El don de servicio y las ganas de ayudar a los demás, especialmente cuando se trata de niños y mujeres vulnerables, es una forma muy importante de hacer el bien a la sociedad. En la actualidad cada vez son más los casos de violencia intrafamiliar y contra la mujer en todos los rincones del país.

Es así como comienza la historia de Liz Silvero Bogado, quien dedica todo su tiempo para ayudar a familias vulnerables, en especial niños y mujeres que son víctimas de violencia y que están pasando por esta etapa tan difícil en San Juan Nepomuceno.

Según comentó Liz, ella empezó a trabajar desde muy joven y uno de sus primeros empleos fue en la Codeni de la Secretaría de la Mujer, donde estuvo como directora por cuatro años. “Mi historia de lucha comienza en la Codeni donde vi las necesidades por las que pasan los niños y desde ahí no paré. Lucho por los derechos de la niñez, adolescencia y mujeres de mi ciudad”, aseguró en contacto con La Nación.

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Sostuvo que estar en el cargo por ese tiempo le abrió los ojos de cómo es la situación por la que pasa este sector de la sociedad. “Situación que no conocía ni imaginaba estando afuera. De los problemas y situación de vulnerabilidad de los derechos de la mujer y la niñez. Ahí empezó mi lucha”, afirmó.

Servicio para la comunidad de San Carlos, del comedor ambulante y Fundación. Foto: Gentileza.

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Guiarlos en su lucha

Resaltó que tras dejar su trabajo su propósito siguió siendo el de guiar tanto a mujeres como niños hacia sus derechos. “Desde la Codeni no podía hacer mucho porque es del Estado y no contábamos con muchos recursos. Entonces decidimos juntarnos entre mujeres para llevar acabo un grupo de trabajo para mejorar la vida de estas personas”, señaló.

De esta forma nació el comedor ambulante en la localidad e Madu’ará, lugar considerado con más casos de violencia y pobreza. “Un lugar donde reina la pobreza extrema y ahí comenzó todo”, aseguró.

Liz explicó que luego empezaron a recibir ayuda de la fundación Tzu Chi Paraguay que nos pudo ayudar para llevar atención médica, entrega de anteojos, sillas de ruedas, medicamentos y muchas otras atenciones para la gente. “Especialmente para aquellas localidades donde impera la extrema pobreza, donde no tienen acceso a estos servicios. Así también, se entregan víveres, frazadas y artículos de primera necesidad”, contó.

Presentación del proyecto de ordenanza que regula los permisos de maternidad y paternidad en cargos electivos. Foto: Gentileza.

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Hasta que Dios diga basta

Ante todo, el trabajo que ya realizó en este tiempo, Liz logró obtener una beca para atención de mujeres de la organización Kuña Róga donde se dio cuenta de que su trabajo sería luchar por los derechos de sus congéneres y que puedan salir adelante.

“En esa formación me di cuenta de que mi vocación es servir y ayudar a las mujeres a lograr una mejor calidad de vida, puedan abrir los ojos, conocer sus derechos, conocerse a sí mismas y su valor. Esa es mi lucha y seguirá siendo hasta que Dios diga basta. Desde entonces pasé a formar parte de laboratorios de ideas centro de formación de mujeres”, argumentó muy segura.

Centro integral

Así también, logró conformar con otras mujeres del centro de formación Kuña Róga un “Centro de atención integral” que está dirigido para niños, niñas, adolescentes y mujeres donde ofrecen asesoría jurídica y atención para todos los casos.

“Ahora estamos con el proyecto de albergue para casos de violencia de niñez y mujer. También tenemos funcionando comedores, estamos tramitando la documentación para la creación de la Fundación Kuña Joaju”, agregó.

Afirmó que afortunadamente toda su familia la apoya esta lucha. “Estamos muy comprometidos en esto y me ayudan en todo. A organizar las actividades, buscar apoyo económico, ser voluntario en los servicios”, señaló.

En la Codeni en la conformación de grupo de trabajo departamental. Foto: Gentileza.

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Línea abierta gratuita

Indicó que ella puso a disposición su número de teléfono para ofrecer el servicio de ayuda vía telefónica ante cualquier tipo de necesidad. “Este activada ya la tenía en el tiempo que trabajé en la Codeni y lo llevé conmigo para seguir ofreciendo ayuda a las personas que lo necesiten. Lo llamamos línea abierta las 24 horas y los interesados pueden contactar a mi número (0983) 156-358, pueden llamarme, enviarme mensaje de texto o WhatsApp”, concluyó.

Ella es Liz

“Nací en Ayolas, a los 2 años vine a San Juan Nepomuceno donde estoy hasta ahora. Tengo 30 años. Estudié Agronomía en la Universidad San Carlos. Luego realicé cursos referentes a niñez y mujer”, contó. Estuvo en centro de formación para mujeres del proyecto sumamos mujeres. “Estoy a semanas de terminar un curso de Consejería familiar de la Fundación Ko’eti. Soy estudiante de Derecho en la Universidad Americana”, finalizó.

Liz Silvero Bogado (Izq.) en una de sus tantas capacitaciones para ayudar a mujeres. Foto: Gentileza.


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