El ministro de Salud, Julio Borba, ratificó que el próximo lunes 6 de setiembre se reiniciará la vacunación con la primera dosis contra el COVID-19, pero que será un proceso más lento “del que estamos acostumbrados”. Destacó que la idea es llegar a la mayor cantidad posible de gente con la inoculación.
“El lunes 6 de setiembre volveríamos con la aplicación de primera dosis, en el transcurso de la semana vamos a informar cómo será el esquema. Estamos viendo la forma de conseguir que lleguen las vacunas en mayor cantidad en una o dos partidas nada más”, dijo este miércoles el ministro en comunicación con la radio 1080 AM.
Sostuvo que se está esperando el arribo al país de la vacuna Covaxin, adquiridas por el Gobierno nacional de India, pero hasta el momento no está cumpliendo con el acuerdo establecido en su momento a causa de la situación epidemiológica del país asiático. También se aguarda el arribo de otras plataformas para la segunda dosis, como la Sputnik V.
Borba indicó también que la idea es llegar a la mayor cantidad posible de gente con la inmunización contra el COVID-19, priorizando la población vulnerable ante el riesgo de una tercera ola con la variante delta y de momento todo apunta a que la aplicación de la primera dosis se reanudaría desde el lunes.
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“Nosotros hicimos una compra extra de la vacuna Pfizer este año y lo que estamos haciendo ahora es hablar con la gente de Cancillería para que llegue es una o dos partidas nada más. También estamos esperando otras plataformas y el jueves estaríamos recibiendo otras 40.000 dosis del segundo componente de la Sputnik V”, agregó.
El ministro explicó también que para el próximo año la cartera sanitaria reservó dosis de dos plataformas y en el esquema incluye las vacunas pediátricas, pero que se espera la aprobación. En total serían para unas 6.500.000 de personas.
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Salud confirman 866 casos de hepatitis en el país
El Ministerio de Salud reportó 852 casos confirmados de hepatitis B y 14 casos activos de hepatitis C, que totalizan 866 pacientes con la enfermedad en todo el país. La información fue emitida por la Dirección de Vigilancia de la Salud, en el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, establecida cada 28 de julio, desde 2011, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recordó que causa más de 1,3 millones de muertes cada año.
Datos epidemiológicos actualizados del Programa Nacional de Control del VIH/Sida e ITS (Pronasida) revelan que, durante el 2024, se realizaron 95.546 pruebas para hepatitis C en todo el país, de los cuales, 14 fueron casos confirmados de la infección activa. En el mismo periodo, se llevaron a cabo 198.142 pruebas de hepatitis B. De esto, 852 son casos confirmados de hepatitis B, el 51 % diagnosticados en hombres y 49 % en mujeres.
Las regiones con mayor incidencia de hepatitis B en el país son: Alto Paraguay, Capital y Canindeyú. Los grupos etarios mayormente afectados por hepatitis B son los de 30 a 34 años (18 %), los de 35 a 39 años (14,9 %) y los 25 a 29 años (14,4 %). El reporte reveló que el 74,7 % de los casos de hepatitis B se identificó en población general, y 18,6 % en hombres que tienen sexo con hombres. También se observan casos, pero en menor proporción en población en transgéneros, trabajadores sexuales e indígenas.
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Síntomas y prevención
Los síntomas más comunes de la hepatitis: fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y coloración amarillenta de piel y ojos (ictericia). En el caso de la hepatitis B se observan, además, heces claras y dolor en las articulaciones.
Las hepatitis B y C se transmiten por contacto con sangre infectada y otros líquidos orgánicos contaminados (semen, flujo menstrual, secreciones vaginales), a través de agujas, tatuajes, perforaciones, transfusiones sin control y por vía sexual, principalmente en personas con múltiples parejas. También se da la transmisión vertical (madre a hijo) durante el parto.
La hepatitis B se previene con vacunación. La primera dosis se aplica dentro de las primeras 24 horas de vida, seguida de 2 o 3 dosis adicionales. La vacunación es obligatoria para el personal de salud y grupos de riesgo. Para la hepatitis C no existe vacuna, pero el tratamiento con antivirales es altamente efectivo. La detección precoz y el inicio oportuno del tratamiento previenen complicaciones como cirrosis y cáncer hepático.
El Ministerio de Salud cuenta con pruebas de tamizaje, confirmación y medicamentos antivirales para el tratamiento efectivo de hepatitis B y C. Para protegerse de contraer el virus es importante usar preservativos (condones) para relaciones sexuales seguras, no compartir agujas o jeringas, en caso de tatuarse o perforarse hacerlo en sitios autorizados, garantizar la esterilización adecuada de equipos médicos y odontológicos, realizarse pruebas de tamizaje si pertenece a grupos de riesgo y seguir el tratamiento en caso de diagnóstico positivo.
