos y en la digestión. Comúnmente conocida como la “vitamina del sol”, este nutriente se obtiene principalmente al estar en contacto con los rayos solares, pero también está presente en ciertos alimentos: conocé cuáles son.
La vitamina D es una aliada de la salud intestinal y ósea. Este nutriente favorece la absorción de calcio y fósforo en el intestino y su depósito en dientes y huesos. Como resultado, los huesos se hacen más fuertes. Su principal fuente es el sol debido a que la vitamina D se sintetiza por la piel cuando entra en contacto con la luz solar.
Actualmente, dado el poco tiempo que se pasa en ambientes exteriores, puede ser muy común la deficiencia de vitamina D. La condición puede ser descubierta únicamente a través de análisis médicos, por lo que es fundamental realizarse chequeos con frecuencia. Su déficit está asociado con enfermedades inflamatorias intestinales, además de otras condiciones relacionas con los huesos.
Para tratar la falta de esta vitamina en el cuerpo y mejorar sustancialmente el estado de salud, es necesario conocer que existen otras formas de obtenerla que no sean exponerse directamente al sol. Se puede obtener a través de alimentos como la sardina, el salmón, el atún, los aceites de pescado y la yema de huevo.
Aunque en menor cantidad, el queso y los champiñones también proporcionan vitamina D. A la par de los alimentos, este nutriente se puede encontrar en suplementos vitamínicos, que solo puede ser recetados por un profesional médico.
Esta es la importante vitamina que ayuda a combatir los calambres
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Un calambre muscular se da por la tensión repentina e inesperada de uno o más músculos, que puede causar dolor durante unos minutos. Las causas de estos espasmos pueden ser varias, pero entre las más comunes se encuentran la pérdida de líquidos o el esfuerzo excesivo sobre los músculos.
Es importante prestar atención a los calambres debido a que pueden ser un signo de falta de minerales como el calcio. De hecho, la falta de vitamina D está directamente relacionada con la aparición de estos espasmos musculares. Este nutriente colabora con la absorción de calcio, un mineral que se encuentra en todo el cuerpo, y participa en la formación de tejidos óseos como los huesos. De ahí su importancia para prevenir calambres.
La vitamina D actúa además en muchos otros órganos: en el movimiento de los músculos, en los nervios que conectan el cerebro con otras partes del cuerpo y para combatir virus y bacterias del sistema inmunológico, según análisis de la revista científica National Geographic.
La mayor parte de vitamina D que sintetizamos en el organismo es mediante la exposición a la luz solar. La forma más fácil y práctica de obtener este nutriente es a través de la exposición al sol, pero otros alimentos también la contienen. Entre estos, los pescados grasos como el salmón, el atún y la trucha, la yema de huevo y los champiñones, además de la leche, el yogurt y los cereales.
Para determinar si realmente existe un déficit de vitamina D, es importante consultar con un profesional médico, quien solicitará análisis de sangre para determinar dicha falta. Será además el doctor quien deberá recetar si es necesario complementar con suplementos una dieta rica en este nutriente.
Esta vitamina ayuda a ganar fuerza muscular, pero casi no se utiliza
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La pérdida de masa muscular puede ser sinónimo de debilidad, además de favorecer el aumento de peso. Para ganar fuerza en estos tejidos fundamentales del cuerpo, no alcanza con llevar una dieta sana y hacer ejercicio, también es fundamental conservar los niveles adecuados de vitamina D.
Según un estudio del “University College London” (UCL) en Reino Unido, la vitamina D reduce hasta en un 78% el riesgo de “dinapenia” o la pérdida de la producción de fuerza muscular causada por la edad (el paso del tiempo). Por este motivo, además de seguir una dieta saludable con suficiente aporte de proteínas, también es importante conservar los niveles adecuados de este nutriente.
La vitamina D funciona en realidad como una hormona y sus muchas funciones incluyen ayudar a reparar los músculos y liberar calcio para una correcta contracción muscular. La deficiencia o la insuficiencia de este nutriente también puede conducir a la pérdida de la densidad mineral ósea, así como a una reducción de la masa muscular, la fuerza y la función.
El cuerpo solo sintetiza vitamina D cuando se exponen grandes áreas de la piel al sol, por lo que es fundamental comer alimentos ricos en este nutriente como los pescados, la yema de huevo y el queso. También es importante realizar ejercicios de resistencia para mantener la fuerza muscular.
La vitamina D está igualmente disponible en una variedad de suplementos. No obstante, antes de introducirlos a la dieta, siempre es importante el asesoramiento de un profesional médico, quien indicará la necesidad según cada caso.
Cero excusas: con 3 segundos de ejercicios al día se desarrollan los músculos
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Ya sea por falta de tiempo o incluso ánimo, no siempre es posible cumplir a cabalidad con el entrenamiento. Sin embargo, un grupo de científicos son los portavoces de una excelente noticia: con solo tres flexiones por semana mejora la fuerza del brazo; además, este ejercicio puede realizarse en cualquier lugar o momento del día.
Los expertos de la Universidad de Edith Cowan, en Australia, pusieron a prueba una serie de ejercicios en 26 adultos sanos. Los participantes tenían que hacer una rutina mínima de gimnasia durante un mes y ver si esto resultaba ser beneficioso para el cuerpo, de manera a analizar cuánto se podía desarrollar un músculo haciendo repeticiones por pocos segundos.
Cada persona hizo una sola contracción de bíceps durante tres segundos usando el brazo que mejor dominaba. El ejercicio se podía hacer durante 2 o 3 días a la semana, y consistía en recrear el movimiento de subir y bajar lentamente una mancuerna pesada.
Aquellos que solamente hicieron dos repeticiones cada 7 días no vieron ningún cambio, sin embargo el grupo que lo hizo tres veces sí logró demostrar que su fuerza concéntrica creció un 2,9 % mientras que la excéntrica un 3,9 %. Estos porcentajes podrían haber aumentado un 10 % si la frecuencia pasaba a 5 ejercicios semanales.
Aunque se necesita profundizar aún más la investigación para saber si esto puede aplicarse a otros entrenamientos y músculos, los investigadores afirmaron que si las personas no cuentan con 20 a 30 minutos para hacer una rutina, con menos igual se puede marcar una diferencia, ya que también gracias de los mini entrenamientos evitamos la debilidad y la fragilidad en la vejez.