El Instituto de Previsión Social (IPS) informó este domingo que más de 2.000 profesionales de Salud ya recibieron la vacuna contra el COVID-19 en el Centro de Atención Ambulatoria del Hospital Central en Asunción. Foto: Gentileza.
IPS: más de 2 mil profesionales de Salud fueron vacunados en Hospital Central
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El Instituto de Previsión Social (IPS) informó este domingo que más de 2.000 profesionales de la Salud ya recibieron la vacuna contra el COVID-19 en el Centro de Atención Ambulatoria del Hospital Central en Asunción.
Personal del Departamento de Epidemiología, con apoyo de otros departamentos de la Dirección de Medicina Preventiva y Programas de Salud, siguen trabajando en el proceso de inmunización del personal de salud del IPS contra COVID-19.
En el Centro de Atención Ambulatoria (CAA) se encuentra el Vacunatorio COVID HC IPS habilitado, que funciona de lunes a viernes de 9:00 a 17:00, así como también sábados y domingos de 7:30 a 17:00.
El objetivo de iniciar las vacunaciones a las 9:00 horas de lunes a viernes es evitar la aglomeración con personas que recurren al CAA a tempranas horas.
La cantidad del personal de salud inmunizada en el vacunatorio del Hospital Central de IPS hasta el mediodía del domingo 28 de Marzo alcanza 2.127 personas, siendo que este domingo, solo en turno mañana, ya se inmunizó a 208 personas.
También se están realizando inmunizaciones en los vacunatorios del Hospital Ingavi, que cuenta con 210 dosis (50 Coronavac y 160 AZ) y en las Clínicas periféricas, Nanawa con 100 dosis, Boquerón con 50 dosis y 12 de junio con 109 dosis. Todos habilitados por el PAI del MSP para tal efecto.
En los vacunatorios del IPS se hace un esfuerzo para respetar estrictamente los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud. Foto: Gentileza.
La Dirección de Medicina Preventiva cuenta con la colaboración de la Gerencia de Salud, la Dirección Médica del Hospital Central, la Dirección de Apoyo y Servicios y de todos los Servicios del Hospital Central, así como también de las clínicas periféricas mencionadas, quienes en un esfuerzo coordinado, colaboran con el desarrollo organizado de este proceso tan sensible para toda la comunidad de salud.
En los vacunatorios del IPS se hace un esfuerzo para respetar estrictamente los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud, así como también el escalonamiento de vacunación según nivel de exposición establecidos en las normativas vigentes.
Asunción Martínez, nacida en Paraguay, y la japonesa Kosaka Kumiko están acusadas de complicidad en un caso en el Instituto Próvolo de Mendoza. Foto: Twitter.
Monja paraguaya, a juicio por complicidad en abusos en Argentina
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Víctimas y familiares reclaman “poner fin a las dilaciones” a un juicio contra dos monjas y otras siete mujeres acusadas de complicidad en el abuso sexual de niños sordos en el Instituto Próvolo de Mendoza, Argentina, postergado esta semana por un caso de coronavirus.
El segundo juicio por este caso que sacudió a la Iglesia Católica en el país del papa Francisco y por el que dos curas fueron condenados a 40 años de prisión en 2019 fue postergado el lunes por 15 días hábiles a pedido de la defensa de las acusadas, que alegó que una de ellas está aislada por COVID-19.
“Hace un año y medio que la defensa de las monjas viene con chicanas (artimañas). No tienen otro camino que dilatar el juicio porque no tienen nada a su favor. Si esta vez es un caso de COVID, está bien, vamos a esperar a mayo, pero que no sea que después otra tenga COVID y luego otra”, advirtió a la AFP Ariel Lizarraga, padre de Daiana, la primera en denunciar los abusos en el centro mendocino.
Las monjas acusadas son la japonesa Kosaka Kumiko, en prisión domiciliaria, y Asunción Martínez, nacida en Paraguay. También la representante legal del Próvolo, una psicóloga, una cocinera y cuatro directoras que se sucedieron entre 2004 y 2016, cuando ocurrieron los abusos y violaciones de niños de entre 4 y 17 años.
“Entendemos el contexto de pandemia, pero es momento de ponerle fin a las dilaciones. Necesitamos que se inicie el juicio y que se resuelva, para que podamos seguir con nuestras vidas y reclamando la restitución de derechos a las víctimas”, agregó Érica Labeguerie, hermana de Claudia, otra de las víctimas, hoy de 27 años y madre de un niño.
