Por: Viviana Orrego, periodista
(viviana.orrego@gruponacion.com.py)
Rodrigo Esquivel Aquino tiene 42 años, es oriundo de Asunción, licenciado en Ciencias Jurídicas y Diplomáticas, abogado por la Universidad Católica (UC) de Asunción y master en Administración de Empresas por la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne de Francia, además recibió la certificación MBA de la Escuela de Negocios de la Sorbonne, recientemente.
Esquivel Aquino es nuestro paraguayo sobresaliente de la semana porque pese a los momentos adversos que ocasionó la pandemia del COVID-19, uno de ellos la muerte de su padre a consecuencia de este mal, se aferró a su objetivo de convertirse en un profesional de avanzada para el desarrollo del Paraguay y no desistió hasta que lo consiguió recientemente.
“Mi línea de investigación durante la maestría fue “La Evaluación del impacto social de los programas de lucha contra la pobreza en el contexto de la situación sanitaria actual”. La escuela de negocios de La Sorbonne utiliza la metodología “americana”, donde los alumnos son responsables de prepararse con anticipación a las clases, de manera que el día de formación, el profesor está presente más que nada para aclarar las dudas de los estudiantes”, detalló Esquivel Aquino en comunicación con La Nación.
El programa de Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne tiene como objetivo otorgar a los estudiantes o profesionales una formación que les permita tener un panorama general de las necesidades de la empresa, pero con un énfasis en innovación.
“Tuvimos desde materias clásicas como Derecho Empresarial hasta materias consideradas relativamente recientes como Manejo del Big Data o Gestión de la innovación. El proceso de admisión de la universidad fue un poco peculiar porque postulé desde Paraguay vía un dispositivo llamado “Validación de la experiencia Profesional”, que permite integrar una formación sin tener necesariamente los diplomas requeridos. Posteriormente, la universidad me otorgó una subvención equivalente al 20% del costo de la formación”, señaló el destacado compatriota.
Actualmente, Esquivel Aquino se desempeña como responsable del Club de “Economía Social y Solidaria” (ESS) de La Sorbonne, donde organizan debates y conferencias sobre el rol de la ESS en una época muy pertinente, la pospandemia.
Encabezó varios proyectos
Durante su formación, el sobresaliente compatriota tuvo la oportunidad de trabajar en dos proyectos emblemáticos de lucha contra la pobreza en Francia. En el primero fue jefe de proyecto de un “Polo territorial de cooperación económica”, dispositivo que tiene como objetivo crear proyectos de empleo directamente relacionados a las necesidades del territorio.
Explicó que una vez que estos proyectos están montados y son rentables, los proyectos son cedidos a asociaciones para continuar su explotación. Además, Esquivel Aquino se encuentra trabajando como corresponsable de una Red Departamental de Estructuras de Inserción por Actividad Económica.
“Estas estructuras buscan integrar al mercado laboral a personas desempleadas con la particularidad de que una parte del salario de los beneficiarios es cubierto por el gobierno, bajo la condición de que estos sean acompañados y formados de manera de conseguir un trabajo estable fuera de la estructura de inserción en un plazo menor a dos años. Llevamos un proyecto innovador en Francia que consiste en formar a las personas en inserción en sus propios teléfonos celulares de manera que aprendan a buscar trabajo, formarse y completar sus trámites administrativos directamente a través de aplicaciones”, señaló.
En ambos dispositivos en los que trabajó hay una fuerte sinergia entre lo público y lo privado. En ese sentido, afirmó que eventualmente le encantaría dirigir proyectos similares en Paraguay y de esa manera aportar en políticas públicas que ayuden a personas provenientes de sectores vulnerables a salir de la pobreza extrema, esto mediante la formación y el trabajo.
Experiencia de formación en el exterior
Si bien Esquivel Aquino reconoció que el nivel de exigencia es muy alto en comparación a la educación superior de Paraguay, aseguró por lo mismo que tener la oportunidad de estudiar en el exterior es un privilegio y una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal. En Francia se casó y tuvo a su primer hijo.
“La experiencia de estudiar en Francia fue exigente, pero maravillosa. Me gustaría animar a todos los compatriotas interesados a interiorizarse sobre la numerosas becas y ayudas disponibles para estudiar en este país. Aunque mi graduación fue un poco agridulce, si bien recibir mi diploma en el Gran Anfiteatro de la Sorbonne fue increíble, tenía previsto que mi papá venga desde Paraguay para ese día, pero falleció semanas antes víctima del COVID-19″, finalizó.