El fármaco se denomina “Ozempic” y es un inyectable que ayuda a adelgazar, también se utiliza para el tratamiento de diabetes tipo 2. Este medicamento disparó una significativa demanda en los países donde se comercializa, en Argentina se autorizó recientemente su uso y en Paraguay está a la venta desde el año pasado.

El doctor Robert Núñez explicó que “Ozempic” es el nombre comercial del medicamento, y su principal activo es la semaglutida, que funciona como un supresor del apetito imitando una hormona intestinal llamada péptido-1, esta se conduce a las áreas del cerebro y regula el apetito y consumo de alimentos.

“Ozempic (semaglutida) actúa estimulando la secreción de insulina y suprime glucagón, el cual aumenta los niveles de glucosa en la sangre. Su función es la de mejorar la sensibilidad del organismo a la insulina y reducir el hambre porque controla la sensación del apetito y la saciedad en el cerebro”, explicó el médico en conversación con el diario La Nación/Nación Media.

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El doctor Robert Núñez desaconseja el uso de este medicamento sin supervisión médica. Foto: AFP

De venta libre en Paraguay

Este fármaco fue aprobado recientemente en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso. Sin embargo, en nuestro país está disponible ya hace un año y se puede adquirir sin prescripción médica, según informó el doctor Núñez.

“Induce al estómago a vaciarse más lentamente, evita que el hígado produzca y libere demasiado azúcar. Los diabéticos tipo 2 se deben inyectar una vez por semana en el muslo, estómago o antebrazo, antes o después de las comidas en cualquier momento del día, y aparentemente ayuda en la obesidad porque mantiene esa sensación de saciedad durante más tiempo reduciendo el apetito”, indicó.

“Puede empeorar las consecuencias de la obesidad”

No obstante, Núñez aclaró que aún no hay aprobación oficial para el tratamiento de la obesidad y puntualizó que el uso incorrecto de este medicamento sin supervisión médica aumenta el riesgo de deshidratación y afecta a los riñones. De hecho, la Agencia Europea del Medicamento menciona que entre los efectos secundarios, se encuentran los problemas en el sistema digestivo, como diarrea, nauseas y vómitos, que van desde menos grave a más severos.

“Los efectos secundarios del uso sin supervisión médica pueden empeorar las consecuencias de la obesidad, y esta es una enfermedad crónica que debe controlarse constantemente. Sin un tratamiento multidisciplinario con ayuda de dieta y ejercicio, la persona puede volver a subir drásticamente y desarrollar otros problemas de salud”, remarcó el profesional y recomendó consultar con un médico clínico o endocrinólogo.

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