Con un fuerte y sorpresivo “¡Viva la libertad, c...!” el economista y diputado argentino Javier Milei cerraba su presentación ante un selecto grupo de más de 200 personas. Más que una despedida, el precandidato a la presidencia del vecino país lanzaba un grito de guerra advirtiendo lo que tiene planeado realizar en caso de ganar las próximas elecciones.

Durante más de una hora y media, tanto encumbrados políticos paraguayos, autoridades nacionales como expertos en economía escucharon con atención sus argumentos en contra del sistema socialista al que calificó como “virus mortal”, al cual -advirtió- que “cada milímetro que le otorguen a la izquierda ella lo va a utilizar para atacarlos con mayor fuerza”, aseguró, y comenzó a enumerar la importancia de reconocer las herramientas con las cuales este sistema logra permear en la sociedad y que es mejor reconocerlo a tiempo “porque cuando se instala es bastante más complicado”.

Su exposición comenzó con calma, explicando que su charla arrancaría con tres partes sobre los desafíos que se están dando en el campo de la política: Una que tenía que ver con la batalla cultural, otra con la versión en economía de esa batalla cultural y la tercera sería cómo se plantea esa discusión moral desde el punto de vista del análisis económico.

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Recordó que después de la “derrota furiosa” del socialismo real que todos suelen fecharla en 1989 y que desde su punto de vista eso es un error porque la derrota del socialismo real no ocurrió el día que cayó el muro, sino el día que se lo construyó en 1961.

Dijo que una vez caído el muro en 1989, los socialistas se reagruparon y se reunieron en el Foro de San Pablo, en 1990, y allí inician una batalla cultural y una forma de instalar el socialismo. El objetivo del foro era lograr la Unión Soviética latinoamericana, aseguró y añadió que había que reconocer que ellos ganaron la batalla cultural al reconocer que no tenían para competir en el plano productivo, pero por sobre todo porque “ninguno de los liberales se puso a dar la batalla”.

Y avanzaron con una lógica de tres etapas. El marco general para instaurar el socialismo proponía meterse en la cultura, en la educación y en los medios de comunicación, desglosó.

REGULACIONES

En otro momento Milei sentó postura sobre las regulaciones de un gobierno. Dijo que un control de precios es como estar entregando el derecho de propiedad, es negar la libertad, los valores básicos de la prosperidad. “Empiezan a avanzar con regulaciones, con interferencias, metiéndose en las empresas y contaminan el funcionamiento del sistema. Y eso lo hacen sin pausa. No hay que cometer el error de financiar a los socialistas porque parecen buenas personas, pero único que van a hacer es estar poniéndoles las balas al arma del asesino que los va a matar”.

Advirtió que los militantes de la izquierda pasan sin resistencia alguna, es decir triunfan no porque tengan mejores ideas, sino porque nadie se les pone enfrente y citó los casos “exitosos” de Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en Uruguay; en Argentina Néstor Kirchner, Cristina Fernández dos veces, ahora Alberto Fernández, quien termina impulsando el Grupo Puebla, que es una versión del Foro de San Pablo frente el fracaso que están teniendo en el plano económico; en Chile Ricardo Lagos, Michele Bachelet y Gabriel Boric; en Paraguay Fernando Lugo; en Bolivia Evo Morales; en Perú Pedro Castillo; en Brasil Lula da Silva y Dilma Rouseff; Colombia está siendo amenazada por la llegada de Gustavo Petro y en México tienen a López Obrador.

“Ellos postulan un falso altruismo. Siempre tienen posiciones altruistas y los liberales son los malos de la película porque defienden la libertad individual. Les encanta hacer caridad con el dinero ajeno”, ironizó.

SU PRESIDENCIA

“Si soy presidente de la Argentina, en mi gobierno no va a haber marxismo cultural”, dijo tajantemente y explicó cómo la lucha de clases que el socialismo proponía en el siglo pasado fue evolucionando y tuvieron que reconvertirla.

