En el marco de una emotiva celebración litúrgica, el santo maronita San Chárbel fue entronizado en la Catedral Metropolitana de la Santísima Asunción. La entronización de un santo o beato es otorgarle un lugar dentro de un templo, donde los fieles pueden venerarlo. Una vez que ocupe un sitio en la iglesia es más fácil que también lo haga en los corazones de los fieles.

Este virtuoso hombre libanés, conocido también como “el hombre de los milagros”, es especialmente requerido por interceder ante Dios por los enfermos. San Chárbel es uno de los primeros santos orientales. Su entronización en la Catedral Metropolitana es de un profundo significado, pues une a la feligresía católica occidental a la maronita de Oriente. “Este santo no solo es importante para los católicos, sino también es una figura importante para los musulmanes”, dijo el embajador de Líbano, Hasan Hijazi, tras concluir la misa.

El acto litúrgico estuvo oficiado por monseñor Ignacio Gogorza, obispo de Encarnación, quien representó a monseñor Edmundo Valenzuela. El arzobispo metropolitano está internado en el Hospital Universitario tras dar positivo al COVID-19, por lo que no pudo oficiar la celebración y nombró a un representante.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Monseñor Ignacio Gogorza, obispo de Encarnación, celebró la misa en la Catedral Metropolitana. Foto: Néstor Soto

Lea también: “El hombre de los milagros”, San Chárbel será entronizado en la Catedral Metropolitana

La misa fue una mezcla de cultura libanesa y occidental. En varios momentos de la celebración, tanto al inicio, en el desarrollo y al final de la liturgia, se escucharon canciones religiosas libanesas y arameas. De hecho, numerosos representantes de la comunidad libanesa participaron de la ceremonia.

Como se acostumbra en cada misa, al rato de iniciar el culto se procedió purificar el altar y a los celebrantes mediante la quema de incienso. El rito también alcanzó a la gran imagen de San Chárbel que fue puesto entre el altar y los fieles. El cuadro permaneció en ese lugar hasta poco antes de terminar la misa, cuando fue llevado al lugar donde actualmente se encuentra.

“Dios nos invita al banquete”

Tras el canto del Salmo y las lecturas del día, monseñor Gogorza inició la homilía diciendo que Dios invita a todos a la santificación. Para ello, recordó la parábola en la que el rey invita a todos, pero muchos rechazan el banquete. “Dios nos invita a compartir su vida. Quiere estar cerca y compartir con nosotros. Él nos hace la invitación a todos y depende de cada uno aceptarla”, comentó el obispo.

Momento de la bendición de la imagen de San Chárbel. Foto: Néstor Soto.

Nota relacionada: San Chárbel invita a saborear la espiritualidad católica oriental

Agregó que los primeros invitados de Dios siempre serán los bautizados y en caso de que estos no acepten, serán convidados para participar del Reino de los Cielos las personas de otras creencias, pues la invitación es “para todos” los que deseen escuchar y seguir su palabra.

En la prédica, el religioso agregó que no basta con escuchar la palabra y participar de la eucaristía, sino además hay que vivirla. “Debemos estar cerca de los más necesitados. Hay que mostrar un amor excepcional, en especial con la propia familia. Que reine la solidaridad, la justicia. A eso estamos llamados”, comentó monseñor Gogorza.

Durante su homilía, el obispo recordó la vida del santo libanés y dijo que San Chárbel vivió como Cristo lo pidió. “Pasaba horas rezando (...) Vivió en el monasterio de manera perfecta. Cristo fue su ejemplo constante (...) No contento, sitió otro llamado y se entregó a Dios y vivió en una ermita”.

La reliquia de San Chárbel encabeza la procesión, previa a la entronización. Foto: Néstor Soto.

Leé esto: San Chárbel, “el hombre de los milagros”, fue entronizado en la Catedral de Asunción

Entronización

Poco antes de concluir a misa, se inició el rito de entronización. Tras bendecir la imagen y leer una placa conmemorativa, se procedió a rezar la oración a San Chárbel y luego se llegó la imagen en procesión hasta el sitio donde quedará el cuadro para su veneración.

La procesión estuvo encabezada por monseñor Gogorza, seguida de los demás sacerdotes que cocelebraron la misa, entre ellos el padre Pedro Abuna y Óscar González. El obispo llevó en sus manos las reliquias de San Chárbel y detrás fueron los sacerdotes portando la imagen, que fue entronizada en la pared ubicada al lado de la entrada principal de la Catedral Metropolitana. Devotos de San Chárbel también siguieron la procesión con luminarias que tenían la imagen del santo entronizado.

Devotos de San Chárbel participaron de la celebración con luminarias que tenían la imagen del santo. Foto. Néstor Soto.



Dejanos tu comentario