La Iglesia Católica recuerda hoy el día de Todos los Santos
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La Iglesia Católica celebra cada 1 de noviembre la solemnidad de Todos los Santos. Miles de fieles en todas partes del mundo asisten a esta fiesta especial en las diferentes parroquias de sus comunidades. La festividad fue instituida en honor a todos los santos; conocidos y desconocidos, por su gran labor de difundir el mensaje de Dios. Cuenta con un milenio de historia popular y sentida tradición, en la vida de la iglesia.
El origen de esta festividad data del siglo IV y se originó tras la excesiva cantidad de mártires, en honor a la iglesia. Más adelante, el 13 de mayo del año 610, el papa Bonifacio IV dedicó el Panteón Romano al culto cristiano. Desde ese año, se empezó a celebrar esta gran fiesta, explicó Jorge Catalino González. Posteriormente, el Papa Gregorio IV, en el siglo VII, traslado la fiesta al 1 de noviembre.
“Santo es aquel cristiano, que, concluida su vida terrena, está en la presencia de Dios. Ha recibido, con las palabras de San Pablo: La Corona de la gloria que no se marchita”, explica. Agrega además, que los santos son siempre reflejo de la gloria y santidad de Dios. “Son modelos para la vida de los cristianos e intercesores. De modo que a ellos, se les pide su ayuda e intercesión, son así dignos y merecedores de culto y veneración”, agregó.
Existen días específicos, donde se conmemora el día de cada santo, pero el día de todos los santos es el día de los santos anónimos, tantos de ellos miembros de nuestras familias, lugares y comunidades. Es igualmente una oportunidad para recordar la llamada a la santidad, presente en todos los cristianos, desde el bautismo.
Este día, se trata de una llamada apremiante “a que todos, vivamos nuestra vocación a la santidad desde nuestros estados de vida de consagración y servicio”, indicó. Sostuvo, además, que la santidad se gana, se logra y se consigue con la ayuda de la gracia en la tierra, en el quehacer y el compromiso de cada día, en el amor al servicio desinteresado. “El día de todos los santos nos habla de que la vida humana no termina con la muerte, sino que se abre a la luminosa vida de la eternidad con Dios”, aseguró.
Las hijas de Koki Ruiz, Macarena y Almudena Ruiz, junto con otros artistas ya se encuentran trabajando en las primeras obras que próximamente saldrán a la venta
Casa Taller Koki Ruiz: lugar de memoria y pulsión artística
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Archivo/Gentileza
Como una manera de seguir su legado, las hijas del recordado maestro de las artes plásticas planean generar un espacio de arte colectivo en La Barraca, San Ignacio Guasu, Misiones, donde tradicionalmente culmina la procesión de Tañarandy cada Viernes Santo desde hace más de 30 años. Están dando sus primeros pasos, concibiendo las primeras obras y planean habilitar una fundación para luego perseguir el sueño de habilitar un museo permanente de la obra de su padre.
Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo colorido de Koki Ruiz
“Abriremos las puertas de la Casa Taller Koki Ruiz, en La Barraca”, cuenta Macarena Ruiz, hija del querido artista plástico, explicando que lo hacen buscando mantener su legado en “el lugar donde él vivió, creó y soñó”
Según comenta, “vamos a empezar vendiendo piezas de arte inspiradas en la obra de mi papá, para continuar con el sueño de tener un taller de artesanos, una comunidad de artistas”, apunta.
Una tarea que el propio Koki inició con el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones, donde, acompañado de amigos artistas de San Ignacio, buscaban recuperar el espíritu creador de aquellos aprendices que se hicieron verdaderos maestros.
“Hacían reproducciones de piezas decorativas y algunas tallas de la época jesuítica como ángeles querubines, músicos, con volutas, con flores, una experiencia muy rica”, dice Macarena desde Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.
Koki inició su labor comunitaria en el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones
Esa tarea fue un antecedente importante para lo que desarrollaría luego en el intenso trabajo comunitario que alumbró los afamados retablos que prepararon para la visita del papa Francisco y se emplazaron en el parque Ñu Guasu en 2015 y en los actos por la beatificación de Chiquitunga realizados en la Nueva Olla del Club Cerro Porteño en junio de 2018.
CONTINUIDAD
“Queremos que eso continúe, honrar el sueño que tenía”, apunta señalando que los primeros trabajos irán enfocados a la creación de “piezas inspiradas en sus cuadros, con las temáticas de canoeros y lavanderas que caracterizaron a Koki”.
Tal es así que en la casa taller ya se encuentran trabajando Macarena, su hermana Almudena; el tallador Ramiro Corbalán, Joel Maidana y Muñeca Rodríguez con las primeras obras que próximamente saldrán a la venta.
