Monseñor Ricardo Valenzuela manifestó este miércoles que se están adaptando a la festividad mariana de este año y destacó que suspender la festividad presencial fue la mejor decisión, a fin de cuidar la salud de todas las personas en el marco de la pandemia del COVID-19.

“Es una sensación muy extraña a la cual nosotros no estamos acostumbrados, pero vamos haciendo el proceso de ir asumiendo todo esto. Tenemos que adaptarnos a todo lo que significa esta modalidad”, dijo Valenzuela en comunicación con la 1080 AM.

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Mencionó que desde la Basílica de Caacupé están aportando en la lucha contra la pandemia del COVID-19 con la suspensión de la festividad presencial e instó a la ciudadanía a respetar los protocolos, a fin de reducir el riesgo de contagio y salir en la brevedad de la pandemia.

Valenzuela indicó que es increíble todo lo atravesado en el mundo a causa del virus e insistió que es raro pedirle a la gente que no acuda a la capital espiritual y quedarse en la casa para cuidar la salud, pero que la determinación fue acertada.

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“Creo que fue una decisión acertada, pensando para el bien de nuestro pueblo, por el bien de la salud pública. Tenemos una celebración distinta, el año pasado la invitación era para asistir, hoy invitamos a que se queden en sus casas. Debemos prepararnos y vamos a salir de esta situación”, agregó monseñor.

De acuerdo con las disposiciones establecidas para la villa serrana, todos los negocios no esenciales y ubicados en un perímetro de tres cuadras a la redonda de la Basílica serán cerrados del 4 al 9 de diciembre. Las plazas también estarán cerradas, se limitará la circulación y las misas se celebran a puertas cerradas desde el pasado sábado.

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