Aunque el baño pueda parecer un lugar muy particular para dejar fluir la creatividad, la ciencia confirma que es donde nacen las mejores ideas porque la mente se relaja con el caer del agua. Al bañarnos pueden surgir nuevos sueños y perspectivas que relativizan nuestros problemas y preocupaciones.
La desconexión y una carga placentera son responsables de la inspiración, por eso al bañarnos el cerebro recibe dos buenos regalos para su funcionamiento: un instante de descanso que lo desconecta del entorno y una actividad que provoca su disfrute, según la Universidad de Virginia de los Estados Unidos es el momento perfecto para que la creatividad comience a brotar.
Los expertos confirman que cuando nos estamos bañando y va cayendo el agua por nuestro cuerpo, las conexiones cerebrales trabajan sin presión y de forma automática con base en sus experiencias pasadas y conocimientos adquiridos. De esta manera, van fluyendo las posibles soluciones para resolver ciertos problemas que tenemos como pendiente, de hecho se fundamenta en que las personas a menudo generan ideas más originales durante actividades moderadamente atractivas, como al ducharse o caminar.
¿Qué dice la ciencia?
La explicación de los científicos sobre este efecto en la ducha en cuanto a las ideas creativas es que al bañarse uno logra cierto equilibrio entre el pensamiento lineal y centrado, que limita la originalidad, y las asociaciones aleatorias e ilimitadas, que rara vez son útiles. Es decir, que esta sinergia permite que la mente se divague en un entorno atractivo que impone algunas restricciones al pensamiento.
Te puede interesar: Pépito es el gato negro que se volvió furor en Twitter
En lugar de empecinarse en encontrar constantemente una solución a un problema o buscar desesperadamente inspirarse para desarrollar alguna tarea específica, las investigaciones de los últimos 15 años sugieren que las personas tienen más probabilidades de tener avances creativos cuando realizan una actividad habitual que no requiere de esfuerzo y donde básicamente uno puede estar en piloto automático.
Esto permite a la mente divagarse o participar en la cognición espontánea o en el pensamiento de “flujo de conciencia”, que los expertos creen que ayuda a recuperar recuerdos inusuales y a generar buenas ideas. “La gente siempre se sorprende cuando se da cuenta de que obtiene ideas interesantes y novedosas en momentos inesperados, porque nuestra narrativa cultural nos dice que debemos hacerlo a través del trabajo duro”, señaló Kalina Christoff, neurocientífica cognitiva de la una universidad de Canadá.
Dejanos tu comentario
El Conacyt impulsa la innovación y la creatividad en el Paraguay
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) impulsa la innovación y la creatividad a través del Programa de Innovación en Empresas Paraguayas (Proinnova), que cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta iniciativa contribuye a la mejora de la productividad de la economía paraguaya fomentando el crecimiento de la inversión en investigación aplicada e innovación, y aumentando la cantidad y calidad del capital humano avanzado para la innovación a través de sus dos líneas principales de trabajo: fomento a la innovación y fortalecimiento del capital humano para la innovación.
En el marco del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, Conacyt reafirma su compromiso con el fomento de la innovación en Paraguay a través de programas como el Proinnova, que impulsa la capacidad innovadora de las empresas paraguayas, promoviendo la generación de soluciones innovadoras que aportan al desarrollo económico y social del país.
COLABORACIÓN INTERINSTITUCIONAL
El Conacyt brinda apoyo financiero y técnico a proyectos de investigación aplicada e innovación desarrollados por empresas paraguayas, incentivando la colaboración entre el sector público, el sector privado y las instituciones de investigación.
De esta manera, se busca fortalecer la capacidad innovadora del país y generar un ecosistema propicio para la creatividad y la innovación.
Con un financiamiento de 10 millones de dólares proporcionado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Conacyt logró avances notables en la promoción de la innovación en Paraguay.
Proinnova se centró en mejorar la productividad económica del país, fomentando la inversión en investigación aplicada e innovación, y aumentando la cantidad y calidad del capital humano avanzado en el campo de la innovación.
RESULTADOS
Entre los resultados que se destacan se citan a más de 100 proyectos de innovación en empresas y emprendimientos que lograron potenciarse gracias al Proinnova.
La capacitación especializada es una parte fundamental del programa, con la formación de 400 líderes en innovación a través de 11 programas de formación de gestores de innovación. Además, brindó asistencia técnica a más de 500 empresas y emprendimientos, fortaleciendo servicios tecnológicos y apoyando a incubadoras de empresas en todo el país.
