Cada 22 de noviembre la iglesia católica celebra la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Es una de las mártires más veneradas. Su vida tuvo como eje principal el amor a Cristo y la castidad en él. Cecilia proviene de la lengua latina y significa lirio del cielo, explica Jorge Catalino González.
Historia de vida
En los escritos llamado “Actas del martirio de Santa Cecilia” -que aparecieron a mediados del siglo V-, se menciona que Santa Cecilia provenía de una familia noble de Roma. A menudo ella realizaba ayunos y penitencias, además de que consagró su virginidad a Dios. Su padre, por ambición la obligó a contraer nupcias con un joven pagano de nombre Valeriano. En la noche de bodas, ella le hizo saber a su esposo que ella fue esta consagrada a Dios y que es fiel y casta a Él.
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Conversión de su esposo
Santa Cecilia tuvo una singular forma de convertir a su esposo al cristianismo. Según la historia, le comunica a su esposa que hay un Ángel que vela por ella y le dice a su esposo que si la toca, el Ángel se enfurecerá y el sufrirá las consecuencias; en cambio, si le respeta, el ángel lee amará.
Al oír estas palabras, Valeriano, el esposo; extrañado dice que quiere ver al ángel, a lo que la Santa le responde que solo podrá hacerlo cuando se haya bautizado al cristianismo.
Valeriano fue en busca del Papa Urbano, quien lo instruyó en la fe y posteriormente, lo bautizó. Realizado el sacramento, el esposo vuelve para ver a su amada y observa lo siguiente: Un ángel de pie junto a Cecilia y el custodio celestial coloca una guirnalda de rosas sobre la cabeza de ambos.
Además, de convertirse Valeriano al cristianismo, lo hizo también su hermano Tibursio, según cuenta la historia. Cada noche, Cecilia cantaba a Dios y es por eso que ella es considerada la patrona de los músicos.
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José Gervasio Artigas, un líder independentista que influyó en toda la región
Por Lourdes Torres
lourdes.torres@nacionmedia.com
En las últimas semanas el nombre de José Gervasio Artigas ha vuelto a tomar notoriedad en el país desde que llegaron las noticias desde el Uruguay el pasado 15 de marzo, cuando un grupo de unos veinte jinetes uruguayos partieron de la Plaza Independencia de Montevideo -sitio donde reposan en un mausoleo los restos del prócer uruguayo- rumbo a la ciudad de Asunción, Paraguay.
Esta travesía de más de 1.000 kilómetros la emprendieron con el objetivo de celebrar el centenario de la Escuela Artigas de Asunción este domingo 28 de abril. La institución educativa fue construida en honor al prócer libertario uruguayo que eligió estas tierras para la última etapa de su vida, que empezó con un asilo político.
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Esta escuela, ubicada al lado de la entrada principal del Jardín Botánico y Zoológico de la capital paraguaya (avenida Primer Presidente y Artigas), comparte el sistema educativo uruguayo y fue construida en homenaje al prócer José Gervasio Artigas, más de medio siglo después de su muerte.
Para conocer un poco más sobre este militar uruguayo que vivió tres décadas en Paraguay hasta su muerte en 1850, La Nación/Nación Media conversó con dos historiadores, quienes describieron al militar uruguayo, su liderazgo y el impacto de sus ideas políticas en la región.
Un líder independentista
El historiador y docente Herib Caballero Campos indicó que José Gervasio Artigas fue un líder independentista uruguayo que fundó la Liga de los Pueblos Libres y encabezó los procesos de lucha por la independencia de su país, ya que varios años después de comenzar el proceso de independencia en el continente, Uruguay seguía bajo la corona española.
Señaló que Artigas no vio independizarse a su país, ya que por persecución política solicitó asilo a la incipiente República del Paraguay en 1820, bajo la dictadura de José Gaspar Rodríguez de Francia. “José Gervasio Artigas se convierte en uno de los líderes semilleros de ese proceso de independencia, para la República Oriental del Uruguay”, afirmó.