El juicio, por el que desfilarán un centenar de testigos, “es sumamente importante porque viene a cerrar un proceso de muchísimo dolor y de revictimización”. “Las monjas eran las que estaban a cargo del albergue de las chicas, impartían mucho terror y eran parte esencial de todo lo que pasó en la institución”, afirmó.
Las acusadas deberán responder ante la justicia por no haber denunciado los abusos. Kumiko está además acusada de tocamientos a algunas de las 14 víctimas que dieron su testimonio en Cámara Gesell.
Daño permanente
“Sé que vamos a ganar el juicio, pero para mi hija el daño es permanente, irreparable. El acompañamiento de la familia es una pequeña anestesia sobre este dolor. El trauma que sufrieron, las atrocidades que les hicieron, no se lo olvidan nunca más”, advirtió Lizarraga.
El padre de Daiana sostiene que las acusadas “tenían conocimiento de todo lo que estaba pasando. Si ellas hubieran denunciado habrían parado las violaciones”. “Estamos hablando de niños y adolescentes que sangraban, que gritaban de dolor. La expectativa es que realmente se las condene con severidad”, agregó el abogado Sergio Salinas, representante de nueve víctimas.
Carlos Varela Álvarez, defensor de las dos monjas de la congregación Hermanas de la Huerta, deplora lo que considera una condena anticipada de la opinión pública. “Se ha producido la manipulación y tergiversación” de los testimonios, aseguró a la AFP, al insistir en que defiende “a personas que se dicen inocentes frente a una opinión pública que ya las condenó y un sistema judicial que se prepara para ello”.
Antecedentes
El nuevo proceso se lleva a cabo después de que en noviembre de 2019 la justicia condenara al sacerdote argentino Horacio Corbacho (61) a 45 años de cárcel y al italiano Nicola Corradi (85) a 42 años, por abuso sexual y violación de niños en el Instituto Próvolo de Mendoza. Las condenas son firmes.
También fueron sentenciados el jardinero Armando Gómez a 18 años de prisión y el exmonaguillo Jorge Bordón, a 10, tras declararse culpable en un proceso abreviado en 2018.
Corradi llegó a Argentina en 1970 proveniente del Próvolo de Verona (Italia), donde también hubo denuncias de abusos. Se hizo cargo de esa renombrada institución dedicada a la educación de niños con discapacidad auditiva, primero en La Plata y desde 1998, en Mendoza, donde fue detenido preventivamente el 26 de noviembre de 2016.
Otras denuncias por abuso en el Próvolo de La Plata (60 km al sur) están bajo investigación, sin llegar aún a juicio. “La Iglesia Católica encubre. No solo no dan las pruebas, sino que las esconden. El Vaticano sigue demostrando que quiere seguir encubriendo”, afirmó el Salinas.
Antes de la pandemia, el SII ya producía anualmente 1.500 millones de dosis de vacunas contra la poliomielitis, las paperas, la meningitis y el sarampión. Foto: AFP.
Instituto Serum en India, la mayor fábrica de vacunas del mundo
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El tintineo de los minúsculos frascos, controlados por silenciosos técnicos vestidos con trajes de protección, contrasta con el bullicio que reina en la sede del mayor fabricante de vacunas del mundo, el instituto Serum en India.
Fundado en 1966 en Pune (oeste), el Serum Institute of India (SII) produce para India y gran parte de países en desarrollo millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19, Covishield, desarrollada por AstraZeneca y la universidad de Oxford.
A diferencia de la vacuna Pfizer/BioNTech, que necesita supercongeladores, la Covishield puede conservarse en temperaturas estándar. Y, además, al ser más económica que la de Pfizer o la de Moderna, es más accesible para los países pobres.
Antes incluso de la pandemia, el SII ya producía anualmente 1.500 millones de dosis de vacunas contra la poliomielitis, las paperas, la meningitis y el sarampión, beneficiando a dos de cada tres niños en más de 170 países. La aventura comenzó en un acaballadero, donde la familia Poonawalla, propietaria de la empresa, había empezado a criar caballos en 1946. Pero una conversación con un veterinario dio un giro a la compañía. Los propietarios se dieron cuenta de que un suero antitoxinas extraído de sus animales podía utilizarse para fabricar vacunas.
Fundado en 1966 en Pune (oeste), el Serum Institute of India (SII) produce para India y gran parte de países en desarrollo, la vacuna Covishield de AstraZeneca. Foto: AFP.
El Serum Institute comenzó a dominar rápidamente el mercado gracias a sus medicamentos eficaces y baratos, muy solicitados por los gobiernos y los consumidores preocupados por el precio, lo que llevó a la compañía a expandirse a un ritmo vertiginoso.
