Tras una hospitalización por COVID-19, al menos uno de cada tres enfermos ve su salud afectada a largo plazo, con afecciones en diferentes órganos y problemas psicológicos, reveló un estudio publicado el lunes.
Este artículo, que hace una síntesis de diferentes trabajos de investigación publicados recientemente, subraya la fatiga, la dificultad para respirar, la ansiedad, la depresión y los trastornos de estrés postraumático como los síntomas más frecuentes en pacientes afectados por el “COVID largo”.
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Según los investigadores, los datos disponibles muestran una urgencia de salud pública subestimada y los gobiernos deberían preocuparse más y reflexionar sobre los medios para atenderla.
“Teniendo en cuenta las millones de personas infectadas por el Sars-CoV-2 en el mundo, el peso a largo plazo sobre la salud física, cognitiva y mental está por venir. Nosotros solo detectamos sin duda la punta del iceberg”, señaló a la AFP el autor principal del artículo, Kartik Sehgal, oncólogo y profesor en la facultad de medicina de Harvard (Boston).
El COVID-19 ataca fundamentalmente a los pulmones de los enfermos, a veces con dificultades respiratorias que persisten a largo plazo. Pero estudios han mostrado que el virus ataca también a otros órganos, causando complicaciones que van desde trastornos cardiovasculares a inflamaciones crónicas.
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El artículo publicado en la revista Nature Medicine analizó nueve estudios realizados en Europa, Estados Unidos y China, que monitorearon a pacientes a largo plazo.
Para los autores, su estudio muestra que impedir la muerte por COVID-19 no es suficiente en materia sanitaria y que es necesario profundizar la investigación sobre el “COVID largo” y ampliar las consultas para atender sus síntomas.
Fuente: AFP.
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Plantearán modificaciones a la Ley de Criadazgo para establecer sanciones penales
La senadora colorada Lizarella Valiente, presidenta de la Comisión de Familia, Niñez y Adolescencia, encabezó una mesa técnica para el análisis del proyecto de Ley “Que garantiza el derecho de niños, niñas y adolescentes a la protección ante el criadazgo”. Anunció que el próximo viernes habrá una reunión con penalistas para analizar sobre las sanciones.
Al término de la reunión resaltó la importancia de esta propuesta legislativa que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, atendiendo que el criadazgo está prohibido en Paraguay, pero sin embargo, es una práctica común que sigue vigente en el país.
Esta mesa técnica analizó la propuesta de ley; así como también proponer modificaciones, una de ellas es la tipificación de sanciones penales, estableciendo condenas de hasta 8 años. Atendiendo que el proyecto de Diputados no contempla sanciones severas, estarán planteando esa modificación.
“Estamos hablando de una tipificación que va entre los 5 a 8 años de pena privativa de libertad. Consideramos que es un delito gravísimo, tener a un niño o niña en una casa en situación de esclavitud más o menos”, explicó.
Estudio con penalistas
Mencionó que la profesional del derecho Natalia Sosa señaló que es muy difícil identificar estos casos porque se dan en el ámbito privado de una casa, al igual que cualquier otro caso de abuso a un menor, salvo que si el niño, niña o adolescente está escolarizado y tiene posibilidad de hacer su denuncia con el docente a cargo.
“Lastimosamente es una práctica que se da en la actualidad y debemos ser severos a la hora de dar algún tipo de sanción. Para hacerlo de manera responsable, hoy llegamos a la conclusión de llevar adelante una nueva mesa técnica con penalistas, este viernes 2 de mayo a las 13:00, para analizar las conductas agravantes para establecer como máxima 8 años”, explicó.
La parlamentaria remarcó que el Estado debe garantizar la protección de los más vulnerables, como son los menores de edad, ya sea en el entorno familiar o la comunidad.
Indicó que Paraguay suscribió tratados internacionales en los que penalizan las peores formas de trabajo infantil, y dentro de eso está el criadazgo, que en el país es una práctica que aún no erradicada.
