Ser docente debe ser una vocación verdadera, ya que un profesional se compromete a educar a quienes serán el futuro. Muchas veces sus alumnos se convierten en verdaderos artífices del país gracias a la educación recibida.

Hoy les contamos la satisfactoria historia de Cayetana Maidana, una docente que fundó ocho escuelas, un instituto que pronto se convertirá en universidad e impulsora del Museo Jesuítico de Misiones.

Las grandes iniciativas de esta mujer iniciaron a sus 19 años, luego de recibirse de maestra. Desde entonces no paró en sus actividades. Su objetivo estaba claro desde muy joven, por lo que decidió emprender un viaje hasta Ñeembucú, donde todo comenzó.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Museo Santa María de la Fe. Foto: Gentileza.

Inició en Los Laureles

“Tuve la fortuna de estudiar en un buena escuela en ese tiempo, Escuela Colmán Rural del Punto Cuatro de la Alianza para el Progreso, hoy Saturio Ríos. Ahí terminé, me recibí, fui mejor egresada de mi promoción. Después fui a la facultad en ese tiempo de Filosofía, me recibí en el año 1965 y volví a Misiones con la idea de trabajar y luego volver a la facultad, pero como no conseguí un cargo tuve que ir a Ñeembucú, estuve 2 años en Laureles”, así comenzó su relato a La Nación.

Resaltó que en ese corto tiempo pasó por muchas cosas y logró fundar una de la primeras escuelas de las siete que levantó durante su trayectoria.

“Laureles era un lugar muy lejano, se podía llegar solo a caballo o en avión por la gran cantidad de esterales, no dejaban pasar nada. Me fui llegando y el piloto me miró y me dijo: Aquí está Laureles y me muestra una gran plaza rodeada de viviendas con estilo de los jesuitas con un gran templo”, manifestó.

Cayetana explicó que en el primer mes que trabajó en el lugar, el techo de la escuela se desplomó, por lo que invirtieron gran cantidad de tiempo en tratar de arreglarlo. Finalmente, cuando se encontraban a la mitad de la construcción, llegó a la zona un general, enviado en ese entonces por el presidente Alfredo Stroessner para ver las necesidades de los pueblos situados al borde del río Paraná.

“Al encontrarse en esta situación, el general González se mostró muy molesto, por lo que decidió construir una escuela tipo las prefabricadas. Tuvimos escuelas en un mes para fortuna de los chicos y mía. Al año siguiente pude comenzar lo que hoy es el Colegio Nacional Virgen del Rosario de Los Laureles”, apuntó.

Desde sus inicios ayudó a su comunidad. Foto: Gentileza.

Lea también: El 44,5% de los recursos ejecutados por el MOPC provienen del BID

De docente a directora

Luego de unos años de enseñar en la zona, la docente recibió una propuesta de tomar la dirección de la Escuela San Juan de Ñeembucú, que queda entre Pilar y San Ignacio.

“Mi madre me dijo por qué no te quedas acá, por lo menos colectivo vas a tener, en ese entonces ya estaba la Ruta 4. Me quedé en la zona durante cinco años, tres pueblos estaban a mi cargo, San Juan de Ñeembucú, Tacuaras y Guazú Cua, cada una me quedaba a 6 o 7 leguas, llenas de esterales”, mencionó.

Al cumplir los 5 años de enseñanza en estas zonas, le volvieron a ofrecer la dirección de la Escuela de Cerrito Paraguay, pero su madre ya no la dejó sobrecargarse con otro trabajo más.

“En 1983 vine a Santa María Misiones a cofundar lo que es el Colegio Nacional, donde me entregaron 7 sillas y 3 de carpetas, vaya usted a crear su escuela me dijeron. Me fui haciendo, sobre mi espalda llevaba arena, hasta me peleé con el intendente porque no me quería dar un terreno para construir el colegio, pero con peleas y besos como se dice pude construir un hermoso colegio al que llamé Presbítero José Agustín Molas”, comentó.

Cayetana Maidana se jubiló en 1990, pero ella continuó con los trabajos para mejorar la situación de su gente en Misiones.

Fue así como de a poco fue dejando escuelas fundadas a su paso, entre ellas: el Colegio Nacional Laureles, Rincón de Luna en Guazú Cuá, Ciervo Blanco, Otazú y Costa Rosado en San Juan de Ñeembucú; Colegio Presbítero Molas y Escuela Aimé Bonpland y el Colegio Nacional Acosta Ñu en San Juan de Ñeembucú. A todo esto se suma el Instituto de Tercer Nivel, el Museo Diocesano y aguarda por la Universidad Nacional de Misiones.

Luego de su jubilación empezaron a reconocer su trabajo. Foto: Gentileza.

