Este par es considerado uno de los remedios más populares para el dolor de garganta. Unas cucharaditas de miel y un poco de zumo de limón son el antinflamatorio natural por excelencia para el organismo.

Durante los meses de otoño e invierno estamos más expuestos a las enfermedades derivadas del frío como resfriados, gripe, bronquitis y dolor de garganta, y la combinación de miel con limón ayuda a aliviar estas molestias.

Su bajo costo y eficacia hacen que en las casas sean infaltables una vez que las bajas temperaturas se empiezan a sentir. Y es que su popularidad rige desde tiempos inmemorables en todo el mundo para suavizar la garganta irritada.

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La miel posee múltiples propiedades beneficiosas para el organismo, ya que también mejora la capacidad digestiva, favoreciendo el movimiento intestinal y combatiendo el estreñimiento. Además, es considerado como alimento diurético, antioxidante, expectorante, digestivo y calmante natural.

Por su parte, el limón cuenta con un sabor cítrico y vitamina C, a la par contiene pequeñas cantidades de vitamina B y potasio, junto a otros compuestos como: ácido cítrico y flavonoides. Consumir unos 30 ml de jugo de limón ya aportaría el 21 por ciento de la vitamina C diaria recomendada.

Infusión de miel con limón

Tomar agua caliente con limón y miel es una manera tradicional de aliviar el dolor de garganta y la tos. Para prepararla se necesita cortar el limón a la mitad y quitar la mayor cantidad de semillas posibles, luego se exprime en una taza con la misma cantidad de miel.

Una vez mezclados, se llena el recipiente con agua hervida. Cuanto más caliente sea la infusión, más alivio podrá proporcionar a la garganta.

Otra de las formas de consumir es colocando en una taza unas cucharaditas de miel y el zumo de limón, calentar en el microondas y tomar dos a tres cucharadas antes de dormir.

Antiinflamatorio con origen natural

Esta sustancia fue estudiada por el médico inglés Van Tulleken, quien inició una investigación sobre la eficacia del remedio natural que él mismo tomaba cuando era pequeño.

“Cuando era un niño mi madre me aseguraba que esto me curaría, y a mí me gustaba. Pero luego, cuando empecé a estudiar medicina, me volví muy escéptico respecto a este tipo de remedios caseros”, confesó el doctor a la BBC.

Con la finalidad de poner a prueba su efectividad, el doctor acudió a un experto en tos llamado Alyn Morice del Centro de Investigaciones Cardiovasculares y Metabólicas de la Universidad de Hull, Reino Unido.

Para provocar la tos e irritar la garganta, Morice le dio de tomar una mezcla de vodka con ají picante. Luego, Van Tulleken tomó la infusión de limón y miel. “Esto es notable. ¡Es un maldito milagro!”, recordó haciendo énfasis que en ese momento dejó de toser.

“Mamá, lamento mucho haber dudado de ti. Esto es absolutamente fantástico. Estoy realmente asombrado”, afirmó admitiendo que seguramente sus dudas se deben a la “arrogancia de los médicos”. “No decimos que la miel y el limón son efectivos porque no tenemos una explicación científica para ello”, concluyó en entrevista con el medio internacional.


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