Explicó que “si bien, controló una parte del territorio, no logró controlar todo el país. En ese tiempo vino la invasión portuguesa, que convirtió en provincia y recién la independencia plena del Uruguay se consiguió a finales de la década de 1820, pero ya con Artigas retirado de la actividad política”.
El historiador sostuvo que Artigas en un principio estuvo alojado en el convento de La Merced, luego fue confinado a la Villa San Isidro de Curuguaty, a 250 kilómetros de Asunción, y vivió ahí hasta la muerte de José Gaspar Rodríguez de Francia.
Tras la muerte del dictador, los cónsules Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonzo le habían dado a Artigas la libertad de volver a Uruguay, teniendo esa potestad en mano, el ya anciano oriental rechaza una comitiva enviada por el gobierno uruguayo, diciendo que si fuera conveniente a la República (Paraguay) saldría, pero que no volvería a Uruguay, sino se quedaría en Corrientes.
“Artigas de edad avanzada, hizo ya toda su vida en el Paraguay, entonces no regresó a su país y fallece el 23 de setiembre de 1850 en Asunción, a la edad de 86 años. De hecho, formó familia con una mujer de apellido Gómez, y hay varios descendientes de Artigas en la zona de Limpio. En 1855 fueron repatriados sus restos a Montevideo”, acotó.
Influyó toda la región
El historiador Claudio Velázquez mencionó que José Gervasio Artigas es uno de los próceres más importantes de la gesta independentista del Uruguay, pero no solo en este país, si no también de varias zonas del Río de la Plata. Indicó que en la Argentina misma se lo considera también un prócer, entre los años 1810 a 1820, cuando se retira de la actividad política. “Fue una persona que peleó contra los portugueses, que peleó contra los porteños, por decir una forma, y que peleó también contra la corona española en el marco de la independencia de su país”, precisó.
Dijo que, así como tenía seguidores, también se hizo de un importante número de enemigos y tras graves derrotas a principio de 1820, es cuando toma ruta hacia el Paraguay. En ese proceso, Artigas que tenía un pensamiento político basado en ideas de pacto federal, decide formar parte de la Liga Federal, que era una unión de pueblos de Corrientes, Entre Ríos, Misiones, contra La Unión, que eran los porteños, y básicamente se embanderaban con un sistema unionista, más que un sistema federal.
“Allí es que sufre una segunda importante derrota, que es la batalla de las Tunas que, sumado a la anterior derrota en Tacuarembó, Uruguay; estas dos derrotas significaron una proscripción de Artigas y es en ese sentido que aplica esa figura de asilo político en la incipiente República del Paraguay que en ese momento estaba bajo la dictadura perpetua de Rodríguez de Francia”, indicó.
Velázquez resaltó que como muestra de libertario, una de sus anécdotas es que compró a un esclavo negro, Joaquín Lencina, más conocido como Ansina o negro Ansina, que inmediatamente le otorga la libertad al hombre, éste se vuelve su compañero de vida y amigo personal, que lo acompañó a Paraguay, incluso hasta el día de su muerte, ya como hombre libre, y falleció diez años después a los 90 años.
“En su lucha por la integración él siempre se embanderaba con la necesidad de que los pueblos se integren y trabajen por esa integración. También hay que destacar de Artigas que se embanderaba por la causa popular de los pueblos, que lo llevó a ser un caudillo importante, que acarreaba a su pueblo”, acotó.
Destacó que todas estas acciones han sido importantes para su figura, que incluso impactó en Paraguay, impresionando al dictador Francia, quien le permitió el asilo en el país. “El impacto de sus pensamientos no solo fue en su país, sino a nivel regional, de ahí que tiene tanto impacto en el Paraguay”, concluyó.
