Pese a que ya se oficializó el anuncio del gobierno de Jair Bolsonaro sobre la nueva tarifa para el Brasil, el director paraguayo de la Itaipú, Manuel María Cáceres, afirmó que Paraguay no cedería en su postura en la negociación sobre el precio de energía con el vecino país. “Paraguay tiene la intención de mantener la tarifa lo más alto posible. La tarifa se está negociando”, declaró este martes Cáceres a la 680 AM.
Admitió que la decisión de Brasil se hizo de manera inconsulta con el gobierno de Mario Abdo Benítez. “La publicación de la tarifa por parte de Brasil es una decisión interna y eso no significa que haya un acuerdo. Es una decisión inconsulta de Brasil”, arguyó.
Afirmó que la disposición interna de Brasil no afecta a la tarifa, al mencionar que sobre el punto no hay aún un acuerdo entre ambos gobiernos. Cáceres dijo que una vez que se tenga la tarifa final “cada lado tendrá que acomodarse internamente”.
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El anuncio de Bolsonaro
La Itaipú Binacional, lado brasileño, anunció que evalúa reducir la tarifa de US$ 20,75 a US$ 12,67 Kw para el próximo año. Lo hará de manera provisoria para su mercado mientras se llegue a un acuerdo con la margen paraguaya. En ese contexto, hay que señalar que lo mismo sucedió este año, cuando el gobierno del presidente Jair Bolsonaro pagó menos que Paraguay durante ocho meses.
La nueva tarifa para el 2023 en Brasil será de 12,67 Kw, considerando que hasta el momento no se aprobó la tarifa de usina para el próximo año. De hecho, no hubo ninguna reunión oficial para abordar el tema. Este capítulo es repetido, con la diferencia de que la disminución es mucho más grande en favor de Brasil y en perjuicio de Paraguay.
Cabe recordar que la postura de Brasil es la de disminuir la tarifa de la hidroeléctrica, contraria a la postura de Paraguay, que es mantener el precio actual. En primera instancia de discusión, el Directorio Ejecutivo ya analizó la reducción a US$ 18,9 propuesta por Brasil y el mantenimiento de US$ 22,6 propuesto por Paraguay. Pero finalmente se redujo a US$ 20,75 Kw, aunque bajo la denominación de tarifa intermedia.
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Descartan que ingresos de Itaipú se destinarán a aumentos salariales
El exitoso acuerdo entre Paraguay y Brasil con respecto a la tarifa de Itaipú Binacional permitirá ingresos anuales al país de USD 1.250 millones. Al respecto, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, descartó que se destinen a aumentos salariales y aseguró que esa no es la visión del presidente de la República, Santiago Peña.
“Creo que podemos descartar el uso de estos recursos para mayores salarios únicamente, creo que sería pésima una decisión de ese tipo y nosotros no estamos apoyando ningún tipo de incremento salarial”, afirmó el ministro a la 1020 AM. Fernández Valdovinos señaló que es muy clara la hoja de ruta del mandatario, quien mencionó algunas de las prioridades de este recurso y citó a la alimentación escolar como uno de ellos.
Así también, se apunta a destinar a la infraestructura y no solo a la construcción de rutas, sino además, dotar a la Administración Nacional de Electricidad (Ande) lo necesario para que en pocos años, tenga la capacidad de consumir más energía generada en las binacionales. Para el ministro, es vital la transparencia en el uso de este dinero.
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“Yo creo que de nada serviría si conseguimos esos recursos y después no lo gastamos de manera eficiente y transparente, que la ciudadanía se entere del uso de estos recursos va a ser fundamental y nosotros nos vamos a abocar a la asignación de lo que serían estos recursos a lo largo del tiempo. Nos abocaremos a diseñar un plan para determinar cuál sería la manera más adecuada posible, tomando criterios de eficiencia y transparencia para empezar a gastar estos recursos”, expresó.