Proinnova también tuvo un impacto significativo en el sector público, capacitando a 115 funcionarios en gestión de la innovación pública y promoviendo la formación de la primera Red de Economía de la Innovación del Paraguay.
Con más de 2.500 personas participando en talleres y actividades de sensibilización, el programa logró despertar el interés y la conciencia sobre la importancia de la innovación en el Paraguay.
IMPORTANCIA DE LA INVERSIÓN EN EL DESARROLLO DEL PAÍS
Julieta Méndez, de la Distribuidora Dianita, explicó que el papel de Conacyt en el fomento de la innovación en el país fue primordial. “En mi ciudad (Coronel Oviedo) se destacan LES Science Lab, de la Dra. Gladys Estigarribia, con el primer laboratorio de biología molecular del interior y actualmente fortaleciendo el laboratorio para control de calidad en alimentos. Por mi parte, coordiné el proyecto de Desarrollo de Alimentos Saludables por medio de un software de inteligencia artificial (Hetere.IA) esperando poder tener los productos en góndolas muy pronto. Esperamos acercarnos más a las industrias con nuestros hallazgos de investigación para generar nuevos productos o procesos”, explicó.
RETOS Y OPORTUNIDADES
Juan de Urraza, CEO de Posibillian Tech, comentó que en el país innovar es desafiante. “Innovar implica experimentar, sobre todo cuando es innovación tecnológica. El tiempo y el costo de esta experimentación no siempre son exitosos, pero tratar de innovar y fallar no es algo malo. Sin embargo, el sector privado muchas veces no puede por sí mismo soportar el alto costo del desarrollo tecnológico, entonces ahí entra el Proinnova del Conacyt, que para el Paraguay son proyectos con un fondeo interesante. Este empuje inicial a nosotros los emprendedores, por ejemplo, nos permite hacer experimentación e implementación tecnológica, ya que por nuestra cuenta no íbamos a poder. Hay que continuar ayudando a proyectos tecnológicos nuevos que puedan ir apareciendo y lograr crear productos potencialmente exitosos y que tengan buenos resultados”, resaltó.
SURGIMIENTO DE NUEVOS SECTORES INDUSTRIALES
Claudia Vargas, de la empresa VEGANTEX, explicó que Paraguay es un país rico en ideas, en donde la mayor parte de la población son emprendedores que buscan la innovación. “El programa Proinnova fue de mucha ayuda para nuestra empresa en proceso de formación, que trata sobre realizar tejido a base de la fibra del mango. Su ejecución hubiese sido imposible sin el programa. La ayuda no fue solamente monetaria, sino que también nos brindaron capacitaciones para mejorar el proceso de formación de la empresa”.
Dejanos tu comentario
El miedo en el cerebro
- POR EL DR. MIGUEL ÁNGEL VELÁZQUEZ
- Dr. Mime
¿Me creerían si les digo que el miedo es fundamental en nuestras vidas? ¿Que sin miedo no habríamos llegado en la evolución hasta donde estamos hoy en día? Podría sonar paradójico, pero sin miedo no seríamos absolutamente nada de lo que somos hoy en día como raza evolucionada. Es una de las emociones que más interés ha suscitado en la comunidad científica. Se considera que es la más primitiva y consustancial al reino animal.
Desde un punto de vista evolutivo, su origen se basa en la preservación de la supervivencia y la protección a través de la anticipación de situaciones de peligro. Lo interesante es que, además, como todas las emociones, el miedo se experimenta a nivel psicológico, neurofisiológico, conductual y cognitivo, aunque nos vamos a centrar en la parte neurofisiológica para comprender cómo funciona ese “software humano” que traemos incorporado de serie. En una investigación reciente se ha demostrado científicamente que la formación de la memoria del miedo asociada a una situación o contexto implica el fortalecimiento de las conexiones entre el hipocampo y la amígdala. Es decir, el área relacionada con la memoria y el núcleo o “torre de control” de las emociones. Esta es una de las bases que fundamenta la ansiedad generada por los Trastornos de Estrés
Postraumáticos o el miedo “irracional” que pueden vivir las personas de cualquier edad, después de situaciones estresantes que no han podido gestionar.
Pero, ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando hay una situación de alarma? ¿Reaccionamos igual ante cualquier situación de miedo? Existen dos vías por las que el cerebro recibe la información de alerta del exterior, una es la vía cortical y otra la subcortical. La vía cortical es más lenta porque tiene que hacer un recorrido mayor. La información llega por los sentidos, pasa por el tálamo, el hipocampo (donde se gestionan los recuerdos), de ahí pasa a la amígdala (que le da contenido emocional a esos recursos), luego al hipocampo (el que pasa al cuerpo la información de las emociones), vuelve al tálamo, de ahí a la corteza cingulada (que decide qué es relevante o prioritario) y finalmente a la corteza (donde ya hay consciencia).
