El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), el doctor Gustavo Melgarejo habló acerca de la importancia de la nueva campaña a favor de la donación de órganos, denominada “Amigo invisible”, y puso su enfoque en que son los jóvenes los que darán el paso clave para el cambio de pensamiento sobre este noble gesto.
“Tengo plena fe en que los jóvenes tendrán una convicción fuerte para que esto vaya cambiando progresivamente sobre la voluntad de donar”, dijo en contacto con Radio Uno 650 AM. Asimismo, agregó: “Debemos hacer campañas más periódicas para que la gente entienda la situación que pasan muchas familias que están en lista de espera”.
“Amigo invisible” nació con el apoyo de la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ) y busca sensibilizar y concientizar a la población sobre cómo el acto de donar órganos puede salvar vidas y explican que todas las personas podemos ser donantes o incluso requerir de algún donador. Por ello la importancia de crear conciencia.
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Un alto sentido humano
Sin embargo, indican que pese a la Ley Anita que inscribe a todos los mayores de 18 años como donantes de órganos es importante crear conciencia entre las familias para tomar esta decisión con informaciones sobre la donación desde chicos.
“Así como se hacen campañas para personas que requieren medicamentos o con discapacidad, esta en particular tiene un alto sentido humano, sobre todo expresar el altruismo, que significa: hacer el bien sin mirar a quién y la donación de órganos tiene esa cualidad, que no daña a nadie y que le beneficia tanto a la familia que dona y ni qué decir a la persona que espera hasta el último suspiro para que aparezca su donante”, había expresado el doctor Melgarejo en el lanzamiento de la campaña.
Recientemente, los familiares de un paciente con muerte clínica decidieron donar los órganos, lo que benefició a la niña Nahiara, de 4 años, con un nuevo corazón, y a cuatro pacientes más con trasplantes de riñón y de córneas.
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Pacientes trasplantados deben seguir cuidados especiales, recuerdan desde el INAT
Cada 6 de junio se conmemora el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados. En Paraguay cada año va aumentando la cantidad de personas que son beneficiadas con la donación de órganos. Desde el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) recordaron que los pacientes que recibieron un órgano donado deben cuidarse y seguir sus controles.
Según el doctor Hugo Espinoza, director del INAT, es muy importante la decisión que toman las personas que deciden ser donantes y también debe haber un compromiso de los receptores.
“Hay necesidad de un control periódico y continuar con medicación antirrechazo es muy importante. La falta de consumo del medicamento puede tirar por tierra todo lo que se ha hecho antes”, expresó el médico, en entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
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Hizo un llamado a la conciencia de los pacientes, porque muchos no están cumpliendo con lo que se debe luego de recibir el órgano. “Es una segunda oportunidad de vida y los controles rutinarios son muy importantes. Deberían tener un cuidado especial que el resto de la población”, apuntó.
Indicó que cualquier enfermedad común de la época puede desencadenar un problema serio, porque sus cuerpos tienen una menor capacidad de reaccionar a las enfermedades como dengue, virus respiratorios, gastrointestinales, entre otros.
“Los pacientes trasplantados están en desventaja, ante otra persona común, porque sus cuerpos tienen menor capacidad de reaccionar a enfermedades virales o infecciosas. Pueden llevar una vida normal, tener una familia, estudiar, trabajar, pero se deben cuidar”, detalló.
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En Paraguay, 252 pacientes están en lista de espera para un trasplante de órganos
Este lunes, desde el Ministerio de Salud confirmaron que a nivel país existen 252 niños y adultos que necesitan un donante de órganos para mejorar su expectativa de vida. Destacaron que en lo que va del año se logró que 42 pacientes recibieran un trasplante y que eso habla de un acto de generosidad y altruismo por parte de las familias que deciden decir sí a la donación.
Según datos proveídos por el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), los órganos que se pueden donar incluyen: corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas, intestino. Así también, los tejidos, como córneas, piel, huesos y médula ósea, vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones y nervios. Puede ser donante toda persona viva o después de su fallecimiento, sin importar la edad ni el sexo.
