A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) lamentó el crimen del periodista Humberto Colmán en Pedro Juan Caballero. Foto: Archivo.
Obispos piden al Gobierno intervención “inteligente, oportuna y eficaz” contra la inseguridad
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La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) sentó postura a través de un comunicado acerca del estado de conmoción que se vive en la ciudad de Pedro Juan Caballero tras el asesinato del periodista Humberto Coronel de radio Amambay 570 AM. Los obispos condenan la violencia que “atormenta a los paraguayos de bien” y exigen al Gobierno garantizar la libertad de expresión en el Paraguay.
“Lamentamos la triste pérdida del joven periodista Humberto Andrés Coronel Godoy, quien cumplía tarea profesional informando a la ciudadanía. Repudiamos hechos crueles y crímenes que atentan contra la vida humana. Manifestamos nuestra cercanía espiritual a sus familiares y amigos por la irreparable pérdida”, señala el manifiesto.
Seguidamente expresa que “solamente una intervención inteligente, oportuna y eficaz de las autoridades nacionales, Policía Nacional, Ministerio Público y Poder Judicial, cesará todo tipo de atentado contra la vida” que desde hace mucho tiempo acongoja al país, especialmente a la citada ciudad fronteriza.
El comunicador Humberto Coronel fue asesinado a balazos por sicarios frente a la radio donde trabajaba. Foto: Facebook.
Garantizar la libertad de expresión
“La violencia rompe la armonía, el respeto y la paz que necesita nuestro pueblo para alcanzar el desarrollo integral y la amistad social, la misma nunca ha construido, solamente ha sembrado semillas de la pobreza y el odio”, añade. La Iglesia católica llama a la paz y a aunar esfuerzos para erradicar la violencia. Así también, reclama garantías para el ejercicio del periodismo y la noble tarea de informar a la ciudadanía.
“El Estado debe garantizar y tutelar la libertad de expresión, más aún en un escenario de alta peligrosidad. De lo contrario avanzará sin cesar cada vez más el crimen organizado, el narcotráfico y hechos de crueldad”, advierte. “Señor Jesucristo, nuestro Señor, te pedimos vigorosamente que cese la violencia en nuestro país y que prime el bien sobre el mal”, concluye el comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), presidida por el cardenal Adalberto Martínez.
El cronista y conductor radial Humberto Andrés Coronel Godoy, de 33 años, fue asesinado a tiros frente a radio Amambay, este martes pasado poco después de las 13:00, por sicarios a bordo de una motocicleta, cuando se disponía a subir a su automóvil. El 10 de junio pasado, Coronel y su colega Gustavo Manuel Báez Sánchez denunciaron notas de amenazas en sus respectivos domicilios. “Sabe muita cosas, vamos ir apagando a que sabe muito Gustabo Umbertito”, decía una cartulina.
La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) dio a conocer este manifiesto tras el cruel asesinato del periodista Humberto Coronel. Foto: Gentileza.
Congresistas
Legisladores de ambas cámaras del Congreso Nacional también exteriorizaron su preocupación por la inseguridad imperante a nivel nacional. El senador Stephan Rasmussen, del Partido Patria Querida (PPQ), dijo que la inseguridad está muy relacionada con la impunidad en el país.
Considera que los nuevos ministros de la Corte Suprema de Justicia tienen encima una gran responsabilidad de poder establecer un cambio radical en el Paraguay y que lo ocurrido en Pedro Juan Caballero es una muestra clara de que las instituciones no funcionan. Estas declaraciones surgen tras el asesinato por sicariato del periodista Humberto Coronel, ocurrido ayer martes, frente a radio Amambay.
Este miércoles 17 de septiembre se cumplen 45 años del asesinato del último dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza en Asunción, Paraguay. Foto: Archivo
El “bazucazo” en Asunción que marcó el fin de Somoza
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Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Este miércoles se cumplen 45 años de un hecho que conmocionó a la sociedad paraguaya y tuvo repercusiones internacionales: el asesinato con un bazucazo del último dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza Debayle, ocurrido en pleno corazón de Asunción el 17 de septiembre de 1980.
