Por Carlos Giménez

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Los cinéfilos tienen buenas noticias, aunque a medias: el Festival Internacional de Cine, Arte y Cultura de Paraguay, fundado y dirigido por el cineasta Hugo Gamarra, celebrará este año su 29ª edición, pero debido a las condiciones de la pandemia, reducirá su capacidad en salas e incursionará en el formato digital.

Una extensión del evento, en otras temporadas del año, es el ciclo CineMarte, que este martes comenzará a explorar la experiencia virtual con dos atractivos títulos: la comedia, en blanco y negro, “El jeque blanco” (1952) del italiano Federico Fellini, a las 17:00; y el documental “El portón de los sueños, vida y obra de Augusto Roa Bastos” (1998), desde las 20:30, que luego incluirá un debate con su realizador, el propio Gamarra.

Las entradas cuestan G. 25.000 para la primera función y G. 30.000 para la segunda función. Se podrán adquirir desde Passline, la cual brinda la posibilidad de comprar por medios como Billetera Personal, Tigo Money, Tarjetas de créditos, Bocas de Cobranza Pago Express, entre otros. Tras el pago, la plataforma remite un enlace al correo indicado en el trámite.

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El público podrá disfrutar de exclusivos estrenos y reprises de películas que no figuran en la cartelera comercial mediante la transmisión por internet, cada martes, con dos títulos en los dos horarios mencionados. A continuación, Gamarra ofrece reflexiones sobre la situación actual debido al COVID-19.

- ¿Cómo te ha afectado esta situación de pandemia/cuarentena? ¿Es este el tiempo más prolongado sin poder ir al cine?

- Me afecta como a todos la incertidumbre, pero he disfrutado tener el tiempo para libros, películas, estudiar, escribir y desarrollar proyectos para los que no tenía tiempo o tenía pospuestos; además de aprender a dar clases online a mis alumnos del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).

- ¿Qué datos arrojó la encuesta realizada sobre consumo de audiovisual en plataformas digitales y cuáles son tus expectativas con esta nueva versión del ciclo?

- La encuesta nos indicó, entre otras cosas, que ha crecido últimamente la cantidad de gente cinéfila que está viendo películas en internet y que tiene interés en funciones online de películas de arte/de autor con debates. Esto nos ha animado a la experiencia nueva de lanzar “CineMarte en tu pantalla”. Esperamos que la programación atraiga interesados, no solo de Asunción, sino de todo el país, por lo que estamos invirtiendo en la difusión por redes sociales.

- ¿Cuál es la perspectiva para la edición de este año del Festival Internacional de Cine?

- Estamos diseñando una 29ª edición limitada en dimensión, mayormente a distancia, para el mes de octubre. Si bien contamos ya con el auspicio de instituciones y misiones diplomáticas extranjeras, realizar el Festival depende finalmente del apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), que ha sido la principal entidad aliada de los últimos años, y de la Municipalidad de Asunción. Menos mal que la Directora de Cultura, la Sra. Angie Duarte coincide con la opinión de otros en evitar la cancelación del emprendimiento cinematográfico anual más importante de Paraguay.

Creemos que la ciudadanía se merece, aún más en las condiciones que vivimos, la posibilidad de disfrutar un cine de calidad que significa una contribución importante a la cultura, al bienestar emocional y espiritual de la población. Como siempre, la Promoción del Cine Paraguayo, las Actividades de Formación y la Sección Arte y Cultura (para estudiantes y docentes) serán partes importantes de la 29ª edición.

Cine paraguayo

- ¿Cómo ves los desafíos para el cine paraguayo a partir de esta situación?

- Creo que esta pausa ha dado tiempo para detenerse, reflexionar, capacitarse y pensar mejor los proyectos; algo muy necesario, porque el cine paraguayo no debe ser sólo empírico, de buenas ganas y garras. Será más difícil producir, por lo que los mejores guiones tendrán más posibilidades. Por otra parte, el retraso en la instalación del INAP (Instituto Nacional de Audiovisual Paraguayo) nos compele a insistir en su instalación y puesta en acción. Hay muchísimo que hacer.

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- ¿Cuál es tu reflexión sobre todo lo que conlleva este momento en el mundo?