“El instituto dependiente del Ministerio de Salud registra 252 pacientes en lista de espera, de los cuales 150 corresponden a córneas, 92 a riñones, 4 a corazones y 6 a hígados”, explicaron. Ser donante es una elección personal y la ciudadanía que quiera hacer el reconocimiento en vida puede hacerlo en el siguiente enlace https://inat.mspbs.gov.py/.
Resaltaron que actualmente se tiene una mayor apertura a la donación por parte de la población, pero no es suficiente ya que cada día se suman más personas a la lista de espera de un órgano. “Hasta la fecha se registran 42 personas trasplantadas en lo que va del año 2025″, informaron.
Recordaron que según la Ley Anita 6.170/18, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT). Sin embargo, es importante saber que también se puede expresar el deseo de ser donante registrando los datos en el formulario habilitado vía web del INAT.
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La niña que murió esperando un donante de corazón que nunca llegó y motivó la Ley Anita
Existen acontecimientos que golpean a la sociedad y de alguna manera logran dejar un presidente en la vida de las personas. Eso ocurrió con la muerte de Ana Laura Almirón Riquelme, más conocida como Anita, una niña cuya historia de vida conmovió a todo un país y movilizó a miles, en una campaña para conseguir un donante de corazón compatible que le permita seguir viviendo.
Anita era una niña de 6 años de vida cuando el 10 de abril del 2013, cerró sus ojos claros y partió a la eternidad en un dulce sueño del que nunca más despertó, mientras esperaba un corazón compatible que nunca llegó.
Durante dos años, Anita sufrió las complicaciones de un corazón enfermo debido una miocarditis dilatada. Permaneció durante meses en la lista de espera de un donante, pero tras superar por un mes la expectativa de vida en su condición terminal (los médicos le dieron seis meses de vida), falleció a raíz de una falla cardiaca en el Instituto de Previsión Social (IPS).
En ese entonces, no se tenían los corazones artificiales, por lo que no podía ser conectada a uno de ellos. Al igual que ella, otras nueve personas, entre ellas pacientes pediátricos, estaban en la lista de espera para recibir un corazón y cientos más aguardaban la donación de otros órganos vitales.
Tanto familiares como amigos habían organizado varias actividades para la recaudación de fondos y la concienciación sobre la importancia de la donación de órganos y estos gestos crecieron, pero esta vez por parte de la ciudadanía en general.
La historia de Anita, el carisma de la niña y el amor profundo que habían demostrado sus padres y familiares, quienes lucharon con ella hasta el último suspiro, sirvieron como inspiración y motor para una iniciativa parlamentaria, la Ley 6170/2018 que reglamenta el trasplante de órganos y tejidos anatómicos humanos en Paraguay, más conocida como la Ley Anita, en su memoria.
Con esta normativa todos los individuos mayores de 18 años son donantes de órganos. Solo aquellas personas que hayan dejado expresa constancia de negación no serán donantes de órganos y tejidos. Esta constancia de negación es un trámite gratuito y exclusivamente personal.
Así se sentó el precedente que busca proporcionar facilidad a los donantes voluntarios y el respeto a la decisión manifestada en vida. En el marco de la ley, se establecieron medidas como, por ejemplo, que en la cédula de identidad cada ciudadano cuente con la denominación de si es o no donante de órganos, de manera a contar con un documento respalde y sea de fácil acceso.
La reglamentación
En conversación con La Nación / Nación Media el doctor Hugo Espinoza, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (Inat) comentó que este tipo de iniciativas ayudan al trabajo del sistema sanitario por la importancia de la regulación, y por sobre todo, por los parámetros claros a la hora de la donación de órganos.
En cuanto al hecho de contar con un registro más accesible de los ciudadanos que son donantes o no, el médico aseguró que sirve especialmente a la hora de determinar la voluntad del paciente, ya que si cuenta en su cédula con la indicación de que sí es donante, o que no lo es, esta decisión debe ser respetada por los familiares y el equipo médico.
“Existen varios niveles de trabajo a la hora de hablar de trasplantes de órgano en todo el país, con un sistema de donación, que implica al Ministerio de Salud Pública, las terapias intensivas y la compresión de lo que es la muerte encefálica, porque este también es un término relativamente nuevo. Se da a partir de 1960 este diagnóstico, no es algo de lo que se habla desde hace siglos”, expresó el doctor Espinoza.
