A 110 años de la muerte del político militar paraguayo general Bernardino Caballero Melgarejo, los historiadores Saúl Zaputovich Zacarías y Fabián Chamorro Torres presentarán el libro “Bernardino Caballero, el gran iniciado” este sábado 26 de febrero, a las 11:00, en la Academia Paraguaya de la Historia, ubicada en la calle Dr. Andrés Barbero esquina Artigas, en el edificio La Piedad de la ciudad de Asunción.
En la presentación del libro actuará como presentador el canciller nacional Euclides Acevedo. El libro estará disponible en librerías y otros puntos de venta, pero en el día de la presentación tendrá un costo promocional de solo G. 70.000 y los aficionados a la historia paraguaya están invitados a participar de este importante lanzamiento.
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El material de autoría de Zaputovich y Chamorro consta de al menos 150 hojas, tiene una tapa plastificada con la imagen en blanco y negro del general Bernardino Caballero, además de ilustraciones y documentos inéditos al que accedieron estos historiadores.
“Se trata ya de una segunda edición, esta vez con la colaboración del historiador Fabián Chamorro Torres. En el material se plasma toda la información en referencia al general Bernardino Caballero desde que se enroló al ejército, pasando por todas las revoluciones internas antes de ser presidente y después de asumir la Presidencia hasta su paso a la inmortalidad”, señaló a La Nación el historiador Saúl Zaputovich.
En la ocasión, invitó a la gente a participar del lanzamiento y refirió que el material será una importante fuente para la academia.
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A 71 años del golpe de Estado que derrocó a Chaves y coronó a Stroessner en Paraguay
Lourdes Torres (lourdes.torres@nacionmedia.com)
Este domingo 4 de mayo se conmemora una de las fechas que ha quedado marcada a fuego en la historia paraguaya: el inicio del gobierno autoritario más prolongado de todo el periodo independiente de la República del Paraguay.
El 4 de mayo de 1954 se llevó a cabo un operativo militar relámpago, encabezado por el joven general de artillería Alfredo Stroessner, quien entonces ejercía el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, nombrado por el entonces jefe de Estado, Federico Chaves.
Chavez fue derrocado por el golpe militar y en su lugar asumió Tomás Romero Pereira, quien luego entregó el poder a Stroessner.
Para conocer el trasfondo de este capítulo histórico, La Nación/Nación Media recurrió al historiador Fabián Chamorro y al analista colorado José Ocampos, quienes brindaron su visión de lo ocurrido.
Ambos coincidieron en que con este golpe de Estado se remató una sucesión de hechos desencadenados tras la guerra civil de 1947, que devolvió al poder al Partido Colorado; pero en medio de un ambiente sumamente convulsionado por la inestabilidad política.
En el corto periodo de 6 años (1948 a 1954) se sucedieron 5 gobiernos colorados, que fueron cambiando por constantes golpes de Estado, durando menos de un año en el poder.
Salvo el gobierno de Federico Chaves, que alcanzó casi 5 años en el poder (del 11 de septiembre de 1949 al 4 de mayo de 1954), primero como presidente provisorio y luego como presidente constitucional (a partir del 15 de agosto de 1953).
Fabián Chamorro destacó que Chaves logró mayor estabilidad en su gobierno gracias a que tenía mayor ascendencia en el Partido Colorado. Indicó además que su principal contrincante, que era Natalicio González, prácticamente estaba exiliado.
“Este marco de inestabilidad política en el país coincidió con la situación geopolítica, se ingresó en el clima de la Guerra Fría, que se dio luego de la finalización de la II Guerra Mundial. El mundo prácticamente se dividió en dos; los que estaban influenciados por la Unión Soviética, el bloque comunista, y los que estaban influenciado por Occidente”, comentó José Ocampos.
Mencionó que en medio de este escenario se dieron varios intentos guerrilleros que tenían como objetivo estallar una nueva revolución social, teniendo en cuenta las condiciones sociales en Paraguay con los Mensú.
“Estados Unidos estaba buscando gobiernos más fuertes, especialmente ante el peligro de que el comunismo pudiera instalarse en la región. Este es un factor importante a evaluar en el periodo de Chávez”, acotó Chamorro por su parte.
Descontento en la ANR
Los historiadores señalaron que el golpe de Estado se dio porque ya había un descontento dentro del partido de gobierno, la Asociación Nacional Republicana.