- Vivimos un tiempo que parece extraído de la literatura y el cine de ciencia ficción. Siento que la pandemia es una inflexión a la carrera frenética con que estábamos viviendo y la destrucción irracional de nuestro hogar, la Tierra. En este y otros sentidos, como el de confrontar las posibilidades de cooperación vs. egoísmo, solidaridad vs. codicia, unidad planetaria vs. individual nacionalista, es una gran oportunidad para la evolución de la humanidad. Pero como ocurre con todas las crisis, esta que vivimos también sirve para exponer lo mejor y lo peor que tenemos y somos los humanos. Es mi plegaria y mi esperanza que predomine lo mejor.

“Extraño las salas de cine”

Hugo Gamarra compartió una carta con colegas críticos de cine de América Latina a raíz de una cadena de comunicaciones iniciado por Isaac L. Frías de Lima. El realizador paraguayo expresa:

Lamenté no disfrutar este año el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) y extraño las salas de cine, por lo que he tenido que contentarme con cine en casa. He dedicado estas semanas a repasar mi afición por la Ciencia Ficción literaria y cinematográfica, a desempolvar libros leídos y nunca leídos (pero dispuestos en mi biblioteca había sido para estos meses del 2020) y a reveoír clásicos como explorar filmes y series que había pasado por alto. Tomé la iniciativa de producir mi primer podcast sobre los géneros Fantástico y Ciencia Ficción como una forma de expresar esta afición que nació en la niñez y a la vez sintonizar con la realidad ‘de película’ que estamos viviendo, recomendando títulos por cada vertiente y categoría que fui clasificando.

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A raíz del podcast (que lo pueden encontrar en SoundCloud y Spotify buscando “Cine Fantástico y Ciencia Ficción”) siguió un conversatorio semanal con gente local y al que se ha venido sumando también alguna gente del exterior. La cinefilia en Paraguay sigue siendo minúscula, aún con más hacedores de audiovisuales que nunca, pero en su mayoría indiferentes a la cultura cinematográfica, o atomizados en sus propios rediles solitarios de internet. Así que lograr este conversatorio y verlo crecer es un pequeño triunfo que no me creía posible. También he dedicado tiempo a seguir estudiando –películas y libros a la par– dos grandes autores que me han conmovido e interesado siempre: Jean Renoir y John Ford.

La amplia y fabulosa filmografía del último es inagotable, ahora que casi todo puede encontrarse en internet (un hecho de ciencia ficción que solo Julio Verne pudo imaginar en el siglo XIX). Y en el caso del francés puedo decir que ahora recién lo estoy entendiendo en casi toda su dimensión y en los contextos históricos y culturales-artísticos que vivió. Me ayudaron mucho a comprender su obra y su evolución artística la re-lectura del libro de Bazin dedicado a él (debe ser uno de los mejores textos sobre el cine como dice Truffaut) y el libro autobiográfico “Mi vida - Mis films” de Renoir que no había leído (aquí quiero detenerme para hacer una propuesta informal o académica, como quieran tomarlo).

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Hace ya muchos años que me disgustaba mucho el uso del verbo “ver” para referirnos a una película: un término incompleto, injusto, impreciso. He dado muchas vueltas hasta que me convencí en usar el barbarismo o neologismo “veoír”. “Vamos a veoír una película!”. Suena al comienzo horrible pero es breve y hace más justicia a la experiencia de asistir a una obra cinematográfica. Bueno, empecé a usar el término descaradamente hace un tiempo y tengo que andar explicándolo. Así que aquí lo hago abierta y directamente para muchos amantes y estudiosos del cine como testigos y jueces. Si alguien tiene otro término que proponer, quisiera saberlo y considerarlo. Tal vez de una vez por todas lleguemos a un consenso e impongamos un neologismo a la Academia de la Lengua Española. Porque no podemos seguir diciendo y escribiendo “ver” una película.

Michel Chion propuso “la audiovisión” y por lo tanto “audiover” una película, pero no me parece correcto porque antepone la percepción auditiva a la visual en la conjunción. Así que con todo respeto a ustedes, mis mayores, mis mentores, pero sobre todo amigos: mi moción, mi propuesta concreta, es que digamos y escribamos “veoír una película”).

Por último, quisiera compartir mi creciente interés por las buenas series televisivas, que no abundan pero están. Ya unos años atrás, con “Juego de Tronos” y “House of Cards”, descubrí el placer del atracón o “binge-watching”. Me alejé y recientemente volví a caer atrapado / raptado con “Ozark”, “Dark” y “Devs”. Es realmente una experiencia bastante diferente al cine, más parecida a la maratón de aquellos libracos de novelas que no podía cerrar ni soltar.

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