El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se sumó a sus homólogos de la región al saludar al nuevo presidente electo de Perú, Pedro Castillo Terrones, quien fue proclamado ganador de las presidenciales tras una larga espera.
El mandatario paraguayo usó su cuenta oficial de Twitter para felicitar y desear una exitosa gestión al nuevo gobernante izquierdista. Expresó además su deseo de seguir fortaleciendo las relaciones bilaterales. ”Nuestras felicitaciones y deseos de éxitos al nuevo presidente electo del Perú, Pedro Castillo. Nuestros países están unidos por lazos históricos, que anhelamos seguir estrechando”, dice el tuit.
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En otra publicación, la Cancillería Nacional también oficializa el interés del Gobierno en seguir intercambiando lazos con el vecino país sudamericano. “El gobierno del Paraguay hace llegar sus felicitaciones y deseos de éxitos en su gestión al presidente electo de Perú, Pedro Castillo. Además, renueva su interés de continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales entre nuestros países, para beneficio de nuestros pueblos”, menciona el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Castillo Terrones es profesor, rondero y dirigente sindical, según datos consignados en su cuenta oficial de Twitter. Ejercerá la Presidencia de la República hasta el año 2026. Este lunes fue declarado por el Jurado Nacional de Elecciones, ganador de los comicios celebrados el pasado 6 de junio, en segunda vuelta electoral y tras un largo recuento de votos.
El educador logró imponerse a la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, que aspiraba por tercera vez a la presidencia del país y cuyos reclamos dilataron el nombramiento de un vencedor. La toma de posesión del nuevo presidente está fijada para el miércoles 28 de julio.
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Chile abre carrera presidencial con un ultraderechista como favorito
Un ultraderechista y una comunista parten como favoritos para las presidenciales de Chile del 16 de noviembre, al término de la inscripción de los aspirantes a sustituir al presidente izquierdista Gabriel Boric. Seis candidatos se acercaron a las oficinas del Servicio Electoral (Servel) para inscribir sus campañas antes de que venza el plazo a la medianoche de este lunes, según constataron periodistas de la AFP. En total ocho son los postulantes a ocupar el palacio de La Moneda.
El ultraderechista José Antonio Kast anunció su inscripción en un acto en el norte de Chile y la comunista Jeannette Jara se metió en la pelea electoral tras ganar las primarias de la centroizquierda el 29 de junio. Ambos lideran las encuestas. El tercer lugar lo disputan la exalcaldesa derechista Evelyn Matthei y el economista Franco Parisi, que es tachado por sus críticos de populista.
Los sondeos muestran una estrecha disputa entre Kast y Jara, en los extremos del arco político. “Es un escenario de polarización nuevo” para Chile, dice a la AFP Mireya Dávila, analista y académica de la Universidad de Chile. Los chilenos hoy se muestran más sensibles frente al tema de la seguridad, a diferencia de 2021, cuando el entonces diputado de izquierda Gabriel Boric derrotó en la segunda vuelta presidencial a Kast.
Entonces el clamor popular era el de reformar a fondo un país tan rico como desigual, tras el estallido social de 2019. Boric asumió con la promesa de cambiar la Constitución que redactó la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero fracasó en el intento que lideraron los constituyentes de la izquierda radical. Un segundo proceso, liderado por la ultraderecha, también se hundió posteriormente. El Servel tiene hasta el 31 de agosto para validar las candidaturas.
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Nuevo escenario
Al inicio de la campaña, Kast recogió las banderas de quienes reclaman mano dura contra el crimen organizado. Al inscribir su tercera candidatura presidencial, se comprometió a “recuperar cada barrio y cada espacio público”. De 59 años, Kast es un político sobrio y pragmático. No tiene la estridencia de líderes de extrema derecha a los que admira como el argentino Javier Milei o el brasileño Jair Bolsonaro.
Ha prometido “un gobierno de emergencia” para “rescatar” a Chile. “No se preocupen, todo va a estar bien”, suele decir Kast en el cierre de sus discursos. Su principal rival es una abogada comunista de 51 años, quien debuta como candidata presidencial. Jeannette Jara saltó a la arena pública como ministra del Trabajo del gobierno de Boric, donde pactó con la derecha importantes reformas laborales, como la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
Lidera una amplia coalición que agrupa desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana, tras ganar la primaria del 29 de junio. “Que Jara sea comunista puede ser un techo, pero me parece que no es definitorio. El problema mayor de su candidatura es cómo logra instalarse como la líder de su partido y coalición de apoyo”, dice Dávila. Jara ha insistido en definirse como la “candidata de la centro izquierda y no del Partido Comunista”, con cuyos líderes ha tenido diferencias públicas sobre los regímenes de Venezuela y Cuba.
Este lunes en un encuentro gremial, la candidata se mostró a favor del diálogo con el empresariado chileno. “Lo importante es que podamos tanto recibir sus propuestas como presentarles lo que estamos pensando para el futuro, en un tema tan sensible como el crecimiento económico, del empleo y el pago de buenos salarios”, dijo Jara a la prensa tras la cita.
