Un triple choque entre tres camiones de gran porte ocurrió a la altura del km 47 de la Ruta PY02 en la compañía Pedrozo de Ypacaraí, departamento Central, en la noche del martes. Por fortuna no se registró ningún herido entre conductores y acompañantes de los vehículos afectados.
Un camión que transportaba verduras habría intentado realizar un adelantamiento indebido, por lo que impactó contra un camión que transportaba ladrillos y este a su vez chocó contra otro que transportaba soja, cuyo conductor intentó esquivarlo. Bomberos voluntarios que asistieron al sitio encontraron dos de los vehículos de gran porte volcados al costado de la ruta.
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“El transportador de verduras chocó por el camión que transportaba ladrillos y el camión que transportaba soja se tuvo que tirar a la banquina. El vehículo que transportaba verduras quedó con daños considerables, si tenía acompañante seguro quedaba atrapado, pero solo estaba el chofer por fortuna”, expresó Sebastián Duarte, del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ypacaraí.
Uno de los conductores culpó del hecho a la maniobra imprudente del transportador de productos frutihortícolas, que circulaba en su carril correspondiente hasta que intentó adelantarse y al intentar volver en su camino impactó contra el primer camión. “No le pasó nada a los conductores ni acompañantes. No hubo intervención de los bomberos ni ambulancia para trasladar a las personas”, afirmó un policía interviniente en contacto con C9N.
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En grave accidente, falleció conocido jinetero de Ypacaraí
Este jueves se reportó un accidente fatal sobre la ruta que une la ciudad de Ypacaraí y Pirayú, donde falleció Pablo Sixto Colmán, jinetero de 73 años y fundador de la Asociación de Jinetes del Paraguay. Se presume que el percance se produjo como consecuencia de la pista mojada por las lluvias que se reportaron en la zona.
El terrible accidente quedó grabado en imágenes de cámaras de seguridad de un local comercial, donde se puede ver el choque entre un camión de mediano porte, que era guiado por Sixto Colmán y un tractocamión que llevaba una importante carga, en la zona de Paso Puente en Ypacaraí.
Se presume que al llegar a la curva, el conductor perdió el control de su rodado atendiendo a que la pista estaba mojada tras las precipitaciones registradas en el sitio. Intentó reducir la marcha e intentó frenar, pero se deslizó hasta parar contra el camión de gran porte que venía en el otro carril.
El conductor del camión resultó ileso y fue sometido a la prueba de alcotest, cuyo resultado fue negativo. Hasta el lugar llegaron los bomberos voluntarios y paramédicos, quienes constaron que el hombre de 73 años falleció en el sitio tras el fuerte impacto.
Sixto Colmán era una persona muy apreciada en su ciudad y era conocido como un jinetero muy apasionado que nunca faltaba en las fiestas de jinetes en las que participaba con su caballo “Pico de Oro”. Su pasión lo llevó a fundar lo que hoy es la Asociación de Jinetes del Paraguay.
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Reportan accidente fatal en la zona de Pedrozo
Un accidente con derivación fatal se registró en la zona de Pedrozo, Ypacaraí, departamento de Central. El siniestro vial se produjo en el kilómetro 46 de la Ruta PY 02, donde un automóvil atropelló a un transeúnte y no detuvo la marcha. El hecho fue reportado al Centro de Operaciones de la Policía Nacional. La víctima fue identificada como Flaminio Fleitas (49), oriundo del barrio Santísima Trinidad de la ciudad de Asunción.
“Aparentemente una persona recicladora circulaba por la zona y fue embestida por un vehículo que no detuvo la marcha y, la verdad, hasta el momento no se pudo identificar al vehículo”, señaló el subcomisario Hugo Cardozo, subjefe de la Comisaría 35 de Pedrozo a la 1020 AM.
Según el policía, el cuerpo del accidentado fue encontrado a dos metros del pavimento, a un costado de la ruta internacional. “Se presume que estaba caminando sobre la ruta”, expresó.
