El acueducto recientemente inaugurado por el Gobierno dejó de proveer agua a las comunidades del Chaco Central en donde la situación es bastante complicada. Sin embargo, un tajamar de 300.000 litros, ubicado en la estancia de Wilfried Stahl, hermano de Ulrich Stahl, político y amigo de Mario Abdo Benítez, carga con el fin de proveer el líquido para sus animales.

A la altura del 141, camino de Filadelfia a Puerto Casado, en uno de los filtros del acueducto ubicado frente a la estancia Dos Hermanos, perteneciente a Ulrich Stahl, se encuentra instalado un medidor de agua con cañerías que se dirigen directamente a un tajamar ubicado al otro lado de la calle, en la estancia Cascavel de Wilfried Stahl.

Se trata de una un gran zanjón de una capacidad de 300.000 litros en donde continuamente se descarga agua cristalina y limpia proveniente del río Paraguay a través del acueducto ubicado en Puerto Casado desde el cual tendría que haber llegado agua para las comunidades del Chaco Central, zona en donde los pobladores siguen quejándose por la falta.

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En un tajamar de 300.000 litros, ubicado en la estancia Cascavel, se descarga el agua proveniente del acueducto. Foto: Christian Meza.

En medio de una reinante sed que cubre a localidades como Villa Choferes, Loma Plata e incluso comunidades indígenas de Mcal. Estigarribia, en el departamento de Boquerón, en esta propiedad se están utilizando al menos 30.000 litros de agua por día destinados sólo a los animales de Ulrich, alojados en la estancia Tres Leones, que dista a unos 7 kilómetros del tajamar.

Llama bastante la atención, que en un trayecto de al menos 203 kilómetros que realiza la ductora para llegar hasta Filadelfia, esta sea la única estancia beneficiada con un medidor desde el cual puede proveerse de agua a pesar de que no llegue a las comunidades más cercanas. Clementino Martínez, peón de una de las estancias, señaló que realizan el traslado del agua hasta los animales tres veces por día a través de dos tanques de 5.000 litros cada uno.

Sobre el punto, el ingeniero César Paredes, encargado del acueducto de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), regional Chaco, mencionó que habilitó el medidor a la estancia con un servicio de 24 metros cúbicos día, lo que representa al menos unos 240.000 litros sólo para esta estancia. El encargado señaló que el dueño del establecimiento realizó la solicitud y supuestamente cumplió con los condicionamientos para poder acceder a este beneficio.

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Agua cristalina que debía llegar a las comunidades de Chaco Central es descargada en este lugar para luego ser destinada para el consumo animal. Foto: Christian Meza.

Pobladores de Loma Plata, Villa Choferes y varias comunidades indígenas señalan que desde hace al menos dos a tres meses están sin la provisión de agua del acueducto, por presuntas pérdidas que se registraron en las tuberías en el trayecto Puerto Casado-Filadelfia. Si bien el ingeniero aseguró que el ganadero está pagando por el servicio, señaló que la condición radicaba en que tenían que llevar agua de forma permanente a la comunidad de Casanillo.

Mientras existen solicitudes de varias estancias, cooperativas y otras industrias de la zona, que fueron rechazadas por Paredes por aparentemente no cumplir con los requisitos, familiares del político de Fuerza Republicana en el departamento de Boquerón gozan de privilegios otorgados por la propia Essap a sabiendas de la necesidad que existe en todo el Chaco.

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El filtro del acueducto tiene instalado un medidor y cañerías que conducen el agua hasta el tajamar que luego es distribuida en las estancias. Foto: Christian Meza.

Cuestionado por esa situación, el encargado de la estatal aseguró que el agua que está llegando actualmente hasta el acueducto no cuenta con buenas condiciones sanitarias para el consumo humano, por lo que realizan esa descarga en el trayecto en beneficio de esta familia. No obstante, el equipo de La Nación-Nación Media pudo corroborar que realmente el agua no presentaba elementos que la convertían en turbia, como había expresado Paredes en un primer momento.

La situación resulta bastante grave para las demás estancias y pobladores del Chaco Central, en donde ante la falta de lluvia y provisión a través del acueducto se ven obligados a consumir el líquido en peores condiciones, mientras animales vacunos de un conocido ganadero de la zona tienen el privilegio de beber agua dulce que llega directo desde el río Paraguay.

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El ingeniero César Paredes, encargado de la Essap regional Chaco, mencionó que habilitó el medidor para esta estancia por la supuesta condición del agua. Foto: Christian Meza.

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