Este recorrido dura unos 400 milisegundos y es la vía “normal” cuando lo que ocurre nuestro cerebro no lo interpreta como una amenaza extrema. Por lo que la persona, sea menor y/o adulta, debe salir de ese “susto” o situación de estrés con sus propios recursos emocionales. Pero hay otra vía, la subcortical, que es la que se activa en situaciones de SOS en el que la información entra por algún sentido, pasa al tálamo, de este al hipocampo y cuando llega a la amígdala, esta interpreta que la situación está alarmante, que hiperreacciona y toda la información pasa directamente a la corteza frontal. Todo ello en cuestión de 70 milisegundos. A esta reacción tan rápida se le llama “secuestro amigdalino” y supone un periodo refractario o de “inacción” en el que la amígdala le va a pedir al hipocampo recuerdos que le confirmen el miedo y bloquea el tálamo, por lo que es muy difícil la capacidad de razonar, no hay ecuanimidad en ese momento.
Un paso más en la complejidad del circuito del miedo y el secuestro emocional es que, como les conté al inicio, la amígdala y el hipocampo (zona de la memoria) están siempre en comunicación, de forma que puede que haya situaciones en las que no veamos una amenaza aparente, pero la persona, tenga la edad que tenga, reaccione como si fuera una amenaza extrema y surja el secuestro. Por ejemplo: gritamos a una persona de forma reactiva porque dijo o hizo algo que nos conecta, de forma consciente o no, con algo muy doloroso o traumático.
Nos quedamos en blanco en un examen y no somos capaces de recuperar la información o razonar. Nos quedamos bloqueados en una conferencia y pensamos que nos vamos a desmayar. Y otro sinfín de situaciones que atienden a expresiones populares como: “Nunca tomes una decisión cuando estés enojado, nunca hagas una promesa cuando estés feliz (Anónimo)”. “Contra la ira, dilación” (Séneca). “Cuando estés molesto cuenta hasta diez antes de hablar. Si estas muy molesto, cuenta hasta cien”.
Precisamente porque la persona está absolutamente “secuestrada”, sus recursos mentales, físicos y emocionales van a estar “al mínimo”. Esto quiere decir que va a necesitar ayuda para que poco a poco vaya recuperando la calma y entender lo que ha pasado. Pero esto solo ocurre si la persona que acompaña es capaz de transmitir seguridad. Puede ocurrir, y de hecho ocurre, que estemos intentando calmar a alguien y que por el hecho de que nosotros mismos estemos muy alterados, angustiados o desconectados de los que ocurre, la persona no sea capaz de sentirnos como un medio para ir poco a poco encontrando la calma. De hecho, si esto en personas adultas es difícil, imaginémonos en niños y niñas o adolescentes cuyo cerebro se está desarrollando, no tienen todavía recursos emocionales o experiencias de vida que les ayude a calmarse. La situación puede ser extrema e incluso traumatizante.
El miedo es complejo pero necesario. El manejo del miedo como emoción es una verdadera llave al éxito. “Aprender a gestionar tus miedos” es más que un cliché, es un verdadero consejo DE LA CABEZA. Nos leemos en una semana.
Dejanos tu comentario
Jennifer Aniston en tu cerebro… y en el mío
- POR EL DR. MIGUEL ÁNGEL VELÁZQUEZ
- Dr. Mime
Quizás todos conozcamos quién es Jennifer Aniston, sobre todo por su papel principal en la multifamosa serie “Friends”, casi de culto entre quienes la veían siempre. Pero probablemente nadie sepa que la actriz tiene su nombre grabado en el cerebro de cada uno de nosotros aunque no la conozcamos. ¿Cómo es eso?
Para entender esto, debemos recurrir a la pericia de un neurocirujano de experiencia para implantar un electrodo al paciente en su mismo cerebro con una exactitud micrométrica. Esto se usa en terapia de la epilepsia, movimientos anormales e incluso lo que se conoce como psicocirugía, es decir, cirugías para corregir comportamientos extremadamente patológicos. Dentro del desarrollo de esta disciplina, se han podido realizar descubrimientos asombrosos. Puesto que los electrodos ya están dentro del cerebro, los científicos aprovechan para investigar cómo funcionan nuestras neuronas y qué hace que se activen.
