La audiencia de Margareth Chacón, procesada por homicidio agravado, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, por el crimen del fiscal Marcelo Pecci no pudo realizarse porque su abogado defensor no se presentó. La audiencia quedó reprogramada para el 25 de julio.
En la oportunidad, la periodista Claudia Aguilera, viuda de Pecci, manifestó su rechazo a la decisión de tramitar los juicios de manera presencial adoptada por la Corte Constitucional colombiana. Fue tajante al decir: “No quiero ni voy a regresar a Colombia, lugar donde mataron a mi esposo, y donde mi hijo y yo pudimos haber muerto”, enfatizó.
Claudia pidió a la Corte reconsiderar la decisión de volver a los juicios presenciales en el país, puesto que con la medida se estarían vulnerando sus derechos como madre y mujer víctima del asesinato de su esposo.
“Como víctima principal del asesinato de Marcelo Pecci deseo manifestar mi inconformidad de hacer los juicios presenciales, lo cual afecta mis derechos como víctima y madre. Desde la muerte de mi esposo y padre de mi hijo, la gravedad de esta situación me lleva a romper el silencio y expresar de manera firme mi más sentida protesta por esta decisión”, expresó Claudia Aguilera.
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La viuda de Pecci agregó: “Seamos sinceros, quienes colaboraron, algunos se sienten tranquilos declarando desde su lugar de reclusión, por eso la decisión de que los juicios sean presenciales podría poner en peligro el trabajo de llegar a la verdad”.
Según siguió manifestando, dijo que es lamentable que se pretenda obligar a la familia víctima a desplazarse tres veces al mes para asistir a las audiencias. Alegó que no es solo por los gastos que implica, sino por “la forma como fracturan nuestra cotidianidad y nuestra recuperación del trauma. Recuerde señora jueza que soy madre de un menor lactante por quien tengo que velar por la muerte de su padre”, señaló.
Claudia argumentó que volver a Colombia se convierte en un activador del trauma que vivió estando embarazada, lo que implicaría un grave retroceso a su salud mental y podría afectar de manera indirecta su deber como madre.
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