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OMS insta a tomar medidas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los gobiernos y a sus socios a acelerar “urgentemente” los esfuerzos para eliminar la hepatitis viral como amenaza para la salud pública. “Cada 30 segundos, una persona muere a causa de una enfermedad hepática grave relacionada con la hepatitis o de un cáncer de hígado. Sin embargo, disponemos de las herramientas necesarias para detener la hepatitis”, ha afirmado afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el marco del Día Mundial contra la Hepatitis.
Según informa la OMS, las hepatitis virales (tipos A, B, C, D y E) son las principales causas de infección hepática aguda. De entre ellas, solo la hepatitis B, C y D pueden provocar infecciones crónicas que aumentan significativamente el riesgo de cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer de hígado. Sin embargo, la mayoría de las personas con hepatitis no saben que están infectadas. Los tipos B, C y D afectan a más de 300 millones de personas en todo el mundo y causan más de 1,3 millones de muertes cada año, principalmente por cirrosis hepática y cáncer.
Recientemente, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado la hepatitis D como carcinógena para los seres humanos, al igual que la hepatitis B y C. La hepatitis D, que solo afecta a personas infectadas con la hepatitis B, se asocia con un riesgo entre dos y seis veces mayor de cáncer de hígado en comparación con la hepatitis B sola. Para la OMS, esta reclasificación supone un paso fundamental en los esfuerzos mundiales por concienciar, mejorar el cribado y ampliar el acceso a nuevos tratamientos para la hepatitis D.
“La OMS ha publicado directrices sobre las pruebas y el diagnóstico de la hepatitis B y D en 2024, y está siguiendo activamente los resultados clínicos de los tratamientos innovadores para la hepatitis D”, ha afirmado la nueva directora de Ciencia para la Salud de la OMS, Meg Doherty.
El tratamiento con medicamentos orales puede curar la hepatitis C en un plazo de dos a tres meses y suprimir eficazmente la hepatitis B con una terapia de por vida. Las opciones de tratamiento para la hepatitis D están evolucionando. Sin embargo, la OMS asegura que solo se podrá aprovechar plenamente el beneficio de reducir la cirrosis hepática y las muertes por cáncer si se toman medidas urgentes para ampliar e integrar los servicios relacionados con la hepatitis -incluidas la vacunación, las pruebas, la reducción de daños y el tratamiento- en los sistemas nacionales de salud.
Últimos datos y avances
La OMS subraya que es alentador que la mayoría de los países de ingresos bajos y medios (PIBM) cuenten con planes estratégicos contra la hepatitis y que los avances en las respuestas nacionales contra esta enfermedad estén aumentando.
Así, en 2025, el número de países que informaron sobre planes de acción nacionales contra la hepatitis aumentó de 59 a 123; en 2025, 129 países habían adoptado políticas para la realización de pruebas de hepatitis B entre las mujeres embarazadas, frente a los 106 que lo habían hecho en 2024, y 147 países habían introducido la vacuna contra la hepatitis B en el momento del nacimiento, lo que supone un aumento con respecto a los 138 de 2022.
Sin embargo, advierte de que siguen existiendo importantes deficiencias en la cobertura de los servicios y los resultados, tal y como se indica en el Informe mundial sobre la hepatitis 2024. De este modo, asegura que la cobertura de las pruebas y el tratamiento sigue siendo muy baja; solo el 13 por ciento de las personas con hepatitis B y el 36 por ciento con hepatitis C habían sido diagnosticadas en 2022.
Asimismo, las tasas de tratamiento eran aún más bajas: el 3 por ciento para la hepatitis B y el 20 por ciento para la hepatitis C, muy por debajo de los objetivos para 2025, que eran del 60 por ciento de personas diagnosticadas y del 50 por ciento de personas tratadas.
La OMS también avisa de que la integración de los servicios relacionados con la hepatitis sigue siendo desigual: 80 países han incorporado los servicios relacionados con la hepatitis en la atención primaria de salud; 128, en los programas sobre el VIH, y solo 27 han integrado los servicios relacionados con la hepatitis C en los centros de reducción de daños.
El próximo reto será ampliar la cobertura de la prevención, las pruebas y el tratamiento. Alcanzar los objetivos de la OMS para 2030 podría salvar 2,8 millones de vidas y prevenir 9,8 millones de nuevas infecciones. “Ante la disminución del apoyo de los donantes, los países deben dar prioridad a la inversión nacional, los servicios integrados, la mejora de los datos, los medicamentos asequibles y el fin del estigma”, finaliza la OMS.
Con información de Europa Press.
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Piden priorizar acciones de prevención y mantenimiento del estatus de libre de aftosa
En su última reunión la Federación de las Asociaciones Rurales del Mercosur (Farm) pidió priorizar las acciones de prevención y el mantenimiento del estatus libre de fiebre aftosa, como garantía de acceso seguro, confiable y competitivo a los mercados de exportación.