“Hay una delgada línea. En realidad yo no satanizo la idea en que, si yo tengo un ahijado en el interior del país a quién puedo darle mejores posibilidades de tener una mejor educación, eso debe estar reglamentado y tiene que estar legalizado, haciendo por la vía correspondiente que es a través del Ministerio de la Niñez y Adolescencia para establecer un hogar de guarda para ese niño, niña o adolescente”, acotó.
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“No tengo una voz en mi cabeza”: un trastorno llamado anendofasia
- París, Francia. AFP.
¿Se puede vivir sin esa voz interior que nos ayuda a organizar las ideas? Algunas personas sufren anendofasia, un trastorno recientemente identificado por la ciencia que permite entender mejor cómo pensamos. “No tengo una voz en mi cabeza”, explica Mel May, una australiana de 30 años que vive en Nueva York y que descubrió que era una excepción después de leer un artículo sobre el tema.
Esta videasta tuvo que enfrentarse a la incredulidad de sus familiares hasta que los psicólogos confirmaron su trastorno. Es una de las pocas personas cuyo pensamiento no va acompañado por un monólogo interior. El fenómeno era conocido, pero no fue hasta el año pasado que un grupo de investigadores propusieron en la revista Psychological Science darle un nombre: anendofasia.
Este trastorno arroja luz sobre cómo formulamos nuestros pensamientos, algo particularmente difícil de estudiar porque no lo puede explicar un observador externo. “La gente no se da cuenta de las características de su experiencia interior”, dice a la AFP el profesor de psicología Russell Hurlburt de la Universidad de Nevada.
Hurlburt ha realizado varios estudios sobre los procesos del pensamiento, centrándose entre otros en el caso de Mel May. Uno de los experimentos consistía en pedir a los sujetos que leyeran “La Metamorfosis” de Franz Kafka. Luego les interrumpían de manera abrupta y aleatoria y les pedían describir lo que pasaba por su cabeza. En algunos casos, explicaban no tener las palabras del texto en sus cabezas sino solo imágenes, “su propio video” de la historia, según el profesor Hurlburt.
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“No estoy vacía”
Aunque el caso de Mel May es excepcional por su total ausencia de voz interior, los investigadores subrayan que el monólogo interior no siempre está presente. Hurlburt estima que solo entre el 20 y el 25 % de las veces pensamos en forma de monólogo interior, aunque admite que serían necesarios más estudios para confirmar esa cifra.
Cuando pensamos hay otros procesos en marcha, como las imágenes visuales, las emociones o el llamado pensamiento no simbólico. El estudio de la anendofasia ha puesto en entredicho algunas certezas. La investigadora francesa Hélène Loevenbruck, una especialista del monólogo interior, admite haber cambiado de opinión.
“Hasta hace poco, pensaba que todos teníamos una voz interior”, dice a la AFP. Las investigaciones de Loevenbruck apuntan a que este tipo de monólogo mental sirve de “simulación interna” y es esencial para poder luego traducir los pensamientos en palabras.
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Sin embargo, es difícil evaluar las consecuencias concretas de la ausencia de una voz interior o de otros fenómenos, como la afantasia, la ausencia de imágenes mentales. Según Daniel Gregory, un filósofo especializado en esta cuestión de la Universidad de Barcelona, la voz interior nos hace “vulnerables a los patrones de pensamiento negativos, a los pensamientos obsesivos”.
Pero también se puede utilizar “para animarse, para enviarse mensajes positivos a uno mismo”, apunta. Mel May sabe que no tener voz interior tiene “pros y contras” y reconoce que le cuesta evocar recuerdos del pasado. Pero sí está segura de una cosa: “No estoy vacía por dentro: sé y siento cosas”.
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Consumir café y frutos secos se asocia con una mejor salud hepática
- Madrid. Europa Press.
Un grupo de investigadores de once instituciones de Sevilla y Valladolid (Estudio EHmet+DIA) han descubierto que el consumo de café o de frutos secos, así como realizar ejercicio físico o evitar el alcohol, se asocian con una mejora de la salud hepática, pudiendo incluso revertir enfermedades como la fibrosis, la esteatohepatitis y la esteatosis hepática.