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Un rey de la guitarra
- Por Jimmi Peralta
El pasado 15 de abril se dio a conocer el fallecimiento del guitarrista Ramón Ernesto Villalba, un talentoso y estudioso de la música y su instrumento que queda en la memoria de quienes lo conocieron como Kucky Rey, un genio y maestro de varias generaciones. Dos alumnos de Ernesto, los guitarristas Dani Cortaza y Gabriel Lema, hablaron con La Nación/Nación Media sobre cómo era su maestro, el legado que deja y rescatan algunas anécdotas.
La docencia es un espacio, como otros, de ejercicio de poder. Tiene como condición necesaria la dosificación sistemática de la teoría y la práctica. Aunque muchos se sientan tentados a creer que en tiempos en los que toda la información se encuentra al alcance de las manos ya no son útiles los profesores. Sin embargo, es casi imposible aprender a profundidad algo sin esa guía, sin un maestro, y esto hace que se les siga dando valor.
Al mismo tiempo que controla y retiene, la docencia trabaja paradójicamente en contra de ese poder. Ella misma debilita ese control de manera progresiva, ya que su labor es dotar planificadamente de herramientas, experiencias y visiones a sus alumnos para que pronto estos se rebelen en procura de su misión de igualar o superar a sus maestros. La visión que nace de la relación docente-alumno está puesta aquí como punto de partida.
“Ernesto Villalba, su nombre real, nació en Barranquera, provincia del Chaco, Argentina, el 7 de julio de 1934. Llegó a Paraguay en 1956 acompañando a un cantante de nombre Valencio Gala. Desde entonces se quedó viviendo en Paraguay hasta el día de su fallecimiento. Kucky Rey fue totalmente autodidacta, aunque tomó clases de armonía con el maestro Luis Cañete y guitarra clásica con Cayo Sila Godoy. Fue integrante de Tiede Smith, Los Jocker’s, Casablanca Jazz, Harmony Club, entre otros”, reseña con brocha gorda la trayectoria del maestro Kucky uno de sus discípulos más cercanos, Dani Cortaza, guitarrista paraguayo que vive y desarrolla su carrera en los Estados Unidos.
La docencia de un instrumento puede abrir algunas puertas profundas de vinculación, ya que alumno y profesor comparten una pasión que excede el compromiso con lo utilitario, desarrollando un vínculo de coincidencia mediante un oficio que se cimienta en algo parecido al amor.
“A mí me salvó la vida, me dio un propósito. Me brindó un claro ejemplo de que uno puede ser un artista como profesor. Si yo hoy soy un profesional es gracias a que me crucé con Kucky. No es poca cosa”, refiere Lema, guitarrista argentino que desarrolló su formación, carrera de músico y de docente por cerca de tres décadas en Paraguay.
VÍNCULO CON EL MAESTRO
“El vínculo con Kucky siempre fue el de maestro y discípulo. Era muy reacio a elevarte a la categoría de colega, pero no por mezquino o competitivo, sino porque de alguna manera se reservaba el derecho de bajarte la caña cuando quisiera. Y la verdad es que es de agradecer, porque siempre se aprendía algo cerca suyo”, agregó.
Ernesto fue migrante y casi aventuro en esta capital de los años 50, donde pronto se ganó el sobrenombre de Kucky, el rey de la guitarra.
“Lo conocí cuando tenía 14 años por intermedio de un señor llamado Papucho Abate. El primer día que fui a la clase caí con mi requinto en la mano, yo era requintista, y Papucho me lo presentó. El profesor me miró y me dijo: ‘Pibe, qué hacés con esa porquería en la mano?’, refiriéndose a mi requinto. Yo enojado di la vuelta y salí muy ofendido, diciendo ‘a este señor no lo quiero volver ver nunca más en mi vida’. Obviamente no fue así. Tiempo más tarde me di cuenta de que Kucky Rey era el mejor, sabía una infinidad de cosas y volví para quedarme estudiando con él más de 20 años”, lo recuerda Dani.
Para los amantes de la música que terminaron generación tras generación alrededor del maestro, las anécdotas sobre su carácter fuerte y áspero se mechan con la admiración y el respeto que sienten por él.