De acuerdo a los recuentos históricos, este hecho dio una dura sacudida a la entonces dictadura stronista y tuvo repercusión internacional, al demostrar que ni siquiera el exilio en un régimen autoritario ofrecía protección absoluta.
Recordar este hecho no es solo repasar una página violenta de la historia regional, también nos ayuda a comprender cómo nuestro país fue escenario de un episodio que marcó las tensiones políticas de toda América Latina en plena Guerra Fría.
Para comprender este hecho, La Nación/Nación Media conversó con el historiador Fabián Chamorro, que señaló que a más de cuatro décadas, la memoria de aquel acontecimiento sigue siendo necesaria para reflexionar sobre la violencia, el poder y las huellas que dejaron las dictaduras en la región.
“Como todo evento que, como en el caso nuestro, ocurrido acá en Paraguay, es importante que lo tengamos como memoria y también como una lección de cómo podrían terminar ciertos dictadores”, reflexionó.
Tras cuatro décadas de la dinastía Somoza, el frente Sandinista derrocó a Anastasio Somoza Debayle en Nicaragua. Foto: Gentileza
Historial nefasto
Chamorro señaló que Anastasio Somoza Debayle formó parte de una dinastía en Honduras ya que su padre, que fue también dictador en su país, lo habían asesinado. Su familia ejercía el poder en ese país desde 1937. Indicó que su padre Anastasio Somoza García, conocido como “Tacho”, lo mataron en 1956, estando en el poder.
“Le sucede el hijo mayor, Luis Somoza Debayle en la presidencia, hasta que fallece por causas naturales en 1967, también ejerciendo el poder. Ahí le sucede a Anastasio Somoza. Él fue presidente 13 años hasta 1979 cuando la famosa Revolución Sandinista logra derrocarlo en julio de ese año”, precisó.
Señaló que tras su derrocamiento, buscó instalarse en los Estados Unidos, ya que además de que realizó sus estudios en Estados Unidos, logró tener la formación militar en la Academia Militar de este país. Respecto a cómo vino a parar en el Paraguay, indicó que existen dos versiones: una, que el gobierno norteamericano le obligó al Paraguay, y la otra, es que era conocido o amigo de Alfredo Stroessner.
“Somoza no solo fue parte de una élite y contaba con poder económico. Pensó que podía instalarse en EE. UU., pero los norteamericanos le bajaron el pulgar. No hay documentación que demuestre que EE. UU. impone a Paraguay para recibirlo. La otra opción es que los dos dictadores se conocían y por una cuestión económica, aceptaron que Somoza se instale en Paraguay. El tipo había malversado durante su gobierno, estamos hablando de cientos de millones de dólares para aquella época” comentó.
Chamorro señaló que de acuerdo a los historiadores de su país, Somoza Debayle fue “un tipo loco”, cometió crímenes atroces, violaciones de derechos humanos e incluso cometió asesinatos con sus propias manos.
Pese a ese antecedente, indicó que se instaló en el país, lo hizo con grandes lujos, se compró propiedades, tenía una vida bastante pública, eso también facilitó el trabajo de sus asesinos.
Dinorah Sampson, la pareja sentimental del exdicador nicaraguence, contenida por el ex ministro del Interior Sabino Motanaro. Foto: Archivo
Izquierdistas ejecutaron el plan
El historiador señaló que la organización de su asesinato fue ejecutada por el grupo de izquierda de la región, que tenía fuertes vínculos con el Frente Sandinista, que justamente lo había derrocado en su país. Este grupo comando que se instaló en el Paraguay estuvo encabezado por Enrique Gorriarán Merlo, dirigente argentino del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
“El plan se llamó Operación Reptil y fue realmente una operación muy bien hecha. Hicieron un trabajo de inteligencia durante meses. Alquilaron casa, montaron un negocio sobre la Avenida España, donde podían verlo pasar todos los días marcando su rutina y cuándo ya tuvieron graficada llevaron adelante su plan de emboscada sobre la calle España y América”, precisó.