El proceso
Enfatizó en que la mayoría de los casos cuando se habla de pacientes con muerte cerebral, los familiares no comprenden inmediatamente que este diagnóstico implica que ya no existe respuesta activa del cerebro y que de manera gradual, todas las funciones del cuerpo del paciente irán fallando, a pesar de que en el momento cuenten con asistencia mecánica.
“Algo maravilloso que se ha logrado con los avances médicos y es el hecho de poder prolongar la vida de los demás órganos del cuerpo cuando se diagnostica una muerte cerebral, haciendo que estos órganos sean viables para un trasplante. Pero hay que tener en cuenta que de igual manera existe un tiempo determinado para esta acción”, remarcó el titular del Inat.
El profesional médico remarcó el hecho de que la donación de órganos se realiza solo cuando se determinó la muerte encefálica; o sea, cuando la persona está fallecida, lo cual debe ser constatado por dos médicos, uno de ellos un neurólogo, neurocirujano o intensivista, a través de procesos específicos de diagnóstico. En cuanto a personas que son diagnosticadas en coma o con un estado vegetativo, no se puede proceder bajo ningún caso, ya que continúan vivas.
“Cuando hablamos de donantes de corazón o pulmones o de una donación de varios órganos a la vez, estamos hablando de un donante cadavérico, aunque en Paraguay también contamos con la modalidad de trasplante vivo que se realiza de algunos órganos entre familiares compatibles con el paciente”, destacó el doctor Espinoza.
La donación de órganos es un acto de amor y solidaridad que puede ayudar a salvar y cambiar la vida de muchas personas, generando un impacto positivo en medio de un momento triste y de pérdida, elevando de esta manera el legado de amor de un ser querido.
Observación: Desde La Nación intentamos conversar con los padres de Anita, para recordarla en esta nota, pero no tuvimos éxito.
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Según los datos del Inat, hasta febrero de este año en total 267 pacientes se encuentran en la lista de espera para un trasplante. Los que aguardan por un trasplantes cardíaco son 8, de los cuales 3, se encuentran en prioridad.
En cuanto a los trasplante de hígado son 5 los pacientes en lista de espera y 82 están a la espera de un trasplante de riñón, mientras que los que están registrados para un trasplante de córneas son 172 personas.
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Aguardan por un donante pediátrico para la pequeña Bianca
La pequeña Bianca Sofía es una bebé de solo 2 años, oriunda de Misiones, que fue diagnosticada con una miocardiopatía hipertrófica en fase dilatada, lo que deteriora rápidamente el funcionamiento de su corazón. Ahora sus familiares y amigos realizan una masiva campaña de concientización sobre la importancia de la donación de órganos, en especial de pacientes pediátricos.
“Desde el sábado, Bianca está en terapia intensiva, siendo medicada y con soporte para que su corazón continúe aguantando. Según los médicos, el funcionamiento del órgano es de un 20 %, por lo que el trasplante se necesita de manera urgente”, comentó Diana Roldán, madre de la pequeña Bianca, en conversación con La Nación/Nación Media.
Destacó que hace seis meses tuvieron la posibilidad de recibir un órgano, pero la familia del paciente posible donante se negó, por lo que apelan a la solidaridad de las familias que atraviesan por el duro proceso de despedida de sus seres queridos para que también puedan pensar en el bien y el maravilloso legado que quienes más aman pueden dejar en la tierra.
Ahora no solo la familia de Bianca, sino que todos aquellos que conocen su historia, se encuentran enfocados en que más personas conozcan sobre su lucha, ya que de esta manera hay mayor posibilidad de dar con un donante pediátrico, quien se convertirá en el ángel donador de la pequeña.
El donante debe reunir ciertas características, como el peso, que puede ser de 10 a 35 kilos, además de contar con el mismo tipo de sangre. Actualmente, Bianca está siendo asistida por un equipo multidisciplinario en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu.
Bianca se encuentra en compañía de sus padres, Diana Y William, quienes aguardan por el milagro de la vida y apelan a la concienciación y buena voluntad de posibles donantes, ya que en el caso de pequeños como su hija, la única esperanza es dar con un donador pediátrico.
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