Una mujer solidaria y con un corazón muy noble, así se puede describir a Lourdes Bael, quien desde hace siete años viene ayudando a perros y gatos que llegan hasta su hogar en busca de alimento o atención sanitaria, en el barrio Loma San Jerónimo de Asunción.

La linda historia de Lourdes y su enorme familia de más de 45 peluditos comenzó hace siete años cuando dos cachorritos llegaron hasta su local de comida rápida que estaba ubicado en la entrada a la loma.

“Tenía una pizzería, donde llegaron dos cachorritos a los que les invitaba las sobras de lo que tenía, en un principio eran dos, luego tres y cuatro. Hasta ese entonces les podía comprar el balanceado del súper”, dijo en contacto con La Nación.

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Pasaron los meses y los animalitos que llegaban a su local iban aumentando. Entonces decidió hacer una promoción para poder seguir alimentándolos, ya que en sus planes no estaba dejarlos desamparados. “Ya fueron apareciendo gatos también de la zona”, refirió.

Entonces también empezó a alimentar a los gatos, que en un principio estaban ocultos, pero al caer la noche eran cada vez más. “Les daba de comer todas las noches luego de cerrar mi local. Llegó un momento en que fue más difícil poder alimentarlos, por lo que lancé una promo de balanceado. Cobraba el 50% de la pizza, siempre y cuando el cliente nos done balanceados”.

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La pandemia

Con la llegada de la pandemia del COVID-19, Lourdes tuvo que cerrar su pizzería, pero como vive a la vuelta de donde tenía su local, seguía preparando las pizzas para ayudar a los animalitos que crecían en población. “En el tiempo de la pandemia era un poco más fácil de lo que es ahora. Porque mucha gente se solidarizaba y ayudaba más. Me llegaban bolsas y bolsas de balanceados para perros y gatos”, acotó.

Cuando se empezaron a levantar las restricciones, todo fue más difícil para Lourdes, ya que mermaron las ayudas y ventas, por lo que debía trabajar más para poder seguir alimentando a sus refugiados. “Había más locales que vendían pizzas, por lo que las ventas cayeron muchísimo. Entonces me vi en la obligación de hacer algo más”.

Lourdes junto con los dos primeros cachorros a los que ayudó. Foto: Gentileza.

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Chocolatería y tortas

Tras la caída de las ventas, Lourdes y su amiga con la que preparaba las pizzas decidieron cambiar de rubro, inclinándose a la repostería. “Nos dedicamos a la chocolatería y las tortas. En este momento le estamos dando más empuje a las tortas y todos dulces. Tenemos torta tres leches, por kilo, todo tipo de tortas”.

Aseguró que cuentan con entregas especiales para todo tipo de eventos. “Si tenés una amiga o familiar y querés hacerle un detalle, pero no podés llegar, me escribís y yo mismo hago las entregas. En la dirección, fecha y hora que el cliente me diga”, apuntó.

Refirió que con una parte de lo que venden sigue alimentando y sanitando a los peluditos que hasta la fecha llegan a más de 45. “A parte de los alimentos, también deben ir a la veterinaria para poder ser medicados y gozar de buena salud para seguir con una vida digna. Acá todos los animales están castrados”.

Los interesados en ayudar a Lourdes y los animalitos pueden contactar al (0981) 232-749 haciendo un pedido especial. Así también, pueden llevarles bolsas de balanceados para seguir ayudando, aunque ella prefiere que compren las tortas y puedan probarlas, “que no se van a arrepentir”, concluyó.

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