Precisó que el atentado se produjo poco después de las 9:00. Los guerrilleros prepararon dos lanzacohetes, lo que acá conocemos como bazooka, con esa arma lograron parar el vehículo que estaba transitando. Uno logró ser gatillado, el segundo no. Con ese disparo prácticamente ya se dio muerte a los tres ocupantes del vehículo. Cuando paró el auto de Somoza bajaron de otro vehículo más guerrilleros que atacaron con fusiles", comentó.
Junto a Anastasio Somoza fallecieron también en el automóvil Mercedes-Benz blindado, José Francisco Guerrero, exministro de Hacienda de Nicaragua y cercano colaborador de Somoza y el coronel Joaquín López, jefe de escolta y hombre de confianza del exdictador.
Con un bazucazo asesinaron a Somoza y sus dos acompañantes que transitaban sobre la avenida España en un Mercedes Benz blindado. Foto: Archivo
Sicarios guerrilleros
En cuanto al número de miembros de esta operación, el historiador señaló que no hay datos precisos sobre la cantidad, ya que algunos libros hablan de 5, otros de 7 miembros e incluso señalan hasta 15 revolucionarios, de los cuales, solo uno de los que ejecutaron a Somoza fue capturado en Asunción, Hugo Irurzún o “Capitán Santiago”, que fue muerto supuestamente en un intento de fuga, pero fue torturado. Mientras que Gorriarán Merlo, logró escapar y permanecer prófugo durante varios años.
Respecto a la motivación del plan de ejecución, Chamorro señaló que Gorriarán Merlo, el que ejecutó el asesinato, escribió un libro en el cual señala que ellos tomaron la decisión de matarle a Somoza, como una forma de ajusticiamiento por los crímenes que le había cometido contra el pueblo de Nicaragua.
“En el fondo fue por una cuestión ideológica, no por una material, No es que lo mataron por una cuestión específica de la guerrilla, sino por una cuestión filosófica, doctrinaria de los líderes de la revolución.
El historiador explicó que este grupo de guerrilleros logró movilizarse con total tranquilidad en Asunción, pese a la dictadura stronista, porque ninguno de ellos fue objetivo de investigación. Recordó que el gobierno dictatorial ya tenía entonces sus objetivos a quienes consideraban subversivos, y esta información también procedía de los EE. UU., sobre quiénes debían ser vigilados o puestos bajo arresto.
“Esta gente vino como un argentino más. No existía todavía esa inteligencia norteamericana, que era la que le nutría a todos. Evidentemente, EE. UU. no filtró adecuadamente la información y estos tipos se instalaron tranquilamente en Paraguay, porque no estaban en la mira”, explicó.
Tras este suceso, Pastor Coronel encabezó un periodo terrible, comenzaron a buscar casa por casa a los guerrilleros. Foto: Archivo
Apagó la noche asuncena
Como detalle, el historiador Fabián Chamorro agregó que tras este suceso, Pastor Coronel encabezó un periodo terrible, comenzaron a buscar casa por casa. Después eso ya se volvió extensiva a cualquiera que fuera opositor al gobierno. Indicó que este suceso fue aprovechado para golpear a sus enemigos. También comenzaron las riquezas en los colectivos.
“Hubo todo tipo de abusos después de la muerte de Somoza. Es más, fue uno de los motivos que mató la noche asuncena, que justamente a finales de los 70 comenzaba a tener nuevamente vida. El asesinato de Somoza hizo que muera nuevamente la actividad nocturna en la capital, debido a las medidas restrictivas, persecución a los civiles, militares subiéndose a los colectivos, policías parando automóviles, eso hizo que mate lo que quedaba de noche asuncena”, concluyó.