“No está todavía abierta al público, pero esta semana publicaremos en nuestras redes fotos de las piezas y a partir de cuándo la gente puede acercarse a adquirirlas”, explica.
La idea es, a partir de los recursos que se generen, abrir una fundación que les permita reactivar talleres y residencias en la casa taller “para que todo sea tal cual como en el inicio, donde más cantidad de artesanos puedan aprender, formarse y hacer piezas que tengan que ver con el estilo barroco de las reducciones jesuíticas, por ejemplo”, dice.
“Si bien Koki vivía de los cuadros que hacía, lo que le gustaba era tener a su equipo y trabajar en conjunto. Su sueño fue poder tener ese estilo de vida y creó sus trabajos más importantes junto al equipo y queremos recrear eso”, apunta.
En el año 1998 Koki Ruiz decidió volver al paisaje de su infancia, La Barraca, en el que se asentó junto con su familia con la intención de dedicarse al arte en su comunidad
INSPIRACIÓN
“Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo con el que él lo hacía, cuadros muy coloridos de las mujeres lavando la ropa”, adelanta.
“Estaremos atentas a la repercusión que podamos tener, entender si estamos en el camino correcto, es como una prueba y estamos avanzando de a poquito”, señala.
En este momento “estamos trabajando con gente que conocemos, se comunicó un grupo de artistas que quería venir a conocer, pero les dijimos que todavía no será en esta etapa. Ahora damos este paso para ver si se venden las obras y poder ir al siguiente paso, que sería habilitar la fundación”, concluye.
El sueño de un museo
“Este es un primer paso para poder abrir la fundación y hacer posible más adelante un museo de Koki Ruiz”, describe Macarena Ruiz sobre el inicio de actividades en la casa taller en La Barraca, donde el gran artista nacional concebía sus obras.
Con miras al museo, se están buscando obras para incorporar al acervo. “Tenemos tres cuadros que pudimos conseguir y queremos que el museo tenga un lugar fijo para exponer siempre sus obras, pero sería el último paso de este proyecto”, señala.
Macarena cuenta que hay galeristas que tienen una importante cantidad de obras de Koki y que algunos esbozan la posibilidad de una muestra de sus obras, difíciles de conseguir y de buen precio en el mercado de arte local.
“Casa Taller le llamamos porque es en La Barraca donde hoy él descansa y donde creó todas las obras que más conocemos”, destaca del espacio.
“Sus inicios fueron en Asunción, donde le iba bien pintando y vendiendo individualmente. De hecho, lo podía seguir haciendo, pero al venir aquí a San Ignacio dio otro paso más en su creación, al estar en comunidad, en su casa taller, todo partía de aquí, así que para nosotros es un espacio/refugio de su memoria y hogar del pulso de su arte”, expone.
“Aquí seguimos trabajando con nuestras manos, transformando la materia humilde –la misma que siempre estuvo presente en este lugar– en obra viva. Cada pieza que nace en este taller busca mantener vivo su espíritu, su mirada y su forma de entender el mundo. Porque hoy, la casa taller no es solo un lugar: es una proyección de sus obras y un homenaje de quienes lo recordamos a través de su arte”.
El Mundial de Rally en Paraguay dio su primer rugido con el esperado Shakedown, la prueba inicial de máquinas que tuvo lugar en el distrito de Trinidad, con presencia del presidente Santiago Peña: Foto: Gentileza
Ruge el WRC en Paraguay: Peña disfrutó del Shakedown junto al francés Sébastien Ogier
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El Mundial de Rally en Paraguay dio su primer rugido con el esperado Shakedown, la prueba inicial de máquinas que tuvo lugar en el distrito de Trinidad, departamento de Itapúa. En ese marco, el jefe de Estado, Santiago Peña, realizó un recorrido simbólico con Sébastien Ogier, corredor francés con 50 victorias y 8 títulos en el Campeonato Mundial de Rally, y segundo piloto con más entorchados mundiales en WRC.
El mandatario agradeció al piloto por esta gran experiencia, “fue realmente emocionante, como todo lo que rodea a este gran evento, como el WRC que nos llena de orgullo a los paraguayos”, expresó en redes sociales.
Asimismo, invitó tanto a los paraguayos como a los visitantes a aprovechar estos días que serán inolvidables; “hagamos sentir a cada visitante que Paraguay es su casa”, enfatizó.
Al completar el circuito el presidente Peña fue entrevistado por medios internacionales, a quienes señaló que solo espera que hayan realizado una buena marcación de tiempo; ya que desde el interior del vehículo se sintió que el viaje fue muy rápido.