De acuerdo al MEF, se analizarán las posibilidades que se han ido mencionando como la conformación de un fondo soberano o la incorporación de dichos recursos al Presupuesto General de la Nación (PGN). Este estudio recién empezará ahora que se tiene cerrado el acuerdo. “No podemos empezar a gastar ni a diseñar algo que no teníamos hasta la semana pasada”, sostuvo el ministro de Economía.
Asimismo, Fernández Valdovinos aclaró que los USD 1.250 millones, producto de la tarifa fijada en USD 19,28 kW/mes, no ingresarán de una vez como algunos piensan, sino que Paraguay irá recibiendo a medida que se va generando la venta de energía de Itaipú. “Cuando se haga la facturación es que vamos a empezar a ver estos recursos”, explicó.
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Itaipú: concentrarse en lo ganado y la transparencia
- Por Mariano Mercado Rotela
- Director de Comunicaciones de la ANR
El nuevo acuerdo de Itaipú entre Paraguay y Brasil ha generado el aplauso incluso de los sectores y generadores de opinión que han sido más críticos con el gobierno de Santiago Peña, y en general con todos los gobiernos colorados, demostrando que este es un logro importante.
Analizando el mensaje del Gobierno y las expresiones de diversos voceros de la oposición, ambas fuentes reconocen la importancia del acuerdo de Itaipú y la necesidad de una revisión del Anexo C, para el futuro de la binacional.
Mientras el Gobierno resalta los beneficios económicos y sociales del acuerdo, las organizaciones de la sociedad civil plantean interrogantes sobre la transparencia, la gestión de fondos y la participación ciudadana. Al respecto ya se expresó el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, quien no descarta la posibilidad de introducir los recursos de la binacional al PNG, advirtiendo en el mismo punto, que no se debe idealizar esta herramienta, y que todo el equipo técnico del Gobierno está trabajando en mecanismos para una gestión eficiente y transparente de los recursos obtenidos, tras el nuevo acuerdo. Recordemos que fue durante el gobierno de Horacio Cartes, luego de varias décadas, que se expuso en acceso a la información pública los datos sobre contratos y sueldos de las binacionales, algo que no se animó a hacer la oposición cuando estuvo en ejercicio del poder en el periodo 2008-2013.
La crítica destaca la falta de socialización oficial del acuerdo antes de su firma y presentación. Yo me pregunto: ¿Itamarati expone su hoja de ruta, su plan de negociación y la estrategia antes de ser ejecutada? Incluso cuando se generan incursiones diplomáticas exitosas, muchas de las internas, las recetas aplicadas nunca son expuestas por lógicas razones. Pero, sin embargo, un sector local se empeña en exigir que se genere un debate público estratégico que pondrían en riesgo todo el proceso de negociación.
El acuerdo es un logro histórico que beneficia a Paraguay y Brasil, generando importantes ingresos adicionales para inversiones sociales y desarrollo. Resalta la fijación de una tarifa favorable para Paraguay y la posibilidad de venta directa de energía paraguaya al mercado brasileño.
Desde los sectores asociados a la oposición se plantean preguntas críticas sobre quién decidirá y cómo se invertirán los nuevos fondos generados por el acuerdo. Parece que se olvidan que fue un gobierno colorado el que sentó las bases para la creación de programas exitosos como Tekoporã o Tenonderã. Esa mirada social puesta en práctica no nació de una ONG o de un movimiento social, partió de la mirada técnica y política altamente capacitada de gobiernos de la ANR.
El debate público es sano, siempre y cuando quienes buscan aportar al desarrollo del país dejen de lado sus sesgos ideológicos, que no les permite reconocer las victorias cuando no son propias. Concentrarse en lo ganado y la transparencia es el camino para seguir construyendo el futuro que el Paraguay necesita.
Mientras el Gobierno resalta los beneficios económicos y sociales del acuerdo, las organizaciones de la sociedad civil plantean interrogantes sobre la transparencia, la gestión de fondos y la participación ciudadana.