Se sospecha que el hombre estaba bajo los efectos del alcohol, por lo que caminaba desorientado y sin medir las consecuencias de transitar sobre el asfalto en medio de la oscuridad.
“Tenía varias latitas que estaba recolectando. No tenemos testigos porque en el lugar no hay casas y es un lugar medio oscuro en el kilómetro 46 de la Ruta PY 02. No tenemos cámaras en el lugar, ya se está verificando”, expresó.
La identidad del fallecido se supo recién tras ser trasladado a la morgue del Hospital de Caacupé, donde los intervinientes acudieron al sistema AFIS (huellas dactilares).
“Hasta el momento no tenemos contacto con los familiares, se está buscando la forma y todos los documentos están en la Fiscalía de Itauguá”, refirió.
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En menos de 24 horas, dos camiones usaron rampa de frenado y se salvaron de milagro
Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informaron este martes que en menos de 24 horas dos camiones hicieron uso de la rampa de emergencia ubicada en zona de Pedrozo, Ypacaraí, y evitaron tragedias. En ambos casos los vehículos sufrieron desperfectos en sus frenos.
Según el reporte dado por el ministerio, el primer uso de la rampa de frenados ubicada a la altura del kilómetro 48,6 sobre la ruta PY 02 fue cerca de las 10:00 de ayer lunes, 11 de agosto. Mientras que el segundo, se reportó pasada las 9:30 de hoy martes 12.
El primer caso, que se reportó ayer, involucró a un camión de mediano porte, cuyo conductor perdió el control del rodado y tuvo una milésima de segundos para tomar la decisión de usar la rampa. El segundo caso ocurrió hoy y corresponde a un semirremolque que tuvo falla en el sistema de frenos.
“Los conductores utilizaron la rampa de frenado de emergencia, evitando así incidentes de mayor gravedad. En ambos casos, fue controlada la maniobra gracias a esta infraestructura”, resaltaron desde la cartera de estatal.
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Sobre la rampa
La rampa se encuentra situada al pie del Cerro de Caacupé. En lo que va de 2025, ya fue empleada en 25 ocasiones, principalmente por camiones, y desde su habilitación acumula 52 intervenciones exitosas, con más de 150 personas beneficiadas.
Las estadísticas resaltan que en 2023 se registraron cuatro ingresos de emergencia, en 2024 un total de 23, cada activación ha representado la prevención de un posible accidente grave.
La infraestructura está disponible las 24 horas y su uso es totalmente gratuito para cualquier conductor que experimente fallas en los frenos o problemas mecánicos tras descender del cerro. El servicio de retiro de vehículos con desperfectos también se ofrece sin costo alguno para los conductores.
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“La inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles”
La banda celebra sus 25 años de carrera y prepara un nuevo álbum que se irá presentando en los siguientes meses. La agrupación ofrecerá un concierto de aniversario el siguiente fin de semana.
Decir que una banda de rock paraguayo cumple 25 años de trayectoria y que prepara su sexto álbum de estudio sin dudas se inscribe en la columna de las buenas excepciones en la escena local, un logro en puertas de Salamandra. Formado actualmente por Javier Zacher (voz y guitarra), Celso “Cachito” Galeano (bajo), Rodney Cords (guitarra) y José “Batoloco” Gaona (batería), este es un proyecto que reverberó por primera vez en la capital en los primeros años de la década del 2000.
Originarios de Ypacaraí, arribaron a la escena con virtuosas guitarras, conceptos claros y valijas enormes cargadas de sueños, que un cuarto de siglo después, tras mucho trabajo, hoy están llenas de aprendizajes, desafíos, aceptación del público y éxitos. Javier es el frontman de la banda, con un aire que mezcla la bohemia, el carisma constante, la picardía y la timidez, es el encargado de la pluma y la voz de Salamandra, y afronta el desafío de un nuevo proyecto: el sexto disco, esta vez con productores paraguayos, los hermanos Marcelo y David Arriola. Hace unas semanas lanzaron el primer adelanto, “La mentira”, y el próximo sábado 16 de agosto celebrarán sus 25 años en Voüdevil, donde presentarán los cortes “Cigarrillo” y “El dedo acusador”, este último con tinte folclórico. Zacher habló con La Nación del Finde sobre la historia de la banda y su presente de producción.