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Disputa por el tercer lugar
El tercer lugar, según sondeos, lo disputan Evelyn Matthei y Franco Parisi. Con 71 años, Matthei es la política de más trayectoria entre los candidatos. Encabezaba las encuestas hasta hace unos meses, pero perdió fuerza en favor de Kast. “Estar arriba en las encuestas durante mucho tiempo produce un desgaste”, reconoce a la AFP Paula Daza, vocera de su campaña. Parisi dio la sorpresa en la elección de 2021 al alcanzar el tercer lugar con una campaña hecha sólo por redes sociales desde Estados Unidos, con un discurso contra las élites.
“Chile no es de extremos. Chile va al centro”, dijo este lunes, al inscribir su candidatura en el Servicio electoral. Disputarán también la jefatura de Estado el libertario Johannes Kaiser, el expresidente del fútbol chileno Harold Mayne-Nicholls, el cineasta izquierdista Marco Enríquez-Ominami y el profesor de ultraizquierda Eduardo Artés.
Fuente: AFP.
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La sorpresiva elección presidencial de Bolivia en cuatro claves
La primera vuelta presidencial en Bolivia marca el fin de una era. La izquierda dejará el poder después de 20 años y dos candidatos de derecha se disputarán la presidencia en un balotaje, mientras se avecina un cambio de modelo económico. Aquí las claves de una elección que promete cambiar el rumbo de este país de 11,3 millones de habitantes.
1) La sorpresa
Rodrigo Paz pateó el tablero electoral. Ninguna encuesta anticipaba su paso a la segunda vuelta, pero el senador del Partido Demócrata Cristiano, de 57 años, no solo disputará el balotaje el 19 de octubre, sino que parte en primera posición. Obtuvo la mayor votación (32,1 %), por delante del expresidente Jorge Quiroga (26,8). Dentro del deseo generalizado de cambio, su propuesta de centroderecha es vista como la más moderada.
“No representa al gran empresariado, ni al liberal aguerrido. Él representa al ciudadano común”, dijo el sociólogo y analista Renzo Abruzzese al canal Red Uno. Lejos de ser un outsider, Paz tiene un amplio recorrido como político, ya que fue edil, alcalde y senador de Tarija. Su propuesta de un “capitalismo para todos” caló hondo entre el electorado desencantado de la izquierda.
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2) Se hundió la izquierda
La falta de decisiones del gobierno para resolver la crisis económica derivada de la escasez de divisas “terminó cansando” a una población que en julio ya padecía una inflación interanual del 24,8 %, explica a AFP el politólogo Daniel Valverde. El gobierno de Luis Arce agotó sus reservas de dólares para insistir en una política de subsidios a los combustibles.
La larga pelea entre Evo Morales y Luis Arce por el control del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) colapsó además la capacidad de organización del partido de cara a las elecciones. Al término de la primera vuelta, la izquierda se quedó sin opción. Eduardo del Castillo, candidato del MAS, alcanzó apenas un 3,1 % de los sufragios. Y el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, un 8,2 %.
Según el internacionalista Gustavo Flores-Macías, “debe haber mucha introspección” dentro de la izquierda para evaluar “el daño terrible que le hicieron a sus posibilidades de triunfo, pero también el desempeño del gobierno de Arce”.
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3) Derechas enfrentadas
Paz y Quiroga comparten varias propuestas, como la eliminación de los subsidios a los combustibles y reducciones de impuestos, y anuncian una ruptura con el sistema de corte estatal que impuso el MAS bajo la guía de Morales. Pero el estilo de sus campañas ha sido distinto. Paz fue un candidato que “en debates y entrevistas no gastó tiempo y saliva en denigrar, insultar o subestimar a nadie”, afirma Valverde.
Quiroga tuvo varios desencuentros con otros postulantes, especialmente con el millonario Samuel Doria Medina, que las encuestas mostraban entonces como su rival directo. Cualquiera que sea el ganador deberá lidiar con un congreso de derecha, pero sin bancadas mayoritarias. “Habrá una fragmentación que le dificultará las cosas al presidente entrante”, advierte Flores-Macías, investigador de la Universidad de Cornell de Nueva York.
4) El costo del cambio
El principal reto del próximo presidente será cumplir los recortes de gastos que ofreció, pues la población ya está habituada a recibir subsidios, bonos y programas asistenciales. “Es muy fácil prometer que se van a eliminar los subsidios, que se van a arreglar las cosas (...), pero lo difícil para cualquiera de los dos candidatos sería cómo hacerlo sin que se afecte de forma tan directa a la población”, dice Flores-Macías. El especialista espera que las ganas de cambio en las calles otorguen una luna de miel al nuevo gobernante, para que aplique medidas de austeridad paulatinas que abran las puertas para las más drásticas.
Fuente: AFP.
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El senador Rodrigo Paz promete cambiar modelo estatista en Bolivia
El senador Rodrigo Paz, quien sorprendió al vencer en la primera vuelta de este domingo, señaló que de ganar la presidencia en el balotaje buscará cambiar el modelo económico impuesto por la izquierda en los últimos 20 años en Bolivia. Escrutado el 92 % de las actas electorales, Paz alcanza el 32,1 % de los votos, según un reporte preliminar del Tribunal Supremo Electoral.