Esa mirada social puesta en práctica no nació de una ONG o de un movimiento social, partió de la mirada técnica y política altamente capacitada de gobiernos de la ANR.
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Paraguay en bancarrota, peor que Argentina, sin Itaipú: “Sin Día de la Madre”
“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
La confianza del cliente consumidor (su alma de comprar, que hay que amasar diariamente para sentir y pensar en positivo, pese a lo áspero del ambiente) se construye gradualmente y se destruye de la noche a la mañana.
Cuando su deseo de comprar apoyada en la voluntad de hacerlo está por debajo de su capacidad económica real – por mínima que sea – compra menos o no compra o no se endeuda, por desconfianza y miedo a lo que vendrá (país, economía) y cómo le afectará. Retrocede, huye, por miedo. Su percepción (sensación) de que todo está mal y va para peor lo desanima. Un consumidor desanimado, pudiendo no estarlo, es lo peor para la economía como un todo, y para el comercio en particular. Simplemente no gasta lo que podría gastar y está en condiciones de hacerlo.
La percepción (sensación) de vivir en el peor país, con la peor economía y el peor gobierno, lo asusta, lo espanta. Decide no arriesgar, aunque quiere y puede asumir ese riesgo de convertir su dinero disponible en aquello que quiere para sí, los suyos, regalar. Prefiere cuidarse, para tiempos mejores. Los comerciantes en general lo saben muy bien y es su gran preocupación: cliente que se pierde es menor venta y menos ganancia. Ese cliente consumidor que no llega y esas ventas que no satisfacen puede darse a lo largo de un año y más.
La confianza es la palabra mágica en una economía como la nuestra de mercados, precios y dinero. Cuesta una enormidad construir y generar confianza, en todas las actividades económicas, sociales y políticas. Pero en la economía tiene un peso brutal. En muchos países se han hecho investigaciones, pruebas y hasta ensayos sobre cómo clientes consumidores pesimistas afectan los negocios especialmente en días festivos. Los planes de venta de las empresas no se cumplen.
Uno de los ensayos me llamó la atención por su nombre, que reflejaba la actitud y el comportamiento del cliente consumidor desconfiado: “La licuadora gana al microondas”. Más claro imposible. El cliente consumidor entra una gran tienda, un shopping, una famosa casa de electrodomésticos, con capacidad económica real de querer y poder comprar el deseado microondas –regalo por el Día de la Madre (15 de mayo en Paraguay)– pero sale con una licuadora en sus manos, bien empaquetada, papel de regalo y hasta moño. Tiene un sabor agridulce el masticar el chicle, pero el alivio lo estimula a festejar. Dado que en su percepción (sensación) la situación del país es calamitosa tomó la precaución de guardar su dinero, lo que lo convierte en una persona responsable.
Pero hay rabia y frustración en él: quería el microondas. En varios de los ensayos realizados este tipo de comportamiento convertido en una cantidad considerable arrojó una pérdida comercial del 20 % al 25 %. Ahora, la pregunta del millón, si la realidad (país, economía) no es en verdad tan mala como para originar desconfianza, miedo, susto en el cliente consumidor, ¿quién crea esa percepción (sensación) tan negativa que permite que la licuadora le gane al microondas? Dejando de lado conflictos bélicos y pandemias, son los gobiernos con sus pésimas imágenes públicas la fuente de la desconfianza. Pero los ensayos son claros, no solo los gobiernos.
Los principales creadores de una percepción negativa (sensación pesimista) son los medios de comunicación (la prensa) de grupos empresariales con sus campañas de pelea política, por diversas razones, priorizando en extremo lo malo del andar de un país y su gobierno, que es “su” malo, con desinformación, medias verdades y mentiras. Lo bueno es minimizado y desvalorizado. La realidad deformada. Y este dibujo es el que diariamente consume el cliente consumidor. Y actúa en función de lo negro, ni siquiera de los gris, porque el blanco sencillamente no existe.