“Desde 1947 en adelante, el Partido Colorado se había convertido en un cuerpo elector. Es decir, la Junta de Gobierno decidía quién era el presidente y prácticamente se decidía entre sus miembros, no es que habían elecciones populares. En medio de esto, la figura política de Chaves comenzó a deteriorarse, sumado a la situación económica complicada y a los militares que pedían cada vez más espacio de poder”, comentó Chamorro.
Tanto Chamorro como Ocampos coincidieron en que en esta coyuntura surgió la figura del joven general Stroessner, que no solo tenía un fuerte poder en las fuerzas militares, sino que además contó con el apoyo de Estados Unidos.
“Los sectores más conservadores del Partido Colorado, sobre todo de Natalicio González y del Guion Rojo, tuvieron fe en depositar la confianza en el general más joven, que fue excombatiente de la Guerra del Chaco, condecorado y gozaba de un prestigio enorme. El Gobierno norteamericano también entendió que el único que podría repeler el avance del comunismo en el país y que merecía su apoyo era este joven militar paraguayo”, acotó Ocampos.
La victoria de la Revolución cubana con Fidel Castro y del “Ché” Guevara motivaron a que se expanda el comunismo en Latinoamérica, con “Sendero Luminoso” en Perú, y otros movimientos guerrilleros en Argentina, Uruguay y toda América.
La noche del golpe
A las 20:00 aproximadamente, un grupo comando del histórico Batallón 40 de las Fuerzas Armadas paraguayas atacó el Cuartel de la Policía, en Asunción.
En el cruce del tiroteo intenso que se dio, hirieron de muerte al joven y brillante dirigente colorado Roberto L. Petit, entre varios otros jefes y oficiales asesinados durante el ataque, marcando el derrocamiento de Chaves.
El periodista e historiador Bernardo Neri Fariña narra en su libro “El golpe del 4 de mayo de 1954″ que el todavía presidente Federico Chaves buscó refugio en el Colegio Militar (actual sede del Congreso Nacional) y solicitó apoyo a su director, el general Marcial Samaniego; sin embargo, éste ya respondía a su camarada y amigo, el general Stroessner, e inmediatamente lo puso bajo arresto.
De acuerdo al relato de Fariña, cuando el mandatario quiso hacer prevalecer ante Samaniego su condición natural de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, cargo que previamente ya había delegado en el general Stroessner, el entonces capitán de Infantería, Isaías Barreto, le respondió a Chaves: “Su excelencia, usted está preso”.
Gobierno provisorio
Al día siguiente, la Junta de Gobierno de la ANR instaló una sesión oficial en la que exigió a Federico Chaves presentar su renuncia a la presidencia de la República.
En esta misma sesión se resolvió designar al general Alfredo Stroessner como candidato del partido para el periodo constitucional restante (1953-1958), estableciendo como fecha de los comicios el 11 de agosto de ese año y el 15 de agosto como fecha para que asuma el cargo.
Se resolvió también designar como presidente provisional del Paraguay al arquitecto Tomás Romero Pereira, quien debía hacer la convocatoria a elecciones y luego entregar el cargo a Stroessner.
Es así que el joven militar victorioso del golpe de Estado se convertiría luego en presidente constitucional, de quien no se esperaba que durara en el mando, como recordó el historiador Chamorro; sin embargo, logró perdurar imponiendo una dictadura militar por 35 largos años.
“Justamente, los norteamericanos le brindaron todo su apoyo, porque pensaban que era una figura que no buscaría perpetuarse en el poder. Este pensamiento falló, porque Stroessner se mantuvo en el poder prácticamente inamovible”, concluyó Chamorro.
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Hace 160 años, Paraguay le declaró la guerra a Argentina y se oficializó el peor conflicto regional
El 29 de marzo de 1865, el gobierno de Paraguay le declaró la guerra a Argentina, oficializando el inicio de la Guerra de la Triple Alianza, hace 160 años. El 18 de marzo de 1865, el Congreso paraguayo autorizó esta decisión al presidente Francisco Solano López, quien once días después publicó los motivos de la declaración, ante la negativa de Argentina para permitir que tropas paraguayas crucen su territorio rumbo a Uruguay, invadido por Brasil el 12 de octubre de 1864. Contra Brasil ya se había declarado la guerra, tres meses antes, el 13 de diciembre de 1864.