Lea además: COVID-19: 23 países de la UE y Reino Unido suscitan grave preocupación

Paso por la Junta Municipal

Otros pasos de Cayetana fueron por la Junta Municipal, donde permaneció por 15 años en la presidencia y continuó con el afán de construir más escuelas. “Ahí trabajé como negra y construí otra escuela. Fue una escuela primaria a la que le puse el nombre Aimé Bonpland, botánico famoso que vivió en la zona”, dijo.

Durante ese tiempo también logró crear con la ayuda del sacerdote Antonio Betancor, un instituto de tercer nivel (2001) para la formación de tecnólogo de alimentos. “Esto hace 19 años, todos estudiantes que terminan la carrera consiguen trabajo. Se van por todos los puntos del país”, aseguró.

Va por la universidad

En otro momento, anunció que la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que plantea la creación de la Universidad de Misiones. “Tenemos una comisión de la Unamis (Universidad Nacional de Misiones). El Congreso Nacional dio media sanción al proyecto de la Unamis y se crea la universidad. Somos 10 personas que integramos la comisión”, sostuvo.

El plan de estudio plantea abrir cinco facultades de: Ingeniería Civil en San Juan, Medicina en San Ignacio, en Santa María, Tecnología en Alimentos, Medio Ambiente en Santa Rosa y Matemática en Ayolas.

Fundó ocho escuelas en Misiones y Ñeembucú. Foto: Gentileza.

Puede interesarle: Las exportaciones de trigo se retraen 38% debido a la menor producción

También habilitó un museo

Otro de los proyectos que dio buenos resultados para Cayetana fue la creación del Museo Diocesano de Santa María Fe, que fue construido gracias a una hermandad existente con Hoys de Estados Unidos desde 1975.

“En un acto representantes de Hoys preguntaron qué quería la comunidad como regalo y los que estuvieron presentes pidieron un museo jesuítico, porque todas las imágenes estaban en muy mal estado. Se hizo una donación de 250.000 dólares para este proyecto y hoy tenemos un hermoso museo con 56 imágenes, una de las más grandes del país”, aseguró.

Recibió varias medallas de oro por los trabajos que realizó. Foto: Gentileza.

Le puede interesar: ANR ajusta motores con el TSJE, con miras a las internas

Llegó al área social

Otras de las áreas donde llegó a trabajar esta incansable mujer fue en la social, donde logró que se construyan unas 40 viviendas para madres solteras del departamento. “También estuve en el área, donde logré habilitar 19 proyectos productivos. Sigo adelante con mis 74 años, quiero ayudarle a la gente”, manifestó.

Proyecto de camino

“Hace 19 años tengo un proyecto de unir Santa María de Fe con el departamento de Caazapá, ya que para llegar de Santa María y San Ignacio, la gente que viene de Caazapá tiene que pegar toda la vuelta por Coronel Bogado o toda la vuelta por Paraguarí, son unos 400 kilómetros, siendo que estamos cerca”, explicó.

Sostuvo que cuentan con un camino en Santa María que va hasta el río Tebicuary que son unos 25 kilómetros, pero les falta un puente y terminar ese camino para pasar a Caazapá.

“Vamos a lograr, vamos a unir Coronel Oviedo, Villarrica, Caazapá, Santa María y San Ignacio. En tanto que de San Ignacio vamos a pasar a Javevyry y Panchito López, donde queremos crear un puerto de aguas profundas en el Paraná, para la exportación a donde sea. Desde Corrientes, Argentina, ya decidieron donar 70 hectáreas de tierras para el proyecto”, agregó.

La ciudad donde Cayetana Maidana se formó y ayuda hasta la fecha. Foto: Gentileza.

Lea también: Sequera: “Tenemos que promocionar actividades al aire libre”

Galardones y reconocimientos

En el 2005, Cayetana viajó a los Estados Unidos para realizar una serie de charlas sobre las Misiones Jesuíticas. En ese país le entregaron la llave de una ciudad, la reconocieron como ciudadana ilustre y le entregaron la bandera de la ciudad de Kansas.

“Cuando me jubilé recibí dos medallas de oro del Ministerio de Educación. En 1992, recibí una invitación del ministerio, donde me entregaron otra medalla. En el 2015 recibí la medalla de oro del Congreso Nacional por todos los trabajos que hice en el tema jesuítico. Tengo 15 certificados de reconocimiento y felicitaciones. Ahora estoy invitada a Laureles para un reconocimiento por la creación del Colegio Nacional Laureles”, concluyó.

Recibió la llave de una ciudad en Estados Unidos. Foto: Gentileza.

Lea más: Inauguran pabellón de contingencia en Misiones para pacientes con COVID-19

Dejanos tu comentario