“Kucky era un genio. Un genio con todas las letras y en la definición más amplia de la palabra. Hablamos de un genio de primera línea que si se hubiera desarrollado profesionalmente en un lugar un poco menos árido para la vanguardia musical, sería estudiado en todas las universidades del mundo. Algunos de nosotros tuvimos la fortuna de poder ver su cerebro en acción bien de cerca y poder robar un poco de esa genialidad. Desde lo musical no es posible no admirarlo”, explica Lema desde España, donde está radicado desde hace pocos años.
“Admiro la forma en la que tocaba la guitarra, él había desarrollado un estilo propio de tocar, también la sabiduría para guiarte y aconsejarte como profesional y en la vida”, explica Dani, que se define como discípulo del maestro, pero también como amigo, a pesar de la diferencia de edad. “Él me trataba como a un hijo. Yo pasaba todos los días en el instituto, desde las dos de la tarde hasta la noche”, refiere, y recuerda a otros músicos y alumnos de su generación que siempre rondaron ese centro académico: Remigio Pereira, Antonio González (Lacu), Miguel Kunert, Myrian Gianni, Carlos Glavinich y Moneco López.
FUERTE INFLUENCIA
“Durante mi primera sesión él, haciendo el esfuerzo más grande que le he visto hacer para ser empático con su nuevo estudiante, se me acerca y me dice ‘y contame, flaco, ¿qué música te gusta?’. Y le respondo ‘de todo, Al Di Meola, por ejemplo’; a lo que me responde con la sentencia ‘Di Meola es una licuadora. Desde ahora vas a escuchar a Barney Kessel’, y yo solo atiné a decir ‘ok’”, recuerda.
Una experiencia análoga refiere Cortaza, ya que la certeza de tener el timón llevó a Kucky a influir sobre sus alumnos y hasta sobre el mismo gusto de ellos. “Realmente al principio fui a estudiar con él porque en esa época yo escuchaba mucho un trío de boleros que tenía un requintista que usaba muchos elementos del jazz, escalas, acordes e improvisaba también dentro de ese estilo. Kucky me enseñaba armonía, escalas y me daba como tarea escuchar muchas grabaciones de jazz. Ahí descubrí el maravilloso mundo del jazz, o sea, puedo decir que definitivamente sí influyó en mi inclinación por el jazz”, señala Cortaza.
Una anécdota de color rescata Gabriel: “Una vez le organizamos un taller en MAIA Jazz & Rock, la escuela de música que tenía en sociedad con mi esposa. Lo fuimos a buscar con Alberto Samaniego y, llegando a la escuela, Kucky se sobresalta a la voz de ‘¡¡¡mirá esa morocha!!!’. Alberto le responde ‘es la esposa de Gabriel’. Kucky gira la cabeza (yo iba en el asiento trasero), hace una pausa, me mira a los ojos y afirma ‘bien, flaco, muy bien’. Creo que ha sido la validación más importante que he recibido de su parte”.
Ernesto pasó su vida musical entre proyectos colectivos y la docencia, y recién en junio de 2019 pudo publicar su primer disco, titulado “Kucky Rey con el folclore”, que incluye canciones tradicionales y creaciones propias.
UN LEGADO
“Kucky, con sus luces y sombras, es un prócer de la música en Paraguay. Yo estoy convencido de que, si él no hubiera estado ahí en los 70, 80, 90, el nivel de la música en general en Paraguay hubiera sido infinitamente inferior. No es solo un tipo que ayudó a formar directa o indirectamente a prácticamente todos los guitarristas profesionales del país, sino que no tenía la más mínima tolerancia con la mediocridad y se aseguraba de impulsar, desde su sitial, la mejor versión de cada estudiante que pasó por sus manos”, sentencia Lema.
