Paraguay registró 47 feminicidios durante el 2022 y en enero de este año ya se contabilizan al menos siete situaciones fatales de violencia contra la mujer. Los casos se registraron en Tacuatí, Benjamín Aceval, Hernandarias, Santa Rosa de Aguaray, en el barrio San Vicente de Asunción, Villa Elisa y, este miércoles pasado, en Loma Pytã, una docente fue asesinada a balazos por su expareja.

“Seguimos llegando tarde porque el compromiso está plasmado en la ley, pero el compromiso no está plasmado en la sociedad que tiene que desaprender esa violencia estructural con la cual fuimos educados sobre la base de desigualdades imperantes y discriminatorias contra la mujer”, expresó este jueves la abogada Liliana Zayas, especialista en Derechos de la Mujer, en entrevista con “Así son las cosas”, programa emitido por Universo 970 AM/Nación Media.

“Subsiste la violencia porque subsisten las desigualdades y la normativa no alcanza porque el sistema no la aplica ni la considera. Es más, la cuestiona, como en este caso que quieren atribuirle problemas mentales, a la conducta agresiva, social, culturalmente aceptada, minimizada y que pretende seguir justificando la violencia contra las mujeres”, señaló Zayas, que fuera viceministra de Protección de los Derechos de las Mujeres del Ministerio de la Mujer.

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Desaprender estereotipos

Así también cuestionó que se le culpa a la víctima porque “así andaba vestida”, se la estigmatiza en roles diferenciados como la buena o mala mujer, o directamente, se dice que el agresor es un enfermo (mental). Dijo que para hablar de prevención hay que empezar por la educación y que debemos desaprender esos roles y estereotipos que se nos asignan.

“Debemos elevar y poner en práctica lo que dice la Constitución Nacional, que establece el principio de igualdad entre hombres y mujeres. Seguimos siendo desiguales, subordinadas a mandatos y roles que culturalmente están siendo impuestos y que en el debate imperan otra vez, los machismos, el micromachismo y, sobre todo, justificar la violencia contra las mujeres”, resaltó.

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Zayas sostuvo que lo más grave es aquella violencia perpetrada o tolerada por el Estado a través de sus agentes o de terceras personas con el consentimiento en el lugar donde se produzca. “Pasa por asumir las responsabilidades, cada institución y de articular esa atención a las mujeres víctimas”, agregó. La exviceministra indicó que las mujeres víctimas de violencia pueden demorar entre 8 a 11 años en reconocerse como víctimas de violencia, según las propias cifras de Naciones Unidas.

“Cuando recurre al sistema de protección, no es porque recién le pasó, generalmente es porque recién se da cuenta que es víctima de violencia. Entonces, no podemos recibirla sin que al mismo tiempo no haya una contención con un psicólogo, un acompañamiento con una trabajadora social. Una articulación inmediata entre el sistema de protección con el de persecución penal, es decir, Ministerio de la Mujer, Ministerio de la Defensa Pública, Ministerio Público, Juzgado de Paz, están los protocolos, están numerosas mesas interinstitucionales de trabajo pero sin embargo, seguimos sumando cifras”, lamentó la abogada.

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