Toda democracia imperfecta es infinitamente preferible a la mejor dictadura porque la libertad lo es todo en la vida. Y la prensa es fundamental para dicha democracia y dicha libertad. Pero prensa que no es libre, independiente, coherente, equilibrada y responsable, nos daña, aunque no podemos vivir sin ella. Importan y mucho sus críticas durísimas. Pero criticar no es atacar para destruir a diestra y siniestra, sin stand de tiro, a lo que me venga en gana. Y en una sociedad, así como se corrompe a la vez también se construye. No valorizar lo bueno es una forma de corromper.
La lectura de nuestra prensa opositora concluye con este resumen de situación y futuro del Paraguay: “Nuestra economía no anda, solo al Gobierno le sirve el tan mentado crecimiento como propaganda, pero en verdad es mentira y no alcanza al pueblo, otra vez decepcionado. El Gobierno festeja “su” estabilidad macroeconómica y se vanagloria. Pero la macroeconomía no es útil a nadie, además de ser falsa dicha estabilidad. Los precios de la canasta familiar suben por las nubes, los alimentos son joyas, la gente no tiene qué comer, el pueblo se muere de hambre, y hasta unos canguros australianos que recorrieron los supermercados se desesperaron, sin entender cómo vivimos. El precio del dólar también vuela alto, se escapó, sin control, en una escalada nunca antes vista, lo que encarece todo lo que consumimos. El Banco Central nada puede hacer, perdió millonarios montos en sus ventas de dólares al mercado sin ton ni son, y sus reservas internacionales caen velozmente y podríamos perderlas. Hay un bajón tremendo y terrible en la recaudación de impuesto porque la economía no se mueve, el Gobierno es absolutamente incapaz y corrupto. Hay ya atrasos de tres meses en el pago a los funcionarios públicos, algo que se dio en el gobierno de Luis González Macchi, y se anuncian movilizaciones masivas que convulsionarán el país, y con seguridad harán caer al gobierno, debilitado y desacreditado, frente a una oposición unida, fortalecida y preparada con planes y proyectos brillantes. La gente ya salió a las calles en masivas marchas y concentraciones.
El Gobierno, falto de ideas, solo busca endeudar más y más al país, comprometiendo el futuro de nuestros hijos y nietos. Afortunadamente fracasaron rotundamente sus intentos de colocar bonos soberanos en el exterior y a nivel local, porque nadie confía en su capacidad de pago. Incluso hizo un ridículo intento de vender al mundo bonos en guaraníes, que no resultó, con un rechazo masivo. Querer comparar nuestro guaraní con el dólar es una locura. Si sabemos que nuestra moneda no vale nada y sirve menos. Y ahora festeja la migaja conseguida del Brasil en las negociaciones de Itaipú. Encima todo ese mayor dinero conseguido ya fue a los bolsillos de los jerarcas del Gobierno y de los políticos. Otra vez se comen el dinero del pueblo, continúa la fiesta de la corrupción”.
Sin la percepción (sensación) de una realidad mal manejada, puedo destacar que nuestra situación económica es absolutamente normal para el cliente consumidor positivo. Es cuestión de echar una mirada al cuadro que acompaña la nota. Nuestro crecimiento (3,8 %) está hoy entre los ocho más altos de América Latina y el Caribe (ALC), en el top de los seis el año pasado (4,7 %). Los indicadores de la marcha mensual de nuestra economía revelan que la producción avanza al ritmo del 5,4 % y el consumo al 6,5 %. La economía argentina caería 5 % en 2024 (-1,6 % en 2023). Las economías tienen que crecer (producir más), el crecimiento es una condición básica y necesaria para mejorar, pero naturalmente insuficiente para solucionarlo todo. Nuestra inflación se ubica en 4 % en doce meses (3,7 % el año pasado). Desafortunadamente, así como nos dolió el encarecimiento de los combustibles derivados del petróleo, nos golpea ahora la suba en el precio de los alimentos (9,4 %), de las frutas y verduras (28,1 %), y de los vegetales (tomate) 37,2 % en particular, por una sequía que perjudicó y por la especulación comercial, entre pequeños y grandes negocios, con culpas todos. Pero saltos de precios en estos rubros ya los hemos tenido en varias épocas anteriores, volviendo a instalarse la normalidad dada la estacionalidad del fenómeno. Además, Argentina ha comenzado a vivir la realidad, con el adiós a los precios artificialmente baratos. De los que meses atrás disfrutábamos en nuestros hogares, con o sin el sello del contrabando, en una canasta familiar menos cara. En términos de comercio exterior nuestras exportaciones van muy bien. Por factores más externos que internos se ha venido dando una suba en la cotización del dólar en marzo-abril (3,3 %), pero no viaja por las nubes, no escala el Everest, no se ha escapado descontroladamente ni hay desborde alguno.
