El Poder Ejecutivo presentó el lunes pasado el proyecto “Hambre cero en nuestras escuelas y sistema educativo”, que apunta a cubrir el 100 por ciento de la alimentación escolar durante los 180 días de clases que dura el año lectivo, siendo actualmente la cobertura de apenas el 5 por ciento. Mientras esta propuesta sigue un proceso de consenso antes de iniciar su trámite legislativo, el Gobierno indicó cómo seguirá el Programa de Alimentación Escolar del Paraguay (PAEP) este año.

“En el año 2024, mantendremos una estricta supervisión de los contratos plurianuales vigentes, asegurándonos de su cumplimiento cabal. Al mismo tiempo, con Hambre Cero implementaremos los mecanismos necesarios para garantizar que los niños y niñas más vulnerables reciban el almuerzo escolar de forma progresiva”, señalan a través de una nota publicada en la Agencia IP.

“La transformación del programa será progresiva, llegando a toda la población estudiantil en los siguientes años, según datos socializados por la Presidencia de la República”, agrega la publicación, que destaca que el proyecto es considerado por el presidente Santiago Peña como el más ambicioso de su administración con el afán de optimizar la alimentación escolar para más de 1.300.000 niños, niñas y adolescentes paraguayos.

El proyecto surge de un profundo compromiso con los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, a partir del entendimiento de que la educación no solo es un bien público esencial, sino también un derecho fundamental que permite igualar las oportunidades y potenciar el capital humano de Paraguay.

La adecuada educación es un deber ineludible del Estado y, el almuerzo escolar es clave para la nutrición de los niños y su permanencia en las escuelas, impactando de forma directa en el aprendizaje, el desarrollo cognitivo, la mejora del bienestar social y la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Cerca de 1,5 millones de estudiantes estuvieron matriculados según datos oficiales del MEC. Más del 95% cursa niveles iguales o inferiores a la Educación Media, y el 90% asiste a instituciones educativas públicas o subvencionadas. Esto implica que al menos 1,3 millones de estudiantes son potenciales beneficiarios de la alimentación escolar; sin embargo, la cobertura del almuerzo escolar es muy baja, ya que en promedio solo aproximadamente el 5% recibe el alimento durante los 180 días del año lectivo.

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La Contraloría General de la República en su reciente informe sobre la alimentación escolar en centros educativos estatales con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) halló varias debilidades en la provisión del alimento escolar, evidenciando graves problemas en la gestión y ejecución de los recursos, a pesar de contar con disponibilidad presupuestaria. Además, los alimentos fueron servidos en condiciones inadecuadas, incluso en mal estado.

La falta de control y planificación, como así también, las convocatorias públicas para el suministro de la alimentación realizadas fuera de los plazos legales, causaron daños irremediables en la alimentación de los niños. Igualmente, se evidenció una baja y casi nula fiscalización y seguimiento de los contratos de provisión de alimentos.

El proyecto de ley “Hambre cero en nuestras escuelas y sistema educativo” surge de un profundo compromiso con los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, a partir del entendimiento de que la educación no solo es un bien público esencial, sino también un derecho fundamental que permite igualar las oportunidades y potenciar el capital humano de Paraguay.

La adecuada educación es un deber ineludible del Estado y, el almuerzo escolar es clave para la nutrición de los niños y su permanencia en las escuelas, impactando de forma directa en el aprendizaje, el desarrollo cognitivo, la mejora del bienestar social y la reducción de la pobreza y la desigualdad.

“Hambre Cero” busca universalizar el almuerzo escolar con criterios bien establecidos y el objetivo de erradicar el hambre en la etapa escolar, basándose en la universalidad en la equidad como mecanismo para priorizar a los sectores más vulnerable del país, garantizando el ejercicio pleno y efectivo del derecho a la educación, reduciendo la inseguridad alimentaria y nutricional.

Una gestión eficiente, que contribuya a reducir las debilidades en la ejecución de los recursos. En Asunción y su zona metropolitana (que representa más del 35 por ciento del estudiantado) la gestión será dirigida por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS); y, a nivel departamental por las Gobernaciones, involucrando a su vez, a las municipalidades, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y organizaciones civiles.

Un mayor control con la creación del «Consejo Nacional de Alimentación Escolar Conae», como instancia que regulará los controles administrativos y operativos, de rendición de cuentas y de fiscalización. Además, la CGR realizará controles concurrentes, para evitar que los recursos sean mal utilizados y garantizar que los niños reciban el almuerzo escolar en tiempo y forma, y sean de buena calidad. La ciudadanía tendrá una participación activa en el cumplimiento de la ley.

Se establecerá, a través del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), mecanismos de control en línea que permitirán a la población denunciar el incumplimiento en la provisión y la calidad del almuerzo. Se crea el Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae) que permitirá blindar dentro de una misma “caja” todos los recursos que financiarán el programa. Esta propuesta amplía las fuentes de financiamiento del PAEP y hace una redirección de todos los recursos del Fonacide.

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En la actualidad, 3 de cada 10 hogares donde viven niños no reciben alimentación adecuada de forma diaria. Hambre Cero en las Escuelas permitirá cubrir el almuerzo escolar del 100% de los estudiantes durante los 180 días del año lectivo. Paraguay produce alimentos para 80 millones de personas, es inadmisible que no podamos servir un almuerzo nutritivo a nuestros niños y aumentar su permanencia en aula.

Es necesario realizar cambios sustanciales para salvaguardar el futuro de nuestros niños. En esa línea, vamos a rediseñar el Fonacide para que se traduzca en mejoras tangibles y significativas para la educación en nuestro país. Todos los recursos que forman parte del Fonacide serán destinados para financiar el almuerzo escolar, son aproximadamente USD 250 millones que se destinarán a financiar el almuerzo escolar de calidad para potenciar el capital humano y erradicar la pobreza extrema en nuestro país.