• Por Josías Enciso Romero

En paralelo a los XII Juegos Suramerica­nos Odesur Asun­ción 2022 se están desa­rrollando las competencias olímpicas restringidas al círculo gubernamental del presidente Mario Abdo Benítez. Fiel a su estilo de no entender nada, con­fundir todo y perorar sin pausas, mezcló las dispu­tas atléticas que nacieron en honor a Zeus, el jefe de los dioses del Olimpo, con las pruebas de San Juan y las romerías de las fiestas patronales. El medallero principal, sin ninguna objeción, acapara Arnoldo Wiens, por la “pasarela de oro” que justificadamente cuelga de su cuello. Pre­sea dorada que tuvo una sobrefacturación de dos millones de dólares. Pero jamás importó. Lo impor­tante es subirse al podio. En este caso, en el podio de la corrupción, ante el eufórico aplauso, al borde de la his­teria, de la hinchada de sus fanes mediáticos que tie­nen como porrista mayor a la “Faraona” de la calle Yegros y al hurrero oficial de estas competencias, el “importador” de wiskis eti­queta “AJ”, y cuyos espiri­tuosos productos pueden inundar todo el continente, desde el Atlántico hasta el Pacífico, sin pagar aran­celes. A lo sumo, paga un poquito como seña de trato.

El “ministro” asesor polí­tico adjunto del presidente de la República, el último intelectual republicano Mauricio “Pinky” Espí­nola, heredero con dere­chos de Blas Garay, Igna­cio A. Pane, Pedro Pablo Peña, Epifanio Méndez Fleitas, Osvaldo Chaves, J. Natalicio González y Juan León Mallorquín, inscri­bió su nombre en el meda­llero batiendo récord con el salto triple con un final de agujero negro que todo lo traga. Atleta exclusivo de Abc-TV, algunos conduc­tores estuvieron muy ata­reados este fin de semana para hacerle decir que “los colorados están cansados de las disputas estériles entre Mario Abdo (Bení­tez) y Cartes (Horacio)” para luego añadir, sin ponerse colorado (por­que no lo es), que todos tienen “fotos con algún diputado con vínculos con el narcotráfico”, tra­tando de defender a su precandidato presiden­cial, Arnoldo Wiens. No se diga más. Solo que pan kesu no tiene fotos con “diputados con vín­culos con el narcotrá­fico”. Wiens tiene fotos con un capo de la mafia trasnacional. Y tratando de llegar a la meta de la carrera de resistencia, que tiene sus cintas atadas al 18 de diciembre, afirmó que el “Wiens derecho” de la corrupción ya está solo a 6, 7 puntos de Santiago Peña. Ahí es donde nos perdemos totalmente. ¿Por qué los precandidatos del movimiento Honor Colo­rado estarían comprando encuestas –según Wiens y el “mariscal de la derrota” – si los propios adversarios reconocen que están por detrás de su oponente prin­cipal? Cosas de mandinga, del payé y del Pombero.

El hijo de don Mario, Mario también él (pobre anga), se apoderó del oro en Judas kái. Ganó su segunda medalla en carrera sobre pista de asfalto (asfalto que él mismo proveyó) aumentando su veloci­dad (y la de su empresa) en 450% durante cuatro años. Propios y extraños quedaron asombrados por el porte atlético de Mario’i, que pudo ser compositor, guaino y caballo (algu­nos dicen burro), al mismo tiempo. Por eso, cuando el presentador anunció al gana­dor, nadie se atrevió a cuestio­narlo. En su tercera partici­pación, lamentablemente, no ligó ni el bronce. En arquería ni se acercó a las encuestas que dan perdedor a él y a su rocín. Eso sí, no dejó de rea­lizar tiros al aire. Donde ganó con los ojos cerrados fue en el juego “Póngale la cola al asno”. Fue directo al objetivo.

Óscar “Nicadrón” Duarte “Bruto” no dejó que nadie le disputara su natural y con­génita habilidad en el paila jeheréi y en la media jepyte. Ganó por amplio margen y por varios cuerpos. En la carrera de “vosa de víveres” volvió a cosechar una meda­lla de oro (y unos cuantos diezmos). Aunque en 1.600 metros aseguró que le estaba pisando los talones a su con­trincante directo en la lista nacional para la Junta de Gobierno del Partido Colo­rado, tendrá que contentarse con tragar el humo –perdón, el polvo– del tenor de Ypaca­raí, el senador Juan Carlos Galaverna quien, sin mover el hópo, lleva la delantera hol­gadamente. De todas mane­ras, el “mariscal” ya se ase­guró la corona plateada, en vez del laurel, de una miss. En carrera de velocidad de los cien metros llanos les ganó a todos y se quedó con todo lo que pudo. Es rápido para estos menesteres el hom­bre de tierra adentro. Para los próximos juegos sugirió que se añada la competencia de alpinismo. Se siente bien entrenado para ganar sin esfuerzo alguno.

Como todo convidado de pie­dra, el precandidato a vice­presidente de la República Juan Manuel Brunetti Mar­cos tuvo que contentarse con juegos tradicionales como carrera vosa y tovasy jovái. Perdió lejos en el pri­mero, pero basureó en el segundo. Ni un diente mos­tró. Hasta cuando sonreía tenía la cara larga. Se espe­ran grandes titulares en el periódico digital El Trueno, financiado por la EBY a tra­vés de una sospechosa agen­cia. O sea, todo normal en el mundo mágico de Marito y sus delincuentes. Antes de que me olvide: la mascota del evento es el famoso “Anguja tutu”. En el ojo.

No se diga más. Solo que pan kesu no tiene fotos con “diputados con vínculos con el narcotráfico”. Wiens tiene fotos con un capo de la mafia trasnacional.

El hijo de don Mario, Mario también él (pobre anga), se apoderó del oro en Judas kái. Ganó su segunda medalla en carrera sobre pista de asfalto (asfalto que él mismo proveyó).

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