Pedro Juan Caballero. Emerson Dutra, corresponsal.
El sangriento atentado se registró en la madrugada del lunes en un céntrico local comercial ubicado a metros de la histórica laguna Punta Porã. Según los datos, el objetivo de los sicarios sería Julio César Velázquez Paranderi, hijo del ex intendente de la ciudad de Zanja Pytã, Ramón Velázquez, actualmente con orden de captura por narcotráfico.
De acuerdo con los informes, Julio César Velázquez se encontraba sentado en una mesa del negocio denominado La Chopería en compañía de Claudio Ortiz González, de 34 años, y de Édgar Saúl Insaurralde Quiñónez, de 29 años.
En un determinado momento estacionó frente al lugar una camioneta Jeep Renegade, color plateado, con cuatro ocupantes a bordo. Desde el interior, los desconocidos dispararon a mansalva contra la humanidad de Julio César Velázquez, quien se salvó de milagro.
Sin embargo, cuatro personas fueron baleadas. Además de Claudio Ortiz y Édgar Saúl Insaurralde, también recibieron impactos de bala Karen Paola Echeverría Fariña, de 22 años, y Diana Maribel Marín Fariña, de 24 años.
Tras cometer el atentado, los marginales abandonaron el lugar con rumbo desconocido. Horas después, el vehículo utilizado por los matones a “sueldo” fue encontrado incinerado en la colonia República, a pocos kilómetros del microcentro de la ciudad.
INACCIÓN POLICIAL
Hay que recordar que desde el mortal atentado contra el entonces intendente de la terraza del país José Carlos Acevedo, ocurrido el mes pasado, el Gobierno Nacional dispuso que las fuerzas del orden “sitien” la capital del departamento de Amambay.
De inmediato, varias unidades policiales e inclusive militares se trasladaron a la capital departamental para luchar contra el crimen organizado y traer nuevamente la tranquilidad a la población. Sin embargo, continúan perpetrándose hechos sangrientos en la zona y en pleno centro de la ciudad, situación que demuestra, entre otras cosas, la total inacción de la Policía Nacional para hacer frente a este flagelo.