El martes pasado, el fiscal antimafia Marcelo Pecci fue asesinado a tiros por dos sicarios en una playa privada mientras se encontraba de luna de miel en la isla de Barú, en el distrito de Cartagena, al norte de Colombia. El diario El Universal informa que este año se registraron 75 casos de sicariato en una zona donde opera el Clan del Golfo.
De acuerdo al medio colombiano, en los cinco primeros meses de 2022, en Cartagena se contabilizan 115 homicidios en Cartagena, de los cuales 75 han sido bajo la modalidad de sicariato. Tan solo en mayo se reportan 11 asesinatos, siendo 7 por encargo, incluyendo el crimen del paraguayo.
La Policía Metropolitana de Cartagena de Indias explicó que la mayoría de sicariatos cometidos en el 2022 están relacionados con la disputa por las rentas criminales del microtráfico, principalmente entre el Clan del Golfo y los Robledos, una banda que llegó de Medellín a finales del año pasado.
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En los últimos días, el Clan del Golfo arremetió en el norte de Colombia con “paro armado” en venganza por la entrega de su líder Dairo Antonio Úsuga, conocido como Otoniel, a la justicia estadounidense tras su captura en octubre. Los ataques de la banda criminal dejaron al menos ocho muertos, 190 vehículos incendiados y centenares de poblaciones paralizadas a punta de pistola y amenazas por redes sociales.
El reportaje de El Universal remarca que la ciudad vive una ola de inseguridad sin precedentes, por lo que el 12 de abril pasado se realizó una manifestación contra la inseguridad encabezada por líderes comunales de Cartagena, donde se encendieron velas blancas y solicitaron nuevas estrategias para frenar los hechos delictivos.
El fiscal paraguayo antimafia Marcelo Pecci fue asesinado este martes por pistoleros que llegaron en motos acuáticas hasta el sitio donde pasaba su luna de miel en el Caribe colombiano, cerca de Cartagena. Pecci, de 45 años, murió a causa de los dos disparos que recibió en la isla Barú, una zona turística y exclusiva del norte de Colombia, según la reconstrucción que hizo su esposa, la periodista Claudia Aguilera.
“Dos hombres atacaron a Marcelo. Venían en una pequeña embarcación, o un jet ski, la verdad no lo vi bien”, relató la mujer al diario El Tiempo. Uno de los agresores se bajó y “sin mediar palabra le disparó dos veces a Marcelo, un impacto lo recibió en la cara y otro en la espalda”, describió Aguilera.