“La verdad es que la guerra empieza con una fase ofensiva por parte del Paraguay, primero tomando el territorio que le correspondía a Mato Grosso (estado brasileño), justamente para cubrirse la espalda, y después fue en ayuda del Uruguay y ahí entró en conflicto con Argentina. O sea, el inicio de la guerra marca la etapa ofensiva paraguaya, pero una vez que ellos ingresaron a territorio paraguayo, todo se hizo muy difícil para nuestro país”, explicó el historiador y profesor Fabián Chamorro, en conversación con La Nación/Nación Media
El detonante local que habría llevado a que se desatara la Guerra de la Triple Alianza fue la intervención militar del Brasil, que invadió el Uruguay, donde el gobierno uruguayo pidió ayuda al Paraguay, cuyo presidente era el entonces general Francisco Solano López, que decidió atacar al Brasil, temiendo que la invasión militar brasileña fuese el primer paso para una ocupación definitiva del Uruguay, lo cual rompería el equilibrio del Río de la Plata y pondría en peligro la independencia del Paraguay, proclamada el 14 y 15 de mayo de 1811, cinco décadas antes.
Campaña de Mato Grosso
El 27 de diciembre de 1864, las tropas paraguayas atacaron el Fuerte de Coímbra y en unos meses vencieron toda resistencia, ocuparon las principales ciudades del Mato Grosso, como Corumbá, Dourados, Nioaque, Anhambai, Miranda, Coxim y Laguna; y se apoderaron de una considerable cantidad de armas. Esta etapa fue conocida posteriormente como la Campaña de Mato Grosso, la cual terminó con una victoria paraguaya, que se extendería hasta abril de 1868.
López pensaba enviar tropas al Uruguay para expulsar a los invasores brasileños. Esto finalmente no ocurrió, puesto que, en febrero de 1865, los brasileños comenzaron el sitio de Montevideo y controlaban los puntos estratégicos del Uruguay. Tras el reemplazo del presidente uruguayo Atanasio Aguirre, quien era afín con el gobierno paraguayo, por Venancio Flores, con simpatía hacia el Brasil, el entendimiento bélico entre el Paraguay y el Uruguay se vería completamente modificado.
Solano López decidió atacar Río Grande del Sur y solicitó permiso al presidente argentino, Bartolomé Mitre, para que sus tropas accedieran por la zona de Misiones, petición que le fue negada por el mandatario argentino, tras lo cual el presidente paraguayo sospechó de la existencia de un acuerdo entre el jefe de Estado argentino y el emperador Pedro II de Brasil, y decidió tomar la iniciativa de la invasión.
En represalia a la negativa de Argentina, el 13 de abril de 1865, la marina paraguaya se apoderó de embarcaciones de guerra argentinas ancladas en el puerto correntino y ocupó Corrientes. El 1 de mayo del 1865, los representantes de Brasil, Argentina y Uruguay firmaron el tratado de la Triple Alianza en Buenos Aires.
Desventajas
Fabián Chamorro comentó que el Paraguay debía de lidiar con varias desventajas, como el hecho de que quedó aislado, el salto tecnológico que habían causado la guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), donde muchos armamentos se habían modernizado y a los cuales Paraguay no tuvo acceso. Además de las reservas ilimitadas de hombres con que contaban los aliados, ya que Paraguay tenía una población muy pequeña (365.000 a 450.000 habitantes, según proyecciones científicas, y no la versión de Du Graty, de 1.337.000 habitantes), hecho que de alguna manera terminó definiendo la contienda.
Al hablar respecto a la realidad nacional en aquel momento, el historiador subrayó a LN el hecho de que el 95 % de la población se dedicaba a las tareas agrícolas, por lo que era una zona conocida por su trabajo rural, pero que se veían ciertos elementos de progreso importantes, como el ferrocarril que, si bien aún no llegaba a todo el país, abarcaba las principales localidades de la época.
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Así también mencionó que existían ciertos avances en materia de producción de armas y arsenal, teniendo en cuenta el astillero y la fundición de hierro de Ybycuí, los cuales generaban un impacto positivo en el desarrollo macroeconómico nacional. Respecto a los objetivos de la contienda bélica en general y por sobre todo la de los aliados, Fabián Chamorro comentó que la finalidad de las guerras, en su gran mayoría y en esta en específico, el panorama lo marcaba la política emergente.
“Brasil, que creo que era el que tenía mejor panorama y sabía lo que quería, logró primero su pretensión territorial, que hoy sería un tercio del Mato Grosso del Sur, y evitar que Argentina se vuelva un Estado más fuerte, porque en aquella época se hablaba todavía de la posibilidad de que lo que son Paraguay y Uruguay se vuelvan parte de lo que hoy es Argentina, viendo así que el único país que logró todos sus objetivos políticos fue Brasil”, expresó Chamorro a La Nación.