El candidato del Partido Demócrata Cristiano, economista de 57 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) se medirá en segunda vuelta con Jorge Quiroga, expresidente de derecha (2001-2002), el 19 de octubre. Espero que el parlamento “nos ayude a cambiar este modelo económico que trabaja para el Estado y no para los bolivianos”, dijo Paz ante sus simpatizantes en La Paz.
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Ninguna encuesta anticipó su paso a segunda vuelta. Una semana antes de las elecciones lo ubicaban entre el tercer y quinto puesto. “Esta es una señal de cambio, y esa señal de cambio es la grandeza del pueblo boliviano que quiere otro destino”, afirmó Paz. También felicitó a su próximo rival. “Hemos clasificado a una final. Aún no hemos ganado nada”, señaló. Lejos de las polémicas entre Quiroga y Samuel Doria Medina, que acaparaban los telediarios, hizo una campaña discreta.
Prometió una incorporación de las clases medias y bajas a la vida económica del país con créditos accesibles, libre importación de productos y una reforma tributaria para incentivar la industria nacional. Paz nació en 1967 en España, en el seno de una familia expulsada de Bolivia por las dictaduras militares. Tiene la nacionalidad boliviana por el origen de su padre.
Fuente: AFP.
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Un senador o un expresidente pondrá fin a 20 años de gobiernos de izquierda en Bolivia
El próximo presidente de Bolivia se decidirá entre un senador y un expresidente, en una inédita segunda vuelta entre dos opciones de derecha tras 20 años de gobiernos de la izquierda que empoderó Evo Morales. Rodrigo Paz sorprendió al imponerse en la elección de este domingo sobre el exmandatario Jorge Quiroga, a quien enfrentará el 19 de octubre.
Ambos candidatos capitalizaron el rechazo del electorado al Movimiento Al Socialismo (MAS), al que se le atribuye la severa crisis económica derivada de la falta de dólares. ¿Quiénes son los dos aspirantes que compiten por relevar a la izquierda?
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El inesperado
Rodrigo Paz Pereira, economista de 57 años, es hijo del exmandatario socialdemócrata Jaime Paz Zamora (1989-1993). Su triunfo en la primera vuelta resulta inesperado, pues hasta hace una semana las encuestas lo ubicaban entre el tercer y quinto puesto.
Además de senador por Tarija, un departamento al sur de Bolivia, ha sido diputado y alcalde de la capital de esa región fronteriza con Argentina. “Quiero felicitar al pueblo boliviano, porque ha dicho: ‘Quiero cambiar’. Y esta es una señal de cambio (...), la grandeza del pueblo boliviano que quiere un otro destino”, dijo frente a una multitud de sus seguidores en el centro de La Paz.
Nació en Santiago de Compostela, España, mientras su familia estaba exiliada por la persecución de la dictadura militar. Ostenta la nacionalidad boliviana debido al origen de su padre. Su madre es española. Lejos de las polémicas entre Quiroga y el millonario Samuel Doria Medina, que acaparaban los telediarios como los favoritos, hizo una campaña discreta y austera al frente del Partido Demócrata Cristiano.
Prometió una incorporación de las clases medias y bajas a la vida económica con créditos accesibles, libre importación de productos y una reforma tributaria para incentivar la industria nacional. Un gran activo de su campaña fue su candidato a vicepresidente Edman Lara, un capitán de la policía que durante años ha forjado una imagen de luchador contra la corrupción dentro de su institución.
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Heredero de un exdictador
Jorge Quiroga es un ingeniero de 65 años, graduado en la Universidad A&M de Texas, exempleado de la multinacional estadounidense IBM y hoy candidato de la alianza política Libre. Meses atrás aún formaba parte de un bloque de oposición, junto con Doria Medina, que se comprometía a llevar un único candidato a la presidencia. Pero por diferencias sobre la selección del postulante, se retiró.
Más conocido como “Tuto”, apodo que agregó a su nombre oficial, fue vicepresidente del militar Hugo Banzer, un exdictador que a fines de la década de 1990 alcanzó la presidencia por la vía democrática. Lo reemplazó luego de su renuncia por cáncer en 2001 y 2002. Buscó también la presidencia en 2005 y 2015, pero nunca tuvo tantas posibilidades como ahora.
Se denomina liberal, pero también atrae los votos más conservadores. “Me voy a dedicar a salvar la economía de Bolivia, atraer inversiones, a abrir mercados. Voy a hacer acuerdos de libre comercio con China, con Corea, con Japón, con Europa”, dijo a la AFP.
Promete un “cambio sísmico”: bajar el déficit fiscal, reducir el Estado, privatizar todas las empresas públicas deficitarias e impulsar una nueva Constitución con giros “radicales”. “La crisis no va a amainar (...). Es el desafío institucional, económico, moral más grande de nuestra historia. Y lo vamos a enfrentar todos juntos”, dijo el domingo, luego de conocer su pase a la segunda vuelta.
Fuente: AFP.