El gremio se refirió acerca de la importancia prioritaria en el desarrollo de políticas regionales, y de continuar consolidando la sanidad animal como eje central de las políticas públicas del bloque. “Apoyamos el concepto de libre es libre, mas allá de que cada país decida su estrategia en cuanto a la vacunación”, mencionaron.
Así también, ante el riesgo constante de ingreso de enfermedades animales, la Farm subrayó la relevancia de fortalecer los servicios veterinarios oficiales, modernizar los sistemas de vigilancia epidemiológica, así como sistemas seguros y comprobables de trazabilidad para asegurar una respuesta sanitaria rápida y eficiente frente a emergencias, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de Sanidad Animal (Omsa).
Según afirmaron, la fiebre aftosa es una enfermedad que a pesar de los avances regionales en su control y erradicación sigue siendo utilizada como barrera no arancelaria al comercio internacional.
Paraguay contó con la representación de Dario Baumgarten, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), quien participó de la reunión realizada en el marco de la Expo Palermo, en Buenos Aires.
Por su parte, el presidente del gremio, Gedeao Pereira, pidió consolidar una estrategia regional con una fuerte cooperación técnica y con orientación comercial entre los países del Mercosur. “La sanidad animal es un bien público regional y debe ser defendido con visión estratégica y acción coordinada entre el sector público y privado”, manifestó.
En junio pasado el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) se había ratificado en su postura de que Paraguay está en condiciones de dejar de vacunar contra la fiebre aftosa. La planificación busca que para mayo del 2028 el país obtenga el estatus, gracias al trabajo realizado durante 59 años de vacunación.
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Aumentan los cuadros respiratorios: Salud insta a reforzar vacunación e higiene
Ante el incremento sostenido de cuadros respiratorios en el país, el Ministerio de Salud Pública recuerda la importancia de contar con la vacunación anual y mantener las medidas de higiene como herramientas claves para prevenir hospitalizaciones y complicaciones graves, especialmente en niños pequeños y adultos mayores.
El escenario epidemiológico actual muestra una alta circulación de virus respiratorios como metapneumovirus (33 %), rhinovirus (30 %), virus sincitial respiratorio (15 %), influenza A (15 %) —principalmente H1N1— e influenza B (7 %). Solo en la última semana, se registraron más de 43.000 consultas por infecciones respiratorias a nivel nacional, lo que representa un aumento del 2 % con respecto a la semana anterior y mantiene la curva de casos por encima del umbral de alerta.
Según los datos oficiales, 498 personas fueron hospitalizadas por infecciones respiratorias agudas graves (IRAG), y un 27 % de ellas ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos. Lamentablemente, el 5 % de estos pacientes falleció. Los grupos más afectados son los niños menores de 2 años (31 % de los hospitalizados) y los adultos mayores de 60 años (26 %).
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A pesar del panorama preocupante, se destaca una disminución de hospitalizaciones por virus sincitial respiratorio en lactantes menores de seis meses, lo cual se asocia a la inmunización con el anticuerpo monoclonal Nirsevimab, aplicada en ese grupo etario desde principios del año.
No obstante, las cifras revelan que más del 94 % de los pacientes internados no contaba con la vacuna anual contra la influenza, lo que refuerza el llamado de las autoridades sanitarias a completar el esquema de vacunación, especialmente en poblaciones vulnerables.
Las autoridades instan a consultar los puntos habilitados de vacunación en el sitio oficial vacunate.gov.py.
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Recomendaciones clave de Salud:
- Aplicarse la vacuna anual contra influenza y COVID-19.
- Inmunizar a lactantes con Nirsevimab contra el virus sincitial respiratorio (VSR).
- Acudir a la consulta médica ante síntomas respiratorios y usar tapabocas.
- Mantener la ventilación de los ambientes, evitar contacto con personas con síntomas y reforzar el lavado frecuente de manos.
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Hay consenso en avanzar hacia el máximo estatus sanitario, pero no en plazos
Los productores y el Gobierno se encuentran en pleno debate acerca del momento en el que se debe dejar de vacunar contra la fiebre aftosa y dar el salto al máximo estatus sanitario: el de país libre de aftosa sin vacunación.
En general, tanto el sector productivo como el industrial y el Gobierno están de acuerdo en avanzar en el estatus, pero discrepan en términos de plazos.
El sector público considera que las condiciones están dadas para dar un paso adelante y dejar atrás casi 60 años de inmunización, de los cuales en los últimos 12 años se realizó de forma sistemática, según explicó a La Nación/Nación Media el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin.
El principal argumento en favor del cese de la vacunación es que países de la región como Bolivia y Brasil ya se encuentran con el máximo estatus sanitario y no tienen circulación del virus de la aftosa, mientras que en Paraguay también la circulación es nula, lo que propicia, según el titular de Senacsa, el escenario correcto para dar el salto.