El estudio, presentado en el marco del 50 Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), ha analizado el impacto de una intervención basada en alimentación y ejercicio físico sobre la salud de 96 pacientes con la enfermedad hepática, conocida como hígado graso, confirmando la “positiva incidencia” de la dieta mediterránea y los estilos de vida saludables en la evolución de estos pacientes en todos los estadios de la enfermedad.
Los científicos han analizado concretamente el consumo de café, de frutos secos y de alcohol, así como el impacto de la actividad física en patologías como la esteatosis, la esteatohepatitis, la fibrosis, la fibrosis significativa, la fibrosis avanzada y la cirrosis, concluyendo que la intervención con dieta mediterránea y ejercicio físico estructurado promueve la resolución de la esteatohepatitis, regresión de la fibrosis y mejoría de la esteatosis, siendo la respuesta “significativamente mayor” en personas con fibrosis avanzada.
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Así, se ha logrado la regresión de al menos un estadio de fibrosis en el 36,7 por ciento de los pacientes con fibrosis, la resolución de la esteatohepatitis en el 43,8 por ciento y una mejoría de la esteatosis en el 36,4 por ciento; en el análisis univariado, el consumo de frutos secos fue “significativamente superior” en pacientes con resolución de la esteatohepatitis, mientras que la mejoría de la esteatosis se ha asociado al aumento de la actividad física y al menor consumo de vino, y la regresión de la fibrosis se relaciona con un mayor consumo de café.
En el análisis multivariado, se ha concluido que la regresión de la fibrosis se asocia al incremento en el consumo de café; que la resolución de la esteatohepatitis relaciona de forma independiente con la edad y el consumo de frutos secos, y que la mejoría de la esteatosis tiene que ver con el incremento de la actividad física. Es por ello por lo que han recomendado “aumentar el consumo de café y frutos secos y evitar el consumo de alcohol al tiempo que aumentar la actividad física para mejorar la fibrosis, la esteatohepatitis y la esteatosis hepática”.
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Hígado graso
Durante la jornada también se ha presentado una investigación del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), ha demostrado que existe una parte de la población con peso normal que tiene cierto de desarrollar hígado graso, a pesar de que se suele asociar con la obesidad.
A pesar de que la prevalencia del hígado graso en este tipo de población es “muy baja” en comparación con los pacientes con sobrepeso u obesidad, sí tienen un “significativo” mayor riesgo de sufrir fibrosis avanzada, por lo que los investigadores consideran necesario crear estrategias de detección y manejo específicas para este grupo de pacientes.
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OMS: contaminación del aire mata a 7 millones de personas al año
- Cartagena, Colombia. AFP.
La contaminación del aire, uno de los principales riesgos ambientales para la salud, es responsable de siete millones de muertes anuales en el mundo, informó el jueves pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Colombia. Reunidos en la ciudad de Cartagena, representantes de la agencia de Naciones Unidas, la organización Panamericana de la Salud, la Unión Europea, expertos y autoridades locales discutieron soluciones para prevenir enfermedades relacionadas con la polución y medidas para mitigar la crisis climática.
Esta Segunda Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud es “para decir ¡basta!, queremos respirar aire que no nos mate, tan sencillo como eso”, dijo María Neira, directora de medio ambiente, cambio climático y salud de la OMS. Según la organización, en Latinoamérica fallecen 367.000 personas al año por enfermedades relacionadas con la polución del aire.
Estas enfermedades son la segunda causa de muertes en el mundo después de la hipertensión arterial, explicó Neira. “Consideramos que la polución es una pandemia invisible, es una pandemia a cámara lenta”, dijo Javier López, vicepresidente del Parlamento Europeo.
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Unas 750 personas participan de este congreso en la ciudad caribeña desde el 25 al 27 de marzo. Según los delegados, los niveles de contaminación han mejorado en el mundo, pero persisten grandes desafíos, como reducir el uso de combustibles contaminantes para cocinar y detener la creciente urbanización.
Los grupos más golpeados por la mala calidad del aire son las poblaciones pobres y las comunidades indígenas. Combatir la contaminación disminuye la desigualdad, protege ecosistemas y conlleva un beneficio económico en el presupuesto de las naciones, pues es dinero que no debe invertirse después en atención de enfermedades relacionadas, precisó López.
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