La migración ha sido sin dudas relevante para el desarrollo académico de la música en el Paraguay. Figuras como Nicolino Pellegrini hicieron escuela y del mismo modo algo de ese trabajo lo replicó el paraguayo por adopción Kucky Rey. “Como músico fue muy versátil. Podía tocar folclore argentino, tango, música brasileña, música paraguaya y obviamente jazz. Como docente era bastante exigente y tenía una forma muy peculiar de enseñar. Para mí él cambió la manera de tocar la guitarra en la música folclórica de Paraguay, dejó hermosas composiciones y formó a varios excelentes guitarristas y músicos”, señala Dani.
En un país deficitario de grandes escuelas y tradición institucional de la formación musical, el aporte de difundir conocimiento es posiblemente el gran legado de Ernesto. La semilla que plantó en su momento se multiplicó, como fue el caso de Gabriel Lema, quien mantuvo un conservatorio con cientos de alumnos por casi 20 años y ahora sigue dando clases desde las plataformas virtuales.
“Yo creo que la gran obra de Kucky ha sido su labor docente, que era formidable en todo aspecto. Hay poco registro de su capacidad como arreglador e intérprete, simplemente porque en los años de su apogeo como guitarrista no era tan sencillo registrar en grabaciones. Y en los años recientes, lamentablemente las manos no le respondían como en su juventud a pesar de que el cerebro seguía afilado como una navaja. Por desgracia, como digo, tenemos poco registro de su obra, pero la mano de Kucky Rey está presente en la música de Dani Cortaza, de Esteban Ramos, de Edu Martínez y de muchísimas personas que tuvieron la suerte de caer en su casa. Sé de sobra que está presente en cada acorde que toco y cada clase que doy”, concluye Lema.
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“Las cuatro naciones sufrieron retrocesos institucionales y sociales debido a la lucha fratricida”
- Por Jorge Coronel Prosman
En esta segunda y última parte de la entrevista al profesor e historiador ítalo-brasileño Mario Maestri, autor de importantes libros y publicaciones académicas sobre la historia paraguaya, abordamos el contexto socioeconómico de los países involucrados en la guerra contra la Triple Alianza, en especial el Paraguay, que sufrió de manera más directa y dramática los efectos de la contienda.
La perspectiva de Maestri pone énfasis en relatar la historia desde la perspectiva de los pueblos que pelearon y sufrieron la guerra, por lo que rechaza la visión de que los países vencedores resultaron beneficiados con el conflicto y, por el contrario, afirma que todas las naciones sufrieron retrocesos con secuelas que llegan hasta nuestros días.
–Después de tantos años de estudio sobre la Guerra Grande, ¿qué opinión le merecen las vertientes historiográficas más actuales, la corriente restauradora patriótica del discurso decimonónico y el neorrevisionismo que trata de introducir la visión de los pueblos sobre dicho conflicto.
–Con mis alumnos de maestría y doctorado cuestionamos los principales mitos historiográficos, ofrecemos nuevas explicaciones para el conflicto, planteamos problemas y avanzamos en una lectura popular supranacional de la guerra. Sin embargo, esta lectura ha sido poco discutida por el mundo académico, que comúnmente continuó presentando una restauración historiográfica de las narrativas patriótica con raíces en el siglo XIX. El ejemplo excelente de esta realidad es el libro hoy sacralizado de Francisco Doratiotto, quien escribió sobre la Guerra Grande prácticamente sin el estudio detallado, usando comúnmente “guaraní” como sinónimo de paraguayo. Lo mismo podría decirse de una historiografía paraguaya que navega en el actual pantano neolegionario, proponiendo literalmente que las naciones involucradas en el conflicto, todas, tuvieron logros y avances con la hecatombe de 1864-70.
EL PASADO DESDE EL PRESENTE Y EL FUTURO
–¿A qué atribuye usted esta situación?