El Banco Central vendió USD 404 millones (USD 325 millones en abril), como lo hace siempre. En igual periodo del año pasado vendió USD 448 millones. En todo el 2021, USD 1.502 millones. Las intervenciones son absolutamente normales, excepto para quienes desde el 2015 vaticinan el derrumbe de la economía paraguaya, justamente por tener un dólar bailarín. Las reservas internacionales del Banco Central bajaron casi USD 600 millones con respecto al nivel récord de USD 10.746 millones, lo que también es normal en el sube y baja característico, pero no nos vamos a quedar sin reservas, las que tenemos equivalen al 22 % del tamaño de la economía, nivel que pocos países tienen. Y finalmente, tenemos récord en la recaudación de impuestos, con un adicional de USD 460 millones en casi ocho meses. En abril, el monto anualizado es de USD 4.671 en recaudación de impuestos, frente a USD 4.266 millones frente a abril de 2023.
En solo dos jornadas se colocaron en el mercado local bonos soberanos en guaraníes por el equivalente a USD 373 millones. El 75 % de los compradores son bancos, financieras y cooperativas. ¿Desconfianza? En el mundo se colocaron bonos soberanos en guaraníes (primera vez en la historia) equivalentes a USD 500 millones. ¿Desconfianza? Patrioterismo es hablar bien de tu país y joderlo al mismo tiempo. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885
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Senado convoca a negociadores para detallar los alcances del acuerdo histórico con Brasil
El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, y el director paraguayo de Itaipú, Justo Zacarías Irún, fueron convocados por la mesa directiva del Senado, encabezado por Silvio “Beto” Ovelar con la finalidad de detallar al Congreso Nacional los alcances del acuerdo histórico concretado recientemente por los gobiernos de Santiago Peña y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La convocatoria impulsada principalmente por los parlamentarios de la oposición se encuentra fijada para este lunes 13 de mayo a las 9:00. Buscarán conocer los aspectos técnicos y políticos que fueron tenidos en cuenta por el equipo negociador. No se descarta que también se busque indagar sobre las estrategias que serán implementadas por el gobierno de Peña para encarar al vecino país en la revisión del Anexo C, del tratado de Itaipú.
El gobierno de Peña anunció, este último jueves, la firma de un histórico acuerdo entre Paraguay y Brasil, mediante la definición del nuevo precio tarifario equivalente a USD 19,28 kW/mes que irá hasta el año 2026.
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Este valor implica que Paraguay recibirá 280 millones dólares en concepto de royalties, 650 millones dólares en inversión social, 265 millones dólares en compensación de energía y 53 dólares en utilidades de capital y otros. Esto hace un total de 1.250 millones de dólares por año y 3.750 millones en tres años.
Las negociación no solo permitirá a nuestro país obtener mayores rentas, sino que también posibilitará la venta de nuestro excedente eléctrico producido desde la entidad binacional, situación que es considerada como un reivindicación de nuestra soberanía energética. A la vez ambos gobiernos acordaron finiquitar la renegociación del tratado de la binacional antes de que acabe el 2024.