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Historia sin aburrimiento: “El mito y la historia” llega a la pantalla de GEN
Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com
La historia del Paraguay está llena de mitos, algunos reales y otros falsos ¿dónde encontramos la verdad? En el programa “El mito y la historia”, que llega este martes 4 de febrero a las 21:30 a las pantallas de GEN/Nación Media, bajo la conducción de Alejandro Rojas, el historiador y promotor cultural Fabián Chamorro, y Domingo Ayala.
“El programa nació por la cantidad de mitos que existen respecto a la historia paraguaya”, explicó Fabián Chamorro, historiador y promotor cultural, a La Nación/Nación Media. “La educación sobre nuestro pasado común es tan deficiente que la mayoría de la gente cree todo lo que encuentra en redes sociales o lo que alguna vez escuchó de algún familiar o amigo”, mencionó Chamorro.
Conducido por Alejandro Rojas, acompañado por Domingo Ayala y el propio Chamorro, el programa tiene un formato dinámico y entretenido. “Combinar historia, mitos y humor ayuda a hacer más ameno y didáctico el aprendizaje, sin términos rebuscados ni análisis innecesarios”, señaló el historiador.
Datos con respaldo
Los temas abordados en cada episodio se eligen de acuerdo a las efemérides, es decir, basándose en las fechas y eventos más importantes de cada semana. “Más allá del entretenimiento y las risas, todos los datos aportados tienen respaldo. Todo está documentado adecuadamente, y cuando no lo está, lo mencionamos reafirmando o sosteniendo el mito”, aseguró Chamorro.
Sobre la dinámica del programa, se destaca la cercanía que habrá con la audiencia. “No hay formalismos. Uno de los presentadores hace las preguntas que cualquiera se haría en la calle o en una charla con amigos. Aprendes historia y no te aburrís en el intento”, comentó el historiador.
Sobre los miembros del programa, Chamorro indicó que cada uno aporta lo suyo: “Ale es un excelente conductor y acompaña perfectamente a Domingo, que hace el personaje del mito. Yo solo contesto lo netamente histórico con la mayor concisión posible”.
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Temas a tratar
Entre los temas que explorarán en los primeros episodios están algunos de los mitos más populares del Paraguay: ¿Hitler murió en Paraguay? ¿San Martín era paraguayo? ¿Había petróleo en el Chaco? Además, el programa buscará la participación del público. “Sí, una vez al mes, abriremos el espacio para interactuar con la gente”, detalló el promotor cultural.
Al preguntarle qué espera que el público se lleve del programa, Chamorro respondió: “Que se vayan a la cama con una sonrisa y una curiosidad”. Y como mensaje final, invitó a los lectores de La Nación a ver el show sobre historia nacional: “Que se animen a ver algo diferente, manejado con humor y soltura, pero con rigor histórico a la vez”.
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Embajada coreana distinguió al titular de Academia de Historia
La Embajada de la República de Corea en Paraguay entregó este martes un reconocimiento al doctor Gustavo Acosta, presidente de la Academia Paraguaya de la Historia, por su destacada contribución al estudio y la preservación de la historia de Paraguay, así como por su invaluable apoyo a las iniciativas culturales promovidas por esta misión diplomática.
“La Embajada de Corea agradece profundamente al Dr. Acosta por su apoyo, el cual ha sido clave para fortalecer los vínculos de amistad entre nuestros pueblos, y expresa su sincero reconocimiento por su contribución al enriquecimiento cultural de Paraguay”, expresa un comunicado de prensa. La ceremonia de distinción fue encabezada por el embajador Chan-sik Yoon.
La representación coreana considera que Acosta ha sido una figura clave en el fortalecimiento de los lazos entre Paraguay y Corea, desempeñando un papel fundamental en el intercambio cultural entre ambas naciones. En el último año, el homenajeado fomentó activamente la colaboración en diversas áreas, enriqueciendo la comprensión mutua y el aprecio por las tradiciones y valores compartidos.
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Como ejemplo de ello, el doctor Acosta tuvo la iniciativa de proponer la sede de la Academia Paraguaya de la Historia para llevar a cabo una ceremonia en conmemoración a la escritora surcoreana Han Kang, galardonada en octubre pasado con el Premio Nobel a la Literatura. Este evento se destacó como uno de los más significativos del ámbito cultural para la Embajada durante este año.
Además, el actual titular de la Academia de Historia contribuyó notablemente con esta Embajada con su conocimiento académico sobre la historia paraguaya, lo que ha sido fundamental para fortalecer la comprensión y el conocimiento histórico del país dentro de esta Misión Diplomática.
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