–La historiografía es una de las ciencias sociales más politizadas, que habla del pasado, con los pies en el presente y ojos en el futuro, bajo la influencia de las clases sociales en lucha. La legitimación historiográfica de las interpretaciones que desvelan el pasado dependen en gran medida de las clases subordinadas que buscan interpretar. El avanzar o retroceder de las clases populares iluminan u oscurecen sus representaciones diversas. En Paraguay, Argentina y Uruguay, gobiernos más progresistas permitieron una apertura para las lecturas críticas sobre la Guerra Grande. En Brasil jamás hubo tales facilidades. La “guerra del Paraguay” es el mito fundador central del Ejército brasileño, eje conservador permanente en la historia del país. La Guerra Grande continúa siendo vigilada por Itamaraty y, sobre todo, por el Ejército de tierra.
–Entre los hechos que la historiografía tradicional dejó en el olvido está la relación entre el uruguayo Venancio Flores y el Imperio del Brasil con la masacre de la heroica Paysandú.
–La guerra comenzó con el apoyo del Gobierno paraguayo al uruguayo debido a que (Bartolomé) Mitre estaba financiando la invasión de Uruguay (19 de abril de 1863) por Flores para derribar al Gobierno oriental blanco. El Gobierno paraguayo declaró que la independencia uruguaya de hecho era esencial a los intereses paraguayos. Lo que era correcto en cuanto a los intereses mercantiles. Buenos Aires estaba en manos del unitarismo argentino y, si sucediera lo mismo con Montevideo, Argentina podría bloquear el comercio internacional paraguayo como en los días de (Juan Manuel de) Rosas.
La interrupción del comercio internacional disolvería la base social mercantil-exportadora de apoyo del lopismo, que favoreció el renacimiento de las fuerzas proporteñas, dependientes del comercio con el Plata. En 1863, Solano López y el Gobierno paraguayo se preparaban para una guerra con Argentina. Había posibilidades de ganar teniendo como aliados a los federalistas argentinos y al Gobierno oriental.
–Y luego la trama de alianzas sufre cambios importantes...
–Las tropas imperiales invadieron el Uruguay (10 de agosto de 1864) sin declaración de guerra. En respuesta, el Paraguay entró en guerra con el Imperio y la Argentina unitaria, con muy limitada posibilidad de vencer. Las tropas paraguayas avanzaron sobre el Mato Grosso, Corrientes, el Río Grande do Sul. Y no fueron enviadas como apoyo las tropas orientales, masacradas en Paysandú (2 de enero de 1865) por las tropas de Venancio Flores, de los hacendados del Río Grande del Sur, por el Imperio, con el vergonzoso asesinato de oficiales orientales rendidos.
EL LOPISMO
–¿Cómo observa la valoración de la imagen de Francisco Solano López en la época que se desempeñó como presidente paraguayo?
–La afirmación de que el lopismo, la valorización extremadamente positiva de la acción de López durante laguerra, fue una invención interesada de Juan Emiliano O’Leary es una mitología. Al concluir la fracasada campaña ofensiva, posiblemente el prestigio del mariscal era bajo, con las tropas paraguayas luchando mal, con la rendición en Uruguayana sin resistencia (18 de setiembre de 1865). Los soldados y las clases populares no se motivaron con la expedición al exterior, desinteresados en las cuestiones del Plata. Cuando las tropas paraguayas se retiraron a los territorios nacionales, las clases populares comprendieran que se trataba entonces de defender el Estado nacional y todo lo que habían conquistado: chacras, animales, autonomía. Lucharán, entonces, como leones, dando un carácter campesino a la resistencia, con la deserción de las clases dominantes incluida a la familia del mariscal.
–¿Cómo evalúa el papel de López como conductor militar?