Como consecuencia del atentado, la militarización de Asunción terminó por matar la incipiente movida nocturna asuncena. Foto: Archivo
El Supremo de Brasil alcanza mayoría para condenar a Bolsonaro por intento de golpe de Estado
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El supremo brasileño alcanzó este jueves una mayoría de tres votos para condenar a Jair Bolsonaro en el juicio por golpismo, lo que deja al expresidente a las puertas de una pena de cárcel.
El líder ultraderechista de 70 años está acusado de haber liderado una organización criminal armada para tratar de aferrarse al poder tras perder las elecciones en 2022 contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La juez Cármen Lucía votó por una condena por el cargo de organización criminal, mientras restan otros cargos por votar. Con la votación 3 a 1, para que el supremo adopte formalmente esa decisión, todavía debe votar además el quinto magistrado del caso. “Bolsonaro practicó los crímenes imputados”, dijo la juez al emitir su voto.
Para que el supremo adopte formalmente la decisión todavía debe votar el quinto y último magistrado del caso, Cristiano Zanin. Después, los magistrados votarán la pena, que puede sumar hasta 43 años de prisión.
Bolsonaro, en casa
El exmandatario, que gobernó Brasil desde 2019 a 2022, está acusado junto a otros siete excolaboradores, entre ellos exministros y jefes militares, de haber conspirado durante meses para dar un golpe de Estado.
La trama golpista, que habría incluido un plan para asesinar a Lula, no se habría ejecutado por falta de apoyo de la cúpula militar.
Bolsonaro, en arresto domiciliario desde agosto, no participa en las audiencias en el tribunal al alegar problemas de salud.
De polo verde y pantalón negro, el líder ultraderechista se hallaba este jueves junto a su cuñado Eduardo Torres en el patio frente a su casa en Brasilia antes del inicio de la sesión, constató un periodista de la AFP.
Bolsonaro está “muy delicado de salud”, dijo a periodistas su abogado Paulo Cunha Bueno, preguntado sobre la posibilidad de que la defensa pida prisión domiciliar en caso de que el exmandatario sea condenado a la cárcel.
Bolsonaro suma dos votos en contra y solo falta uno para su condena
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Con 2-0 a favor de una condena, la corte suprema de Brasil dejó ayer martes al expresidente Jair Bolsonaro cerca de ir a prisión por golpismo, en un juicio histórico que Donald Trump busca influenciar con sanciones al país. El líder de la derecha y la ultraderecha brasileñas, de 70 años, se expone a una pena de más de 40 años de cárcel acusado de haber conspirado para tratar de aferrarse al poder tras su derrota en las elecciones de 2022 frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Basta una mayoría simple de tres votos sobre cinco para una condena o absolución. En audiencias públicas y retransmitidas en vivo, los jueces deben pronunciarse hasta el viernes para decidir el futuro del exmandatario y otros siete coacusados, entre ellos varios exministros y altos mandos militares. El primero en exponer su voto fue el magistrado Alexandre de Moraes, objeto de sanciones de Estados Unidos y blanco de un supuesto plan de asesinato por parte de los golpistas liderados por Bolsonaro.
A lo largo de cinco horas, el juez se refirió a una “organización criminal”, que durante meses se coordinó para llevar a cabo los delitos imputados. El magistrado votó por condenar a los ocho coacusados e incluyó una imputación específica para Bolsonaro: la de “liderar” dicha organización. “Brasil casi volvió a una dictadura”, dijo Moraes.
“Da tristeza en el corazón ver cómo una persona (Moraes) pronuncia un voto político con tanta rabia, parecía el líder del gobierno en la corte”, cuestionó en rueda de prensa el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente. El juez Flávio Dino, exministro de Justicia de Lula, votó igualmente por la condenación. En momentos en que el bolsonarismo presiona por un eventual perdón legislativo para su líder, el magistrado sostuvo que los delitos juzgados “no son susceptibles de amnistía”.