De esta manera, fue como se descubrió la ‘neurona Jennifer Aniston’ en pacientes a los que se implantaron electrodos dentro del cerebro. El objetivo de investigar de esta manera el funcionamiento cerebral era averiguar si alguna neurona del hipocampo respondía a un estímulo específico, por lo que se empezó a mostrar a los pacientes con los electrodos puestos, las fotos de personajes famosos. Y resultó que una neurona respondía siempre al mismo estímulo: Jennifer Aniston.
No respondía a fotos de otros famosos ni ante otras actrices populares. Solo respondía a fotos de la protagonista de “Friends” y no importaba qué foto de la intérprete fuera; si era ella, la neurona entraba en acción. Conclusión: la neurona responde a la persona, al concepto, y no a detalles específicos de las fotos. El mismo fenómeno sucedía con otras neuronas distintas ante otros estímulos: una respondía solo ante fotos de Halle Berry; otra, ante Julia Roberts; una tercera, con Luke Skywalker… y se activaban con solo enunciar el nombre de ese famoso.
Estas neuronas “de concepto”, que nos permiten abstraer, quedarnos con lo esencial y descartar el resto, son determinantes para generalizar y hacer analogías. Estas neuronas nos permiten desarrollar el sentido común y tener infinidad de maneras posibles de encarar y resolver problemas. Y estas neuronas no se han hallado en otros animales, ni en los grandes primates, a pesar de que su estructura cerebral es muy parecida a la nuestra. Porque aquí entraría otro factor humano: probablemente el desarrollo del lenguaje y estas neuronas de concepto están vinculados.
El lenguaje no solo nos permite comunicarnos y transmitir conocimiento, también refuerza la capacidad de formar conceptos. Las palabras son abstracciones de la realidad. La memoria es otra de las habilidades humanas vinculada a las neuronas de concepto: gracias a ellas podemos fijar los recuerdos. Pero la cuestión que resulta más intrigante –y, a la vez, más sugerente– es por qué los humanos recordamos tan poco. Sobre todo si lo comparamos con una computadora. La respuesta es que el cerebro no busca hacer una reproducción detallada de la realidad, sino que concentra sus recursos en tratar de comprenderla.
Nosotros entendemos lo que pasa, la computadora no. El cerebro almacena poca información porque utiliza la mayoría de sus recursos en tratar de entender. Lo curioso es que a las computadoras les exigimos que almacenen y procesen la información de forma exacta, con precisión. No queremos que la ‘construyan’ y potencialmente se equivoquen, como nos sucede a nosotros cuando, por ejemplo, experimentamos ilusiones visuales o falsas memorias. De hecho, cuando eso ocurre en las máquinas, las consideramos errores, las llamamos “alucinaciones” y nos burlamos de su escasa eficacia.
La neurona Jennifer Aniston permitió descubrir, entonces, que algunas células en el hipocampo y la corteza temporal medial se activaban específicamente cuando veían imágenes de la actriz Jennifer Aniston, pero no cuando veían otras personas o imágenes, sugiriendo que nuestras experiencias y recuerdos están representados en el cerebro a través de la actividad neuronal selectiva. Su importancia radica en que, con su hallazgo y descripción funcional, podemos entender más acerca de determinados funcionamientos cerebrales. Primeramente, la existencia de neuronas que se activan selectivamente en respuesta a estímulos específicos sugiere que nuestras experiencias y recuerdos están representados de manera organizada en el cerebro. Este hallazgo apoya la idea de que la información está codificada de manera distribuida en el cerebro y que ciertas células neuronales pueden estar especializadas en la representación de conceptos o categorías específicas.
Este descubrimiento de neuronas que se activan selectivamente en respuesta a estímulos específicos proporciona información sobre cómo está organizado funcionalmente el cerebro y sugieren que diferentes regiones cerebrales pueden especializarse en el procesamiento de información específica, lo que contribuye a nuestra comprensión de la función cerebral. El estudiar la actividad de las neuronas selectivas puede ayudar a los científicos a comprender mejor cómo percibimos y procesamos la información en el cerebro, por ejemplo, investigaciones adicionales podrían explorar cómo se desarrollan y se mantienen estas selectividades neuronales, así como su papel en procesos cognitivos más complejos como el reconocimiento facial o la memoria. Igualmente, comprender la función de las neuronas selectivas puede tener implicaciones en la neurociencia clínica, especialmente en áreas como la neurología y la psiquiatría.