–López permaneció irreductible en la dirección de la resistencia en una forma no muy hábil hasta su dramático asesinato, ya herido mortalmente, en Cerro Corá el 1 de marzo de 1870, lo que no lo transformó en general del pueblo, como (José Gervasio) Artigas, (Emiliano) Zapata y (Pancho) Villa. López luchó por la defensa del orden de la oligarquía mercantil-exportadora y antipopular inaugurada por su padre. Preparaba a su hijo Juan Francisco López para ser su sucesor. Intentó legar inmensos territorios a su compañera y herederos, pero no legalizó la posesión de tierras ni siquiera de los campesinos que lucharan bajo su comando. López y los campesinos paraguayos pelearon en la misma guerra con objetivos diferentes.
NARRATIVAS
–¿Por qué la resistencia del pueblo paraguayo fue tan tenaz?
–Las clases populares resistieron, hasta el último aliento, oponiéndose a la destrucción de los fundamentos del Estado surgido de la revolución francista. Luego de la derrota, los exoficiales lopistas, al integrarse a la política y gestión del Estado, aceptaron reivindicar, como mucho, la heroicidad de las tropas paraguayas y abrazar la anatematización del mariscal, las narrativas aliancistas y el nuevo Estado oligárquico, antipopular, antinacional, corrupto, en el contexto de la privatización de propiedades estatales, pobreza popular, expatriación de campesinos en busca de trabajo, etc.
–En un país devastado y ocupado, ¿cómo se fue construyendo la narrativa propia sobre la guerra?
–Incluso antes del fin de la resistencia, fue materialmente imposible producir narrativas defendiendo las razones nacional-populares sobre el conflicto. Las clases populares jamás aceptaron las narrativas legionarias, imperiales y argentinas sobre la guerra. Ellas emprendieron la producción y canonización defensiva de un mariscal demonizado, sustituyendo la heroicidad de la resistencia popular, por una visión de un mariscal semimesiánico, en producciones sobre todo orales, más registradas en cartas, canciones, poesías, dibujos y pinturas rústicas y cuadros de Solano López, etc., que aún no fue objeto de un estudio sistemático. Estanislao Zeballos, de visita en Paraguay relató asombrado la producción popular que se oponía a las interpretaciones de los aliancistas y de los legionarios, construyendo una visión romántica y heroica del mariscal, dando así vida al lopismo.
CONSECUENCIA PARA LAS NACIONES
–¿Cuáles fueron las principales repercusiones de la guerra en el Brasil?
–En el Imperio de Brasil, contrariamente a lo que tantos historiadores proponen, la victoria militar sobre Paraguay y Uruguay fortaleció la Casa y el Estado imperial. Don Pedro se fue en viaje de placer, dejando tranquilamente la regencia en manos de la princesa Isabel, educada y tratada por el padre y por el marido como una tonta. La guerra alivió la presión abolicionista. Después del fin del conflicto, el Estado imperial impulsó una reforma que mantuvo la esclavitud por casi vente años. Sectores populares murieron como moscas en el Paraguay y el Imperio nunca pagó realmente lo que prometió a los veteranos y mutilados. Jamás hubo apoyo popular al conflicto. A los capturados para ir luchar en el Paraguay, se les llamaba “voluntarios de palos y cuerdas”. Por el Brasil se gritaba “¡Dios es grande, la floresta es más grande!”, a la que se escapaban para los quilombos. La única preocupación del soldado imperial era retornar vivo.
–¿Para la Argentina?
La Guerra Grande atrasó la república y la industrialización al consolidar el carácter antipopular, oligárquico y esclavista del Estado imperial. En Argentina se consolidaron el unitarismo autoritario y elitista y los intereses de los grandes terratenientes, exportadores del comercio inglés, mientras que las provincias del litoral y del interior se hundieron en un atraso que no superan hasta hoy. Fueron aplastadas las fuerzas federalista y democráticas. El latifundio oligárquico se mantiene fuerte hasta hoy.
–¿Y para el Uruguay?
–Con la derrota del Gobierno constitucional y la imposición de la dictadura de Flores, la República de Uruguay permaneció, durante largas décadas, como un Estado dependiente del Imperio y luego de la República de Brasil, y bajo la presión de siempre de Buenos Aires. También fueran aplastadas las fuerzas democráticas y autonomistas, consolidándose el latifundio oligárquico en el país.