Bolsonaro, que se declara inocente, y el resto de acusados no comparecieron ante el tribunal en Brasilia, constató un periodista de AFP en la sala. Sus abogados atribuyen la ausencia del excapitán del ejército, que está en arresto domiciliario, a cuestiones de salud. Está acusado de cinco delitos, entre este intento de golpe de Estado, que no se habría consumado por falta de apoyo de la cúpula militar.
Habría contemplado el asesinato de Lula antes de su investidura, así como de Moraes y del vicepresidente Geraldo Alckmin. La fiscalía también lo acusa de instigar el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores vandalizaron las sedes de poder en Brasilia en un intento de derrocar a Lula.
Se expone a hasta 43 años de cárcel, aunque una eventual condena es apelable. La sociedad brasileña, polarizada, se muestra dividida sobre el juicio. Mientras el 53 % cree que Moraes aplica las leyes, el 39 % estima que Bolsonaro es juzgado por motivos políticos, según un sondeo del instituto Datafolha de agosto.
Durante el juicio, Bolsonaro ganó el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump. Aduciendo una “caza de brujas” contra su aliado, el mandatario impuso aranceles de 50 % a algunas exportaciones brasileñas y sancionó a funcionarios como Moraes. Y la amenaza de nuevas sanciones planea sobre Brasil.
“Para el juez Alexandre de Moraes y aquellos cuyos abusos de autoridad han minado libertades fundamentales, seguiremos tomando las medidas apropiadas”, dijo el lunes en X un alto funcionario del Departamento de Estado, Darren Beattie. “Nos ocuparemos de ello, aunque no es posible prever lo que puede salir de la cabeza de Trump”, indicó días atrás el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, acerca de esa hipótesis. Este martes, al ser consultada sobre posibles nuevas medidas contra Brasil, la portavoz de la Casa Blanca Karoline Leavitt dijo no tener “medidas adicionales para anunciar”.
Pero “el presidente (Trump) no teme usar el poder económico y militar de Estados Unidos para proteger la libertad de expresión alrededor del mundo”, respondió la portavoz. Poco después, la cancillería brasileña dijo en un comunicado que Brasil “condena el uso de sanciones económicas o amenazas del uso de la fuerza” contra su democracia.
Amnistía
Los bolsonaristas dan por hecho una condena, pero no están de brazos cruzados. Mayoritaria en el Congreso, la derecha maniobra para votar una amnistía para su líder, un pedido refrendado por decenas de miles de seguidores en manifestaciones el domingo en varias ciudades brasileñas.
Consultado por la AFP, el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, considerado posible sucesor del exmandatario en los comicios de 2026, aseguró que “hay votos de sobra” para la amnistía. Bolsonaro siempre se ha mostrado confiado en revertir su inhabilitación política y presentarse a las elecciones de 2026. Una condena no obstante podría precipitar la carrera para sucederle. Mientras, Lula, de 79 años, cuenta con presentarse a la reelección.
El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, el ministro Cristiano Zanin, habla junto a (de izq. a der.) los ministros Alexandre de Moraes, Carmen Lucia, el fiscal general Paulo Gonet y los ministros Luiz Fux y Flavio Dino durante la sesión de votación para condenar o absolver al expresidente Jair Bolsonaro. Foto: AFP
Primero de cinco jueces, Moraes vota a favor de condenar a Bolsonaro en Brasil
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El juez del supremo brasileño Alexandre de Moraes se mostró este martes favorable a condenar a Jair Bolsonaro por golpismo, en el primero de los cinco votos que deben decidir la suerte del expresidente.
Bolsonaro y los otros siete coacusados, “practicaron todas las infracciones penales imputadas por el fiscal general de la República”, dijo Moraes al emitir su voto.
El líder ultraderechista, que se expone a una condena de más de 40 años de cárcel, está acusado de haber conspirado para tratar de aferrarse al poder tras su derrota en las elecciones de 2022 frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.