La entidad maneja un cronograma que apunta a que el 2026 sea el último año de vacunación antiaftosa, para luego proceder a un monitoreo de 24 meses en los que, de no ocurrir escenarios adversos, se podrá presentar en 2027 los resultados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que validaría el máximo estatus para Paraguay en 2028.
Martin considera que tal estatus es coherente con el trabajo realizado tanto por el Senacsa como el sector privado, que desde el último brote en 2011 trabajó de forma más profesional y científica, con resultados a la vista.
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“Venimos trabajando con el sector privado de manera muy seria y con base técnica, en base a ciencia, hace alrededor de 12 años. Entendiendo que en estos 12 años se ha mejorado muchísimo y los planes de vacunación son procesos finitos”, explicó a LN.
Igualmente, recordó que en todo el continente, tanto América del Norte como América del Sur, el 85 % del ganado se encuentra inmunizado y en Paraguay, alrededor del 95 % se encuentra vacunado, por lo que insistió que en el país, la circulación viral es nula.
Respaldo de la academia
Desde la academia, la decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción, la doctora Viviana María Ríos Morínigo, explicó que tienen una postura técnica a favor, pero consideró importante un consenso con el sector productivo y con un plan bien diseñado con principios técnicos y científicos.
“Hay evidencia de que no hay una circulación activa y yo creo que hay posibilidad ahora de invertir los esfuerzos que se están haciendo a nivel nacional, ya sea en vigilancia pasiva y activa, o desde el punto de vista del control de los hatos para hacer una detección temprana y demás”, dijo a LN.
Mencionó que la vacuna no incide en absoluto en la calidad de la carne, ya que su función es meramente de inmunizar a los animales contra el virus de la fiebre aftosa.
Igualmente, señaló que al dejar de concentrar esfuerzos en la aftosa, los recursos podrían centrarse más en otras enfermedades como la brucelosis, que es una zoonosis, es decir, es transmisible a los humanos.
“La aftosa no es una zoonosis. La aftosa tiene una repercusión en el precio del ganado y en los mercados, pero no se transmite al hombre. O sea, el hombre no sufre de aftosa. A diferencia de la brucelosis, que tiene repercusiones importantes en la salud humana, es transmitida por la leche, por ejemplo, o por el contacto con carne no bien cocinada”, explicó.
Postura de la industria cárnica
Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de la Carne, señaló que están de acuerdo con la postura de Senacsa, pero coincidió en que la decisión no podría ser tomada sin un consenso con todos los actores.
Recordó que en 2011, durante el último brote de aftosa en el país, se comprometió el estatus internacional y se afectaron las exportaciones, por tanto, consideran vital agotar las instancias de diálogo para garantizar procesos bien definidos y una evaluación costo-beneficio para el país.
Consultado sobre los beneficios comerciales del estatus de país libre de aftosa sin vacunación, Burt consideró que es relativo, ya que existen mercados en los que no es un requisito el máximo estatus.
“Categóricamente es una elevación de estatus y un reconocimiento sanitario internacional. Ahora, hay muchos otros factores que entran a jugar a la parte comercial, que hace que eso no sea una respuesta demasiado obvia. tenemos países en donde si hay una ventaja comercial y tenemos países donde no”, dijo a La Nación.
Ganaderos piden más tiempo
La Asociación Rural del Paraguay (ARP), que nuclea a los principales productores del país, tampoco se opone al plan, pero pide más tiempo para afianzar el proceso y convencer a la base productiva.
“Nuestra propuesta es mantener la vacunación hasta el 2030”, explicó a LN Mario Apodaca, vicepresidente de la ARP y presidente de Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa).
Apodaca afirmó que el estatus sanitario actual es óptimo, con animales sanos, con alta inmunidad y nula circulación viral. No obstante, mencionó que los ganaderos necesitan mayor confianza para dejar la inmunización, que resultó esencial para la producción durante décadas.
“La vacunación le da seguridad al productor, y esa seguridad no se reemplaza fácilmente. Hay que fortalecer aún más la vigilancia, el banco de vacunas, las contingencias e indemnizaciones”, sostuvo.
En ese sentido, insistió en que están de acuerdo con alcanzar el máximo estatus sanitario, pero piden vacunar unos años más, evaluar el entorno internacional, principalmente de los países vecinos y luego avanzar. “Estamos totalmente de acuerdo con el objetivo, pero discrepamos en el plazo. Queremos llegar al 2030 con todos los deberes hechos, sin apuros”, añadió.
Hoy Paraguay exporta carne bovina a más de 50 países, incluyendo destinos exigentes como Israel, Taiwán, Chile y Estados Unidos, y la visión del Estado es consolidar la competitividad de la producción nacional con el máximo estatus sanitario.