Legado de una tierra roja
En otro momento, el mandatario destacó el día histórico para el deporte automotor con un sueño cumplido para miles, recibir una fecha del Campeonato Mundial de Rally (WRC) en suelo guaraní. Señaló que, de este suelo, los ganadores se llevarán como galardón simbólico, un kambuchi de tierra roja.
“Es nuestra tierra roja que nos identifica y nos une, transformada de generación en generación por las manos de nuestra gente”, expresó el mandatario, al establecer un paralelismo entre la competencia internacional y el trabajo artesanal que representa la esencia cultural del Paraguay.
Señaló que cada campeón que levante el trofeo llevará consigo la fuerza de un pueblo, la energía que vibra en cada rincón del país y el orgullo de una historia que trasciende generaciones, afirmó. “El Paraguay es tierra de memoria, identidad y arte. Y cuando esa tierra se convierte en trofeo, también se convierte en legado”, aseguró.
El presidente Santiago Peña realizó un recorrido simbólico con Sébastien Ogier, corredor francés con 50 victorias y 8 títulos. Foto: Gentileza
Tradición, turismo y deporte
Por su parte, el director general adjunto del evento, Ricardo Deggeller, destacó la relevancia de este inicio. “Hoy en Trinidad arrancamos con el Shakedown, la primera prueba de máquinas del Rally del Paraguay. Un amanecer que combina tradición, turismo y deporte, mostrando al mundo el esfuerzo de todo un equipo para que nuestro país viva una fiesta de nivel mundial”, resaltó.
El Shakedown es una sesión de pruebas para que los competidores puedan evaluar su desempeño antes del inicio oficial de la competencia. El tramo de 4,92 km en Trinidad fue testigo del primer rodar del WRC en Paraguay.
La largada simbólica está prevista este jueves 28 a las 19:30 en el Sambódromo de Encarnación con la presentación de los pilotos y conciertos. En este lugar funciona el Fan Zone, un sitio con espacio para gastronomía, transmisión de las carreras y stands de las marcas.
Además del Fan Zone, los itinerarios del rally están disponibles en el sitio web rallydelparaguay.com e incluyen espacios como el Parque de los Migrantes de Hohenau para el camping de miles de personas, y otros más.
El Shakedown es una sesión de pruebas para que los competidores puedan evaluar su desempeño antes del inicio oficial de la competencia. Foto Gentileza
Este sábado 30 de agosto, el distrito será protagonista con el tramo Artigas (SS 10/14), una prueba que promete muchas emociones y que se perfila como uno de los puntos imperdibles del Rally del Paraguay. Foto: Gentileza
Artigas vibra con el Rally del Paraguay: naturaleza, adrenalina y tradición
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Artigas, ubicado a tan solo 75 kilómetros de Encarnación, se prepara para recibir a los protagonistas del Rally del Paraguay, consolidándose como uno de los tramos más vibrantes y desafiantes del certamen. Con su característico paisaje de tierra roja, vegetación exuberante y caminos rurales que serpentean entre chacras y estancias, el distrito ofrece una experiencia única tanto para los pilotos como para los aficionados.
Situado en el corazón productivo de Itapúa, Artigas ofrece un acceso ágil para equipos, prensa y visitantes. Su cercanía con distritos como San Pedro del Paraná y Fram permite articular una ruta turística y deportiva que dinamiza la economía local y posiciona a la zona como un punto estratégico del campeonato.
El tramo que atraviesa Artigas se destaca por su combinación de velocidad y técnica, en un entorno natural que pone a prueba la destreza de los competidores. Los caminos de tierra compacta, rodeados de bosques nativos, cultivos y cursos de agua, convierten a esta zona en un escenario ideal para el rally, donde cada curva y cada salto se vive con intensidad.
Este sábado 30 de agosto, el distrito será protagonista con el tramo Artigas (SS 10/14), una prueba que promete muchas emociones y que se perfila como uno de los puntos imperdibles del Rally del Paraguay.
Con una economía basada en la producción de soja, maíz, arroz y ganadería, Artigas representa el espíritu trabajador del campo paraguayo. Durante el Rally, los pobladores se convierten en anfitriones de una verdadera fiesta deportiva, ofreciendo ferias gastronómicas, música folclórica y actividades culturales que enriquecen la experiencia de los visitantes.
Más allá del rugir de los motores, el distrito invita a descubrir su potencial turístico: ríos y arroyos cristalinos ideales para la pesca, estancias que ofrecen experiencias rurales auténticas y paisajes que enamoran a los amantes del ecoturismo. Artigas se perfila así como un destino que combina deporte, tradición y naturaleza en un mismo escenario.
Artigas no es solo un tramo del Rally: es una postal viva del Paraguay profundo, donde la pasión por el deporte motor se encuentra con la riqueza de nuestra tierra y la calidez de su gente.