En resumen, las neuronas de Jennifer Aniston y otras células neuronales selectivas proporcionan valiosa información sobre la organización funcional del cerebro, la representación de la memoria y la cognición, y tienen implicaciones potenciales en la comprensión y tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Jennifer también nos tiene DE LA CABEZA. ¡Nos leemos en una semana!
Dejanos tu comentario
Los misterios del cerebro: el efecto Mandela
- Por el Dr. Miguel Ángel Velázquez
- Dr. Mime
“Luke, soy tu padre”, citamos siempre que vemos la escena de Darth Vader y Luke Skywalker en la Estrella de la Muerte en la pelea final del Episodio VI... pero ¿qué pasaría si les digo que ese diálogo jamás se llevó a cabo? Búsquenlo tal cual y no lo van a encontrar. Igualmente, el “espejito, espejito” de Blancanieves jamás fue dicho. Ejemplos como este en películas o incluso en comerciales (el guión entre Coca y Cola de la marca o la “existencia” de un guión entre las palabras KitKat del chocolate que realmente nunca existió) son ejemplos donde damos por sentadas realidades que no son.
Eso se conoce como efecto Mandela.
Muchos piensan que lo que uno recuerda y olvida está basado en sus propias experiencias personales y es subjetivo. Pero estos fallos ocurren simultáneamente en múltiples personas. El nombre de “efecto Mandela” fue acuñado por la pseudocientífica y bloggera Fiona Broome, en 2009, para hablar de un recuerdo falso que tenía sobre el activista sudafricano Nelson Mandela por el que creía que murió en prisión, cuando la realidad es que fue liberado en 1990. Posteriormente llegaría a ser el presidente de Sudáfrica en 1994 y fallecería en 2013. El efecto Mandela, entonces, son falsos recuerdos que afectan a grandes cantidades de personas y nos demuestran en realidad cuán frágil es la memoria humana.
¿Qué ocurre en realidad? Se trata de un falso recuerdo que es compartido por un gran número de personas. Y se relaciona con logotipos, imágenes, citas, creencias sobre figuras famosas… La lista es larga. Es algo intrigante que ocurre en nuestro cerebro, se trata de un fenómeno que provoca un falso recuerdo colectivo. Algo que en realidad nunca ha ocurrido o no se ha producido de la manera en que es recordado y que sin embargo permanece como una imagen vívida en nuestra memoria. Una discrepancia de nuestros recuerdos con la realidad que se genera porque nuestro cerebro personaliza y completa la información de lo que estamos percibiendo. Muchos piensan que lo que uno recuerda y olvida está basado en sus propias experiencias personales y es subjetivo. Pero estos fallos ocurren simultáneamente en múltiples personas. En psicología se sugiere que la memoria puede ser muy sugestionable y los falsos recuerdos pueden haber llegado a la mente ya modificados. Ya que la desinformación no es un fenómeno reciente, como tampoco lo es que las creencias populares ganen solo porque una mayoría las comparte. Además, muchos de esos recuerdos también pueden haber sido implantados de forma inconsciente, al tratar diariamente con otras personas. Incluso en la física cuántica se propone que este fenómeno se produce por conexiones esporádicas entre realidades paralelas, pero a mí no me toca hablar de eso, sí de neurociencias.
Cuando generamos un recuerdo, activamos una red de neuronas que transfieren una información concreta a distintas partes del cerebro encargadas de almacenarla. Debido a lo anterior, se especifica que un recuerdo no está basado en la experiencia, sino que en el proceso recién descrito, por lo que es posible crear recuerdos de hechos que en realidad pasaron. Yendo más allá, explican que la memoria humana es constructivista en su mayoría, o sea, utiliza conjeturas lógicas y experiencias propias para complementarse, aunque no existan en la realidad. Es en este punto en que puede producirse un efecto Mandela en los recuerdos, ya que el cerebro “rellena huecos”, donde no existe información. Es por eso que siempre me van a escuchar, sobre todo cuando hablo de neurociencias en el derecho, que los testimonios deben tomarse lo más rápidamente posible respecto a los hechos, ya que con el correr del tiempo la memoria “llena huecos” con elementos incorporados por ella misma que no son reales pero que la mente los tomará como tales. Es toda una revisión de la teoría de la verdad en derecho que alguna vez debe ser abordada desde las neurociencias.
Así que, a partir de ahora, sepan que no todo lo que creemos que es, lo es así. Puede ser un efecto Mandela donde nuestra memoria nos juega una mala pasada DE LA CABEZA. ¡Nos leemos el siguiente domingo!