Explicó que los socialistas dejaron de lado la lucha de clases en cuanto a lo económico y pasaron a discutir otros tipos de cosas. “Una de las cosas que encontraron, por ejemplo, tienen que ver con las políticas de género y la desigualdad y la brecha entre lo que gana un hombre y una mujer, todas cuestiones de las que cuando uno sale de promedios se derrumban, no están sostenidas por la evidencia empírica”.

Indicó que se plantea una guerra entre hombres y mujeres. Y si fuera cierto que las mujeres ganan tanto menos que los hombres, las empresas tendrían que estar abarrotadas de mujeres, pero eso no ocurre. “También plantean problemas entre homosexuales y heterosexuales, entre el hombre y la naturaleza con el calentamiento global, se plantea el problema del racismo. Están violentando los valores fundamentales de una sociedad libre y desde ahí van contaminando el resto”, expresó y ejemplificó casos en los que una mujer plantea matar a todos los bebés para “salvar” al planeta porque el ser humano la daña.

LA ENVIDIA

Para Milei uno de los objetivos del socialismo es basa en la envidia. “Ustedes solo pueden ser exitosos en el capitalismo sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y mejor precio. O sea, son benefactores sociales. El empresario que gana dinero es un benefactor social porque lleva al mercado un producto de mejor calidad a mejor precio, eso permite que ustedes tengan más de ese bien, pero además como van a estar ahorrando dinero van a poder tener más de otros bienes. Esa persona también genera puestos de trabajo, con lo cual todo es ganancia, y si supongamos no quiere reinvertir y lo consume, va a generar riqueza en otra parte de la economía. Y si lo ahorra va a invertir y va a generar inversiones y crecimiento en otra parte de la economía. Y si es un despiadado maldito que odia a la gente y entonces ese dinero lo hunde en la tierra, entonces va a haber menos dinero en la economía, va a haber precio más bajo y va a beneficiar a todos”, indicó.

FINAL

Tras dar una charla magistral con datos, números y citas de grandes autores intelectuales, la exposición finalizó con una muy seria reflexión: “El problema es la casta política que empobrece. Tienen que identificar al verdadero enemigo. El enemigo son los políticos que defienden el estatismo, los políticos que obran y defienden el colectivismo porque mientras que para ellos es un gran negocio, la gente vive una vida cada vez más miserable”, finalizó.

LA CASTA INMORAL

La última parte de la presentación fue sobre los valores morales que se traducen en instituciones y terminan impactando sobre el crecimiento económico. “Un país en el que se producen alimentos para 400 millones de seres humanos, donde la presión fiscal sobre el campo es del 60%, es decir que el Estado se lleva el alimento de 240 millones de personas y hay 5 millones de argentinos a los que no les alcanza para comer. Ese es el modelo de saqueo brutal donde los únicos que progresan en Argentina son los políticos. La casta, este conjunto de ratas repugnantes del gobierno en Argentina, tanto oficialistas como opositores, cuando es el momento de meterle la mano en el bolsillo de sus representados no tienen dudas. Cuando hay que subir impuestos están todos de acuerdo”, exhortó.

EL PELIGRO DEL POPULISMO

Milei también se explayó sobre el peligro del populismo, que dividió en cuatro etapas: En la primera se estimula la política monetaria, la política fiscal, pasan a ser expansivas. La segunda es en la que siguen estas políticas expansivas y en la que el producto empieza a expandirse mucho menos, así como el empleo, los salarios reales son magros y se acelera claramente la inflación. “En la tercera etapa, como no les gusta los efectos que generan estas políticas expansivas, entones tratan de atacar los efectos y no las causas, es decir, no piensan en hacer el ajuste fiscal, o poner en caja al Banco Central, empiezan a reprimir los efectos y no las causas y ahí es cuando empiezan a parecer todo el conjunto de controles sobre la economía que implican avances sobre la libertad y el derecho de propiedad y eso nuevamente tiene dos familias de efectos: los más evidentes son los efectos sobre el sistema económico, pero para mí los más importantes son los que tienen que ver con la cuestión moral y de la libertad”, opinó y dio una larga explicación del punto con el ejemplo de su país. La cuarta etapa es cuando la situación estalla, sintentizó, y reflexionó sobre que hay algún problema con los argentinos por el cual no pueden aprender y repiten cíclicamente los mismo errores.


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