–¿Y para el Paraguay?
–Sobre todo el Paraguay sufrió las secuelas del conflicto. El país no conoció una reconstrucción de lo que fuera destruido más allá de la construcción de un Estado nuevo, antinacional y antipopular, con relaciones sociales refundidas por la destrucción humana, en la guerra, y la desorganización socioeconómica, después del conflicto, de su mayor riqueza: la clase campesina. Más allá de los intereses no nacionales de las clases dominantes, podemos decir que, en grado y formas diversas, con destaque para el Paraguay, las cuatro naciones involucradas en la guerra sufrieron retrocesos institucionales y sociales debido a la lucha fratricida de 1864-70 con secuelas que llegan hasta nuestros días.
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Villarrica, la capital de Guairá y de la cultura: ¡Un destino que no se debe postergar!
Villarrica del Espíritu Santo es considerada una de las ciudades más importantes del país por su rica historia, su estilo y su cultura arquitectónica, sus costumbres que perduran, así también sus numerosas casonas coloniales.
Se encuentra a 152 kilómetros de Asunción y es un destino turístico que todo paraguayo extranjero debe alistar. Así lo expresó a La Nación/Nación Media, Nadia Barreto, titular de la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de Villarrica.
La misma contó que durante el año tienen diversas actividades que mueven a la economía local, donde se benefician desde el micro emprendedor hasta las cadenas de hoteles más importantes de la localidad, pero que los eventos principales se encuentran en mayo por el mes patrio y por el aniversario de la ciudad, además de octubre por el Día de la Raza. La temporada alta en verano se da entre enero y febrero por el tradicional carnaval guaireño.
“La inyección económica aquí dentro de la ciudad de Villarrica es amplia y extensa, porque nos beneficiamos todos, desde el pequeño emprendedor hasta los grandes empresarios, entonces la inyección económica es amplia por los eventos culturales que tenemos dentro de nuestra ciudad”, precisó Barreto a LN.
Otra de las festividades típicas de Villarrica es la fiesta patronal en honor al Espíritu Santo, en la que realizan una procesión religiosa en las principales calles de esta ciudad y un atractivo show de fuegos artificiales. En la Catedral de la ciudad, se lleva a cabo el tradicional novenario, que cuenta con la masiva participación de los feligreses.
Además festejan la comilona de Pentecostés, con la misa central para culminar con la tradicional procesión de la imagen del Espíritu Santo. En la explanada de la Catedral organizan una degustación de platos salados y dulces.
Turismo
Entre los puntos turísticos que resaltó, se encuentran Los Jazmines de Chiquitunga en honor a la beata María Felicia de Jesús Sacramentado. Se trata de un circuito en el que se visitan varios lugares históricos referentes a la vida de María Felicia.
Igualmente, destacó el city tour donde se lleva a cabo un recorrido por el municipio, el teatro local, un museo, parques y plazas. Finalmente señaló que uno de los atractivos interesantes es el paseo de los murales, donde se puede apreciar las imágenes ilustradas de Manuel Ortíz Guerrero, Chiquitunga, entre otros retratos.
Población y geografía
Villarrica se divide en un total de 37 barrios: 23 en la zona rural y 14 en la zona urbana. Tiene una población de 76.320 habitantes aproximadamente según el censo 2022 del Instituto Nacional de Estadística (INE). El 70% de su población vive en la zona urbana.
Cultura
En esta ciudad nació el primer poeta y periodista paraguayo, Natalicio De María Talavera, y otros artistas como de Manuel Ortiz Guerrero, Natalicio González, Delfín Chamorro, Ramón Indalecio Cardozo y su hijo Efraín, Leopoldo Ramos Giménez, Ramiro Domínguez y Muchas otras figuras destacadas, como Alejandro Encina Marín, Helio Vera, Luis Alfonso Resck, Caio Scavone, entre otros.