Tras ser trasladado de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, se encuentra en una celda aislada y sin contacto con otros reclusos, incluyendo sus cómplices.

El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, comentó al canal GEN que tras el exitoso operativo Veneratio impulsado en la cárcel de Tacumbú se han encargado de asegurar todas las medidas de seguridad para Armando Javier Rotela y sus principales cómplices.

Tal es así que el líder del clan Rotela y los 8 reclusos que formaban parte de su primer anillo fueron llevados a un sector de máxima seguridad dentro de la nueva cárcel de Emboscada, donde cuentan con custodia permanente.

Ante los cuestionamientos por el traslado de Rotela desde la Fope, Nicora retrucó asegurando que fue llevado a un pabellón totalmente aislado, el cual cuenta con estándares que cumplen los requisitos internacionales en materia penitenciaria.

Los principales cabecillas del clan Rotela no tienen comunicación entre sí, por lo que no existe forma de que puedan articular cualquier plan o eventual represalia, refirió.

“Estas personas no están en las penitenciarías del viejo sistema, están en la nueva cárcel de Emboscada, en un pabellón preparado para este tipo de perfiles, con celdas separadas de forma física e incomunicadas entre ellas”, enfatizó el viceministro.

A la par, aclaró que el traslado de Armando Javier Rotela y sus secuaces estaba dentro del presupuesto, descartando que haya sido una decisión tomada con premura ante el rumor de un supuesto plan de fuga.

Tanto la Policía Nacional como las Fuerzas Armadas continúan controlando la cárcel de Tacumbú, y seguirá hasta que el Ministerio de Justicia reordene su plan de seguridad penitenciaria.

“Sabemos que hay elementos antiguos que hacen el servicio de seguridad de la penitenciaría y hay otros que están egresando del instituto que tienen. Cuando el Ministerio de Justicia ponga a punto a ese personal, la Policía dejará la penitenciaría”, había expresado días atrás el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez.

Tanto Javier Rotela como su primer anillo fueron imputados por motín, asociación criminal y transgresión a la ley de armas.