–Son 25 años de proyecto. ¿Qué cosas te parece que cambiaron en este tiempo y qué otras permanecen intactas?
–Lo que cambió bastante en estos 25 años es el conocimiento que fuimos adquiriendo con la experiencia en la música y en los escenarios. Lo que no cambió hasta ahora es que sigue siempre ese sueño, la ilusión de vivir de gira siempre, de tocar en nuevos escenarios. Siempre estamos con un sueño, hacer un disco más, subir a un escenario.
APRENDIZAJE
–¿Qué cosas aprendieron en este tiempo?
–En el escenario, hace 25 años no estábamos encontrando la presencia, el porte, esa performance, esa actitud que después fuimos forjando. Fuimos conociendo a muchos músicos en los escenarios y haciendo amistad con grandes músicos que también nos fueron enseñando cosas como armonía, progresiones, cosas de la tecnología, que hoy en día fueron cambiando también.
–¿Y en lo humano qué aprendieron en el relacionamiento entre ustedes?
–Realmente la relación con la banda es la más larga de mi vida y siempre va siendo prueba y error. Ya pasamos por muchos desacuerdos, también peleas, pero con el tiempo que llevamos juntos aprendimos también a ceder, aprendimos a hablarnos de lo que nos incomoda, que a veces justamente es algo difícil de hacer. Aprendimos que, si dejamos ayer abierta una heridita, con el tiempo se va haciendo cada vez más grande. Siempre se va aprendiendo y siempre lleva su esfuerzo.
–¿Cuáles podrían ser puntos altos o curvas que marcaron a la banda en este tiempo?
–Algo que empezó a darle vida a Salamandra mucho más allá de Ypacaraí creo que fue cuando entramos en un concurso para presentarnos a tocar a un festival. Lo que quedó de esa competencia fue que se hizo un recopilado pirata, un disco de MP3 de rock nacional, que tenía la foto de Laura Martino con el cuerpo pintado de Paraguay, era algo bien trucho. En ese disco había músicas de un montón de bandas, y entre los 300 temas estaban cinco canciones de Salamandra, que era un demo que habíamos hecho. Eran cinco temas que, al terminar, volvían a sonar, o sea, estaban dos veces. Yo creo, y me lo contaron, que ese disco hizo que mucha gente conozca la banda porque, de repente, se escuchan los temas dos veces y eso les llamaba la atención a muchos.
–¿Cuál fue el festival o concierto que más recordás?
–Uno de los conciertos que más disfruté en lo personal fue uno que hicimos acá en Ypacaraí. Un amigo se accidentó y se organizó un concierto solidario, porque se partió bastante mal. Bueno, cuando ya estaba toda la gente ahí para el show, se largó una lluvia, y cerramos nosotros, teníamos que tocar seis a siete temas. Como llovía, no iba a ser diferente si tocábamos un poco más, porque con la lluvia nadie iba a salir de ese lugar. Finalmente, nos pusimos a tocar como unas cuatro horas ahí para todos los perros. Ese es un concierto que realmente todos los días lo recuerdo.
–¿Cuál es tu escenario más soñado?
–Un escenario que siempre soñé fue el anfiteatro José Asunción Flores. Siempre que tenemos la oportunidad de estar ahí creo que es algo mágico. Recuerdo de muy chico ver el festival de la OTI por la tele y toda la historia que se contaba del anfiteatro. Siempre soñé con, alguna vez, ser parte de ese escenario.
SEXTO ÁLBUM
–Están con un nuevo disco en puertas
–Sí, estamos encarando el sexto álbum de Salamandra, en Covenant, y los productores son Marcelo y David Arriola. A mí me llenaba de intriga esta posibilidad, hace mucho que quería trabajar un disco con ellos. Empezamos ya en setiembre del año pasado a gestarlo desde las maquetas. Ahora tenemos ya cuatro canciones y vamos a ir tirando en tandas. Se siente lanzar como unos pequeños EP. En diciembre se completaría todo el álbum.