Su presidente desde hace 40 años, Adar Poonawalla, invirtió casi mil millones de dólares en los últimos años en ampliar y mejorar el vasto complejo de Pune. El resultado no tardó en llegar. Cuando el coronavirus empezó a propagarse por el mundo, la empresa, que registró un volumen de negocios récord de más de 800 millones de dólares en 2019-2020 y sin endeudarse, se encontró en ‘pole position’.
“Acostumbrados a la presión”
Bordeado por palmeras y decorado con arbustos con forma de caballo, un guiño a los orígenes de la empresa, el sitio de Pune alberga varios edificios donde se fabrican y controlan las vacunas antes de colocarlas en frascos esterilizados listos para distribuir.
De Brasil a Sudáfrica, no faltan clientes y los gobiernos se apresuran en comprar el Covishield. Poonawalla prometió reservar el 50% de las reservas al mercado indio, pero Nueva Delhi, que busca inmunizar a 300 millones de indios para julio, también lanzó una delicada campaña diplomática de vacunas y prevé enviar 20 millones de dosis a sus vecinos del sur de Asia.
En enero pasado. el edificio del instituto sufrió un incendio, que registró cinco muertos. Foto: AFP.
El Serum Institute desea también proporcionar 200 millones de dosis al sistema Covax, puesto en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros, para intentar lograr una distribución justa de vacunas en el mundo.
Estas perspectivas abrumadoras no asustan a los jefes de la compañía. “Estamos acostumbrados a este tipo de presión, porque, en el pasado, se dieron situaciones en las que tuvimos que acelerar la producción para satisfacer las demandas de los países”, explica a la AFP Suresh Jadhav, el director general del instituto.
El incendio, que dejó 5 muertos en enero pasado en un edificio en construcción del SII, no hizo tambalear esta confianza. “No habrá una pérdida de producción del Covishield gracias a los numerosos centros de producción que dejé en reserva para hacer frente a este tipo de eventualidades”, tuiteó rápidamente Poonawalla.
La pandemia transformó su imagen de multimillonario de la jet set, reputado por su pasión por los autos de lujo y el arte, en la del magnate farmacéutico, aplaudido por su asunción de riesgos y su compromiso con las vacunas asequibles.
Como era de esperar, este padre de dos hijos no dudó en enfrentarse a los antivacunas, incluso al rapero estadounidense Kanye West por difundir teorías complotistas. “Aunque apreciamos mucho su música, Kanye West, su opinión sobre las vacunas parece irresponsable y casi peligrosa, vista la influencia que usted tiene a día de hoy (...) Las vacunas salvan vidas”, tuiteó en julio.
Universidad de Harvard realiza curso sobre cultura y desarrollo de Paraguay
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Con el objetivo de fomentar la investigación intercultural a través de colaboraciones que combinen perspectivas sobre lecturas e indagaciones; y mejorar la capacidad en inglés y en español, recíprocamente, estudiantes de la Universidad de Harvard (EEUU) y del Instituto Desarrollo (ID) participan de forma conjunta del curso “Culture and Development: Paraguay”.
El curso es coordinado de forma conjunta por la profesora de Harvard, Doris Sommer, y por José Molinas Vega, director académico del Instituto Desarrollo, ambos doctorados en filosofía (Ph.D). La primera mitad del semestre introduce una variedad de temas que incluyen artes, movilización social, formas de aprendizaje, medio ambiente y políticas públicas.
A mediados del semestre, los estudiantes forman grupos de trabajo basados en intereses compartidos y escriben conjuntamente un trabajo final. El trabajo final deberá ser coescrito como un “Caso para la cultura”, que consiste en un ensayo híbrido que combina las humanidades con las ciencias sociales y naturales para desarrollar los tipos de colaboraciones interdisciplinarias.
Algunos de los temas que son abordados incluyen: música, capital social y desarrollo comunitario; gobiernos autoritarios en Paraguay a lo largo de su historia; Misiones Jesuíticas en Paraguay, historia y legado; cine e identidad cultural; Tañarandy, un caso de artes comunitarias y desarrollo económico local, en la localidad de San Ignacio; entre otros.
Destacan que los estudiantes de Harvard y los estudiantes del ID llevan juntos esta materia con la finalidad de fomentar colaboración de ambas instituciones y así crear redes de trabajo colaborativo desde sus inicios como profesionales. Para mayor información sobre estos cursos, ofertas académicas y otras oportunidades, los interesados contacta al correo: cursos@desarrollo.edu.py.