Si bien las marcas de expresión están asociadas al paso del tiempo, existe un tipo de arruga que puede aparecer a cualquier edad y está vinculada a la posición en la que dormimos, por eso te contamos de qué se trata y como prevenirlas.

A más de una le habrá ocurrido alguna vez amanecer con marcas verticales en el rostro y el escote producidas por la almohada. Normalmente luego de un rato desaparecen solas pero con el paso del tiempo, estas marcas se empiezan instalar en dichas zonas.

Las arrugas del sueño son estas líneas paralelas que se localizan en la zona lateral de los ojos, mejillas y frente, también pueden aparecer en el escote, justo en el medio del tórax, dependiendo de la postura que empleemos para dormir. La almohada o la cama pueden ejercer presión en la piel y favorecer su formación.

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Si habitualmente logramos descansar recostadas boca abajo o de costado es más probable que surjan dichas marcas. Los expertos explican que si bien las arrugas están asociadas al paso del tiempo, estas pueden aparecer a cualquier edad pero es más probable que se empiecen acentuar después de los 30 años, cuando la formación natural de colágeno empieza a disminuir.

¿Cómo evitarlas?

En primer lugar debemos evitar dormir en las posiciones antes mencionadas. De hecho, dormir boca arriba no solo es beneficioso para el cuidado de la piel, sino que también ayuda a mejorar la respiración y a reducir el padecimiento de migrañas y dolores de espalda.

En el caso que sea muy difícil cambiar el hábito, se puede optar por almohadas antiarrugas, estás son hipoalergénicas y están diseñadas justamente para que no se marque el rostro al dormir. También hay que cuidar el tipo de tejido que se usa para la ropa de cama, es mejor optar por aquellas que no se adhieren a la dermis.

Otro punto a tener en cuenta es el skincare que empleamos durante el día y la noche. Debemos cuidar e hidratar la piel constantemente, además de utilizar productos con principios activos que reactiven la formación de colágeno y elastina, y la proteja de radicales libres.

Existen muchos aceites esenciales accesibles y económicos que hidratan y reafirman la piel, por ejemplo: el óleo de coco, almendras, argán, rosa mosqueta, aguacate, entre otros.

Por último, procurá tener buenos hábitos: el buen descanso, evitar las bebidas alcohólicas en exceso, el tabaquismo, usar protector solar, beber suficiente agua por día, realizar actividad física y un buena alimentación rica en antioxidantes te ayudará a mantener una piel firme y radiante.

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