–¿Cuál fue el flujo de trabajo para este material?
–Antes de este disco nos encontramos en una etapa en la que ensayábamos los temas para los shows, y decidimos ponernos un día diferente de ensayo para dedicarnos netamente a hacer las canciones nuevas. Ahí nos encontramos con que estábamos un poco saturados de nosotros mismos, que sentíamos eso de estar haciendo lo mismo y, aunque te digo, hacer lo mismo no es algo que a mí me disguste para nada, pero era como que nos faltaba algo, un incentivo nuevo o una visión más fresca de lo que hacemos. Entonces, ahí fue donde paramos los ensayos, entonces llevamos la canción cruda al estudio con los productores, como son personas que conocen Salamandra, que trabajaron mucho ya con Salamandra.
–¿Son temas que surgieron para el disco o son ya temas que fueron juntando?
–A diferencia de discos anteriores, en los que presentamos temas que ya veníamos trabajando y que teníamos bien afianzados, este disco tiene canciones que se fueron desarrollando ahora, son sentimientos muy actuales de la banda en cuanto a la letra, en cuanto a la música misma y una cosa que disfruto mucho en lo personal es ese aire nuevo que le da esta producción artística, esta guía que nos vienen dando los Arriola.
–¿Qué le pidieron los productores a la banda para traer a la mesa de trabajo?
–La relación que tenemos con ellos es bastante orgánica, porque hace años que venimos trabajando juntos. Lo que pidieron fue más bien llevar la canción cruda al estudio, solo guitarra y voz. Después ellos nos presentan una nueva propuesta, desde una visión externa, la que escuchamos y nos sorprendió, exactamente eso era lo que quería hacer con esa canción, pero no sabía cómo, pensé. Justamente es eso lo que uno busca cuando trabaja con un productor.
“BUSCARLE EL SENTIMIENTO”
–¿Cómo te manejás con esa dinámica de composición?
–A mí me suelen llegar momentos en los que, ponele, agarro la guitarra y lo que sea que toco, ya me parece una canción, ya sea el mismo mi menor que todo el mundo toca, pero algo le siento que me hace ponerle una letra y generalmente cuando pasa esto, me pasa con unas cuatro o cinco canciones en ese momento. Luego hago eso de quedarme ahí con esa canción, hago eso de enamorarme, de buscarle, de sentirle. Tiene una letra primaria al nacer, y mientras voy tocando, le voy buscando una forma más que en la cual yo me siento mucho más a gusto, trato de encontrarle el significado o la palabra misma que me pide esa secuencia de acordes que tengo y buscarle el sentimiento que tengo, que me nace con esos acordes. Y lo voy puliendo hasta un punto donde siento que a mí me gusta mucho. Paso mucho tiempo con ese grupo de temas.
–¿Y qué hacés cuando ese tiempo de inspiración no está ahí?
–Y suelo enloquecer cuando me doy cuenta de que llevo tiempo y tiempo sin agarrar un acorde que me lleve a una canción. Así, bueno, voy tocando, y, por lo general, cuando me siento así seco de inspiración, empiezo a tocar los primeros temas que siempre toqué, generalmente Sui Generis, fundamentalmente. Me voy así recordando todas esas canciones que me llevaron a querer ser músico, a querer tener una banda y ahí me voy nutriendo otra vez hasta llegar a otro momento donde vuelvo a componer y que es algo así como decir que le da sentido a mi vida.
–¿Y de dónde vienen las canciones?, ¿de una idea, una sensación?
–La verdad que más bien es el estado ánimo en el que me encuentro, por lo general es el motor principal o el combustible de mi máquina mental. Dentro de este estado de ánimo es donde me encuentro como perdido, tocando la guitarra, haciendo ruido, hasta encontrar un acorde. Por lo general la inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles.