Vestida de amarillo y con una gran diadema roja coronándole la cabeza, la joven poetisa afroamericana Amanda Gorman, de tan solo 22 años, cautivó al mundo entero esta semana durante la ceremonia de investidura de Joe Biden, con su poema de unidad titulado The Hill We Climb (La colina que subimos).

La joven poetisa nació en 1998 en Los Ángeles, fue criada por una madre soltera y en su niñez tuvo tartamudez, un aspecto que comparte con el nuevo presidente de Estados Unidos. A los 16 años se convirtió en una poeta famosa en su ciudad, y tres años después, mientras estudiaba sociología en Harvard, en la primera poeta juvenil premiada a nivel nacional.

La prensa estadounidense comentó que su nombre fue sugerido a los organizadores de la ceremonia por Jill Biden, esposa del ya presidente número 46 de EE.UU, que había asistido a una de sus lecturas. BBC Mundo cuenta que Gorman “gritó y bailó como loca” cuando se enteró que había sido elegida para leer uno de sus poemas en la toma de posesión de Joe Biden.

“Emoción, alegría, honor y humildad, y al mismo tiempo terror”, expresó la poeta al medio, sobre lo que sintió antes del evento.

El día de la asunción de Biden, entonó sus rimas con voz tranquila y con movimientos delicados, sin dejar que apareciera su tartamudeo. El poema que recitó La colina que subimos es de su propia creación, y fue escrito en referencia al Capitolio, la sede del Congreso que fue invadida por una multitud de partidarios del presidente saliente, el republicano Donald Trump, el pasado 6 de enero.

Sus versos hablan de la unidad y la colaboración, de un nuevo capítulo para la democracia en Estados Unidos. “Hemos visto una fuerza que destrozaría nuestra nación en lugar de unirla; destruiría nuestro país si eso significaba retrasar la democracia, y este esfuerzo estuvo a punto de tener éxito...”, rezaba parte de su poema.

“Aunque la democracia puede ser periódicamente retrasada, nunca puede ser permanentemente derrotada. En esta verdad, en esta fe, confiamos. Porque mientras tengamos nuestros ojos en el futuro, la historia tiene sus ojos puestos en nosotros”, recitó detrás del atril.

“Quería intervenir en el evento a través de la elegancia y la belleza de las palabras”, dijo sobre su participación en la ceremonia de investidura. Y lo hizo. Ese día, la poeta ganó dos millones de seguidores en Instagram y más de un millón en Twitter. El viernes sus tres obras, textos que ni siquiera se han publicado, lideraban las ventas de libros en Amazon, superando incluso a Una tierra prometida de Barack Obama.

El expresidente de los Estados Unidos solo tuvo palabras de elogio para ella: “Ella ofreció un poema que fue más allá del momento. Los jóvenes como ella son la prueba de que siempre hay luz, si somos lo suficientemente valientes para verla; si somos lo suficientemente valientes para serlo’”, tuiteó Obama, tomando prestados un par de versos que la joven recitó en la ceremonia.

Fuente: AFP y BBC Mundo.


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